Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.4
Notable+
El Audi RS Q8 es refinado, elegante, deportivo, SUV, muy potente y tiene pegatina ECO. Vamos, lo es casi todo, excepto barato. Su elevado precio de adquisición, su excesivo peso y, sobre todo, una media de 30.000 euros en extras para completar el equipo lo distancia de las mentes realistas. Eso sí, es un modelo único y si te lo puedes permitir, no deberías dudar en hacerte con uno.
Fiel a los prototipos Q8 y Q8 Sport, el Audi Q8 arriesga en diseño y combina la elegancia de un coupé de lujo de cuatro puertas y la versatilidad propia de un SUV de gran tamaño. Cuenta con unas dimensiones tan mastodónticas como las del Audi Q7, pero lo cierto es que el toque más deportivo es apreciable, especialmente en esta variante ‘RS’ y su hermano mayor, el Audi SQ8.
Para el interior no hay apenas novedades respecto a las versiones más deportivas de los últimos lanzamientos de la firma de los cuatro aros, como el Audi RS 6 Avant o el Audi RS 7 Sportback de los que ya te hemos hablado. Ofrece un habitáculo plagado de tecnología y equipamiento que puede personalizarse al gusto hasta límites insospechados.
Rival de los BMW X5 y X6 M, Mercedes-AMG GLE Coupé, Lamborghini Urus, Maserati Levante Trofeo y Porsche Cayenne Coupé Turbo, con esta mecánica mild hybrid ofrece una potencia que te deja pegado al asiento y pegatina ECO. Además, su precio se sitúa muy por debajo de la mayoría de ellos, salvo en el caso de los GLE, F-Pace, X5 M y Range Rover Sport.
Muchos usuarios seguramente encontrarán con facilidad un sitio mejor en el que meter esta suma de dinero. Por el contrario, si lo que buscas es representación, diseño, prestaciones y tecnología sin preocuparte porque se te disparen los consumos tanto como la factura final, no lo dudes ni un minuto más, saca la cartera y cómprate un Audi RS Q8, no te decepcionará.
Diseño exterior
El nuevo Audi Q8 cuenta con una estética propia, una nueva línea de diseño que, a pesar de asemejarse a la de sus hermanos de la familia Q, marca una nueva dirección en el lenguaje de diseño de la compañía. El diseño exterior del RS Q8 está hecho exclusivamente de piezas específicas de RS y es notablemente más agresivo que en las variantes convencionales.
En el frontal, la estructura de panal tridimensional específica de RS está acabada en negro brillante. Debajo de los faros Audi HD Matrix LED de esta unidad (Full LED de serie), las entradas de aire laterales se abren en el nuevo y llamativo parachoques RS y se extienden hasta el borde inferior de los faros. En este caso vemos los detalles exteriores en aluminio.
Por desgracia no podemos equipar los faros láser de Audi.
La inclinada luna aislante, acústica y calefactable opcional tras la que se pueden distinguir algunas de las cámaras de los sistemas de asistencia da paso a un musculoso capó en forma de ‘V’ de marcadas líneas. También podemos equipar limpiaparabrisas adaptativos con eyectores integrados, una opción muy práctica para no reducir la visibilidad durante la marcha.
El capó desemboca de forma natural en la mencionada gran parrilla Singleframe específica. En ella podemos distinguir los radares de los sistemas de asistencia, una de las cámaras del Audi Parking System Plus 360º, parte de los sensores de aparcamiento, la matrícula y el logo de Audi. Inmediatamente debajo de las ópticas se aprecian los lavafaros.
La vista lateral no es menos llamativa, presentando una línea de cintura ascendente, un área acristalada justa -con las lunas posteriores tintadas e insonorizantes opcionales–, una línea de techo descendente, una superficie de las puertas completamente limpia de protecciones y unas ventanillas que carecen de marco superior. Es imponente y deportivo a partes iguales.
Destacan especialmente la pronunciada caída del techo y los pasos de rueda resaltados, que albergan unas llantas opcionales de 23 pulgadas calzadas con neumáticos Continental SportContact 6 295/35 ZR23 108Y. Tras ellas encontraremos unos discos ventilados en ambos ejes con pinzas en negro (carbocerámicos y con pinzas de diversos colores en opción).
