El Ford Bronco es un modelo realmente exótico en nuestro mercado. Por primera vez, este mítico todoterreno americano desaparecido en 1996 se ofrece en el Viejo Continente. Por otra parte, no cuenta con ningún tipo de hibridación, lo que lo convierte en todo un rara avis. Hoy probamos el Ford Bronco Badlands 2.7 V6 EcoBoost 4×4 Auto.
Tanta exclusividad, como es lógico, se paga, al igual que ocurre con el Mustang. Si bien el Ford Bronco es uno de los modelos más populares al otro lado del Charco, hablamos de uno de los vehículos más exclusivos y caros del fabricante estadounidense en Europa. De hecho, este es el tope de gama y trae un equipamiento tremendamente completo.
Rival de los Ineos Grenadier, Jeep Wrangler, Land Rover Defender, Mercedes-Benz Clase G y Toyota Land Cruiser, solo se ofrece en carrocería de cinco puertas, dos acabados y con un motor gasolina. Pese a que sus cualidades off road son excelentes, tiene un enfoque lúdico, como el Jeep Wrangler, por sus paneles y techo desmontables (entre otros).
Por precio, está en una posición intermedia, aunque es más caro que el Wrangler. La versión de dos puertas no se vende en España, con esta característica solo queda el Defender. Los dos acabados del Bronco se diferencian, además de por el equipamiento, por el sistema de tracción. También hay diferencias en los diferenciales y bloqueos disponibles.
Diseño exterior
El Ford Bronco está listo para ofrecer experiencias emocionantes con su estilo de carrocería inspirado en el Bronco original, pero sumando características de última generación. A ello hemos de añadirle un completo catálogo de accesorios para hacer todavía más capaz al todoterreno dentro y fuera del asfalto. Sin duda, te mirarán por donde pases.
La nueva arquitectura del Bronco se basa en un chasis de acero de alta resistencia. Los escudos de acero estratégicamente ubicados protegen las partes críticas. Adicionalmente, el Badlands obtiene una placa de protección delantera, más protectores para el motor, la transmisión, la caja de transferencia y el tanque de combustible.
Las piezas de plástico del capó nos marcan los extremos del Bronco y sirven como punto de sujeción.
Para aquellos que se enfrentan al terreno rocoso más accidentado, los rieles laterales son lo suficientemente fuertes como para soportar el peso de cada lado del vehículo. La capacidad todoterreno se ve reforzada por ganchos de remolque expuestos en la parte delantera y trasera, así como un parachoques de acero modular de alta resistencia.
La vista frontal destaca por una parrilla plana en la que dos faros Full LED redondos son los protagonistas. Convergen hacia la parte central, donde la denominación ‘Bronco’ refuerza su presencia. En el extremo superior, el abultado y largo capó desemboca en una vertical luna delantera. En el inferior, el mencionado paragolpes alberga las luces antiniebla.
La vista lateral destaca indudablemente por sus ruedas y sus dimensiones, que lo hacen imponente. Alcanza los 4.80 metros de largo, 1.94 metros de ancho y 1.96 metros de alto. La batalla es de 2.950 mm, mientras que el ancho de vías es de 1.648 mm delante y 1.650 mm detrás. Para la carrocería hay disponibles nueve colores. En este caso vemos el Azul Velocity.
Los marcados pasos de rueda están diseñados para que, en caso de ser golpeados, se desprendan sin dañarse. Albergan unas llantas de aleación de 17 pulgadas que parecen discretas en comparación con los grandes neumáticos todoterreno. Se trata de unos BF Goodrich All-Terrain T/A K02 en dimensiones LT 285/70 R17 116/113 S.
Cabe también mencionar que tanto las puertas como el techo son desmontables. Estas piezas pueden guardarse en unas bolsas diseñadas para ello en el habitáculo. También desmontables e intercambiables por piezas personalizadas son otros elementos, como el paragolpes delantero o la parrilla. Sobre el techo tampoco faltan unos rieles.
Pasando a la zaga, destaca la rueda de repuesto en posición central. A ambos lados quedan los verticales pilotos LED. El portón, de gran tamaño, es de apertura lateral, necesitando bastante espacio. La luna puede abrirse de forma independiente, pero sin la rueda de repuesto. En el extremo inferior destaca un robusto paragolpes.
