Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
Si la anterior generación del Volvo S60 hacía gala de un llamativo diseño, el nuevo modelo no podía ser menos. Lo mismo ocurre en el interior, el cual además adquiere una fuerte carga tecnológica, un equipamiento abundante y una mayor calidad percibida en todos los elementos. Sólo se ofrece con mecánicas de gasolina y, en precio, se sitúa a la par de sus rivales directos.
La firma sueca está viviendo una auténtica revolución en términos de diseño y buena prueba de ello es el nuevo Volvo S60 que os traigo hoy, el cual hereda el atractivo ADN de su hermano mayor, el Volvo S90. Si bien es cierto que estéticamente no rompe moldes, luce una imagen fresca, atractiva, elegante y dinámica, muy fiel los trazos ya vistos en el nuevo Volvo V60.
En cualquier caso, los cambios son importantes respecto a su predecesor y recordemos que se trata del primer turismo de la marca en producirse al otro lado del Atlántico. Además, no puede adquirirse con mecánicas diésel, un tipo de combustible que poco a poco la firma sueca irá abandonando y que en Europa podría suponer una reducción importante en las ventas.
En el interior ocurre algo parecido y toma muchos elementos del V60, incluida la elevada sensación de calidad. Según el nivel de terminación podrán tener mucho equipamiento, destacando los equipos multimedia de última generación, la instrumentación configurable, el freno de mano eléctrico o el acceso a Internet.
En definitiva, todo lo necesario para plantar cara a los grandes rivales de corte premium del segmento, tales como el Alfa Romeo Giulia, el Audi A4, el BMW Serie 3 y el Mercedes-Benz Clase C. Por tamaño (aunque no por precio), también es comparable con modelos como el Opel Insignia Grand Sport, el Peugeot 508 o el Renault Talisman.
Diseño exterior
El diseño exterior del S60 se mantiene muy en la línea del nuevo ADN del fabricante sueco, resultando realmente similar al de su hermano mayor, el Volvo S90. Sin embargo, en Volvo cada modelo mantiene su personalidad propia en numerosos aspectos, a diferencia de lo que ocurre en otras marcas.
Ya desde el frontal nos encontramos con la robustez de la nueva generación: Volvo ha decidido romper con el diseño y evolucionar. Presidiendo el frontal nos encontramos con una gran parrilla cromada que toma diferentes formas en función del acabado. En posición central se ubica el logotipo de la compañía, que opcionalmente puede contar con cámara frontal.
El Sistema de Asistencia en el Aparcamiento -666€- del S60 utiliza diversos sensores ultrasónicos para aparcar automáticamente, en paralelo o en batería. La cámara de 360 grados te muestra en la pantalla digital una imagen completa del perímetro del vehículo, para que no tengas ningún problema en aparcar incluso en las plazas más ajustadas.
A ambos lados de la generosa parrilla nos encontramos con uno de los elementos más expresivos el nuevo Volvo S60, los tecnológicos faros activos Full LED –Pack Light 1.053€- con lavafaros. El sistema genera un haz luminoso sumamente amplio y largo, resultando una pasada en la noche. En mi opinión, es un opcional por el que merece la pena pagar.
El alumbrado es superior al de los faros LED de serie y, para ayudarnos a ver mejor hacia los lados por la noche, las luces giran hasta 30 grados en cualquier dirección con los movimientos del volante. Estas se complementan con la función cornering de las luces antiniebla -212€ o en Pack Light-, ubicadas en el extremo inferior del paragolpes.
Gracias al nuevo sistema, se puede dejar la luz larga conectada en todo momento, ya que cuando otro vehículo se aproxima en dirección opuesta, el sistema evita que el otro conductor se deslumbre sombreando tan sólo la parte necesaria de luz. Es un sistema similar al que encontramos en otras marcas como Audi, BMW o Mercedes-Benz.
En estos faros podemos apreciar la nueva firma lumínica que la marca sueca ha bautizado como “Martillo de Thor” por su diseño en forma de T. Esta firma lumínica resulta inconfundible durante la noche y durante el día, pues además de conformar la iluminación nocturna, cumple la función de iluminación diurna DRL, así como la función de intermitencia.
El acabado R-Design añade algunos elementos exteriores de carácter más deportivo, como los detalles en negro.
