Ha llovido mucho desde que el Ford Kuga llegara al mercado en 2007. Actualmente alcanza ya su tercera generación, la cual acaba de renovarse estética, mecánica y tecnológicamente. Fabricado en las plantas Ford de Almussafes (España) y Louisville (Estados Unidos), hoy nos ponemos al volante del Ford Kuga 2.5 FHEV 183 CV AWD ST-Line X.
El Kuga es uno de los productos más exitosos de la firma estadounidense y uno de los pilares fundamentales en lo que a ventas se refiere. También estamos ante un claro protagonista en la nueva estrategia de la marca. Como ya habrás notado con los últimos lanzamientos, pretende darle mayor importancia y protagonismo a los crossovers.
El nuevo Ford Kuga mejora su diseño y llega con nuevos sistemas de propulsión híbridos mejorados que se adaptan a todas las necesidades. El diésel nos dice adiós, al tiempo que en gasolina se mantiene solo la opción de 150 CV. Encontramos también novedades en el interior, así como en la dotación, ahora más completa de serie.
Si hablamos de competidores para el Ford Kuga, hablamos de modelos como los SEAT Ateca, Opel Grandland, Mazda CX-5, Nissan Qashqai, Škoda Karoq, Peugeot 3008, Hyundai Tucson, Toyota Corolla Cross, Toyota RAV4, VW Tiguan, MG ZS, Suzuki Vitara o Renault Austral, entre otros. Por precio, es ahora de los más caros, incluso con descuentos.
Diseño exterior
El nuevo Ford Kuga se presenta en el mercado con una evolución en el lenguaje de diseño que ya hemos visto en el Focus. Fusiona un diseño exterior emocional con una trabajada aerodinámica. En conjunto, un exterior menos robusto, pero atrevido y asertivo. La posición del habitáculo hacia atrás proporciona una postura fuerte y dinámica, con una impresión compacta.
En el frontal, llama especialmente la atención la nueva parrilla. A ambos lados nos encontramos con unos renovados faros delanteros con tecnología LED. Según el acabado, pueden montar tecnología Full LED e incluso ser adaptativos. Ahora van unidos por una tira LED de ancho completo, la última moda del mercado.
El paragolpes cuenta con ángulos marcados para incrementar la sensación de deportividad; al tiempo que el capó queda definido por unos esculpidos nervios. Cabe destacar que hay variaciones en el diseño de los paragolpes entre los ST-Line, ST-Line X y Active. Los Active suman la placa protectora inferior y los faros antiniebla.
La parte inferior logra que el diseño parezca más asentado sobre la carretera. Una entrada de aire en posición horizontal resalta la anchura del modelo. Visto de perfil, presume de unos pasos de rueda elevados y una suspensión más baja en los acabados deportivos. Con respecto a las dimensiones, estas se mantienen inalteradas tras el restyling.
Hablamos de una longitud de 4.62 metros, una anchura de 1.88 metros y una altura de 1.67 metros. Todo ello acompañado de una batalla de 2.710 milímetros. Las vías delantera y trasera alcanzan los 1.599 mm y 1.590 mm, respectivamente. La altura libre del modelo es de 152 mm. Su superficie acristalada es amplia y las puertas quedan libres de ornamentaciones.
La oferta de llantas va de 18 a 20 pulgadas. En este caso vemos las de mayor tamaño y tras ellas tenemos unas pinzas de freno en rojo, a juego con la carrocería. Calzan unos neumáticos Continental PremiumContact 6 en dimensiones 245/45 R20 103V XL. Para el exterior hay un total de seis colores con acabado sólido y metalizado, algunos de ellos nuevos.
En la parte trasera, las renovadas luces con tecnología LED confieren al Kuga una mayor visibilidad y lo hacen más reconocible sobre la carretera. Como novedad, desaparece el tirador del portón, que ahora va oculto sobre la matrícula. En el extremo inferior, el paragolpes luce en color de la carrocería en los ST-Line; mientras que en los Active hay un protector.
