Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.9
Notable
Al igual que ya ocurrió con la pre-actualización, este modelo está llamado a ser todo un éxito. Es mejor que su predecesor en aspectos fundamentales como la calidad percibida, el equipamiento o el refinamiento, y además no es mucho más caro. Sus rivales tienen un duro competidor frente a ellos, especialmente porque los coreanos están seguros de su gran trabajo y, como todo Hyundai, cuenta con una garantía de cinco años.
No es ningún secreto que el Hyundai Tucson es el modelo más importante de la firma coreana y también el más vendido, especialmente en el mercado europeo, donde este modelo ha sido diseñado y fabricado. De cara a 2019, este SUV ha sufrido importantes novedades, algo lógico si tenemos en cuenta que tiene que plantar cara en el mercado a cada vez más modelos que llegan pisando muy fuerte.
Por ello, ahora estamos ante un Tucson más atractivo visualmente, con una calidad y un confort superiores y una oferta mecánica bastante variada y eficiente que se adapta a todos los gustos. Está claro que los coreanos siguen solventando aquellos aspectos que a los clientes e interesados no les terminan de convencer, escuchando las críticas una a una para conseguir un conjunto más deseable y completo.
Y es que si bien es cierto que hace unos años Hyundai era considerada por la inmensa mayoría del público como una firma que vendía únicamente por su bajo precio, a día de hoy estamos ante una marca que ofrece vehículos con numerosos atributos que los convierten en alternativas muy serias frente a sus rivales, todo ello manteniendo una relación precio-equipamiento excelente.
La cuarta actualización de este modelo que llegó en 2004 se enfrenta a modelos de la talla del Kia Sportage, Ford Kuga, Mazda CX-5, Mitsubishi Eclipse Cross, Opel Grandland X, Peugeot 3008, Renault Kadjar, Volkswagen Tiguan o Nissan Qashqai, por nombrar sólo unos pocos, así que vamos a analizar todas sus novedades para ver en qué puntos brilla con luz propia y, por el contrario, en qué aspectos le hacen sombra sus rivales.
Diseño exterior
Exteriormente, el nuevo Hyundai Tucson luce una imagen más dinámica. Con el facelift recibe la nueva parrilla en cascada ya vista en los últimos productos de la marca y, de paso, se aprovecha la renovación para incluir ópticas delanteras Full LED. Tanto las llantas de aleación como los pilotos traseros, los paragolpes y la oferta de colores han sido objeto de revisión, consiguiendo un conjunto más agradable.
El frontal queda claramente marcado por su largo capó con dos pliegues laterales y la parrilla hexagonal con marco y lamas cromados. Los alargados faros ahora pueden tener tecnología Full LED, aunque sólo en los acabados más altos de la gama. Bajo la calandra se ubica la matrícula, escoltada en sus extremos por dos recovecos que albergan en su interior las luces antiniebla y la iluminación diurna LED, ambas de nuevo diseño.
Visto de perfil, también se percibe más dinámico que antes. Tanto la estampación de las puertas como la caída del portón o el largo morro hacen que tenga una presencia sensacional, a lo que hemos de añadir numerosos cromados en algunos elementos como los tiradores de las puertas, el marco de las ventanillas o las protecciones inferiores para darle un toque de elegancia al conjunto.
Respecto a las llantas, estas se esconden bajo unos robustos pasos de rueda y están disponibles en tamaños que van desde las 16 a las 19 pulgadas. Todas ellas son de nuevo diseño y, en este caso, encontramos un tamaño de 19 pulgadas. Los neumáticos, por su parte, son unos Continental ContiSportContact 5 en medidas 245/45 R19 W.
Respecto a las medidas, estas permanecen intactas, con 4,47 metros de longitud, 1,85 metros de ancho y 1,64 metros de alto (1,65 metros con barras longitudinales de techo). La distancia entre ejes es de 2.670 milímetros y el ancho de vías delantera y trasera de 1.604 mm y 1.605 mm, respectivamente. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0,33.
Hay disponibles un total de 11 colores exteriores, con tonos clásicos en su gran mayoría y acabados sólido o metalizado -525€-.
Hay que reconocer que los ingenieros han trabajado para que la estética robusta y musculosa de este SUV también exude altas dosis de agilidad y deportividad. Para lograrlo, la silueta del Tucson desciende suavemente hacia la parte trasera, contando con líneas más afiladas, unas superficies más lisas marcadas por los nervios superior e inferior y un spoiler trasero más largo y aerodinámico que crea la imagen de un perfil barrido hacia atrás.
