Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.9
Notable
El Volvo XC40 es el primer crossover compacto de la firma sueca y llega con un diseño rompedor, un interior minimalista cargado de tecnología y una oferta mecánica de lo más variado que incluso contará con una opción totalmente eléctrica. Su comportamiento dinámico sigue la línea de los lujosos productos de la marca y goza de gran equipamiento, pero lamentablemente tendrás que pagar una buena cifra por ello.
Volvo está que se sale con su última hornada de productos, especialmente en lo que a diseño se refiere. El último producto sueco que ha llegado al mercado es el nuevo XC40, un crossover compacto con el que pretende plantar cara a los BMW X1, BMW X2, Audi Q3, Jaguar E-PACE y Mercedes-Benz GLA. Lo hace apostando por la seguridad, tecnología y un diseño diferenciado que no pasará desapercibido, pues hereda los mejores trazos de los brillantes Volvo XC60 y Volvo XC90.
El Volvo XC40 ha llegado a un competitivo segmento para acaparar todas las miradas. Tras iniciarse su fabricación, la comercialización del Volvo XC40 arrancó en septiembre de 2017 exclusivamente para las versiones más exclusivas y completas de la familia. La buena noticia es que desde marzo de 2018 se pueden adquirir las opciones más sencillas, que destacan por su precio de salida mucho más competitivo e interesante.
Recordemos que la gama del XC40 está disponible con una nueva familia de motores de tres cilindros de la firma sueca y se ofrece con un paquete estético mucho más deportivo para aquellos que buscan huir de la discreción, algo con lo que ha conseguido superar todas las expectativas de ventas y ha obligado a la compañía a incrementar la producción en la fábrica de Ghent, localizada en Bélgica.
Conviene recordar que, junto con la nueva plataforma modular CMA –Compact Modular Architecture-, el Volvo XC40 también estrena el servicio Care by Volvo, el cual permite estrenar coche cada dos años con una tarifa mensual que incluye el seguro y los impuestos, como si de un renting o un leasing se tratase. La principal diferencia respecto a estos es que el precio es único y no tiene en cuenta la edad ni la ubicación, además de ofrecer otros servicios adicionales.
¿Damos un repaso al resto de sus virtudes?
Diseño exterior
A pesar de contar con señas de identidad propias, el Volvo XC40 luce el ADN de la compañía sueca que hemos podido ver en otros productos de la marca, tales como la enorme parrilla frontal rematada en negro, la cual queda presidida por el logo de Volvo en grandes dimensiones; o las ópticas Full LED (545€) -sólo LED de serie en los acabados básicos- con la característica firma lumínica del “Martillo de Thor”.
Es un modelo con gran presencia en el frontal, pues puede presumir de un elevado y alargado capó que termina en una luna de generosas dimensiones para garantizar buena visibilidad. En el extremo opuesto, en el paragolpes delantero, el crossover hace gala de una segunda entrada de aire plástica que queda escoltada por las luces antiniebla -182€-, enmarcadas en dos embellecedores plásticos. No faltan los sensores de aparcamiento delanteros -411€-.
El aspecto campero lo completa la protección de bajos cromada que interrumpe el contorno plástico que rodea toda la carrocería, como buen crossover que es. Este acentúa todavía más los marcados pasos de rueda, donde hay disponibles llantas de entre 17 y 21 pulgadas. En este caso, podemos ver unas llantas de 19 pulgadas -593€- calzadas con neumáticos Continental PremiumContact 6 en medidas 235/50 R19 V.
Hay disponibles un total de siete colores para la carrocería, con tonos más bien clásicos y diversos acabados: sólido, perlado y metalizado. En este caso vemos un Rojo Fusión metalizado -787€- con el techo en blanco -545€-.
La elevada línea de cintura de la vista lateral acentúa la deportividad del modelo, con voladizos cortos y una superficie acristalada -con las lunas posteriores tintadas (393€)– que se va haciendo más pequeña a medida que avanzamos hacia la zaga. Visto de lado parece pequeño, pero alcanza los 4,42 metros de longitud, 1,86 metros de anchura y 1,65 metros de altura. La batalla mide 2.702 mm y los anchos de vía delantero y trasero 1.601 mm y 1.622 mm, respectivamente. El coeficiente Cx es de 0,34.