En ambos extremos se mantienen las dos colas de escape. Si saltamos al extremo superior, un marcado alerón con aletines en negro alberga la tercera luz de freno. Visto desde arriba, el modelo cuenta con doble antena de tipo aleta de tiburón rematada en color negro y un techo panorámico de cristal practicable con cortinilla eléctrica opcional.
Diseño interior
Pasando al interior, los mayores cambios se centran en la tecnología. Mantiene el cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, pero ahora es de serie en toda la gama. Además, suma un nuevo sistema de infoentretenimiento más grande y de funcionamiento optimizado. También se renuevan el salpicadero y la consola central en consecuencia.
En conjunto, presenta un diseño más limpio, tecnológico y minimalista. La calidad general sigue siendo buena, sin sobresalir. Tenemos superficies blandas que se combinan con plásticos duros, sobre todo en las partes más bajas. Eso sí, la percepción visual es buena y su acabado está cuidado. El ST-Line X incluye molduras que imitan la fibra de carbono.
Como se puede ver, todos los elementos del salpicadero imprimen un diseño más limpio y ordenado. Solo quedan los botones más necesarios, desapareciendo los controles físicos del climatizador bizona. Es una solución muy habitual hoy día, aunque yo sigo prefiriendo la ruleta y los botones de toda la vida para esta funcionalidad.
El volante deportivo con base achatada garantiza un buen tacto para el conductor y puede ser calefactado. Por otra parte, los asientos deportivos tapizados en Sensico y Neosuede ofrecen buen agarre y un mullido confortable. Equipan ajustes eléctricos, extensión de la banqueta, reposacabezas con ajuste longitudinal, ajuste lumbar, memoria y calefacción.
Este último elemento es parte del Paquete Invierno, como los asientos traseros calefactados y el parabrisas térmico.
Tras el volante encontramos un cuadro de instrumentos digital 12,3 pulgadas. Este nos muestra toda la información necesaria de manera clara e intuitiva. Sin embargo, no ofrece una gran personalización. Podemos variar su aspecto al seleccionar los diversos modos de conducción. El Head-up Display es opcional, como parte del Paquete Seguridad.
El otro gran cambio es el sistema de infoentretenimiento SYNC 4. Es mucho más rápido que su predecesor, tiene mejor resolución y cuenta con una pantalla táctil de 13,2 pulgadas. Incluye actualizaciones inalámbricas, Apple CarPlay y Android Auto sin cables, control por voz, conexión a internet 5G, navegador, funcionalidades con la aplicación FordPass…
Los cinturones delanteros tienen ajuste en altura.
Con la renovación del salpicadero también tenemos una consola central más despejada. Hay un hueco portaobjetos con tomas USB y USB-C, toma de 12V, el cargador de smartphone, dos posavasos, el selector del cambio automático… Algo más retrasado queda el reposabrazos central, que es deslizable y tiene una guantera amplia.
La sensación de amplitud y el espacio se mantienen, gracias en parte a la generosa superficie acristalada. Las dimensiones en el interior lo sitúan en una posición privilegiada respecto a muchos de sus oponentes directos en todas las cotas. Además, el acceso a ambas filas de asientos es cómoda. Solo algo pero detrás por la caída del pilar C.
En las plazas traseras nos sorprende el buen espacio disponible para las piernas. Solo es algo más limitado para la cabeza con techo panorámico si llevamos a pasajeros de más de 1,90 metros (no es lo habitual). Está homologado para cinco ocupantes, aunque como suele ser habitual en este segmento, cuatro pasajeros viajarán con mayor comodidad.
Me ha gustado la banqueta trasera deslizable (145 mm) y con ajuste del respaldo en diferentes posiciones. Permite dar algo más de espacio al maletero. Por supuesto, no falta un apoyabrazos central. En general, el interior del nuevo Ford Kuga merece una buena nota en relación con el precio que se paga por él y lo que ofrece a cambio.