Estos neumáticos ofrecen un agarre extraordinario en el asfalto y por caminos rotos y de tierra no se comportan del todo mal, aunque no es su hábitat.
El Audi RS Q8 es más corto que el Q7, pero más ancho y más bajo que este. Mide 5.01 metros de longitud, 2 metros de ancho y 1.69 metros de alto. La batalla es de 2.995 mm y los anchos de vía de 1.692 mm delante y 1.696 mm detrás. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0.36, con una superficie frontal de 2,84 m² y un factor de resistencia de 1,02.
Remata el atractivo diseño la zaga, con una inclinada luna –que permite una visibilidad limitada- y unos hombros musculosos que parecen asentar con contundencia al modelo sobre el asfalto en un guiño al Audi Quattro. Llaman la atención el marcado spoiler con la tercera luz de freno integrada y el paragolpes específico RS con difusor trasero y elementos en negro brillante.
Los pilotos traseros LED de efecto tridimensional son un espectáculo y están interconectadas por un filamento LED, dando lugar a una firma lumínica única. Se enmarcan en una zona en color negro brillante que nos ofrece una vista al pasado de la marca. No faltan la tira de sensores posteriores y el sistema de escape con tubos de escape ovalados de color cromo.
Por desgracia, el sistema de escape deportivo RS es opcional. Visto desde arriba, en el RS Q8 nos encontramos con una antena de tipo aleta de tiburón, unas barras longitudinales (en gris o negro) y un techo panorámico practicable en su primera mitad con cortinilla y funcionamiento eléctrico que es opcional.
Cabe destacar que hay muchas opciones de personalización para el exterior, como el paquete de carbono, el paquete de óptica negro brillante RS, las carcasas de los espejos en carbono, color de la carrocería o negro, la eliminación de la denominación del modelo, las inscripciones y logos en negro, los paragolpes completamente pintados o las barras de techo en negro.
Diseño interior
El interior del RS Q8 es generoso a la par que lujoso. No sólo su diseño es tecnológico, sino que además se ha mimado el empleo de todos los materiales y se han rematado con esmero los ajustes, desbordando calidad mires donde mires. Los materiales, los tactos, las superficies y la construcción son muy buenas, pero no hay grandes diferencias respecto a otros Q8.
También he de criticar una vez más el abuso de las superficies en acabado brillante. El odioso y sensible Piano Black inunda la consola central y las decoraciones del coche, y lo peor de todo es que no pueden ser reemplazadas por otro material opcional como ocurre en los modelos de la competencia. En este caso solo podemos variar las molduras (aluminio, carbono o madera).
Los asientos deportivos RS de confort delanteros son excelentes (deportivos de serie) y ofrecen infinitas posibilidades de ajuste. Cuentan con un diseño semi-bácquet con los reposacabezas integrados (puede ser un hándicap para personas de cierta altura) y el RS bordado, además de permitir incorporar las funciones de masaje, memoria, calefacción y ventilación.
Los cinturones de seguridad pueden regularse en altura y hay tres paquetes de color para el interior: rojo, gris y plata diamante-azul océano de Audi Exclusive, que es el que equipa esta unidad. Incluye tapicería en cuero, tapizados en cuero Nappa negro con costuras en azul, cinturones de seguridad en azul, logo Audi exclusive en las inserciones de las puertas…
Los tres tipos de asientos disponibles reparten perfectamente el peso del cuerpo y cuentan con un acolchado cómodo apto para los viajes más largos. Opcionalmente, también podemos equipar los asientos calefactados delanteros y traseros y los reposacabezas de confort. El apoyabrazos central delantero de confort, que es deslizable, es de serie en este modelo.
Las manos se posan cómodamente en un volante achatado de cuero con tres radios multifunción (hay dos disponibles) eléctrico y calefactado que nos brinda acceso a las funciones más destacadas, pero que también nos permite navegar a través de los menús y el mundo de funcionalidades que nos ofrece el Audi Virtual Cockpit. Cuenta con levas.
El Head Up Display proyecta información en el parabrisas en forma de iconos de fácil lectura justo en el campo de visión del conductor. Goza de gran calidad y resolución.