Continuando con el frontal, si nos trasladamos a la mitad inferior nos encontraremos con varias entradas de aire, aunque algunas son meramente decorativas. En una altura realmente baja nos encontramos con la batería de sensores de aparcamiento -Park Pack Assist- que se combinan con el sistema de cámaras.
El hecho de que los sensores estén tan bajos ayuda a detectar obstáculos ocultos a la vista cuando circulamos fuera de la carretera.
Las suaves líneas del frontal se extienden al resto del vehículo a través de un gran y ligero capó. Los trazos fluyen gracias a ligeros abombamientos en los extremos que migran hacia los pilares “A”, los cuales enmarcan una gran luna delantera. Esta oculta una cámara ubicada en la base del retrovisor interior que forma parte de los sistemas de asistencia.
Ya en el lateral podemos apreciar cómo Volvo ha trabajado en las líneas limpias, así como en la integración. De esto último nos damos cuenta en los faros delanteros, que se extienden hacia el lateral, al igual que los generosos y característicos faros traseros, permitiendo que esta zona quede iluminada y el modelo sea visible de perfil.
La zona acristalada cuenta con una superficie generosa y un borde negro. Las ventanillas laterales están sobretintadas y en esta unidad cuentan con doble acristalamiento -817€-. A media altura nos encontramos con unos retrovisores en negro abatibles eléctricamente, con función anti-deslumbramiento y sistema de información de puntos ciegos (BLIS).
El BLIS se activa cuando el coche supera una velocidad de 12 km/h y reacciona con casi cualquier tipo de vehículo, incluyendo las motocicletas. Además de la generosa superficie del espejo, el sistema de ángulos muertos ha evolucionado y su sensibilidad es impresionante. Forma parte del Pack Intellisafe Pro -1.755€-.
Siguiendo con el diseño, el S60 cuenta con unos marcados nervios en la parte inferior que parecen complementarse, mientras que el nervio superior recalca la altura de la zaga y ofrece una sensación visual de dinamismo. Los pasos de rueda cuentan con la presencia de unas generosas llantas de aleación de 19 pulgadas -575€-, aunque podemos equipar hasta unas de 20”.
En esta unidad de pruebas encontramos unos neumáticos Continental Premium Contact 6 de dimensiones 235/40 R19 W XL en ambos ejes.
El Volvo S60 mide 4.76 metros de largo, 1.85 metros de ancho y 1.43 metros de alto. Cuenta con una batalla de 2.872 milímetros y unas vías delantera y trasera de 1.600 milímetros en ambos ejes, mientras que el coeficiente aerodinámico es de Cx 0.27, con una superficie frontal de 2,22 m² y un factor de resistencia de 0,6.
En la parte trasera es donde el Volvo S60 gana en personalidad propia, sin alejarse en ningún caso del ADN de la marca. Sí, me refiero a esa zaga de líneas horizontales con alargados pilotos posteriores de tecnología Full LED, una firma lumínica en forma de ‘C’ y un gran número de funciones de seguridad.
La luna trasera queda muy inclinada y no ofrece gran visibilidad, pero puede complementarse con una cámara de visión trasera -478€-. Además, se puede equipar con una cortinilla manual parasol -157€-. Finaliza en un portón del maletero que puede contar con apertura y cierre eléctricos -Pack Versatility Pro (908€)- en el que se monta el nombre de la marca en posición central.
El gran paragolpes trasero se extiende desde los pilotos y abarca toda la parte inferior que, además, parece estar dividida en dos alturas gracias a la introducción de un pliegue a media altura. Este integra los catadióptricos en los extremos. Justo debajo vemos la tira de sensores de aparcamiento y un marcado difusor negro que integra las dos salidas de escape cromadas.
Finalmente, el acceso al vehículo sin llave garantiza rapidez y comodidad -Pack Versatility Pro-, especialmente gracias al maletero de apertura manos libres El modelo cuenta con un mando a distancia de gran calidad tapizado parcialmente en el mismo cuero con el que se encuentran tapizados los asientos. También podemos optar por la denominada llave roja -155€-.