La zaga es la vista con mayor personalidad propia y donde más se puede apreciar el enfoque juvenil del XC40, con elementos como un prominente spoiler que integra la tercera luz de freno sobre la luna, unas particulares ópticas en forma de ‘L’ con tecnología LED y unas marcadas líneas que resaltan su horizontalidad.
Dicha horizontalidad es también apreciable en los catadióptricos, de forma alargada. Estos se ubican en el paragolpes trasero, para el cual desde Volvo han optado por el plástico, a juego con el contorno protector que recorre los bajos de la silueta del XC40. Remata el conjunto la protección inferior en color plata, la cual parece continuar por debajo del vehículo la que vemos en el frontal. Tampoco falta la tira de sensores traseros.
Diseño interior
Si te he comentado que el exterior del nuevo Volvo XC40 se mantiene fiel al lenguaje de diseño de la firma sueca, el interior no iba a ser menos, combinando elegancia y minimalismo con unos acabados y unos materiales que nada tienen envidiar a las grandes marcas alemanas. Bueno, en realidad alguna que otra marca alemana bien podría fijarse en Volvo para desarrollar sus habitáculos… En este caso vemos una tapicería parcial de cuero -1.210€-.
Una vez sentados en el puesto de conducción, nos damos cuenta del arduo trabajo de Volvo en términos de ergonomía, confort y diseño. Los asientos delanteros cuentan con buen agarre y múltiples ajustes eléctricos -381€-, a fin de que el conductor pueda encontrar fácilmente la postura deseada. Pueden ser calefactados -315€- y contar con memoria -545€-, pero carecen en todo caso de ventilación y masaje.
La calidad general está muy trabajada, pues el habitáculo se muestra acogedor y puede presumir de emplear materiales blandos en prácticamente todos los elementos más visibles, reservando los plásticos rígidos para las partes bajas y menos visibles. Quizás los botones del volante son los que peor lucen, pero en conjunto hablamos de un modelo con acabados muy agradables al tacto y a la vista.
Me ha sorprendido gratamente que no encontremos crujidos allí donde presionemos incluso con algo de fuerza, Volvo ha puesto esmero en la realización del habitáculo.
Las manos se posan cómodamente sobre un volante deportivo de cuero -121€- de tacto agradable y grosor adecuado. Este cuenta con múltiples botones que nos dan acceso a diversas funciones del vehículo, como el ordenador de viaje o el sistema multimedia, aunque no es excesivamente intuitivo y eché en falta algunos controles. Si en el salpicadero hay varios botones dedicados al sistema multimedia, ¿para qué duplicarlos en el volante?
Tras el volante, nos topamos con un cuadro de instrumentos 100% digital fruto de la incorporación de una pantalla de 12,3 pulgadas a todo color que ofrece diferentes vistas, entre la que encontramos la clásica de los diales, el mapa del sistema de navegación o el ordenador de viaje. En este aspecto cabe mencionar que no es tan personalizable como ocurre en otras marcas y la información de viaje se muestra demasiado pequeña.
Como digo, el salpicadero y la botonería rebosan calidad tanto a la vista como al tacto. Además, las inserciones de aluminio ‘Urban Grid’ o el tapizado aterciopelado de las puertas le dan un toque juvenil y sofisticado al interior que lo hace realmente agradable. En este punto, he de decir que es una pena que algunos elementos como la tapa de la guantera o parte de la consola central se hayan hecho en plástico duro, ya que desmerecen sensiblemente el gran conjunto.
Otro de los puntos fuertes del interior del Volvo XC40 es la consola central, que ha sido sabiamente reducida y aglutinada en funciones a una pantalla de 9 pulgadas. En la consola central sólo hay 8 botones y, como no, un completo interfaz en la pantalla. Dicho sistema ofrece un uso sencillo, una interfaz muy clara (pero con abundante información) y todas y cada una de las opciones de las que dispone el conductor en un coche convencional a un simple toque de pantalla.
La única pega que le puedo poner a este magnífico sistema Sensus -desde 1.180€- es la superficie de la pantalla, que carece de un tratamiento oleofóbico a la altura.
Aunque esto del minimalismo está muy bien, todo queda limpito de botones y da una gran sensación tecnológica, con algún botón extra todo sería más sencillo y menos peligroso. Las marcas están apostando por limpiar todo el salpicadero de botones, lo cual para algunos es todo un alivio, pero introducir algunas funcionalidades en una pantalla pensada para el infoentretenimiento no lo termino de ver del todo práctico y seguro.
