Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.4
Notable+
El Audi Q7 es un auténtico SUV de lujo. Hay calidad, equipamiento y dinamismo a raudales en el conjunto, aunque también pagarás por ello con creces. Concretamente, el Audi SQ7 es la versión más picante del Audi Q7, la cual ofrece un extra de deportividad y 435 CV de potencia gracias a su bloque V8 de alta tecnología. Es una auténtica gozada al volante, pero deberás plantearte si necesitas tanta potencia.
El Audi Q7 es un enorme SUV que en sus versiones de combustión interna -recordemos que también existe un híbrido enchufable que probé hace algún tiempo- ofrece capacidad para hasta siete pasajeros, a fin de rivalizar con modelos de la talla del Mercedes-Benz GLS, el Land Rover Discovery, el BMW X7, el Range Rover Sport y el Volvo XC90.
En su versión más prestacional, el Audi SQ7, este modelo se consolida como la mejor alternativa en aceleración. Ofrece lujo y calidad a raudales, con un confort de marcha sobresaliente y un dinamismo difícil de igualar, pero rápidamente la factura se elevará por encima de los 140.000 euros si queremos un SUV realmente completo.
En el vano motor esconde un poderoso bloque V8 turbodiésel de 435 caballos de potencia, lo que le permite optar a unas prestaciones y a un consumo que sólo son capaces de declarar las alternativas híbridas del mercado. Además, es el Audi Q7 más tecnológico, y sino basta con echarle un vistazo al artículo en el que os hable al detalle de su mecánica.
Como cabría esperar, tampoco nos defrauda en el apartado dinámico, aunque más que un SUV deportivo lo que puedes esperar es un todocamino tremendamente cómodo y potente para disfrutar dentro y fuera del asfalto. Además, a nivel de equipamiento puedes encontrar todas las “chucherías” que desees, eso sí, siempre teniendo claro que te supondrán un desembolso de varios cientos de euros.
¿Merece la pena optar por el rey de los Q7?
Diseño exterior
Estéticamente, el Audi SQ7 presenta muy pocas diferencias respecto a un Q7 convencional. Sólo cuenta con detalles más deportivos como los paragolpes específicos, entradas de aire de mayores dimensiones en el frontal, molduras diferentes, carcasas de los retrovisores en acabado metalizado, cuatro salidas de escape y llantas de diseño específico.
La vista frontal está protagonizada por la enorme parrilla negra –Paquete Black Line (1.035€)– tan característica de la marca (es cromada de serie), la cual luce en posición central los cuatro aros de grandes dimensiones en los que se esconden algunos radares. A ambos lados de la parrilla, el SQ7 equipa unos tecnológicos faros Full LED que, en opción, pueden ser Matrix LED y adaptativos.
La verdad es que hay que destacar el alumbrado de estos últimos, aunque sólo son recomendables por su precio si viajas mucho de noche. En el tercio inferior vemos dos grandes entradas de aire, los sensores de los sistemas de asistencia a la conducción. En este caso, la iluminación diurna se integra en el faro principal.
Visto de lado, es innegable que el Audi SQ7 tiene mucha presencia, con un área acristalada de lo más generoso para favorecer la visibilidad en todos los ángulos y una superficie de las puertas que cuenta con un embellecedor plástico con la denominación ‘quattro’. Esta unidad cuenta con los cristales dobles insonorizantes y aislantes delanteros y traseros -1.510€-.
En el extremo inferior, en los raíles del techo y en el marco de las ventanillas vemos diversos detalles cromados de serie que, a causa del Paquete Black Line, son negros en este caso. Los intermitentes, que son dinámicos, quedan integrados en los espejos retrovisores, que cuentan con un acabado en fibra de carbono.
En este caso vemos el equipo de frenos carbocerámicos -10.795€-, por lo que las enormes pinzas son de color gris.
Llenando los pasos de rueda nos encontramos con unas gigantescas llantas de aleación de 22 pulgadas -3.685€- calzadas con unos neumáticos Hankook Ventus S1 evo2 SUV en dimensiones 285/35 R22 106Y en ambos ejes. Cuentan con un perfil escaso que podría perjudicar las salidas del asfalto, pero que no repercute en exceso en el excelente confort del modelo.
Respecto a sus dimensiones, es todo un barco, pues alcanza los 5,07 metros de largo (dos centímetros más que el resto de Q7), 1,97 metros de ancho y 1,74 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla mide 2.996 mm y las vías delantera y trasera miden 1.679 milímetros en ambos casos. El coeficiente aerodinámico es de 0,34.