En la zaga el aspecto musculoso se mantiene, presentando formas más horizontales y líneas claramente definidas junto a un nuevo portón que enfatiza la anchura del coche y da a este SUV compacto una apariencia de mayor estabilidad. Quizá la trasera del modelo sea uno de sus puntos fuertes, especialmente gracias a los estilizados pilotos con tecnología LED que se ubican a ambos de la trasera, mordiendo el lateral.
En la línea inferior encontramos las protecciones plásticas del paragolpes, un detalle cromado los catadriópticos traseros y, justo entre medias de ambos, la tira de sensores de aparcamiento, que en este caso se combina con una cámara de 360º para facilitarnos las maniobras. Pero indudablemente lo más destacable es la nueva salida de escape doble.
Diseño interior
El habitáculo del Hyundai Tucson 2019 sigue siendo una de sus mejores bazas. Ahora se han mejorado algunos plásticos y la terminación está más cuidada. También estrena salpicadero, introduciendo la pantalla táctil tipo tableta que ya vimos en el nuevo Hyundai Santa Fe con hasta ocho pulgadas en lugar de la integrada. Puede tener Apple CarPlay, Android Auto, sistema Hi-Fi Krell y acceso a internet.
Si bien es cierto que el Hyundai Tucson está muy bien rematado en su conjunto y el interior transmite solidez, con ausencia de crujidos extraños o vibraciones, hay que reconocer que el Kia Sportage -como rival directo y con el que comparte numerosos elementos- está mejor resuelto en algunos aspectos del interior, como el tapizado de las puertas, el tacto de algunos mandos o los controles de los elevalunas.
Otros elementos de equipamiento interior en el Hyundai Tucson 2019 son el cargador para smartphone sin cables, puertos USB para las plazas traseras, control de crucero adaptativo con Stop&Go, SmartBeam, alerta de cambio de carril, detector de objetos en ángulo muerto, asientos ventilados y térmicos, acceso y arranque sin llave, reconocimiento de señales o aviso de colisión por tráfico frontal y trasero.
El diseño del salpicadero está claramente orientado hacia el conductor, buscando que éste tenga que desviar lo mínimo posible su atención de la carretera. En él encontramos un marcado carácter dinámico para seguir atrayendo la atención de los consumidores, aumentando a su vez la sensación de calidad, refinamiento y empaque. No hay un solo elemento al que no se haya prestado atención y que podamos calificar de “malo”.
Así, su diseño simple se combina con diversos elementos metálicos combinados con materiales de tacto suave en las partes altas (algo menos trabajados en las partes inferiores), calidad y líneas horizontales claramente definidas que albergan toda la botonería dividida en dos zonas diferenciadas: la de monitorización y la de control del climatizador.
Te costará encontrar algún tornillo visible, el maletero está perfectamente rematado y todos los mandos transmiten buenas sensaciones. Hay hasta tres colores para el interior.
La primera de ellas está centrada exclusivamente en proporcionar la información a los ocupantes de la forma más clara posible, a través de la instrumentación para el conductor, los botones para controlar el sistema multimedia y el sistema de infoentretenimiento con una pantalla de 8 pulgadas, cuyo manejo resulta fácil, rápido e intuitivo.
Justo por debajo de la zona de control encontramos un hueco portaobjetos que también acoge las dos entradas USB, la toma de corriente y la toma auxiliar, seguida de la palanca de cambios y los botones del control de velocidad de descenso, los sensores de aparcamiento y el sistema Start/Stop, entre otros. Por último, vemos un apoyabrazos central que esconde una guantera de tamaño aceptable.
El volante multifunción es ahora más vistoso y alberga los mandos de control del teléfono, el equipo multimedia y el control de crucero y limitador. Como el resto de las interfaces del vehículo, es intuitivo y fácil de manejar, especialmente en lo que a la información del ordenador de a bordo a color se refiere. Tras el volante encontramos el cuadro de relojes analógico para la velocidad y las revoluciones, así como diversas informaciones útiles.
En materia de confort y versatilidad, el Tucson también se lo pone difícil a sus rivales, con asientos que disminuyen el nivel de vibración, logrando una mayor comodidad a la hora de hacer viajes largos o querer disfrutar de una conducción más ágil por carreteras reviradas. Además, este modelo mantiene uno de los habitáculos más amplios del segmento.