Las plazas posteriores cuentan con salidas de ventilación centrales y tomas USB. El maletero de los FHEV y PHEV es más pequeño que el del 1.5 EcoBoost. Disponemos de un mínimo de 395 litros y un máximo de 536 litros de capacidad. Adicionalmente, al plegar los asientos traseros -60:40-, podemos ampliarla hasta 1.517 litros.
Tiene unas formas muy regulares, iluminación, ganchos de plástico y perchas en las paredes laterales. Bajo el piso puede equipar una rueda de repuesto de emergencia y pequeños huecos para las herramientas. La cortinilla cubre equipaje va unida al portón eléctrico y es de material flexible. Se adapta a la forma de la carga al cerrar el maletero.
El borde de carga queda a 690 mm del suelo.
Motorización Ford Kuga 2.5 FHEV 183 CV AWD
El Kuga, construido en Europa y diseñado para conductores europeos, mejora su oferta mecánica en esta nueva entrega. Dice adiós al diésel, mantiene una sola opción de gasolina y optimiza el híbrido enchufable para ofrecer hasta 69 km de conducción eléctrica. El híbrido convencional, por su parte, promete recorrer hasta 900 km con un solo depósito.
Si bien la autonomía eléctrica como tal es testimonial. Ford señala que hace uso del modo eléctrico hasta en un 64% de los recorridos urbanos. Por otra parte, tanto el Kuga PHEV como el Kuga Hybrid AWD ofrecen una aceleración significativamente mejorada, con las emisiones reducidas y hasta 2.100 kg de capacidad de remolque.
Más concretamente, en gasolina se ofrece el 1.5 EcoBoost de tres cilindros con 150 CV (110 kW). Va asociado a una caja manual de seis relaciones y la tracción delantera. El FHEV se puede elegir con tracción delantera y 180 CV (132 kW); o tracción AWD y 184 CV (135 kW). En ambos casos el cambio es CVT. El PHEV, por su parte, ofrece 243 CV (179 kW) y tracción delantera con una caja de doble embrague.
Para la prueba hemos elegido la opción híbrida AWD, una de las más interesantes por su distintivo ambiental ECO y su batería autorrecargable. El bloque de gasolina es un cuatro cilindros de 2.5 litros fabricado en aluminio con dos árboles de levas en la culata e inyección indirecta. Desarrolla 129 CV (94,7 kW) de potencia y 200 Nm de par máximo.
Se combina con un motor eléctrico delantero transversal de 125 CV (92 kW) y 230 Nm de par; así como con una pequeña batería de iones de litio con 1,1 kWh de capacidad localizada en la parte posterior. En conjunto, nos ofrece una potencia combinada de 183 CV (135 kW), una cifra más que razonable para un uso polivalente del Kuga.
Si bien no estamos ante un coche veloz, no considero que sea necesario dar el salto al PHEV para obtener buena respuesta y recuperaciones en este SUV. Además, el cambio CVT, sin ser -en mi opinión- la mejor opción, lo dota de gran elasticidad, unos consumos contenidos y una rumorosidad cuanto menos discreta. Sobre todo, en la urbe.
En aceleraciones intensas, a alto régimen, su sonido es más perceptible, en parte debido a la caja CVT, pero los ingenieros han logrado un refinamiento mayor que, por ejemplo, en un Toyota Rav4 Hybrid. Ford también ha trabajado bien la entrada en funcionamiento de los motores, con transiciones prácticamente imperceptibles.
Si hablamos de prestaciones, declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 8.3 segundos. La recuperación de 80 a 120 km/h le lleva 5.9 segundos y la velocidad máxima es de 196 km/h. Como ves, no está nada mal para el día a día y los largos viajes. Además, la respuesta a los golpes de gas no es lenta gracias al apoyo del motor eléctrico.