Es el caso del climatizador bizona -242€- y lo es esencialmente por dos motivos. Lo primero, porque cambiar la temperatura te obliga a cambiar la pantalla que lleves puesta en ese caso -subir o bajar la temperatura un solo grado te obliga a pulsar, como mínimo, tres veces la pantalla- y, si es el navegador, ya estás perdido; y lo segundo, porque se aglutinan muchos controles en una pantalla cuando con una ruedecita y tres botones seríamos tan felices…
Eso sí, estamos hablando de un sistema muy refinado, y lo cierto es que la dimensión de la pantalla, pese a parecer grande al principio, se queda pequeña conforme nos hacemos a su interfaz. Sin lugar a duda, estamos hablando de una magnífica integración que además reúne todos los sistemas en uno y tiene compatibilidad opcional con el smarthpone -363€-. Para limpiarlo, encontraremos una toallita en la guantera, aunque como he mencionado, hay sistemas más resistentes a la suciedad y más sencillos de limpiar.
La consola central se extiende entre los asientos delanteros y adopta una posición horizontal en la que nos encontramos con la palanca de cambios tapizada en cuero, varios huecos portaobjetos y el freno de estacionamiento eléctrico. Por suerte, el reposabrazos central es deslizable y esconde una guantera bajo el mismo, además de un pequeño hueco portaobjetos con tapa delante realmente práctico.
Hay también cajones bajo los asientos delanteros -36€- y todos los huecos portaobjetos tienen un fondo de goma. Opcionalmente las plazas traseras pueden contar con calefacción y con una toma micro USB.
En términos de habitabilidad, la segunda fila de asientos está pensada más bien para que viajen dos adultos con comodidad, aunque ofrece tres plazas homologadas. Los cómodos asientos y su disposición garantizan unos trayectos agradables, pero como digo, con el túnel de transmisión y las salidas de ventilación la plaza central no es muy cómoda para hacer largos viajes, algo que ocurre con frecuencia en el segmento.
Respecto al espacio de carga, el Volvo XC40 cubica un total de 460 litros, ampliables hasta los 1.336 litros si abatimos los asientos traseros, por lo que no es de los más grandes. Cuenta además con doble fondo, una superficie de carga de formas regulares, trampilla al habitáculo, asientos y reposacabezas abatibles desde el maletero, portón eléctrico -484€– y hueco para la rueda de repuesto -97€-. La pega es que la superficie de carga queda alta (770 mm del suelo).
Motorización
La familia del XC40 está disponible con los motores de gasolina 1.5 T3 de 156 CV -la nueva familia de motores de tres cilindros de la firma sueca-, 2.0 T4 con 190 CV y el potente 2.0 T5 con 247 CV, este último siempre ligado a la tracción total a las cuatro ruedas. Para el resto hay disponibilidad de tracción a un solo eje o total según la mecánica, con cambio manual de seis relaciones o automático de ocho velocidades.
En diésel la oferta contempla el 2.0 D3 con 150 CV, que puede ir asociado a la tracción delantera o a la tracción total, así como al cambio manual de seis marchas o la transmisión automática de ocho velocidades; y el 2.0 D4 con 190 CV ligado únicamente a la tracción total y a la transmisión automática. Este último es el que he tenido la oportunidad de probar a fondo, así que vamos a analizarlo un poco más en detalle.
Hablamos de un bloque de aluminio con cuatro cilindros en línea que se ubica en disposición transversal, cuenta con 1.969 cm3 de cilindrada y recurre a la inyección directa por conducto común, la turboalimentación, la geometría variable y a un intercooler para proporcionar una potencia de 190 CV (140 kW) a 4.000 rpm y un par máximo de 400 Nm entre las 1.750 y las 2.500 vueltas. Circulando a 120 km/h, el motor gira a 1.900 rpm.
Es cierto que no notarás una patada que te pega al asiento en ningún caso, pero se trata de una mecánica muy solvente con una respuesta rápida al pisar el acelerador. Eso sí, me ha parecido un poco ruidoso, aunque el interior está muy bien aislado.
La buena cifra de par, la cual supera incluso a la de algunos SUV de tamaño medio, nos ofrece una notable aceleración a partir de las 1.800 revoluciones, aunque es una pena que no la desarrolle en un rango más amplio de revoluciones. En cualquier caso, ya está el excelente cambio automático de ocho velocidades para hacer el “trabajo sucio” y que el XC40 se muestre contundente en toda situación, incluso con el vehículo cargado.