Diseño interior
Si en el exterior Volvo ha hecho un magnífico trabajo, en el interior la cosa no cambia, y es que estamos hablando de uno de los Volvo más lujosos y tecnológicos de todos los tiempos. Una vez sentados en el puesto de conducción, nos damos cuenta del arduo trabajo de Volvo, en términos de ergonomía, confort y diseño.
Los asientos deportivos del acabado R-Design te proporcionarán una excelente vista independientemente de dónde te sientes, además de un gran agarre tanto en la banqueta como en el respaldo, aunque es cierto que las personas más corpulentas podrían sentirse algo incómodas por la presión lateral que ejercen. Tienen ajuste lumbar de cuatro vías.
Los asientos ajustables eléctricamente -454€ para pasajero- con cojines extensibles y ajuste lateral regulable -Pack Luxury Seats (2.829€)- permiten mayores posibilidades a la hora de combinar la postura perfecta y el máximo confort. También pueden contar con calefacción – Pack Winter (375€), masaje, memoria -91€- y ventilación con tapicería parcial de cuero Nappa.
Igualmente, las manos se posan cómodamente sobre un volante deportivo de cuero de tacto agradable y grosor adecuado. El volante multifunción cuenta con una superficie en negro brillante con 14 botones que nos dan acceso a diversas funciones del vehículo, como el ordenador de viaje o el control de crucero. Puede ser calefactado con el Pack Winter.
Tras el volante, nos topamos con un cuadro de instrumentos 100% digital fruto de la incorporación de una pantalla de 12,3 pulgadas a todo color que ofrece diferentes vistas, entre la que encontramos la clásica de los diales, el mapa del sistema de navegación, el ordenador de viaje… Sin embargo, la información no es intuitiva y no hay mucho margen de personalización.
Lo cierto es que el salpicadero y la botonería rebosan calidad tanto a la vista como al tacto, encontrándonos prácticamente todas las superficies tapizadas con material blando, desde el salpicadero hasta las puertas. Además, el detalle en aluminio Metal Mesh le da un toque deportivo y sofisticado al interior, haciéndolo realmente agradable.
En este punto he de decir que es una pena que algunos elementos se hayan hecho en plástico duro como la tapa de la guantera o parte de la consola central, ya que desmerecen ligeramente un gran conjunto como este. Lo que sí me alegra es que se haya reducido el uso del tedioso Piano Black, aunque este se mantiene en el volante, zona de mucho uso.
Uno de los puntos fuertes del interior del nuevo Volvo S60 es la consola central, que ha sido sabiamente reducida y aglutinada en funciones a una pantalla de 9 pulgadas. Así es, en la consola central ahora sólo hay 8 botones y, como no, un completo (quizá demasiado) interfaz en la pantalla que nos ofrece acceso a todos los menús.
Estudiado de principio a fin, este sistema ofrece un uso sencillo, una interfaz muy clara (pero con abundante información) y todas las opciones de las que dispone el conductor en un coche convencional -y muchas más-. En todo caso, el minimalismo está muy bien, dando una gran sensación tecnológica, pero con algún botón extra todo sería más sencillo y menos peligroso.
Las marcas están apostando por limpiar todo el salpicadero de botones, lo cual para algunos es todo un alivio, pero introducir algunas funcionalidades en una pantalla pensada para el infoentretenimiento no lo termino de ver del todo práctico. Es el caso del climatizador y lo es esencialmente por dos motivos.
Lo primero, porque cambiar la temperatura te obliga a cambiar la pantalla que lleves puesta -subir o bajar la temperatura un solo grado te obliga a pulsar, como mínimo, dos veces la pantalla- y, si es el navegador, ya estás perdido; y lo segundo, porque se aglutinan muchos controles en una pantalla cuando con una ruedecita y tres botones seríamos tan felices…
Eso sí, estamos hablando de un sistema muy refinado y lo cierto es que la dimensión de la pantalla, pese a parecer grande al principio, se queda pequeña conforme nos hacemos a su interfaz. Sin lugar a duda, estamos hablando de una magnífica integración que además reúne todos los sistemas en uno.
Por otra parte, el sistema de sonido Harman/Kardon con subwoofer es realmente bueno -852€-, aunque si realmente quieres calidad siempre puedes optar por el sistema de sonido Premium Bowers & Wilkins con subwoofer 3.328€-, uno de los mejores del mercado, pero notablemente más caro.