Para modificar diversos parámetros del vehículo, encontramos cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport y Resbaladizo. El salto entre ellos no es abismal, salvo que nos vayamos a los extremos. Por otra parte, el consumo homologado es de 5,8 l/100 km en WLTP, una cifra algo optimista. Durante una conducción real y sosegada, los consumos son bajos en ciudad.
Puedes rodar con facilidad en el entorno de los 4,5 l/100 km. En vías interurbanas sube ligeramente, situándose sobre los 5,5 l/100 km; mientras que en autopista lo habitual es rondar los 7 l/100 km. Tras la semana de pruebas, nuestra media ha sido de 6,2 l/100 km, que es una cifra razonable. El depósito de combustible tiene 54 litros de capacidad.
Por último, hay que destacar que en este modelo es posible recargar la batería con la frenada regenerativa. Hay dos niveles de regeneración, el modo normal (‘D’) o con mayor intensidad en la posición ‘L’ del selector de cambios. Lo que no encontramos son levas tras el volante para elegir diferentes niveles intermedios de regeneración.
Version | FHEV ST Line X - 4 cilindros en línea + eléctrico |
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Cilindrada | 2.488 cm³ |
Potencia | 184 CV (135 kW) |
Par | N.D. |
Peso | 1.765 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.615 / 1.882 / 1.673 mm |
Volumen Maletero | 395 - 536 (1.517 litros) |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,9 segundos |
Velocidad máxima | 196 km/h |
Consumo homologado | 5,8 l/100 km |
Emisiones CO2 por km | 132 g/km |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | 48.438 euros (este motor y acabado sin descuentos, promociones ni ayudas) |
Comportamiento Ford Kuga 2.5 FHEV 183 CV AWD
En el apartado dinámico, no encontramos cambios para esta versión FHEV con respecto a su predecesor. Sí que es cierto que los Active y 1.5 EcoBoost tienen una altura libre distinta; mientras que en los ST-Line y ST-Line X la suspensión es 15 mm más baja y más firme. Por su parte, los AWD montan una suspensión trasera de paralelogramo deformable.
En esta unidad, el esquema de suspensión es de tipo McPherson en el eje delantero y un eje rígido en el trasero. Vistas las diferencias, antes de elegir un acabado/motor u otro, es importante que tengas claro a qué le das prioridad, si al confort o a la agilidad. O quizá a ninguna de ellas y lo que buscas es el atractivo exterior de una versión u otra.
Sean cuales sean tus razones de compra, el Kuga es un modelo que cumple perfectamente en el plano familiar. No decepciona ni en largos viajes ni en tramos de curvas. Eso sí, ni es el más cómodo ni resulta tan ágil frente a la competencia como sí ocurre en el Focus. Si buscas confort, mira un C5 Aircross; y si quiere diversión, deberías plantearte un Formentor.
Es, por lo tanto, una alternativa en la que prima el equilibrio, con la neutralidad como gran baza. En carretera, nos brinda buen aplomo, estabilidad e insonorización, sin brillar en ninguno de estos aspectos; mientras que en tramos de curvas se desenvuelve con una soltura y sensación de seguridad correctas. Las reacciones son naturales y no hay movimientos bruscos.
Probablemente, lo menos convincente sea la dirección, que se siente muy asistida y transmite una información meramente aceptable. Si bien la respuesta es suficientemente rápida y precisa para un uso sosegado del Kuga, no nos da la agilidad y compenetración que sí ofrecen otros SUV similares como el Formentor o el CX-5.
La visibilidad es buena en todos los ángulos, incluso a través de la luneta trasera, sumando diversos asistentes. En cambio, el diámetro de giro es de 11,4 metros entre bordillos, que es una cifra algo elevada. La desmultiplicación de la dirección se mantiene en 13,75 a 1. Con todo y con eso, en la práctica se desenvuelve bien en espacios estrechos.
En el día a día en la urbe, ofrece una buena capacidad para maniobrar.