La transmisión automática por convertidor de par de ocho relaciones es ideal para un uso racional del XC40. Es muy suave, suficientemente rápida y sube de marcha en el entorno de las 1.900 rpm para mejorar la eficiencia, pero no esperes de él reacciones rápidas y deportivas cuando le buscas las cosquillas al modelo. Además, carece de levas en el volante (salvo R-Design), aunque sí que goza de un modo secuencial en la palanca de cambios.
El Volvo XC40 cuenta con hasta cinco modos de conducción que adaptan diversos parámetros del vehículo a nuestras exigencias. Podemos ver los Eco, Confort, Off Road, Dynamic y un modo Individual personalizable.
Por último, mencionemos los consumos. Volvo declara 5,8 litros en ciudad, 4,8 litros en autopista y 5,0 litros en ciclo combinado, pero el consumo urbano real ronda los 8,5 litros, bajando al entorno los 6,0 litros en carretera y deteniéndose en una media de 6,9 litros a los 100 kilómetros. No está nada mal para un crossover de casi dos toneladas y 190 CV, pero no es el mejor del segmento. El depósito de combustible tiene 54 litros.
Ficha técnica
Version | 2.0 D4 - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.969 cm³ |
Potencia | 190 CV (140 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.750 - 2.500 rpm |
Peso | 1.803 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.425 / 1.863 / 1.652 mm |
Volumen Maletero | 460 (1.336) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,3 segundos |
Velocidad máxima | 210 km/h |
Consumo homologado | 5,8 / 4,8 / 5,0 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 133 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 41.417 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
En términos dinámicos, el XC40 es un crossover de lo más polivalente. Moverse con él por la ciudad no entraña ninguna complicación, ya que únicamente la visibilidad a través del tres cuartos traseros se ve sensiblemente perjudicada a causa de un grueso pilar C y una superficie acristalada que poco a poco se va haciendo más pequeña, pero en conjunto se podría decir que ofrece una excelente visibilidad.
Es más, probablemente se trate de uno de los crossover compactos con mejor visibilidad a través de la luna posterior, permitiendo incluso abatir por completo los reposacabezas de la segunda fila de asientos. Además, cuenta con numerosas asistencias como los sensores o la cámara 360º -998€-, muy útiles en la urbe y fuera del asfalto. Su radio de giro es de 11,4 metros entre bordillos y 11,8 metros entre paredes, contando con 2,7 vueltas de volante entre topes.
Al adentrarnos en autopistas y carreteras secundarias, el XC40 es un modelo que pisa con aplomo, sin balanceos en la carrocería al circular algo más ligeros y siempre mostrando reacciones seguras al conductor. He tenido la oportunidad de viajar con él hasta Asturias y su confort es reseñable. Es cierto que no llega a ser tan dinámico como un BMW, pero sí que se muestra más ágil que otros rivales, con cambios de aplomo suaves y rápidos, así como unos sistemas de asistencia que actúan con contundencia pero sin brusquedad.
Los asistentes de conducción son los mismos que están disponibles en los otros modelos más lujosos de Volvo, por lo que viene muy equipado en este aspecto -Paquete Intellisafe por 1.561€-.
La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, recurriendo a un sistema McPherson delante y a un sistema multibrazo detrás. A fin de que sea el cliente el que decida qué enfoque busca en su XC40, hay disponibles tres tipos de configuración para la suspensión: de serie; deportiva -242€-, más firme gracias a muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras diferentes; y la denominada Four-C -847€-, con amortiguadores de respuesta variable regulados electrónicamente.
Su buen hacer dinámico también es culpa de la dirección de asistencia eléctrica, la cual no cuenta con desmultiplicación en función de la velocidad, pero logra un gran compromiso entre confort y agilidad. Esta es suficientemente rápida como para divertirnos enlazando curvas con seguridad, resultando más informativa que la de muchos de sus rivales y permitiendo al modelo cambiar de trayectoria con rapidez. En el XC40 no notas ese tacto tan artificial debido al exceso de asistencia.