En las plazas posteriores hay espacio suficiente para que dos adultos viajen cómodamente tanto por anchura como por altura y espacio para las piernas. Podrían ir incluso tres personas que no sean muy corpulentas en trayectos no muy largos, pero no es lo recomendable a pesar de sus buenas cotas. Respecto al acceso, este es tan sencillo como el de un monovolumen.
Por último y respecto al maletero, este se sitúa en los 513 litros equipando el kit anti-pinchazos (459 litros con el sistema de 48V) y en los 1.503 litros con la segunda fila de asientos abatida -60:40-. Está bien rematado, presenta unas formas regulares y tiene varios puntos de anclaje para sujetar la carga, dejando un suelo totalmente plano al abatir los respaldos.
La loneta que lo cubre transmite suficiente calidad, algo que no ocurre en algunos de sus rivales, y en los modelos más completos puede tener accionamiento eléctrico, aunque es algo lento tanto en la apertura como en el cierre.
Motorización
El nuevo Hyundai Tucson ofrece una amplia gama de motorizaciones. Los clientes pueden elegir entre dos propulsores de gasolina y tres diésel. Podemos encontrar tres tipos de transmisiones: la caja de cambios manual de seis velocidades, la caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades (7DCT) o el nuevo cambio automático de ocho relaciones (8AT).
En gasolina, la gama mantiene los anteriores 1.6 GDI de 132 CV y 1.6 TGDI de 177 CV, en ambos casos con ligeras mejoras para mejorar la eficiencia. En diésel se estrenan los nuevos 1.6 CRDI con 116 y 136 CV, este último solo con caja de doble embrague. Por encima queda el nuevo 2.0 CRDI 185 CV con sistema micro-híbrido de 48V y la nueva caja automática de ocho velocidades.
Para la prueba me he decantado por la novedad, el motor diésel de cuatro cilindros y 2.0 litros asociado a un paquete de baterías de 48 voltios y 44 kWh. Equipa una nueva unidad de arranque-generador Mild-Hybrid y la habitual frenada regenerativa, lo que consigue mejorar la eficiencia del vehículo y el consumo de combustible hasta en un 7%, a la par que reduce las emisiones de CO2.
La tecnología aplicada para la electrificación que emplea esta variante comprende una batería de iones de litio de 48 voltios (0,44 kW/h), un motor eléctrico (MHSG), un convertidor de corriente LDC de baja tensión y un inversor. En fases de aceleración, el generador eléctrico da apoyo al propulsor térmico con hasta 12 kW, reduciendo así el consumo de combustible. El sistema cambia de manera automática de la fase de apoyo al motor diésel a la de recuperación de energía.
El MHSG ayuda a la mecánica de combustión mediante la descarga de la energía acumulada en la batería, para así incrementar la respuesta del motor con una ligera aceleración o para proporcionar un par adicional cuando se realiza una fuerte aceleración, como se da el caso en un adelantamiento.
Durante la desaceleración y el frenado, se recupera la energía para recargar la batería. De esta manera, el sistema mejora significativamente el ahorro de combustible del motor y las emisiones de CO2 sin sacrificar el máximo placer de conducción. Con esta tecnología, Hyundai tiene como objetivo reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
El motor diésel más potente de la nueva gama Tucson 2019 consigue una potencia de 185 CV (136 kW) a 4.000 rpm y 400 Nm de par motor entre las 1.750 y las 2.750 rpm. Se canalizan a ambos ejes a través de la caja automática de ocho velocidades que permite una mayor elasticidad del conjunto, pero lo cierto es que sus prestaciones no son abrumadoras y el rango en el que empuja no es muy amplio.
Todos los motores equipan el sistema de parada y arranque de motor (ISG) y cumplen con la nueva y exigente normativa Euro 6d Temp.
No me malinterpretéis, ofrece potencia más que suficiente para cualquier uso del vehículo, vaya o no cargado, pero la diferencia respecto a otras opciones menos potentes no justifica el elevado precio de este motor. En cifras, acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos, de 80 a 120 km/h en 7,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 201 km/h.
Igualmente, sus consumos resultan más elevados a pesar de la incorporación del sistema de 48V, y recuerda que por el momento el nuevo ciclo WLTP no te permitirá beneficiarte de la ansiada pegatina ECO, lo que tira por tierra una de las principales razones de compra de esta versión. Si quieres el sistema de 48V, quizás te convenga esperar a que llegue en unos meses a otras variantes mecánicas.