La instrumentación digital de 12,3 pulgadas con pantalla Full HD de 1920 × 720 píxeles de resolución permite elegir entre diversas vistas, con un modo de visualización específico en el RS Q8 opcional. La arquitectura se combina perfectamente con el nuevo concepto de operación táctil, que prácticamente elimina los botones y controles sustituyéndolos por pantallas.
Las superficies limpias y amplias transmiten la atmósfera de un salón de lujo, pudiendo optar por un total de cinco molduras. Para la tapicería, hay solo cinco posibilidades (21 en el Q8 convencional) que abarcan el Alcántara y diversos tipos de cuero con distintas calidades. Además, se ofrecen varios paquetes de cuero y opciones para el interior y el techo.
Uno de los puntos que más me gusta últimamente de los interiores de Audi es el paquete de iluminación ambiental LED. Este acompaña a nuestra vista y la relaja en las horas de conducción con menos luz, dándole un toque muy especial al interior que derrocha calidad y exquisito aspecto. También se ofrece LED de acceso con proyección delante y detrás.
Las líneas que definen el interior producen volúmenes claramente definidos en los que predomina la horizontalidad, con lo que el salpicadero se presenta elegante y bien esculpido. En la consola central, figura una pantalla de 25,6 centímetros (10,1 pulgadas) que se integra hasta convertirse en casi invisible a la vista en la superficie de acabado negro brillante.
El volante cuenta con botones multifunción que permiten al conductor seleccionar directamente los nuevos modos RS1 y RS2 del Audi drive select.
Todos los iconos, gráficos e información textual aparecen sobre un fondo negro. En la consola del túnel central, que también posee ese efecto negro, hay una segunda pantalla táctil de 21,8 centímetros (8,6 pulgadas). La superficie de la pantalla táctil emite una respuesta háptica cuando se activa una función, imitando los interruptores tradicionales.
Esto te ayuda a saber que has seleccionado una determinada función. Personalmente, no ha terminado de convencerme esta función, al igual que no me gusta especialmente que las pantallas acojan las funciones del climatizador, aunque es justo decir que en este caso el acceso y manejo del mismo queda a la altura de la mano y no es complicado hacerse a él.
Para el sistema multimedia disponemos opcionalmente de sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced 3D, reproductor de DVD, televisión digital…
Los gráficos de todas las pantallas y su fluidez son dignos de mención, pero cabe destacar la imagen en tres dimensiones que generan las cámaras del sistema 360º que ya estrenó BMW en el Serie 7. Es un sistema realmente completo, al igual que el equipo de infoentretenimiento. En la galería podéis ver algunas imágenes de los mismos.
En términos de habitabilidad, el Audi RS Q8 ofrece un cómodo acceso a unas plazas espaciosas, anchas y muy ergonómicas para cinco ocupantes. Detrás, la banqueta trasera plus nos permite contar con tres asientos individuales y una banqueta con regulación longitudinal en 10 cm, además de poder colocar el respaldo en tres posiciones diferentes de inclinación.
El espacio para las piernas las cabezas y los codos en la parte trasera es muy bueno y la plaza central resulta medianamente operativa y cómoda para un adulto de baja estatura, ya que el túnel de transmisión no es excesivamente prominente y el mullido resulta agradable a pesar de la presencia de un reposabrazos central. Hay disponible un climatizador cuatrizona.
El espacio para almacenar objetos es muy generoso en lo general, pero poco práctico en lo particular. El nuevo RS Q8 cuenta con un total de 14 litros distribuidos por los diferentes huecos del habitáculo, pero para el conductor resultan bastante justos, pues se limitan a los posavasos cubiertos, el espacio bajo el apoyabrazos -muy reducido- y otro en la puerta.
Respecto al maletero, este cubica un total de 605 litros, ampliables a 1.775 litros al abatir los asientos -40:20:40-. En este caso, el suelo queda casi plano. Van acompañados de unas formas muy regulares, huecos con redes en los laterales, diversos puntos de fijación y un doble fondo que permite albergar una rueda de repuesto de emergencia y pequeñas herramientas.