Finalmente y, fuera del asfalto, el XC40 no se mueve nada mal, pues goza de buenas cotas que garantizan no rozar los bajos al superar obstáculos. Hablamos de unos ángulos de 21,7º -entrada-, 30,4º -salida- y 21,9º -ventral-, todo ello acompañado de una altura libre al suelo de 211 mm y una profundidad de vadeo de 450 mm. No es un todoterreno ni mucho menos, pero con la tracción total y unos neumáticos adecuados no te decepcionará en absoluto.
Equipamiento y precio
Los niveles de terminación son los denominados Momentum, Inscription y R-Design, además de un básico que no tiene denominación (no usan Kinetic en este modelo). En seguridad, todos incluyen los controles de tracción y estabilidad, múltiples airbags, frenada automática en ciudad, aviso pre-colisión, asistente al arranque en cuestas, lector de señales de tráfico, detector de fatiga y asistente de cambio de carril.
También de serie en los básicos son el climatizador manual, cuatro elevalunas eléctricos, barras de techo, llantas de aleación de 17 pulgadas, control de velocidad con limitador, asiento posterior abatible por partes, ordenador de viaje, sistema de sonido con pantalla de 9 pulgadas, bluetooth, USB, volante multifunción en piel o espejo interior fotosensible.
Los Momentum añaden a lo anterior la climatización automática de dos zonas, sensores de aparcamiento traseros, apliques decorativos específicos en interior, sistema de sonido de alto rendimiento, selector de modos de conducción, llamada de emergencia, barras de techo cromadas, ajuste lumbar en asientos delanteros, instrumentación digital con pantalla de 12,3 pulgadas y llantas de aleación de 18 pulgadas.
La terminación Inscription cuenta con inserciones de madera, tapizado mixto tela/piel con asientos más envolventes, faros antiniebla, alfombrillas específicas, doble salida de escape cromada, consola central oscura y otros detalles exclusivos.
Por último, los R-Design incluyen el paquete deportivo exterior, llantas de aleación de 18 pulgadas diamantadas, suspensión deportiva, doble salida de escape cromada, barras de techo en negro, asientos deportivos extensibles, volante y alfombrillas R-Design, así como parrilla frontal específica.
Si comparamos el modelo más básico con los rivales citados en la introducción, veremos que es el XC40 es el más barato de entre todos ellos, sin prejuicio de que hablemos de un crossover de precio elevado. Los precios recomendados para España de toda la gama del Volvo XC40 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Base | Momentum | Inscription | R-Design |
T3 156 CV 6MT | 30.950€ | 33.717€ | 36.797€ | 36.986€ |
T4 190 CV 8AT | 36.900€ | 39.667€ | 42.747€ | 42.936€ |
T4 190 CV 8AT AWD | 39.415€ | 42.292€ | 45.495€ | 45.691€ |
T5 247 CV 8AT AWD | – | 46.450€ | 49.653€ | 49.849€ |
D3 150 CV 6MT | 31.950€ | 34.717€ | 37.797€ | – |
D3 150 CV 8AT | 34.214€ | 36.980€ | 40.061€ | – |
D3 150 CV 8AT AWD | 36.729€ | 39.495€ | 42.576€ | – |
D4 190 CV 8AT AWD | 38.700€ | 41.417€ | 44.547€ | 44.736€ |
- Diseño llamativo, juvenil, con personalidad propia y bastante personalizable.
- Pantalla del salpicadero con excelente interfaz por fluidez y gráficos.
- Calidad visual y al tacto de los materiales muy superior a la de rivales como Mercedes-Benz, BMW o Jaguar.
- Gran equilibrio entre confort y dinamismo. Es ágil, con reacciones seguras que mantienen todo bajo control y casi igual de cómodo que sus hermanos mayores.
- Buena combinación motor-transmisión, con respuesta rápida del acelerador.
- Las unidades bien equipadas y más ‘pintonas’ tienen un precio muy elevado, algo más habitual en los alemanes que en Volvo. Aun así, es ligeramente más barato que sus competidores.
- Su motor ofrece buenas cifras, pero algo inferiores a las de sus rivales, con un consumo meramente “normal” y resulta algo ruidoso.
- El cambio carece de levas y su comportamiento en términos dinámicos queda por detrás de sus rivales. Eso sí, es excelente para una conducción tranquila.
- La pantalla del salpicadero aglutina mucha información, por lo que requiere de un período de aprendizaje y es muy sucia, además de sustituir a excesivos botones como los del clima.