Concretamente, la marca homologa un consumo de 6.2 litros en ciclo urbano, 5.4 litros en extraurbano y 5.8 litros en ciclo combinado, aunque tras la prueba, el consumo en carretera rondó los 7.0 litros (el motor gira a 1.800 rpm a 120 km/h en octava velocidad) y se detuvo finalmente en un combinado de 8.4 litros a los 100 km. El depósito de combustible tiene 62 litros.
Por último, la nueva caja de cambios automática de ocho relaciones, de reciente desarrollo, se ha diseñado para ubicarse de forma transversal, lo que incrementa su compacidad, aumenta su rendimiento y permite un menor consumo de combustible. Es muy suave, más que la DCT de 7 velocidades, y suficientemente rápida para un uso normal del vehículo, aunque echo en falta la presencia de levas tras el volante.
Ficha técnica
Version | 2.0 CRDi - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.995 cm³ |
Potencia | 185 CV (136 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.750 - 2.750 rpm |
Peso | 1.727 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.475 / 1.850 / 1.645 mm |
Volumen Maletero | 513 (8459 con sistema 48V) ampliables a 1.503 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,5 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,6 segundos |
Velocidad máxima | 201 km/h |
Consumo homologado | 8,0 / 5,6 / 6,5 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 153 g/km de CO₂ (Euro 6d-Temp) |
Precio de partida | 45.265 euros (sin descuentos ni promociones) |
Comportamiento
Una vez en el puesto de conducción del Hyundai Tucson 2019, rápidamente percibirás que las cosas han cambiado sensiblemente tras el facelift. No hay grandes diferencias, pero la suspensión se ha reajustado para ofrecer algo más de confort y la dirección se ha puesto a punto para ser más precisa y directa. En todo caso, hay que ser muy sibarita o bajarse de uno y subirse a otro para apreciarlo con claridad.
Aunque la insonorización de la mecánica se ha trabajado algo más, este motor diésel sigue resultando algo ruidoso desde el exterior del vehículo, pero sin embargo en el interior apenas percibes este sonido (salvo en la franja alta de las revoluciones) gracias a la mayor utilización de material aislante. La rodadura y el viento tampoco son molestos en autopista.
Los primeros kilómetros nos sirven para apreciar que el Tucson se mueve con brío y refinamiento, sobre todo en carretera, y en ningún caso notaremos vibraciones o crujidos en el interior. Cuando el modelo sustituyó al ix35, el chasis incrementó su rigidez e incorporó nuevos refuerzos, presentando un bastidor más afinado y una suspensión más firme que contiene mucho mejor las inercias.
La dirección asistida Flex Steer, por su parte, sigue pareciéndome ligeramente más agradable que en su primo hermano el Sportage, presentando un buen radio de giro (10,6 metros), una respuesta más directa tras el restyling y un mayor peso para que, a la hora de enfrentarnos a una carretera revirada con agilidad, lo hagamos con total confianza. En todo caso, habrá que compararlo con el Sportage MY 2019.
Resulta muy agradable en aparcamientos o a la hora de callejear en el casco urbano, sin ser demasiado asistida para carretera y, aunque se siente eléctrica, en tramos revirados se nota que su precisión ha aumentado, permitiéndote enlazar curvas a más velocidad de lo que cabría esperar en un modelo de este segmento.
Como os decía, transmite al conductor sensaciones más propias de un modelo compacto que de un SUV de tamaño medio, aunque si bien es cierto, no transmite toda la información necesaria como para poner a prueba su tracción y adherencia. Para mi gusto, le habría añadido asistencia en función de la velocidad.
También contribuyen notablemente al confort la ausencia de balanceos y las suspensiones firmes, que tienen una excelente capacidad para filtrar las irregularidades del terreno. Cuentan con un esquema McPherson en el eje delantero y de paralelogramo deformable en el trasero, poniendo de manifiesto que estamos ante un modelo enfocado a disfrutar de la carretera.
En los asientos, la sujeción lateral resulta algo escasa cuando queremos circular rápido por carreteras reviradas, pero recordemos que no es un coche pensado para ello.
Por otra parte, merece la pena señalar que, la visibilidad, es buena prácticamente hacia todos los lados, pero peca ligeramente en la vista ¾ posterior, donde se queda algo justa. En ella hay una pequeña ventanilla lateral pero su funcionalidad es reducida si no hay un vehículo u objeto de grandes dimensiones, a lo que se suma un pilar D bastante grueso.