La consola central se extiende entre los asientos delanteros y adopta una posición horizontal en la que nos encontramos con la palanca de cambios, varios huecos portaobjetos, el selector de modos de conducción, una guantera con reposabrazos fijo (que queda algo retrasado) y, como no, el sistema de arranque y parada mediante un interruptor giratorio.
En términos de habitabilidad, la segunda fila de asientos está pensada para tres adultos y la disposición de sus cómodos asientos garantiza unos trayectos agradables, aunque con el túnel de transmisión, el mullido más duro a causa del reposabrazos central y el climatizador electrónico de cuatro zonas -Pack Xenium o Xenium Pro- la plaza central no es muy cómoda.
Respecto al espacio de carga, el Volvo S60 cubica un total de 442 litros, ampliables si abatimos los asientos traseros -60:40-. Cuenta con una superficie de carga de formas regulares, trampilla de acceso a la segunda fila de asientos y ofrece espacio para la rueda de repuesto -145€- y pequeñas herramientas bajo el piso. Desde el maletero podemos abatir los asientos de la segunda fila -Pack Versatility 339€-.
Llaman la atención en el maletero del S60 algunos detalles sensiblemente más descuidados, como la chapa de la parte superior interior que molesta al cargar objetos voluminosos, un revestimiento algo más pobre que en la versión familiar y unos ajustes que parecen algo endebles. Además, la altura del borde de carga queda alta, a 680 mm del suelo.
Motorización
Como ya os he comentado, el Volvo S60 solo se ofrecerá en España con mecánicas de gasolina. La versión de acceso es el T4 con 190 CV. En un escalón intermedio encontramos el T5 con 250 CV y, como tope de gama, el T8 Twin Engine híbrido-enchufable de 392 CV. Todos están asociados a un cambio automático de ocho relaciones por convertidor de par.
Para la prueba me he decantado por la opción intermedia, el bloque T5 de tracción delantera. Hablamos de un motor que, con una cilindrada de 1.969 cm³, dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo e intercooler, es capaz de desarrollar una potencia de 250 CV (184 kW) a 5.500 rpm y un par de 350 Nm entre las 1.800 y las 4.800 rpm.
Más adelante llegarán las versiones T6 con 310 CV y T6 Twin Engine con 340 CV.
Desde los primeros kilómetros con él te darás cuenta de que es una mecánica que empuja con mucha contundencia, quizás demasiada para la mayoría de los usuarios que simplemente vayan a practicar una conducción tranquila y no acostumbren a viajar cargados, aunque muchos otros también buscarán ciertas prestaciones asociadas a su diseño deportivo.
Si bien el cambio automático nos permite circular a bajas revoluciones, girando el motor a apenas 1.900 rpm a 120 km/h en octava velocidad, la auténtica diversión llega por encima de las 2.000 vueltas, momento en el cual gana velocidad con gran soltura. Además, su respuesta a los golpes de acelerador es bastante rápida, mostrando solo cierto lag al pisar a fondo.
Para que os hagáis una idea, en cifras, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6.5 segundos, de pasar de 80 a 120 km/h en modo Dynamic en 5.6 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 240 km/h. En mi opinión, más que suficiente para un uso diario del modelo e incluso para divertirnos en un momento dado en una carretera de montaña.
Respecto a los consumos, podemos movernos en cifras de 6.3 litros en carretera cuando no nos pesa el pie derecho, pero es algo sensible a los cambios de ritmo. En ciudad, sube al entorno de los 9.5 litros, con una media de 8.3 litros a los 100 km tras la semana de pruebas. Oficialmente, homologa 8.9, 5.4 y 6.6 litros/100 km, respectivamente. El depósito tiene 55 litros de capacidad.
Como es habitual, el selector de modos de conducción permite alterar la velocidad de respuesta del motor y del climatizador, entre otros, contando con tres ajustes predefinidos y uno configurable: Eco, Comfort, Dynamic e Individual, aunque lo cierto es que el salto entre modos no es excesivamente notable.
Por último y, respecto al cambio automático de ocho relaciones, este se muestra más suave que rápido en la mayoría de las situaciones. Solo me ha parecido un poco brusco en algunas maniobras a la hora de buscarle las cosquillas, y tiene la culpa el hecho de que siempre trate de ir en la marcha más larga en cuanto dejamos de pisar con fuerza el acelerador.