Diseño interior
En el interior del Bronco encontramos un diseño único, alejado del de la gama europea. En él destacan la gran pantalla central, los asideros en los extremos y la consola central, y la inscripción ‘Bronco’ en el lado del pasajero. No menos llamativos son los amplios asientos. Ofrecen un mullido cómodo, pero poco agarre y un tapizado algo resbaladizo.
Son calefactados y cuentan con ajustes eléctrico y lumbar, así como costuras a contraste. Tienen un caballo bordado en el respaldo. Cabe también destacar que los cinturones delanteros no permiten ajustarse en altura. Todo ello facilita que encontremos la postura óptima al volante. Y hablando de volante, es calefactable y va forrado en cuero.
Puede ajustarse en altura y longitud. En términos de calidad, no es lo que esperas por su precio. Se ubica junto al Wrangler y el Grenadier en la parte baja del segmento. En todo caso, está pensado para aumentar su resistencia frente a un uso intensivo en el campo. Por ello, emplea goma para los botones y materiales de recubrimiento fáciles de limpiar.
Los plásticos rígidos están muy presentes, pero los ajustes se muestran sólidos en su mayoría y transmite sensación de durabilidad. Esto es lo principal en un coche así. El equipamiento de serie contempla la instrumentación digital de 8 pulgadas, la pantalla táctil central de 12 pulgadas con SYNC4 y el sistema de sonido B&O de 10 altavoces.
Comenzando por la instrumentación, esta muestra abundante información y unos gráficos correctos. Es también fácil de manejar. Las posibilidades de personalización no destacan, pero permite ciertos ajustes. El sistema multimedia equipa el último software de la marca. Su funcionamiento, fluidez, precisión, percepción táctil y gráficos son excelentes.
Me ha convencido menos la tremenda cantidad de información que aglutina. Pese a estar bien estructurada, requiere cierto período de adaptación. Eso sí, Apple CarPlay y Android Auto son de serie e inalámbricos. Por razones de practicidad y seguridad, me gusta también que se hayan dejado fuera los controles del climatizador bizona.
En general, destacan la ergonomía, la sensación de poderío y la presencia de amplios huecos portaobjetos, aunque no sean amplios. El de la consola central alberga las tomas USB y USB-C, así como la carga inalámbrica del smartphone. Tampoco falta dos posavasos y una amplia guantera en el reposabrazos fijo. Sobre el salpicadero hay más huecos portaobjetos.
Curiosamente, los botones de los elevalunas y los espejos retrovisores se ubican en la consola central. También llama la atención la tira de botones ubicada sobre el salpicadero para algunas funciones básicas. Si miramos al techo, no faltan seis interruptores de tipo avión para activar y desactivar los posibles equipos auxiliares opcionales.
Ford ha cuidado la presentación del Bronco y el conjunto se muestra sólido, atractivo y con un toque diferenciador frente a los estándares europeos. Eso sí, en términos de habitabilidad, no hablamos de un coche espacioso para sus dimensiones exteriores. Además, dada su altura y la ausencia de estribos en el Badlands, el acceso requiere agilidad.
Las puertas no protegen de la suciedad el marco inferior.
Hay un generoso espacio en las plazas delanteras. Sin embargo, si pasamos a la segunda fila, nos encontraremos con la menor anchura del segmento y solo un poco más de espacio para las piernas que en un Wrangler. El resto de sus rivales son claramente más espaciosos. En cualquier caso, cuatro personas de 1,85 van cómodas.
La banqueta trasera no tiene ajuste longitudinal, pero puede abatirse. Eso sí, deja un escalón en el área de carga. Los pasajeros de la segunda fila disponen de varias tomas de corriente (incluida una de 230 V) en el final de la consola central. En este lugar, Ford también ha ubicado los mandos de los elevalunas de las ventanas posteriores.
El maletero cubica 562 litros. Pueden ampliarse a 1.804 litros al abatir la segunda fila -60:40-. La zona de carga es regular, va tapizada y ofrece argollas, ganchos e iluminación. La puerta está dividida en dos partes: una metálica que se abre pivotando hacia la derecha; y la luna de cristal, que solo puede abrirse quitando la parte inferior.
La altura de carga está a 810 mm del suelo.