Por último, quiero hacer mención a sus capacidades camperas, donde las mayores ventajas con las que juega el Tucson son su elevada altura (172 mm) y el sistema de tracción total de Hyundai HTRAC, que equipa un diferencial bloqueable que distribuye el par al 50% entre el eje delantero y el trasero. Ofrece un ángulo de entrada de 17,9º, un ángulo de salida de 24,5º y un ángulo ventral de 19,5º.
Es meramente un SUV que puede sacarnos de un apuro sobre superficies deslizantes o en caminos de baja dificultad, pues no equipa neumáticos preparados para un uso off road ni asistentes para la conducción fuera del asfalto, a excepción del control de descenso de pendientes.
Equipamiento y precio
Los niveles de equipamiento del nuevo Tucson se denominan Essence, Klass, Tecno y Style. En todos los casos cuentan con aire acondicionado, elevalunas en las cuatro puertas, cierre con mando, ordenador de viaje, espejos térmicos, apoyabrazos central delantero, sensores de parking traseros, control y limitador de velocidad y luces diurnas por LEDs.
También de serie son el sistema de sonido integrado con bluetooth, el puerto USB, seis altavoces, el control por voz, el volante multifunción en piel, el encendido automático de luces, las llantas de aleación de 16 pulgadas, el apoyabrazos central trasero, el asiento posterior abatible o la regulación en altura asientos delanteros, entre otros.
La terminación Klass añade el climatizador automático de dos zonas, llantas de aleación de 17 pulgadas, faros antiniebla con iluminación en curvas, dirección asistida Flex Steer, retrovisores abatibles con mando eléctrico, apliques decorativos y tapizado específicos, pilotos traseros LED, barras de techo cromadas…
Hay disponibles diversos paquetes como el Sky para el Klass, los Sky y Safe para el Tecno o el Red para el Style.
El nivel Tecno cuenta también con el paquete cromado exterior completo, asientos delanteros térmicos, sistema de navegación integrado con pantalla de ocho pulgadas, navegador dinámico, lector de señales de tráfico, portón trasero automático, sensores de aparcamiento delanteros, cámara de visión trasera, acceso y arranque sin llave, alerta de cambio de carril, sensor de lluvia y llantas de aleación de 18 pulgadas.
Por último, el acabado Style incluye el techo solar panorámico doble, asientos delanteros eléctricos, tapizado en piel, detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, faros Full LED, llantas de aleación de 19 pulgadas, aviso pre-colisión, detector de peatones y frenada automática en ciudad, entre otros.
Los precios para España del Hyundai Tucson 2019 sin descuentos ni promociones -que pueden llegar hasta 5.500€ en el caso de los gasolina y diésel y hasta 6.500€ en el mild-hybrid de 48V- son los siguientes:
Motor | Essence | Klass | Tecno | Style |
1.6 GDI 132 CV 6MT | 25.415€ | 28.015€ | 31.365€ | – |
1.6 TGDI 177 CV 6MT | – | 30.215€ | 33.565€ | – |
1.6 TGDI 177 CV DCT | – | – | 35.865€ | – |
1.6 TGDI 177 CV DCT 4×4 | – | – | 37.965€ | 41.965€ |
1.6 CRDI 116 CV 6MT | 27.515€ | 30.115€ | 33.465€ | – |
1.6 CRDI 136 CV DCT | – | – | 36.665€ | 40.465€ |
2.0 CRDI 48V 185 CV 8AT 4×4 | – | – | 41.265€ | 45.265€ |
- Mejora en calidad sensiblemente, con nuevos materiales blandos.
- Mayor equipamiento de seguridad.
- La gama de motores es amplia y ofrece posibilidades para todos los gustos.
- Hay mucho espacio.
- El nuevo cambio automático de ocho velocidades funciona especialmente bien.
- Por calidad, prestaciones y precio está llamado a seguir siendo uno de los líderes del mercado, además de contar con cinco años de garantía.
- No ofrece muchos opcionales para cada acabado (aunque para muchos puede ser un alivio).
- Algunos acabados del interior podrían rematarse mejor.
- No hay posibilidad de usar el cambio automático con levas.
- Las prestaciones parecen de un vehículo menos potente.
- La rumorosidad del motor es mejorable.