Está enfocado al confort y a los consumos más que a la deportividad. Con todo y con eso, no admite tacha en una conducción tranquila. La palanca de cambios tiene un modo secuencial y podemos equipar levas tras el volante -163€-, aunque, como os decía, este cambio Geartronic no invita a practicar una conducción deportiva porque, además, no es nada permisivo.
Dichas levas ofrecen la sensación visual de ser metálicas, pero en realidad son de plástico, aunque su tamaño es más que aceptable y ofrecen un tacto muy agradable a la hora de cambiar de marcha. Eso sí, únicamente están disponibles para la versión R-Design, como es el caso de esta unidad.
Ficha técnica
Version | T5 - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.969 cm³ |
Potencia | 250 CV (184 kW) @ 5.500 rpm |
Par | 350 Nm @ 1.800 - 4.800 rpm |
Peso | N.D. |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.761 / 1.850 / 1.431 mm |
Volumen Maletero | 442 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 6,5 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,6 segundos |
Velocidad máxima | 240 km/h |
Consumo homologado | 8,9 / 5,4 / 6,6 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 152 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 46.600 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
A nivel dinámico, el Volvo S60 se muestra como una de las alternativas más equilibradas del segmento, porque cumple con su cometido en los diversos aspectos de la conducción, pero no destaca especialmente en ninguno de ellos, sobre todo cuando no optamos por equipar el Chasis Four-C -908€- con suspensión regulable en dureza.
Entre el tráfico diario el S60 es un coche maniobrable, aunque es cierto que la visibilidad hacia el tres cuartos trasero es algo limitada y su longitud puede confundirnos a la hora de aparcar en algunos huecos. Para salvar estos inconvenientes, ofrece tanto sensores de aparcamiento perimetrales como cámaras de 360º, algo que es de agradecer.
El diámetro de giro se sitúa en 11,3 metros entre bordillos y 11,7 metros entre paredes.
Está claro que donde más vamos a disfrutar de esta berlina es en autopista. El S60 se muestra aplomado, seguro y estable, con un esquema de suspensiones que ofrece buen confort y una gran insonorización interior (de las mejores), pero hemos de tener en cuenta que, asociado al acabado R-Design, cuenta con amortiguadores de dureza fija y muelles helicoidales más firmes.
Esto nos permite reducir los balanceos y mejorar sensiblemente el paso por curva, pero también disminuye el confort que ofrecen la suspensión estándar del acabado Inscription – amortiguadores de dureza fija y muelles helicoidales con un ajuste normal- y la suspensión regulable en dureza opcional. Si el asfalto no está en perfecto estado, la calidad de rodadura queda algo por debajo de sus principales rivales alemanes.
En todo caso, hablamos de un modelo más enfocado a la comodidad de los pasajeros que a la deportividad, por mucho que su aspecto exterior invite a pensar lo contrario. Aquellos que vayan a practicar una conducción tranquila encontrarán un gran liado en el Volvo S60, pero aquellos que busquen un toque deportivo se verán algo decepcionados.
Gran parte de la culpa la tiene la dirección, que a pesar de ser bastante rápida y permitirnos cambiar de apoyo con cierta agilidad, peca en la comunicación coche-conductor, que es limitada, de forma que nos permite conducir rápido, pero no disfrutar de la conducción o coger gran confianza para enlazar curvas como sí que permite un BMW Serie 3.
Además, los sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad me han parecido demasiado sensibles, resultando bruscos en algunas ocasiones, lo que no te anima a verlos entrar en acción. Por el contrario, en términos de deportividad, me parecen destacables tanto el empuje del motor y su sonido como el excelente agarre de los asientos.
También me ha gustado mucho el buen hacer del equipo de frenos, compuesto por discos ventilados de 345 milímetros de diámetro en el eje delantero y discos ventilados de 320 milímetros de diámetro en el trasero. Son fáciles de dosificar y contundentes sin necesidad de hundir el pie en el pedal, mostrando una resistencia a la fatiga más que adecuada.
