Tras más de 10 años de crecimiento del segmento B en Europa, ni siquiera la fiebre SUV va a acabar con el Hyundai i20. Es el tercer modelo más vendido por detrás de los Tucson y Kona, seguido de los i30 e IONIQ. Hoy nos ponemos al volante de la versión más prestacional, el Hyundai i20 N, una auténtica bomba de relojería.
Hyundai asegura que los clientes del i20 son de todas las edades. Las principales razones de compra son el diseño, la relación calidad-precio y el equipamiento. Por ello, esta tercera generación ofrece un diseño controvertido, más equipamiento, tecnología, conectividad y una versión prestacional que es, probablemente, el mejor N de la gama.
Mucho dista el nuevo modelo de aquél Hyundai i20 que se lanzó por primera vez en 2008. Su moderno equipamiento se completa con avanzados sistemas de seguridad. Además, fue el primer vehículo de Hyundai en Europa que se presentó junto a la nueva identidad de diseño Sensuous Sportiness de la compañía.
Es producido en Europa, en la planta de producción de Hyundai en Izmit, Turquía. Con 204 CV de potencia y un precio razonable para lo que ofrece, el Hyundai i20 N busca plantarle cara a los Ford Fiesta ST y Volkswagen Polo GTI. El alemán no es mejor que el americano, pero este coreano se lo pone muy difícil a la firma del óvalo azul…
Diseño exterior
El Hyundai i20 N luce lenguaje de diseño Sensuous Sportiness, pero le da una vuelta de tuerca en deportividad. Su carácter visual destaca gracias a sus líneas marcadas y su musculosa carrocería. El paragolpes delantero está más marcado y cuenta con una entrada de aire adicional. La parrilla negra luce un diseño propio y el logotipo ‘N’.
En posición central nos encontramos con el logo de Hyundai, sobre el portamatrículas. A media altura no faltan los sensores de aparcamiento, que son de serie en este acabado. En este caso los rasgados faros equipan tecnología LED y luz de circulación diurna LED. Los faros son halógenos de serie en los acabados más sencillos.
En la parte inferior encontramos unas entradas de aire laterales, los faros antiniebla y un sutil splitter. Los detalles en color rojo realzan su carácter deportivo. Las líneas del frontal se transmiten al resto del modelo a través de un capó con unas atractivas nervaduras en el centro. Desemboca en una amplia luna con gran visibilidad.
La vista lateral ofrece unas proporciones enérgicas y un estilo en cuña. Se amplifican gracias a una audaz línea lateral y a un diseño único del pilar C. Mientras tanto, el rediseño de la singular firma de iluminación en el lateral conecta perfectamente con la parte trasera, enfatizando la anchura y la apariencia del nuevo Hyundai i20 N.
Esta unidad de pruebas destaca por su acabado bicolor. Combina el negro con el conocido Performance Blue. Los pasos de rueda del i20 N lucen unas llantas de aleación de 18 pulgadas en acabado diamantado y gris. Están equipadas con unos neumáticos Pirelli P Zero en dimensiones 215/40 R18 89Y.
Las proporciones del i20 N hacen que luzca muy gordo sobre el asfalto. En dimensiones, hablamos de 4.07 metros de largo, 1.78 metros de ancho y 1.44 metros de alto. Es ligeramente más largo, ancho y bajo que un i20 normal. La batalla es de 2.580 mm. Los anchos de vía miden 1.544 mm delante y 1.542 mm detrás.
Los clientes pueden elegir entre cinco colores exteriores con acabado sólido, perlado o metalizado.
En la parte trasera nos encontramos con unos remozados faros con tecnología parcial LED. Los faros «invertidos» quedan unidos por una línea central que, en las unidades con doble color, separa la zona negra de la del color principal. El logo de la marca se sitúa justo encima. Por debajo queda la cámara de marcha atrás.
El abultado y deportivo paragolpes acoge el portamatrículas y un difusor en negro más marcado. Como novedad vemos una luz antiniebla triangular en posición central. En las esquinas inferiores nos encontramos con los catadióptricos traseros. Sobre el techo hay una antena de tipo aleta de tiburón y un tremendo alerón en color negro.