En la zaga también resulta imponente. La horizontalidad está muy presente en elementos como las ópticas LED, el portón de generosas dimensiones -eléctrico de serie- o el provocativo paragolpes. Llaman especialmente la atención elementos como el spoiler superior con la tercera luz de freno, la gran luna trasera y el difusor con cuatro salidas de escape cromadas. Se pueden ver la cámara de marcha atrás y los sensores de aparcamiento.
Diseño interior
El interior del Audi SQ7 es sofisticado, deportivo y tecnológico. El habitáculo hereda la horizontalidad del exterior y el minimalismo de otros modelos de la gama como el A3, pero llevándolo a un nivel superior en términos de lujo y refinamiento. El conjunto es ergonómico, intuitivo, sencillo de utilizar y, sobre todo, muy cómodo.
Contribuyen notablemente a la comodidad los generosos asientos deportivos plus -1.145€- con múltiples ajustes eléctricos, memoria y calefacción (delante y detrás) -1.005€-. Opcionalmente podemos optar por los asientos de confort que incluyen masaje y otras funciones como climatización -2.285€- o por el completo paquete Audi Design selection -12.660€-.
Igualmente, la calidad está muy presente, con unos ajustes impecables, una tapicería y unas molduras de carbono realmente agradables al tacto, diversas pantallas con sobresalientes gráficos y materiales blandos en prácticamente la totalidad del habitáculo. Únicamente encontraremos plásticos rígidos en las partes bajas del interior, pero estos se han cuidado a la vista y al tacto.
Desde luego, en calidad está muy por encima de Mercedes-Benz o Lexus, pero BMW le sigue algo más de cerca en su nueva generación.
Para poder ofrecer un salpicadero libre de botones innecesarios, se aglutina toda la información en dos grandes pantallas, como ya hemos visto en otros modelos de la gama. Un detalle que me gusta es que la pantalla del salpicadero se pueda esconder, algo que no ocurre en prácticamente ningún otro modelo del mercado con pantalla flotante.
Por su parte, el volante deportivo de 3 radios en cuero achatado con el logotipo SQ7 -145€-, de tacto agradable y cómodo, permite controlar numerosas funciones, escondiéndose tras él las pequeñas levas del cambio tiptronic y el aclamado Audi virtual cockpit. Dicho volante puede ser calefactado -280€- y cuenta con ajuste eléctrico en esta unidad -510€-.
El Audi virtual cockpit consta de una pantalla TFT de 12,3 pulgadas con una resolución de 1.440 x 540 píxeles que ofrece excelentes gráficos. En el SQ7, varía simplemente una de las vistas posibles de la instrumentación (podéis verla en las imágenes), en la que predomina un gran cuentarrevoluciones con un velocímetro de dígitos en su interior como ocurre en los ‘RS’.
Continuando hacia el salpicadero, preside el mismo la pantalla de 8,3 pulgadas de serie del sistema multimedia. Justo debajo de la pantalla de infoentretenimiento encontramos las salidas de aire y diversos botones desde los que controlamos los modos de conducción, el control de descenso de pendientes, el ESP, los ‘warning’, el asistente de aparcamiento -495€-…
Inmediatamente debajo quedan los controles de la climatización de cuatro zonas -1.005€- con ionizador de aire -255€- que ofrecen una disposición muy clara de sus funciones.
Ya en la consola central se ubican un pequeño hueco, una toma de corriente, los mandos del MMI all-in-touch con panel táctil y accesos rápidos, la palanca del cambio automático Tiptronic, el freno de estacionamiento eléctrico o el botón del Start/Stop, todo ello rematado con par de posavasos para no complicarse a la hora de dejar el móvil o las llaves.
También podemos ver un hueco con base de carga inalámbrica para el smartphone. Más atrás se encuentra el reposabrazos central delantero deslizable, en el cual se esconde una pequeña guantera. Finalmente, cabe mencionar la impresionante calidad de sonido del equipo opcional Bang&Olufsen Advanced 3D de 1.920 W de potencia con 23 altavoces -10.212€-.
Pero si hay algo por lo que destaca el Audi SQ7 es por su generosísimo espacio interior en todas las plazas. El acceso es cómodo tanto delante como detrás, ya que al gran tamaño de las puertas se une un considerable ángulo de apertura. En las plazas posteriores, incluso personas de gran estatura viajarán cómodas, pudiéndose aprovechar el espacio para tres adultos si estos no son muy corpulentos.