Motorización Ford Bronco Badlands
El Ford Bronco solo se ofrece en España con un motor de gasolina EcoBoost V6 de 2.7 litros y un turbocompresor por cada fila de cilindros. Ofrece un rendimiento muy bueno y un sonido sublime, pero la etiqueta ambiental de la DGT es la ‘C’. Además, el consumo de combustible es elevado para el día a día. Aquí no veremos el Raptor V8.
El bloque V6, hecho en hierro y aluminio, cuenta con inyección mixta directa/indirecta, intercooler y sistema Start/Stop. Desarrolla 334 CV (245 kW) a 5.250 rpm y 563 Nm a 3.100 rpm de par máximo. Son unas cifras algo modestas para las dimensiones del modelo, pero debe cumplir con los estrictos estándares de emisiones de la UE.
La potencia se transmite a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática por convertidor de par con 10 velocidades. Funciona con gran suavidad en el conjunto y es suficientemente rápida para un uso tanto diario como más campero del Bronco. La pega es que el modo secuencial emplea botones y. no tenemos unas levas tras el volante.
Circulando a 120 km/h en décima velocidad, el V6 gira a 2.200 rpm a 120 km/h. Con todo y con eso, no hablamos de consumos bajos. Ford homologa un combinado WLTP de 14,2 l/100 km. En conducción real por autopista, nuestro consumo se detuvo en 11,8 l/100 km; mientras que en ciudad es fácil ver cifras de 16 l/100 km en el ordenador de a bordo.
Fuera del asfalto, nos iremos fácilmente por encima de los 25 l/100 km. Tras la semana de pruebas, la media ha sido de 12,9 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de nada menos que 79 litros, por lo que no sale barato llenarlo. Eso sí, por sonido y desempeño, merece la pena optar por este V6 frente a algunos rivales PHEV o diésel.
En cifras, completa el 0 a 100 km/h en 7.2 segundos, con una velocidad punta de 161 km/h. Recupera de 80 a 120 km/h en 4.9 segundos. Como ves, son unas cifras buenas para tratarse de un auténtico mastodonte. Desde luego, no desmerece en absoluto y nos ofrece una agilidad muy buena tanto en carretera como fuera del asfalto.
Con el novedoso sistema GOAT («Goes Over Any type of Terrain»), que brinda un completo enfoque de manejo para Off Road, podemos seleccionar varios modos de conducción. Según el programa, realiza diversos ajustes en la suspensión, diferenciales, control de tracción y otros sistemas, dependiendo de las condiciones de cada camino.
En el Badlands tenemos los modos de conducción Normal, Eco, Resbaladizo, Arena, Barro/Roderas, Rocas y Baja. Es el más completo para salir del asfalto, ya que los dos últimos no están en el Outer Banks. Por el contrario, este acabado más enfocado a carretera sí que suma un modo Sport que no tiene el Badlands.
Version | Badlands - 6 cilindros en V |
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Cilindrada | 2.694 cm³ |
Potencia | 334 CV (246 kW) @ 5.250 rpm |
Par | 563 Nm @ 3.100 rpm |
Peso | 2.418 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.800 / 1.937 / 1.962 mm |
Volumen Maletero | 562 (1.804) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,2 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,9 segundos |
Velocidad máxima | 161 km/h |
Consumo homologado | 14,2 l/100 km |
Emisiones CO2 por km | 338 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 91.695 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Ford Bronco Badlands
El Ford Bronco luce un puesto de conducción elevado que ofrece gran visibilidad en la urbe. De hecho, este es su único punto a favor en este entorno. Desarrollado sobre un chasis de largueros y siete travesaños, es evidente que su hábitat natural está fuera del asfalto. Pese a ello, para viajar y para el día a día, es más cómodo que un Wrangler.
Eso sí, su conducción no es tan especial como la de este. Los principales problemas de maniobrabilidad a la hora de conducirlo se deben a la anchura, el alargado capó y la desmultiplicada dirección. Ayudan las cámaras y sensores, pero el diámetro de giro es de 12,2 metros entre bordillos. Además, la dirección requiere de constantes correcciones.