Diseño interior
No menos interesante es el habitáculo. El Hyundai i20 N presume de un tapizado de color negro con detalles en «Performance Blue»; asientos deportivos con reposacabezas integrados, volante deportivo, pedales de metal, gráficos exclusivos en el cuadro de instrumentos y una palanca de cambios específica con el logo ‘N’.
Uno de los elementos clave de diseño que podemos encontrar en el alto y prominente salpicadero es el empleo de «cuchillas horizontales». Van de puerta a puerta e integran las cuatro salidas de aire. Esto aporta algo de valor al diseño, que parece liso y ancho; al tiempo que trata de disimular el abundante empleo de plásticos rígidos.
Pese a ello, el empaque y la sensación de solidez son elevados. Se aprecia un buen montaje que evita crujidos y elementos que desentonen. Para las zonas de mayor uso se ha optado por materiales de tacto blando, como los reposabrazos de las puertas. Podríamos decir que el interior es sencillo en cuanto a materiales, pero no espartano.
En este acabado son de serie las dos pantallas digitales de 10,25 pulgadas para la instrumentación y el sistema de infoentretenimiento. Los acabados más sencillos cuentan con una instrumentación tradicional y otro tipo de sistema multimedia: monocroma básico con pantalla de 3,8 pulgadas; o a color con pantalla de 8 pulgadas.
En los dos más completos, el sistema reconoce ordenes de voz naturales y la conectividad con Apple CarPlay y Android Auto es de serie. Por cable en el intermedio e inalámbrica en el de 10,25”. Este último está equipado con un sistema de audio Bose de alta gama con ocho altavoces y carga inalámbrica para el smartphone.
Respecto a la instrumentación digital, el sistema me ha sorprendido por su elevada calidad y su configuración. No es muy personalizable, pero varía su diseño con los modos de conducción. Está a la altura de los mejores en el segmento. Además, es realmente completo por la información que ofrece.
El i20 N equipa la última versión de la tecnología Bluelink de Hyundai. Ofrece una gama de nuevos beneficios y servicios para los clientes. Incluye rutas conectadas, navegación de último tramo e información de estacionamiento en vivo con información de aparcamiento en la calle. Tampoco falta una función de perfil de usuario.
Son novedad añadida del sistema las funciones remotas a través de la aplicación Bluelink para smartphone. Viene con una suscripción gratuita de cinco años.
Bajo el botón del cierre y de los warning encontramos el climatizador monozona. Muy bien por Hyundai, que no ha vinculado el clima a la pantalla. Bajo este hay dos tomas USB y una de 12V, así como una superficie plana para guardar objetos o incluso cargar el smartphone por inducción. Este hueco portaobjetos cuenta con base de goma.
En el túnel central se encuentran algunos botones como el selector de modos de conducción, la palanca de cambios, dos posavasos y un freno de mano cuya calidad no me ha gustado en absoluto. Presenta ciertas holguras y está rodeado de plásticos con una apariencia bastante pobre. El reposabrazos es deslizable y tiene guantera.
Los ocupantes del i20 N también pueden disfrutar de una agradable iluminación ambiental azul por LED. Los cinturones delanteros pueden ajustarse en altura. Respecto a los deportivos asientos de ajuste manual, tienen unas formas y mullido un poco incómodos para pasar muchas horas al volante. Eso sí, recogen bien el cuerpo.
En términos de habitabilidad, las proporciones dinámicas de la nueva generación no se traducen en un aumento del espacio. Con un metro en la mano, la altura al techo y la anchura se reducen sensiblemente; mientras que el espacio para las piernas se mantiene. Sin embargo, Hyundai sí que nos habla de más espacio en la segunda fila.
A efectos prácticos, dos adultos de hasta 1,85 metros viajarán con total comodidad. Brinda un acceso sencillo a todas las plazas, pero la anchura es limitada. La presencia del túnel de transmisión y el abultado final de la consola central, donde hay una toma USB y un pequeño hueco portaobjetos, hacen incómoda la plaza central trasera.