El portón es realmente grande y de accionamiento eléctrico, pero el Audi connect key para abrir el vehículo con el smartphone es opcional, igual que el mecanismo que completa el cierre de las puertas de manera automática. El borde de carga se sitúa a 760 mm de altura, pero con la suspensión neumática puede ajustarse mediante un par de botones situados en el maletero.
Motorización
La gama del Audi Q8 2021 está compuesta por tres motorizaciones diésel, dos mecánicas de gasolina y dos híbridos enchufables. La gama de gasolina parte del 55 TFSI con 340 CV. Por encima solo encontramos el poderoso Audi RS Q8 con 600 CV que, curiosamente, cuenta con un sistema micro híbrido que le permite beneficiarse de la pegatina ECO de la DGT.
La gama diésel parte del 45 TDI con 231 CV y sigue con el 50 TDI de 286 CV, que es el que tuve la ocasión de probar anteriormente. Alcanza su máximo esplendor en el Audi SQ8 de 435 CV que también hemos probado. Todos están asociados al cambio automático de ocho relaciones tiptronic y a la tracción total inteligente quattro.
El motor que emplean los nuevos Audi Q8 TFSIe es un gasolina 3.0 TFSI que se combina con otro eléctrico con 381 CV en su versión 55 TFSIe; y 462 CV en la 60 TFSIe. En ambos casos de serie son la caja automática con ocho velocidades y el sistema de tracción total quattro. La batería de iones de litio que equipan ambas versiones cuenta con una capacidad de 17,8 kWh.
Dicha batería contiene 104 celdas divididas en 13 módulos y permite una autonomía de 47 km con una sola carga. En modo eléctrico puede alcanzar los 135 km/h sin necesidad de que salte el motor de combustión. Si quieres saber más acerca de esta mecánica puedes echarle un vistazo a nuestra prueba del Audi Q7 60 TFSIe, ya que es la misma.
Sin duda alguna, el punto fuerte del Audi RS Q8 se esconde en el vano motor. Allí encontramos el poderoso bloque V8 de 4.0 litros y alto régimen, que ofrece una potencia excepcional de 600 CV (441 kW) entre las 6.000 y las 6.250 rpm, así como un extraordinario par máximo de 800 Nm disponibles desde 2.050 rpm y hasta las 4.500 rpm.
Su cárter está fabricado en fundición de aluminio. Las camisas de los cilindros se han mecanizado mediante un proceso de proyección térmica por plasma atmosférico. Este método consiste en aplicar una capa extremadamente delgada de fundición a las camisas de los cilindros, lo que mejora la disipación del calor y la resistencia térmica, mecánica y al desgaste.
También reduce significativamente la fricción interna y el consumo de aceite. Una válvula electrónica dispuesta centralmente en el interior de la V regula las boquillas de pulverización, controladas por un mapa según sea necesario, para asegurar la refrigeración del pistón. Esto reduce los requerimientos de potencia de la bomba de aceite.
Una bomba de caudal completamente variable mueve el aceite a través del circuito, que se divide en dos galerías separadas: una para el bloque del motor y otra para las culatas. Este diseño garantiza un suministro fiable de aceite incluso bajo las aceleraciones laterales y longitudinales extremas que el Audi RS Q8 es capaz de llevar a cabo.
La bomba de agua variable sólo se activa a una temperatura de 80 grados centígrados, para que el líquido refrigerante se caliente rápidamente. Las cadenas del sistema de distribución están accionadas por un tren intermedio de engranajes, que también impulsan la bomba de agua. Para asegurar que los cilindros se llenan correctamente en todo momento, los árboles de levas de admisión y escape se pueden ajustar en 50 grados.
Cada bancada de cilindros acciona una bomba de combustible de alta presión, que genera hasta 250 bar. Los inyectores, situados en el centro de la cámara de combustión, inyectan el combustible a través de siete orificios, con estrategias de inyección especiales en función de las necesidades de cada momento, desde el arranque en frío hasta la plena carga. El orden de encendido es: 1-3-7-2-6-5-4-8.