Con la banqueta trasera plus, la plaza central es individual, igual que las laterales, y todas ellas son ajustables longitudinalmente y en el respaldo. La central, además, alberga un reposabrazos que queda bastante alto, algo que se agradece porque no requiere que inclinemos el cuerpo para apoyarnos. Las ventanillas pueden equipar cortinillas -355€- y las puertas cierre asistido.
Respecto al túnel central, este es prominente, pero no exagerado, y las salidas de ventilación no son excesivamente intrusivas y dejan espacio para los pies.
El Audi SQ7 se ofrece en versión de cinco o siete plazas. La tercera fila de asientos es cómoda para niños o personas de pequeña estatura, pues yo que mido 1,75 metros me doy con el techo y llevo las rodillas bastante flexionadas. Para adultos pueden salvarte de un apuro, pero poco más. Tienen iluminación, apoyabrazos, posavasos y anclajes ISOFIX, pero no salidas de ventilación.
La batería de 48 V se esconde bajo el piso del maletero. Esto repercute sensiblemente en la capacidad de carga, que cubica 705 litros ampliables hasta los 1.890 litros -35:30:35-, que se mantiene generosa. El Q7 convencional cubica 890 litros y 2.075 litros al abatir la segunda fila de asientos. Con las siete plazas, hablamos de 235 litros, pero no hay hueco para dejar la cortinilla.
En el maletero podemos encontrar varios botones: los de abatir los asientos, el de extraer el enganche de remolque que incluye asistente de remolque -1.715€- y los botones para bajar o subir en 55 mm adicionales la suspensión, a fin de cargar objetos pesados con mayor facilidad (dejan el borde de carga a 690 mm del suelo).
Motorización
Del motor del Audi SQ7 y su tecnología ya os hablé en su momento con todo lujo de detalles, explicándoos cómo actúa su turbocompresor eléctrico para eliminar el ‘turbo lag’, por lo que me remitiré a aquel artículo para que conozcáis la teoría, ahora es el momento de hablar de la práctica.
Hablamos de un bloque V8 con 3.956 cm³ de desplazamiento que, con dos árboles de levas en cada culata, inyección directa por conducto común, turbo, compresor e intercooler, es capaz de desarrollar una potencia total de 435 CV (320 kW) entre las 3.750 y las 5.000 rpm y 900 Nm de par entre las 1.000 y las 3.250 vueltas, empujando con contundencia desde muy abajo.
Y no lo dicen sólo las cifras, sino que es posible verlo cuando mantenemos una velocidad regular en una carretera llana, donde el motor apenas gira a 1.000 vueltas en sexta velocidad a 60 km/h. Además, no sólo contiene los consumos gracias al Start/Stop, sino también permitiendo rodar a régimen de ralentí en carretera. Circulando a 120 km/h, el motor gira a solo 1.600 rpm.
Está claro que este SUV establece nuevos puntos de referencia en el segmento. Acelera con contundencia de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, aunque lo cierto es que no es una patada que te sorprenda de repente, sino más bien una aceleración muy enérgica, pero con mucho aplomo (piensa que pesa 2,4 toneladas). Es capaz de pasar de 80 a 120 km/h en apenas 3,5 segundos.
Alcanza una velocidad máxima limitada de 250 km/h y llaman especialmente la atención los consumos, porque aparte de homologar los más bajos de su clase para la potencia que tiene (8.4, 6.5 y 7.2 l/100 km en ciudad, extraurbano y mixto, respectivamente), en una conducción real es capaz de rondar los 7.5 litros en carretera y los 10 litros en ciudad, con una media tras la semana de pruebas de 8.6 l/100 km.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 85 litros, por lo que la autonomía en largos viajes supera los 900 kilómetros.
Por otra parte, encontramos hasta siete modos de conducción en el Audi drive select de esta unidad, los cuales modifican de forma notoria diversos parámetros de la conducción (suspensión, dureza de volante y amortiguación, climatizador, respuesta del acelerador…): lift/offroad, allroad, efficiency, comfort, auto, dynamic e individual.
No menos satisfactorio es el cambio Tiptronic de ocho velocidades, que se ha rediseñado para ser extremadamente eficiente y suficientemente rápido y suave en sus transiciones entre marchas. No tiene pega alguna en todas las circunstancias. Por su parte, el diferencial central autoblocante es el corazón del sistema de tracción total permanente quattro.