El equipo de frenos ofrece un tacto particular. Requiere de cierto período de adaptación a causa de la frenada regenerativa, que asiste en exceso inicialmente y transmite sensación de falta de mordida en frenadas intensas. Equipa discos ventilados de 308 mm de diámetro en el eje delantero y discos macizos de 302 mm en el eje trasero.
Fuera del asfalto, no se siente más cómodo que un Ford Puma. La altura libre al suelo de apenas 152 mm en este acabado, por lo que no es ni mucho menos un SUV para ir más allá de pistas de baja dificultad sin asfaltar. Su ángulo de entrada es de 18.4 grados en el ST-Line X, mientras que el ángulo de salida se detiene en 23,5 grados.
Respecto a las asistencias a la conducción y de seguridad, podemos contar con un nuevo control de crucero adaptativo, avisador de ángulo muerto, asistente para el mantenimiento en el carril con detección de superficies diferentes al asfalto en los laterales, sistema de aparcamiento asistido, sensor de tráfico cruzado trasero, frenada de emergencia con detección de peatones…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado se denominan ST-Line, Active, ST-Line X y Active X. En todos los casos incluyen los faros LED, Smartbeam, detector de fatiga, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara posterior, alerta y asistente de carril, lector de señales, control de crucero con limitador, freno de mano eléctrico, pilotos traseros LED, llantas de aleación 18 pulgadas…
Otros elementos de serie son el climatización automática de dos zonas, cargador de móvil por inducción, cristales tintados, barras de techo, banqueta posterior deslizante, navegador con pantalla de 8 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto, acceso sin llave, arranque por botón, suspensión ST-Line e instrumentación digital de 12.3 pulgadas, entre muchos otros.
Por su parte, los Active suman un aspecto más campero, con elementos como la moldura inferior del paragolpes brillante, parrilla en forma de malla en negro, llantas de aleación de 18 pulgadas Active, moldura lateral inferior brillante, difusor trasero con placa protectora, suspensión High Ride sobreelevada y asientos específicos, entre otros elementos menores.
Los ST-Line X y Active X son las versiones superiores. Incluyen adicionalmente el sistema de infoentretenimiento de 13.2 pulgadas, sistema de sonido B&O con 10 altavoces, asientos AGR delanteros eléctricos, portón trasero manos libres, radio DAB, navegador, detección de puntos ciegos con remolque, control de crucero adaptativo, cámaras 360º…
Los precios recomendados de la gama Ford Kuga 2024 arrancan en 38.896 euros. Los híbridos parten de 41.562 euros; mientras que los híbridos enchufables se van hasta los 46.072 euros. El tope de gama arranca en 50.034 euros. Un FHEV AWD ST-Line X como el de la prueba parte de 48.438 euros. Todos los precios son sin descuentos ni promociones.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.6
Notable
El Ford Kuga es uno de los SUV más completos y polivalentes que podemos encontrar en nuestro mercado. Recientemente se ha puesto al día -y falta le hacía- con una imagen más fresca, novedades mecánicas y un aumento del nivel de equipamiento. Es un gran coche, a precio medio, que cumple en todos los entornos satisfactoriamente, resultando uno de los pilares fundamentales en la cartera de productos de Ford.
Lo bueno
- Espacio notable en el habitáculo, destaca en cotas.
- Segunda fila de asientos regulable longitudinalmente y con ajuste de posición para el respaldo.
- Mejora de la iluminación frontal.
- Mecánica equilibrada. Ofrece buenas prestaciones con unos consumos racionales.
- Buena relación equipamiento-precio.
Lo mejorable
- Presencia de algunos plásticos rígidos que podrían mejorarse.
- El nuevo precio ya no lo hace tan competitivo.
- Menos maletero que el gasolina.
- El climatizador ahora se integra en la pantalla.
- El tacto de los frenos y la dirección pueden mejorarse.