El inmenso par que proporciona, incluso a bajo régimen, se debe a los dos turbocompresores Twin-scroll. Además de la elevada presión de sobrealimentación, el diámetro de la turbina del turbocompresor ha aumentado 3 milímetros. Cada turbo trabaja en una de las bancadas de cilindros con una presión de sobrealimentación de hasta 1,4 bar (relativa).
La mayor presión de sobrealimentación mejora la eficiencia volumétrica de los cilindros, al conseguir que haya más aire para la combustión. Esto da como resultado una mayor potencia y eficiencia. Las culatas tienen el lado de admisión en el exterior y el de escape en el interior. Los turbos más grandes y sus intercoolers aire-agua optimizados se encuentran en el interior de la V formada por las filas de cilindros, y no en el exterior, como suele ser habitual.
Este diseño permite flujos de gases más cortos, con mínimas pérdidas de flujo y una respuesta instantánea. Un elaborado y eficaz aislamiento de los componentes asegura unas condiciones estables en el interior de la V desde el punto de vista térmico. La relación de compresión es de 10,0:1.
Gracias a todo ello, resulta elástico e insaciable, con un apetito frenético para subir de vueltas y una entrega constante de potencia en una banda de revoluciones realmente amplia. En la marcha adecuada, la respuesta al acelerador es inmediata y sobra decir que es capaz de pegarnos con fuerza al asiento a cualquier régimen y en cualquier circunstancia.
Cuando mayor lag notaremos es en aquellos momentos en los que pisamos a fondo el acelerador, en los que hay unas décimas de segundo en los que percibes claramente que el Audi RS Q8 parece pararse a pensar y, de repente ¡PUM! Se convierte en uno de esos coches capaces de ponerte los pelos de punta en cada aceleración.
El RS Q8 entrega la potencia de forma contundente, pero progresiva, de menos a más, y la capacidad de la tracción quattro para absorber semejantes dosis de par y potencia y transmitirlas a las ruedas es sensacional. Notas como el chasis se revuelve al pisar el acelerador a fondo, pero todo se mantiene bajo control sin que tengas que hacer ningún esfuerzo.
Adicionalmente, podemos ajustar gestión del motor y de la transmisión, la dirección asistida, la suspensión, la dirección dinámica en las cuatro ruedas, el diferencial deportivo quattro, el sonido del motor y el funcionamiento del climatizador con el Audi drive select, que nos permite elegir entre los modos de conducción comfort, auto, dynamic, allroad, offroad y efficiency.
Los nuevos modos RS1 y RS2 nos brindan la oportunidad de ajustar los diferentes parámetros a nuestro gusto y de manera individual. En este sentido, cabe destacar que, por ejemplo, BMW ofrece un mayor número de parámetros de ajuste en sus modelos. Eso sí, ningún modelo de la firma bávara tiene nada que hacer con el brutal sonido de este Audi RS Q8 si equipamos el escape RS.
El motor gira a 1.700 vueltas a 120 km/h en octava velocidad, lo que ayuda a contener los consumos.
La única “pega” que puedo sacarle es que el interior está tan bien aislado que muchas veces nos cuesta escuchar el bonito y gutural rugido del V8 en cada aceleración. Por otra parte, hay que recordar Akrapovič ofrece un escape para el Audi RS Q8 que aporta 9,4 CV de ganancia y un 43 % menos de peso. Eso sí que debe de ser un espectáculo…
En cifras, es capaz de catapultarnos hasta los 100 km/h en solo 3,8 segundos y hasta los 200 km/h en apenas 13,7 segundos, con una recuperación de 80-120 km/h en 2,4 segundos y una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Dicha cifra se puede incrementar -junto con otras chucherías– a 305 km/h si equipamos el paquete dynamic plus RS.
Otro aspecto que probablemente no te guste tanto serán los consumos, aunque son mucho mejores de lo que esperaba. La marca homologa 13.7 l/100 km en combinado WLTP, aunque en una conducción real rondarás los 15 litros en ciudad y los 10.5 litros en carretera, con una media de 12.1 litros a los 100 km tras una semana de prueba y más de 1.000 km recorridos.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 85 litros, lo que garantiza una buena autonomía.