Dicho cambio por convertidor de par goza de modo secuencial en la palanca y de levas tras el volante, aunque es cierto que estas son demasiado pequeñas para este modelo y están fabricadas en plástico. En una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha a apenas 1.400 rpm. A pesar de ello, nunca te faltará potencia bajo el pie derecho.
En todo caso, el motor responde instantáneamente al acelerar a fondo, siendo la caja de cambios la que a veces necesita pensar un poco más. Además, a cada aceleración le acompaña un sutil ronroneo de la mecánica -gracias a dos altavoces encapsulados- que en ningún caso llega a ser estridente, manteniéndose siempre discreto, pero recordándonos que vamos a bordo de un SUV muy potente…
Ficha técnica
Version | 4.0 TDI - 8 cilindros en V |
---|---|
Cilindrada | 3.956 cm³ |
Potencia | 435 CV (320 kW) @ 3.750 - 5.000 rpm |
Par | 900 Nm @ 1.000 - 3.250 rpm |
Peso | 2.405 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.069 / 1.968 / 1.741 mm |
Volumen Maletero | 705 (1.890) litros [235 litros con 7 plazas] |
Aceleración 0 a 100 km/h | 4,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 3,5 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | 8,4 / 6,5 / 7,2 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 190 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 113.170 euros |
Comportamiento
Una de las primeras cosas que te llamará la atención al sentarte tras el volante del Audi SQ7 es la altura del puesto de conducción, especialmente con la suspensión neumática adaptativa S de serie. Con ella, no vas mucho más alto que en un crossover compacto, y lo cierto es que por la comodidad que aporta en carretera y la practicidad que ganas fuera del asfalto, compensa.
Como cabría esperar en un vehículo de su calibre, la calidad de rodadura es excelente, la insonorización está al nivel de los mejores y viajar a bordo del SQ7 es un verdadero gustazo. Es, sin duda alguna, el A8 de los SUV, lo que se complementa con un elevado número de asistencias a la conducción (asistente de carril, de frenada, visión nocturna…).
A pesar de su mastodóntico aspecto, es un coche realmente manejable tanto en ciudad como en tramos algo más revirados, algo a lo que contribuyen notablemente tanto la suspensión neumática de cinco brazos como la dirección de desmultiplicación variable con eje trasero direccional -1.460€-, idóneo para maniobrar (diámetro de giro de 12,4 metros).
Los frenos del Audi SQ7 son eficaces y muy contundentes si pisamos con fuerza, especialmente en este caso que podemos ver el equipo de discos carbocerámicos.
A la hora de enlazar curvas, es cierto que la física es la física, pero la altura rebajada de la carrocería, la ayuda de giro de las ruedas posteriores y los diversos modos de conducción hacen que no parezca un vehículo tan grande y pesado. Además, podemos lograr que los balanceos sean menos acusados que en sus otras versiones con el paquete dinámico -7.555€-.
Dicho paquete incluye tres elementos indispensables si nos gusta disfrutar de una conducción deportiva:
- El control antibalanceo a través de un sistema de barras estabilizadoras activas que permite al SQ7 cambiar de apoyo rápidamente y sin balanceos. Desacopladas en una conducción off road o por autopista mejoran el confort, mientras que al acoplarse en una conducción más deportiva incrementan la resistencia a la torsión de manera independiente en cada barra.
- El diferencial deportivo trasero, que gestiona de manera electrónica el par que ejerce cada una de las ruedas traseras, optimizando la agilidad en curva.
- El eje trasero direccional, que hace al SQ7 más maniobrable a baja velocidad y sorprendentemente estable y ágil a la hora de enlazar curvas.
Con todo y con eso, debes de tener en cuenta de que se trata de un SUV muy rápido, pero no de un deportivo como tal. En cualquier caso, es mucho más ágil que un Range Rover Sport, un Volvo XC90 o un Mercedes-Benz GLS, ofreciéndote unos cambios de apoyo más rápidos y naturales.
Fuera del asfalto, el Audi SQ7 también es capaz de hacer sus pinitos y en la galería os he querido demostrar que no le importa mancharse de barro. La tracción quattro es la misma que podemos encontrar en otros modelos de la gama, un sistema de tracción total permanente diferencial central autoblocante.