Probablemente, aquellos que estén buscando ese toque deportivo que he echado en falta encuentren su satisfacción en el Polestar Performance Software -578€-, el cual actúa sobre el sistema de propulsión para permitirnos disfrutar de una conducción más precisa y equilibrada (o al menos eso asegura la marca).
Junto con los ingenieros de Polestar, se han optimizado importantes áreas de rendimiento, como el rendimiento del motor de gama media, las palancas de cambio y la respuesta del acelerador. Para sacar el máximo provecho del software Engineered Optimisation de Polestar, se recomienda añadir también el selector de modos de conducción opcional.
En materia de asistencia a la conducción cabe destacar el Pilot Assist, que combina el programador de velocidad activo y el sistema de mantenimiento de carril, el sensor de ángulo muerto y el sistema de alerta de colisión frontal con reconocimiento de ciclistas, peatones y animales grandes con función de frenada automática de emergencia.
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado del Volvo S60 que llegan en la primera etapa comercial son los Inscription y R-Design (cuestan lo mismo). Ambos incluyen de serie la instrumentación configurable, frenada automática, alerta de cambio de carril, lector de señales de tráfico, detector de modos de conducción, llantas de aleación y climatizador automático.
También sin coste se incluyen asientos extensibles de diseño deportivo, sensor de humedad, control y limitador de crucero, sistema multimedia con pantalla de 9 pulgadas, bluetooth, USB, navegador, tapizado mixto tela/piel, faros Full LED, paquete cromado brillante exterior, espejos fotosensibles, chasis dinámico…
Entre los opcionales más destacables, además de los ya mencionados, podemos encontrar el paquete de estilo exterior sin difusor -1.774€-, el tubo de escape doble integrado -297€-, la alarma y el cierre privado -545€-, la bola de remolque retráctil -1.556€-, guardabarros delantero -88€- y trasero -96€-, sillitas para niños, una alfombra de goma para el maletero…
Los precios recomendados en España para el Volvo S60 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Modelo | Potencia | Acabado | Precio |
S60 T4 Aut. | 190 CV (140 kW) | Inscription | 43.450€ |
S60 T4 Aut. | 190 CV (140 kW) | R-Design | 43.450€ |
S60 T5 Aut. | 250 CV (184 kW) | Inscription | 46.600€ |
S60 T5 Aut. | 250 CV (184 kW) | R-Design | 46.600€ |
S60 Inscription T8 Twin Engine AWD Aut. | 392 CV (288 kW) | Inscription | 61.425€ |
S60 Inscription T8 Twin Engine AWD Aut. | 392 CV (288 kW) | R-Design | 61.425€ |
- Su diseño gana en atractivo y es probablemente una de las berlinas más bonitas de la actualidad, especialmente con este acabado deportivo.
- Ofrece una conducción muy gratificante siempre y cuando conduzcamos de manera tranquila y sosegada, que es a lo que invita.
- Interesante habitabilidad en todas las plazas (salvo la central trasera).
- Sistemas de seguridad punteros incluso de serie, en muchos casos diseñados o afinados por Volvo.
- Conectividad y calidad del sistema Sensus y de la interfaz del sistema multimedia. Interior limpio y agradable tanto al tacto como a la vista al que apenas se le pueden sacar ‘peros’.
- Mecánica contundente, con empuje más que suficiente en todas las circunstancias, pero los consumos son sensibles a los cambios de ritmo.
- Pese a que la calidad de los acabados por norma general es muy buena, hay ciertos toques y ajustes que requieren un vistazo, como la tapa de la guantera o la consola central.
- El precio de partida es elevado y los opcionales son caros en algunos casos. Además, en un acabado como este muchos de los elementos opcionales que he ido mencionando deberían ser de serie, como los sensores de aparcamiento, por poner un ejemplo claro.
- No termina de convencerme que la climatización se encuentre dentro del sistema de infoentretenimiento.
- Los controles no son todo lo intuitivos que deberían y puede resultarte complicado al principio manejar el panel de instrumentos o la pantalla táctil del sistema multimedia dada la cantidad de funciones que aglutinan.
- Intervención sensible y algo brusca de algunos asistentes a la conducción y de seguridad.
- Dirección poco informativa y ausencia de un toque más dinámico en este acabado R-Design. Falta mayor compenetración entre coche y conductor.