Esto se debe en buena parte al sistema Mild-Hybrid con sistema eléctrico principal de 48 voltios, lo que le permite beneficiarse del codiciado distintivo ambiental ECO de la DGT. El componente principal es un alternador/motor de arranque (BAS) movido por correa. Puede recuperar hasta 12 kW de potencia en una desaceleración suave y almacenarlos en una batería de iones de litio.
Si retiramos el pie del acelerador a una velocidad de entre 55 y 160 km/h, el sistema de control de marcha selecciona entre dos opciones, dependiendo de la situación y del modo activado en el Audi drive select: recupera energía o avanza en modo de marcha por inercia con el motor apagado, durante un periodo máximo de 40 segundos.
Al pisar de nuevo el acelerador, el BAS vuelve a poner en marcha el propulsor. La tecnología MHEV permite el funcionamiento del sistema de arranque y parada automáticos (start-stop) desde una velocidad de 22 km/h. De esta manera es posible una reducción del consumo de combustible de hasta 0,8 l/100 km en conducción normal.
Tampoco falta el sistema de desconexión de cilindros Audi cylinder on demand (COD). Con baja carga y velocidad, y en las marchas más largas, desactiva los cilindros 2, 3, 5 y 8. Para ello, interrumpe la inyección y el encendido, y deja cerradas las válvulas de admisión y escape. Cada cambio se ejecuta en milisegundos y es prácticamente imperceptible.
Cuando funciona en modo cuatro cilindros, los cilindros activos trabajan en condiciones de carga próximas a las que proporciona el rendimiento óptimo, al tiempo que los cilindros desactivados apenas tienen pérdidas. Cuando el conductor vuelve a pisar el acelerador, esos cilindros se reactivan instantáneamente.
También puede que te llame la atención que Audi haya optado por la transmisión tiptronic de ocho relaciones en lugar de equipar la deportiva caja S tronic de doble embrague, pero en realidad no es nada descabellado. Es cierto que la S tronic es más rápida, pero no es tan sumamente suave como la que encontramos en este modelo, y precisamente ahí está la clave.
La combinación de confort y dinamismo que logra este coche es una de sus grandes bazas. Además, el amplio rango de relaciones permitidas por el sistema ayuda a optimizar la eficiencia del combustible y, en una conducción tranquila, el motor sube de marcha en el entorno de las 1.900 rpm. Solo es algo brusco al cambiar cuando aceleramos a fondo.
Cabe destacar que esta caja cuenta con transiciones optimizadas entre marchas y una nueva función Launch Control. Transmite la potencia a la tracción total permanente quattro. Las fuerzas de propulsión se distribuyen entre el eje delantero y trasero en una relación de 40:60 a través del diferencial central mecánico. En el siguiente apartado trataré el tema en detalle.
Version | 8 cilindros en V |
---|---|
Cilindrada | 3.993 cm³ |
Potencia | 600 CV (441 kW) @ 6.000 - 6.250 rpm |
Par | 800 Nm @ 2.050 - 4.500 rpm |
Peso | 2.390 kilogramos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.012 / 1.998 / 1.694 mm |
Volumen Maletero | 605 (1.755) litros mínimo |
Aceleración 0 a 100 km/h | 3,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 2,4 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h (305 km/h con paquete dynamic plus RS) |
Consumo homologado | 13,7 / 23,7 - 14,1 - 11,3 - 12 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Autonomía eléctrica | N.D. |
Emisiones CO2 por km | 312 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | 160.470 euros (este motor sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
A nivel dinámico, el Audi RS Q8 tiende más a la perfección que a la diversión, algo habitual en la gama del fabricante alemán. Gracias a ello es extremadamente eficaz y nos permite un paso por curva realmente rápido, aunque la física es la física y en tramos de curvas cerradas su masa y sus dimensiones salen a relucir. Por el contrario, sorprende su manejabilidad en la urbe.
La altura del puesto de conducción y del vehículo en cuestión nos proporcionan una vista de la carretera generosa y muy desahogada, sin embargo, la vista trasera se ver recortada por la caída del techo y la inclinación manifiesta de la luneta trasera, lo que nos complicará algo más la tarea de maniobrar en espacios estrechos (diámetro de giro entre paredes de 12,3 metros).