El maletero ofrece 352 litros de capacidad. Son ampliables hasta los 1.165 litros al abatir la segunda fila (60:40). Esto lo sitúa en una buena posición respecto a sus rivales. El maletero cuenta con un doble fondo poco aprovechable. Incluye formas regulares, iluminación sujeciones y un borde de carga a 700 mm del suelo.
Motorización Hyundai i20 N
La oferta del Hyundai i20 cuenta con el motor 1.2 MPI de 84 CV como opción de acceso, en combinación con una caja manual con cinco velocidades. Por encima está el 1.0 TGDI de 100 CV con y sin sistema híbrido ligero a 48V, y con cambio manual o de doble embrague; seguido del 1.0 TGDI de 120 CV que solo llega con cambio DCT y sistema «Mild-Hybrid».
La cúspide de la gama es el Hyundai i20 N que hoy ponemos a prueba. Monta el conocido motor GDi turboalimentado de 1.591 cm³. Está asociado a una transmisión manual de seis velocidades y transmite la fuerza al eje delantero. Este bloque hecho en aluminio cuenta con dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo, intercooler y Start/Stop.
El sistema de inyección es capaz de inyectar gasolina a 350 bar, una presión muy alta.
Desarrolla una potencia total de 204 CV (150 kW) entre las 5.500 y las 6.000 rpm. El par máximo es de 304 Nm entre 2.000 y 4.000 vueltas para solo 1.265 kilogramos, un peso similar al del modelo del WRC. Esto le permite completar el 0 a 100 km/h en 6,2 segundos. Recupera de 80 a 120 km/h en 4,1 segundos (entre marchas) y declara una punta de 230 km/h.
Frente a modelos como el Fiesta ST o el Puma ST, el motor de cuatro cilindros del i20 N aporta cierto plus de refinamiento. Es una mecánica que va menos apretada y se siente ligeramente más elástica. También el sonido es tremendo en los modos más deportivos, pese a que el escape de los ST no suena nada, pero que nada mal. Todos ellos están por encima del Polo GTI.
En este modelo, el motor es muy reactivo ante los golpes al acelerador. Entrega la potencia de forma contundente a partir de 2.000 rpm. Como he comentado, acompaña la rápida subida de vueltas con una notoria melodía. Esta se embravece todavía más en los modos deportivos. Es una mecánica que ofrece un empuje prácticamente inagotable en un amplio rango de revoluciones.
El sonido que emana de los escapes del i20 N es ronco y lo cierto es que sorprende. Como decía, varía según el modo de conducción. Al activar los modos deportivos, se abre una válvula de mariposa que deja pasar un mayor flujo de gases. Adicionalmente, podemos ajustar en tres niveles el sonido de los escapes desde los modos personalizables (Custom 1 y Custom 2).
En estos modos también permite ajustar muchos otros parámetros, como el motor, la dirección, el ESC o la igualación de las revoluciones. Se trata de una función que facilita unas reducciones suaves y rápidas. Esta última puede activarse y desactivarse en otros modos de conducción con pulsar el botón del volante. Cabe destacar que el i20 N ofrece seis modos de conducción.
Modifican el control de estabilidad, el sonido del escape, la asistencia de la dirección y la entrega de potencia del motor. Por otra parte, el funcionamiento del control de estabilidad se puede modificar de forma independiente de acuerdo a tres programas: encendido, apagado o sport (en este caso las ruedas deslizan un poco antes de entrar en funcionamiento).
Tenemos los modos Eco, Normal, Sport, N y los dos N Custom. Remata el conjunto el Launch Control de serie.
Durante la semana de pruebas, he podido comprobar que el consumo real en carretera se sitúa en torno a los 6,2 l/100 km. El motor gira a 3.000 rpm a 120 km/h en sexta. En ciudad podemos movernos sobre los 8,0 litros si practicamos una conducción tranquila. El consumo medio fue de 7,4 l/100 km. El depósito de combustible tiene 40 litros de capacidad.