Queda claro que no está pensada para enlazar curvas por su escasa rapidez, precisión y feedback. Eso sí, para la conducción que demanda el Bronco, ofrece un funcionamiento más que correcto. Claro está que, si vas buscándole las cosquillas en curvas, no te transmitirá la sensación de seguridad y confianza de un SUV.
En carreteras amplias y pistas, el Bronco muestra un comportamiento bueno, aunque sin llegar al de un Ranger Raptor. Debes de ser consciente del armatoste que llevas. En este sentido, la mayor pega son los neumáticos de tacos, cuyo agarre es muy limitado. Rápidamente los escucharás gritar si entras más rápido de la cuenta en una rotonda.
Por otra parte, los balanceos de la carrocería son algo acusados. Aun siendo mejor que el Wrangler en carretera, el Bronco Badlands está pensado para el campo, y es ahí donde más brilla. A nivel técnico, equipa una suspensión delantera independiente y trasera de eje rígido. Este esquema es similar al que montan el Land Cruiser y el Clase G.
Ford ha apostado por un tarado más cómodo en el eje delantero; mientras que el eje trasero se hace de rogar en los movimientos rápidos de las ruedas. Por su parte, el Wrangler apuesta por dos ejes rígidos, lo que lo hace aún más duro en el día a día. El Defender tiene suspensión independiente en ambos ejes y el Grenadier dos ejes rígidos.
En el Bronco Badlands los amortiguadores son Bilstein con depósito independiente. Según Ford, consiguen más capacidad para almacenar el exceso de fluido, brindan una refrigeración adicional en condiciones severas y la fuerza de amortiguación aumenta automáticamente en los extremos del recorrido de la suspensión.
Esto brinda un control preciso fuera de la carretera y un manejo suave en trayectos normales. En la práctica, muestran un tarado equilibrado, solo con algo de sequedad en el eje trasero al pasar por resaltos o terrenos rotos. En autopista, son cómodas para viajar. Lo que es muy mejorable es el aislamiento debido a los paneles desmontables del techo.
Por otra parte, cabe destacar que encontramos dos tipos de sistema de tracción total, ambos con reductora. El sistema del Bronco Outer Banks utiliza una caja de transferencia electrónica de dos velocidades. Permite elegir entre tracción trasera y total en relaciones largas (2H y 4H), y tracción total con relaciones cortas (4L).
El sistema del Bronco Badlands cuenta con una caja de transferencia electromecánica de dos velocidades y agrega un modo automático para seleccionar entre 2H y 4H. Además, cuenta con un diferencial central y puede circular por asfalto seco con tracción en las cuatro ruedas. Esto no es posible en el Bronco Outer Banks.
El diferencial posterior tiene bloqueo de serie. En el Badlands, suma un bloqueo para el diferencial delantero y desconexión de la barra estabilizadora delantera. Con ello se logra aumentar el recorrido de la suspensión. En la tabla puedes ver las principales características que diferencian a ambas versiones:
Outer Banks | Badlands | |
Suspensiones | HOSS 1.0 con amortiguadores Hitachi | HOSS 2.0 con amortiguadores Bilstein |
Diferencial delantero | Dana AdvanTEK M190 | Dana AdvanTEK M210 |
Diferencial trasero | Dana 44 AdvanTEK M220 | Dana 44 AdvanTEK M220 + Spicer Performa-Trak |
Barra estabilizadora delantera | Fija | Desconectable |
Neumáticos | 255/70 R18 | 285/70 R17 |
Reductora | 2,72 a 1 | 3,01 a 1 |
Recorrido suspensión del./tra. | 202/249 mm | 222/259 mm |
Cotas off road | ||
Ángulo de ataque | 38,1º | 40,6º |
Ángulo ventral | 21,9º | 23,6º |
Ángulo salida | 31,4º | 33,3º |
Profundidad de vadeo | 800 mm | 800 mm |
Comparemos estas cotas fuera del asfalto con las de sus rivales:
Ángulo ataque | Ángulo ventral | Ángulo salida | Altura libre | |
Bronco Outer Banks | 38º | 22º | 31º | 237 mm |
Bronco Bandlands | 41º | 24º | 33º | 261 mm |
Jeep Wrangler Rubicon | 37º | 21º | 32º | 253 mm |
Toyota Land Cruiser | 31º | 23º | 23º | 221 mm |
Land Rover Defender 110 | 38º | 28º | 40º | 291 mm |
Ineos Grenadier | 36º | 28º | 36º | 264 mm |
El paso de 2H a 4H se puede hacer en marcha. Las marchas cortas se engranan en parado y con el cambio en ‘N’.