En este sentido, son de gran ayuda la cremallera de la dirección de paso variable y el eje trasero direccional de serie. A bajas velocidades, el eje gira (hasta 5 grados) en sentido contrario a las ruedas delanteras para ofrecer más ángulo de giro y, a altas velocidades, el eje gira (hasta 1,5 grados) en el mismo sentido.
La dirección variable y el eje trasero direccional nos aportan una dinámica mejorada en todos los sentidos.
Como cabría esperar en un vehículo de su calibre, la calidad de rodadura es sobresaliente pese al gran diámetro de las ruedas, la insonorización está al nivel de los mejores y viajar a bordo del RS Q8 es un verdadero gustazo. Además, esto se complementa con hasta 39 asistencias a la conducción (asistente de carril, de frenada, visión nocturna…).
Llama la atención cómo es capaz de combinar su aplomo en carretera con su agilidad en tramos de curvas rápidas, pero es prácticamente inapreciable un plus respecto a un SQ8 equipado con todas las chucherías de tecnología y seguridad que ofrece Audi, como el diferencial deportivo, las barras estabilizadoras activas o la estabilización activa del balanceo.
A la hora de enlazar curvas lentas, la altura rebajada de la carrocería, la ayuda de giro de las ruedas posteriores y los diversos modos de conducción hacen que no parezca un vehículo tan grande y pesado, pero no es en ningún caso un vehículo para irse de tramo. Eso sí, los sistemas actúan con mucha eficacia para mantener todo bajo control, aportando gran sensación de seguridad.
En este sentido, un BMW X5 M Competition ofrece más juego, pero también requiere que tengamos más manos al volante cuando se trata de conducir deprisa, ya que a ritmo elevado requiere reflejos, concentración y rapidez de movimientos. En el SUV bávaro no hay margen de error para pensar si has hecho lo correcto cuando te pasas con el acelerador.
En el RS Q8 los cambios de apoyo y la dirección son rápidos, pero esta peca de un exceso de asistencia notable, con bastante poco feedback. Considero que la relación de desmultiplicación no se adapta al peso del vehículo y nos engaña demasiado, camuflando en exceso el comportamiento y transmitiendo una sensación que no da mucha confianza.
Además, es una pena que el volante tenga un diámetro tan grande, lo cual le resta algo de practicidad a la hora de maniobrar en ciudad o de enlazar curvas lentas. Con todo y con eso, aunque tratemos de buscar el límite el RS Q8 se mueve con naturalidad y sutileza, reaccionando de manera noble y precisa, lo que lo hace extremadamente fácil de conducir incluso a un ritmo elevado.
A la gran confianza en la conducción se une un gran confort proporcionado por la suspensión neumática deportiva adaptativa regulable en tres modos. En los modos ‘auto’ y ‘confort’, rebaja en 40 mm la altura de la carrocería a velocidades por encima de los 120 km/h, mejorando la aerodinámica y la estabilidad. Estando parados, podemos reducir la altura en 65 mm.
En conjunto, esta suspensión es capaz de regular la altura de la carrocería en un margen de 90 mm para que también podamos aventurarnos fuera del asfalto. A nivel dinámico, destacan las barras estabilizadoras activas opcionales. Unos motores eléctricos a 48V varían su resistencia a la torsión para minimizar el balanceo de la carrocería, mientras que a ritmo normal en línea recta se desconectan.
El tren de rodaje advanced también añade un diferencial trasero autoblocante (diferencial deportivo).
Cabe mencionar que los frenos del Audi RS Q8 son eficaces y contundentes si pisamos con fuerza, de los mejores del segmento. Los discos son ventilados en ambos ejes (420 mm de diámetro delante y 370 mm detrás), pero si quieres un plus, apuesta por los carbocerámicos -34 kg más ligeros, con discos de 440 mm en la parte delantera y 370 mm en el eje trasero-.
En materia off road, el Audi RS Q8 también es capaz de hacer sus pinitos, aunque sus neumáticos y el tamaño de sus llantas no son especialmente recomendables para aventurarse más allá de pistas en buen estado. Además, no encontraremos ni reductora ni bloqueos de diferencial, aunque sí veremos un asistente de descenso de pendientes.