Digno de alabar es el cambio manual de seis relaciones; así como el funcionamiento de su corta palanca. Presume de poco recorrido del embrague, precisión de la palanca, relaciones cortas, un escalonamiento cerrado y un guiado casi perfecto. Es una de las grandes armas de esta pequeña bala, al igual que ocurre en los ST de Ford. Cuesta decantarse por uno de ellos.
Version | i20 N - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.591 cm³ |
Potencia | 204 CV (150 kW) @ 5.500 - 6.000 rpm |
Par | 304 Nm @ 2.000 - 4.000 rpm |
Peso | 1.265 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.075 / 1.775 / 1.440 mm |
Volumen Maletero | 352 (1.165) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 6,2 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,1 segundos (entre marchas) |
Velocidad máxima | 230 km/h |
Consumo homologado | 7,0 / 8,6 - 6,7 - 6,0 - 7,4 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 158 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 30.890 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Hyundai i20 N
El Hyundai i20 N convence cuando te sientas tras su volante. Las dosis de potencia son más que acertadas para que el eje delantero no se vuelva revoltoso; al tiempo que su comportamiento nos permite divertirnos, sin perjuicio de que no seamos unos grandes experimentados al volante. Probablemente hablemos del ‘N’ más equilibrado.
¿Mejor que un Hyundai i30 N? No, si tienes manos para gestionar el extra de peso y potencia cuando le buscas las cosquillas, claro. Lo bueno que tiene el i20 N es que te da la libertad de ajustar diversos parámetros, permitiéndote conducir muy rápido con la seguridad de recibir reacciones nobles y naturales. Es un ‘N’ para todos los públicos.
El Hyundai i290 N deja patente que en la firma coreana se han esforzado por hacer que te sientas en un verdadero deportivo. Sí, con lo bueno y lo malo que ello conlleva. Si bien es cierto que sus virtudes compensan con creces sus “defectos”, es inevitable encontrarnos ante el i20 menos maniobrable y más incómodo de la gama.
Pero ojo, que eso no quiere decir que estemos ante un coche incómodo o menos práctico. La firmeza de sus suspensiones es mayor que en otras versiones y la dirección más precisa y rápida. Esta cuenta únicamente con la asistencia eléctrica necesaria. Varía en función del modo de conducción, al tiempo que presenta una desmultiplicación menor.
Esto es algo que le resta maniobrabilidad, con un diámetro de giro mayor que el del resto de la gama i20. Hablamos de 10,54 metros entre bordillos, en lugar de 10,4 metros. Tampoco es un gran precio a pagar por tener una dirección de mayor inmediatez y feedback. Siempre eres consciente del agarre de las ruedas delanteras.
La puesta a punto de chasis y dirección son excelentes.
Van exactamente por donde las mandas, con una adherencia de los neumáticos que parece inagotable. La verdad es que es un coche que invita a jugar con él y a descubrir sus posibilidades. Cabe destacar que, en todo momento, te hace formar parte de la conducción y disfrutarla, independientemente del estilo de conducción que practiques.
Es fácil percibir el equilibrio del conjunto, con unos cambios de apoyo y una agilidad dignos de un deportivo. No cuesta percibir el funcionamiento del diferencial autoblocante al acelerar con algo de fuerza en curva. En ese momento el i20 N muestra un agarre soberbio en el que no hay aperturas de trayectoria o pérdidas de tracción.
Otra opción es darle un poco de juego a la trasera del modelo con el control de estabilidad en modo Sport. Si eres apañado jugando con los pedales, podrás salir deslizando sutilmente en las curvas. Eso sí, siempre con gran sensación de control, estabilidad y precisión. No es un coche que de la impresión de que se te va a ir de madre.
Su conducción es muy similar a la del Fiesta ST, sería difícil decantarse por uno u otro.