En condiciones normales, proporciona un 40% del par al eje delantero pero que, en condiciones adversas, es capaz de variar dicha cifra entre un 15 y un 70 por ciento. No es la mejor del mundo fuera del asfalto, pero sí que resulta muy útil en el apartado dinámico del modelo, especialmente a la hora de circular ligeros.
Es importante también tener en cuenta los neumáticos, pues no encontraremos ni reductora ni bloqueos de diferencial, aunque sí veremos un asistente de descenso de pendientes. En este caso, el exagerado tamaño de 22 pulgadas no será tu mejor aliado para meterte por terreno muy rotos, sin perjuicio de poder superar sin esfuerzos caminos de baja dificultad.
En todo caso, el SQ7 es capaz de superar obstáculos medianamente complicados en el modo off road/lift del drive select, pues cuenta con un ángulo de entrada de 20.1º, de salida de 19º y ventral de 14.9º, con una profundidad de vadeo de 535 mm, una capacidad de pendiente del 60% y una altura libre total de 245 mm. Son cifras algo peores que el resto de Q7 dada su condición deportiva.
Equipamiento y precio
El Audi SQ7 viene muy bien equipado de serie dado su elevado precio. El equipamiento incluye faros LED, suspensión neumática adaptativa con ajustes específicos S, volante deportivo multifunción de tres brazos con levas para el cambio de marchas, depósito de combustible de mayor capacidad (85 litros), sistema de alarma antirrobo y asientos deportivos tapizados en Alcántara y cuero con ajustes eléctricos.
Otros elementos de serie son las llantas de aleación de 20 pulgadas, paragolpes específicos deportivos y molduras en las puertas, inserciones decorativas en aluminio cepillado/fibra de carbono y el sistema MMI Navegación con MMI all-in-touch con los servicios de conectividad e infoentretenimiento Audi connect, Audi connect Safety & Service y Audi smartphone interface, entre otros.
Respecto a los opcionales, podemos elegir entre un extenso listado que prácticamente es similar al del resto de variantes del Audi Q7, aunque hay algunas excepciones mínimas dada su naturaleza deportiva. Destaca el paquete dinámico opcional que comprende tres módulos tecnológicos: el diferencial deportivo trasero, el eje trasero direccional y el nuevo sistema electromecánico “eAWS”.
La gama del Q7 arranca en los 68.180 euros del 3.0 TDI 218 CV con cinco plazas, pero los precios de las versiones ‘S’ más deportivas son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
SQ7 4.0 TDI quattro tiptronic 8 vel. 5 plazas | 435 CV | 113.170 euros |
SQ7 4.0 TDI quattro tiptronic 8 vel. 7 plazas | 435 CV | 115.005 euros |
- Los ajustes, los materiales y la calidad interior son de primer nivel, estando por encima de rivales como Mercedes-Benz o Range Rover. Además, su interior es uno de los más tecnológicos y permite equipar gran cantidad de asistencias a la conducción.
- Su calidad de rodadura, su insonorización y su confort son excelentes, especialmente con el paquete dinámico, el cual aporta un plus a la hora de circular ligeros y practicar una conducción algo más deportiva.
- Gran habitabilidad, especialmente con la banqueta trasera de asientos individuales, ya que ofrece gran modularidad.
- Dinamismo gracias al eje trasero direccional y dirección de desmultiplicación variable.
- Posibilidades de equipamiento prácticamente infinitas.
- Consumos sorprendentes para un vehículo de 435 CV y casi 2,5 toneladas.
- Nivel de tecnología de su mecánica.
- Empuje contundente, con un sonido moderado. La sensación de tener tanta potencia bajo el pie derecho en un mastodonte es única.
- Precio de partida de esta versión deportiva bastante elevado. Quizás te convenga más optar por el diésel convencional más potente y equipar la diferencia en extras.
- Precio de los opcionales muy elevado, aunque gracias a ellos puedes tener un coche que te va a enamorar, especialmente en los viajes largos.
- La dirección es realmente cómoda, pero su exceso de asistencia la hace ser demasiado artificial y transmite poca información.
- La batería de 48V y las siete plazas hacen que perdamos algo de maletero, pero este es generoso.
- No hay hueco para dejar la bandeja del maletero cuando desplegamos la tercera fila de asientos.
- El acceso a la tercera fila de asientos requiere cierta agilidad y no es muy espaciosa.
- Las aptitudes off roadson muy limitadas y pierde puntos en este aspecto respecto a sus rivales, aunque si los gana en el apartado dinámico… el cliente elige para qué lo va a usar.