La tracción quattro es la misma que podemos encontrar en otros modelos de la gama, un sistema de tracción total permanente diferencial central autoblocante especialmente eficaz en tramos de curvas. En condiciones normales, el diferencial central mecánico transfiere la potencia en proporción 40:60 aunque puede llegar al 70:30 y al 15:85 en condiciones exigentes.
En condiciones normales, proporciona un 40% del par al eje delantero pero que, en condiciones adversas, es capaz de variar dicha cifra entre un 15 y un 70 por ciento. No es la mejor del mundo fuera del asfalto, pero como os comentaba sí que resulta muy útil en el apartado dinámico del modelo, especialmente a la hora de circular ligeros.
En todo caso, el RS Q8 es capaz de superar obstáculos medianamente complicados, pues equipando la suspensión neumática cuenta con un ángulo de entrada de 22.1º, de salida de 23,8º y ventral de 19.8º, con una profundidad de vadeo de 535 mm, una capacidad de pendiente del 60% y una altura libre máxima de 254 mm.
Equipamiento y precio
El Audi RS Q8 cuenta con un completo equipamiento de serie que incluye elementos como la suspensión neumática adaptativa deportiva, climatizador bizona automático, sistema de dirección en las cuatro ruedas, llantas de 22 pulgadas, faros Full LED, sistema MMI Navegación plus, Audi virtual cockpit, Audi smarphone inferface y un larguísimo etcétera.
Como parte de su estética deportiva, tampoco faltan en la dotación de serie el paquete deportivo exterior e interior ‘RS’, los frenos delanteros sobredimensionados, el cuadro de instrumentos digital específico, los anagramas propios del modelo, los tapizados en cuero y Alcántara con molduras en aluminio y los asistentes a la conducción comunes a la gama Q8.
Como buen modelo alemán que es, existe la posibilidad de equiparlo con un amplio catálogo de opcionales, destacando especialmente el asistente de visión nocturna, la calefacción estacionaria o el HomeLink, además de los ya mencionados. Eso sí, has de tener en cuenta que la mayoría de los opcionales tienen un coste notablemente elevado.
En España, los precios para toda la gama del Audi Q8 2021 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
Q8 55 TFSI quattro tiptronic | 340 CV (250 kW) | 85.930 € |
Q8 55 TFSIe quattro (PHEV) | 381 CV (280 kW) | 85.050 € |
Q8 60 TFSIe quattro (PHEV) | 462 CV (340 kW) | 96.750 € |
Q8 45 TDI quattro tiptronic | 231 CV (170 kW) | 82.920 € |
Q8 50 TDI quattro tiptronic | 286 CV (210 kW) | 86.450 € |
SQ8 TDI quattro tiptronic | 435 CV (320 kW) | 123.060 € |
RS Q8 | 600 CV (441 kW) | 160.470 € |
- Su calidad y presentación son de lo mejor de la categoría.
- Gran cantidad de opcionales disponibles.
- Hasta 39 sistemas de asistencia, radares, sensores y demás, al servicio de la seguridad y el confort.
- Sistema mild-hybrid de 48V que permite reducir los consumos y beneficiarte de la pegatina ECO.
- Empuje notable, acompañado de un sonido agradable al acelerar.
- Comportamiento dinámico y agilidad muy buenos, especialmente con el diferencial deportivo y la dirección activa en las cuatro ruedas.
- Gran comodidad a bordo pese a ser un modelo de corte deportivo y excelente insonorización.
- El empuje y el sonido del bloque V8 son tremendamente adictivos, especialmente en línea recta.
- Poca diferenciación exterior e interior.
- Elevado peso de partida.
- El precio es un hándicap y puede haber mejores opciones.
- Equipamiento básico generoso, pero corto en innovación.
- Abuso en las superficies de acabado piano black.
- Menos posibilidades de ajuste y personalización del conjunto que los modelos ‘M’ de BMW.
- Demasiado perfecto durante la conducción deportiva, parece ir sobre raíles siempre, dejando poco margen a la diversión.
- La suspensión es bastante ‘rebotona’ cuando circulamos en modo dynamic y el asfalto no está en perfecto estado.