Respecto a otros i20, también encontramos cambios en el chasis, que se ha reforzado en 12 puntos. Adicionalmente, la suspensión recibe nuevas copelas, casquillos, amortiguadores y muelles. Es 10 mm más bajo que el resto de la gama i20. En el eje delantero también cambia el brazo inferior de la suspensión McPherson.
La barra estabilizadora delantera es más gruesa y aumenta la caída negativa de las ruedas delanteras. Por motivos de homologación, no encontramos barra de refuerzo entre las torretas delanteras. Sí vemos un refuerzo de lado a lado del chasis por su parte inferior. Tampoco hay barra entre las torretas de la suspensión trasera.
Gracias a los nuevos ajustes, Hyundai ha logrado una suspensión aceptable para el día a día y largos viajes, pero capaz de ofrecer un tremendo comportamiento en tramos de curvas. Tampoco defrauda el equipo de frenos, heredados de modelos más grandes de la compañía. Su tacto es bueno, aunque sin ser extremadamente preciso.
Su resistencia a la fatiga ha sido buena durante nuestra prueba. Lo cierto es que no necesitas más para disfrutar de una carretera de montaña el fin de semana. El Hyundai i20 N cuenta con discos delanteros ventilados de 320 milímetros y discos macizos traseros de 262 milímetros. Las pinzas flotantes son rojas.
Respecto a las asistencias a la conducción y de seguridad, podemos contar con programador de velocidad activo, avisador de ángulo muerto, asistente para el mantenimiento en el carril, sistema de aparcamiento asistido, sensor de tráfico cruzado trasero, frenada de emergencia con detección de peatones…
Equipamiento y precio
El Hyundai i20 N cuenta con un completo equipamiento de serie. Cuenta con climatizador, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, acceso y arranque sin llave, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, detector de fatiga y ciclistas, alerta de cambio de carril, espejos térmicos y encendido automático de luces.
También de serie podemos encontrar volante multifunción en piel, faros bi-LED, control de crucero adaptativo inteligente con asistente en atascos y predicción por navegador, asistente de frenado en cruces, selector de modos de conducción, paquete deportivo, los asientos y volante calefactables, carga inalámbrica de smartphone…
La instrumentación digital configurable, los pedales de aluminio y los asientos deportivos «N» también son de serie. En cuanto al sistema multimedia, está equipado con la pantalla táctil de 10,25 pulgadas con navegador, Apple CarPlay, Android Auto, aplicaciones, cámara trasera, radio DAB+, USB, bluetooth, sensores de aparcamiento delantero y traseros…
El precio recomendado para España del Hyundai i20 N 1.6 T-GDI 204 CV 6MT se ha fijado en los 30.890 euros sin descuentos ni promociones. Eso sí, con las promociones aplicadas se puede reducir de forma interesante el precio en unos 3.500 euros. El Ford Fiesta ST es un poco más barato y, el Polo GTI, bastante más caro.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable+
El Hyundai i20 ha experimentado un salto cualitativo mayúsculo y una mejora en dinámica notable. Pensado para todos los públicos, el modelo ahora ofrece mucho más espacio interior, más confort, más equipamiento, un generosísimo maletero y una mayor carga tecnológica. La punta de lanza es este Hyundai i20 N ¡Y vaya juguete se han sacado de la manga los coreanos!
Lo bueno
- Diseño exterior realmente deportivo, con detalles que gustan.
- Completísimo equipamiento.
- Posibilidades de ajuste en los modos N.
- Mecánica con buenas dosis de potencia y un sonido destacable.
- Tacto del cambio manual
- Espacio interior y maletero.
- Calidad de las pantallas y de los sistemas a bordo.
Lo mejorable
- Los plásticos rígidos abundan y algunos acabados se ven pobres.
- El motor no tiene especial fuerza a bajas revoluciones.
- Rumorosidad de rodadura y aerodinámica en el habitáculo.
- Consumos algo elevados, pero no disparatados.
- Comodidad comprometida para viajar por el ajuste de suspensiones.
- Los asientos tienen un mullido y forma que no resultan muy cómodos.