En el apartado anterior hemos comentado que, el selector GOAT, permite elegir entre varios programas de conducción. A ellos hemos de sumar otras ayudas electrónicas fuera del asfalto, como el sistema Trail Control (control de crucero off road hasta 31 km/h); el Trail Turn Assist (reduce el radio de giro en hasta un 40% frenando la rueda trasera interior); y el Trail One-Pedal Drive (acelera y frena usando solo el pedal del acelerador).
Mención especial merecen los neumáticos por varios motivos. Por una parte, en ciudad y autopista los tacos son apreciables, reduciendo la calidad de rodadura. Como hemos señalado, tampoco brillan en agarre sobre asfalto, sobre todo con suelo mojado. Y en campo, no son los más eficaces, ofreciendo mayor capacidad los Mud Terrain.
Dependiendo del enfoque que le vayas a dar al Bronco, quizá deberías plantearte cambiarlos. Con respecto al sistema de frenos, este tiene un tacto correcto y una resistencia a la fatiga equilibrada. Eso sí, necesita bastantes metros para detenerse dada su masa, neumáticos y tamaño. Encontramos discos ventilados en ambos ejes. Tienen 311 mm de diámetro delante y 308 mm detrás.
Las tecnologías de asistencia al conductor y de seguridad están a la última. No faltan asistente de mantenimiento de carril, el asistente de pre-colisión, el limitador de velocidad inteligente, control de crucero activo, reconocimiento de señales de tráfico, frenada de emergencia en ciudad, detector de fatiga, sensor de presión de neumáticos…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado del Ford Bronco se llaman Outer Banks (87.095 €) y Badlands (91.695 €). El primero ya cuenta con faros LED, alerta y asistente de carril, lector de señales, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sistema de visión cenital, control de crucero adaptativo y monitor de ángulo muerto.
También de serie son el climatizador automático dual, volante y asientos calefactables, sistema multimedia con pantalla de 12 pulgadas, radio DAB, Apple CarPlay, Android Auto, bluetooth, USB, cargador sin cables, cristales tintados, llantas de aleación de 18”, instrumentación con pantalla de 8 pulgadas, asientos eléctricos y luces de suelo, entre otros.
El acabado Badlands suma la parrilla frontal en color gris, llantas de aleación en 17 pulgadas, tapizado exclusivo, barras de techo, sistema de tracción total permanente con activación automática bajo demanda, protector de bajos completo, frenado post-colisión, bloqueo del diferencial delantero y desconexión de la barra estabilizadora delantera…
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Capacidad off-road
Relación valor-precio
7.6
Notable
El Ford Bronco es uno de esos coches que debes comprarte si quieres que te miren. Mítico modelo americano, por primera vez se ofrece en Europa. Solo está disponible la carrocería de cinco puertas, un motor gasolina V6 con distintivo ambiental ‘C’ y dos acabados. Estos se diferencian por el equipamiento (muy completo en ambos casos), la tracción y los diferenciales. No es barato, pero sus rivales tampoco.
Lo bueno
- Diseño único, puramente americano y cargado de personalidad tanto en el exterior como en el interior.
- Completo equipamiento de serie.
- Enfoque lúdico con paneles y puertas desmontables. Algunas piezas intercambiables.
- Su motor V6 es una delicia por funcionamiento y sonido.
- Capacidades fuera del asfalto realmente buenas (mejoraría los neumáticos).
- Más cómodo en el día a día y en autopista que un Wrangler, aunque peor que otros rivales.
Lo mejorable
- Consumos elevados.
- Solo una mecánica y de gasolina con distintivo ambiental ‘C’.
- Aspectos de calidad y ajustes mejorables en el interior dado su precio.
- Habitabilidad y espacio de carga limitados para sus dimensiones.
- El acceso y bajada requiere agilidad por su altura. Las puertas no protegen de manchas la carrocería.
- Los neumáticos no son los más acertados ni dentro ni fuera del asfalto. Calidad de rodadura e insonorización pobres.