El Jeep Renegade supuso un punto de inflexión para la marca norteamericana. Era necesario romper con la idea de los todoterrenos indestructibles para triunfar en un mercado europeo en el que los clientes demandan SUV de carácter urbano. Y dieron en el clavo. Hoy nos ponemos al volante del Jeep Renegade e-Hybrid Upland.
El Renegade nació de la alianza con FCA sobre la plataforma Small-Wide y ha conseguido convertirse en el modelo más vendido de Jeep en Europa. Convence especialmente por su diseño, de carácter robusto y muy americano, ofreciendo a su vez una buena habitabilidad interior. Actualmente, solo se ofrece con tres mecánicas.
Tras la desaparición de los diésel, puedes optar por el Jeep Renegade en gasolina (C), con microhibridación (ECO) o híbrido enchufable (CERO). Por potencia, este último es el más interesante, sobre todo para viajar o circular cargados. Debes saber que el modelo actual es la segunda renovación del Jeep Renegade original lanzado en 2015.
Por tamaño, entre sus rivales podemos encontrar a los SsangYong Tivoli, KIA Niro, Renault Captur, VW T-ROC, Opel Crossland, Hyundai Kona, KIA Stonic, Peugeot 2008, VW Taigo, Toyota Yaris Cross, Ford Puma, Nissan Juke, Škoda Kamiq, Fiat 500X, SEAT Arona… La mayoría de ellos tienen un precio de partida inferior.
Diseño exterior
El Jeep Renegade aporta un nuevo nivel de sofisticación a la marca. Está diseñado para la ciudad y criado en la naturaleza, combinando múltiples detalles únicos con los rasgos característicos de Jeep. En la parte delantera, las emblemáticas siete ranuras están rodeadas por una parrilla en distintas tonalidades dependiendo del acabado.
A ambos lados tenemos los grandes faros circulares. Estos se esconden bajo el capó para un aspecto más ágil. La tecnología elegida para la iluminación en este caso es halógena. Dependiendo del acabado también puede ser bi-Xenón. En cualquiera de los casos, quedan por detrás de los más avanzados faros LED de la mayoría de sus rivales.
El gráfico con la huella dactilar y el mensaje de proteger el medio ambiente son propios de la serie especial Upland.
En el extremo inferior tenemos un musculoso paragolpes que integra los intermitentes y las luces antiniebla. Destacan la protección plástica que le da un toque SUV y dos entradas de aire en los extremos que no son funcionales. Es innegable que si hay algo por lo que destaca el Jeep Renegade ante sus rivales es por su robusta apariencia.
La vista lateral no es menos angulosa. Llaman la atención los marcados pasos de rueda y sus cuadradas líneas. Las puertas ofrecen protecciones plásticas en su extremo inferior y una superficie acristalada amplia. Para la carrocería tenemos un total de cinco colores, cuatro de ellos combinables con el techo negro. Aquí vemos el Matter Blue.
Se combina con unas llantas en color negro de 17 pulgadas. Están calzadas con neumáticos Bridgestone Turanza T005 en dimensiones 215/60 R17 96H en ambos ejes. En dimensiones, alcanza los 4.24 metros de largo, 1.81 metros de ancho y 1.67 metros de alto. La batalla es de 2.570 mm y los anchos de vía de 1.541 mm en ambos ejes.
Los cortos voladizos mejoran las cotas off road; al tiempo que la vertical zaga le da el toque de personalidad definitivo. Tenemos unos pilotos cuadrados halógenos a ambos lados del amplio portón y un paragolpes plástico abultado en la parte inferior. Aquí encontramos la única diferencia del híbrido: la inscripción e-torque en color verde.
Sobre el techo encontramos barras longitudinales en negro y, dependiendo del acabado, varias opciones de techo solar: panorámico de cristal y MySky. Este último ofrece vistas panorámicas en todo momento. Cuenta con dos paneles extraíbles manualmente y una función de apertura/cierre automáticas del panel delantero.
Uno de los puntos fuertes del Jeep Renegade son las amplias posibilidades de personalización. El catálogo de accesorios es realmente amplio y ofrece de todo: embellecedores, protecciones, pegatinas para la carrocería, rejillas delanteras, marcos para los faros, ganchos de remolque, accesorios de techo, deflectores de viento…
Diseño interior
En el interior, el Jeep Renegade conserva la esencia de la marca, aunque convenientemente adaptada al entorno urbano. Es ergonómico y cómodo, contando en esta nueva entrega con mayores superficies en materiales blandos. Pese a ello, lo cierto es que predominan los plásticos rígidos, algunos de ellos de aspecto meramente correcto.
Sí destaca la elevada sensación de solidez propia de la marca. Los ajustes son buenos y nos gusta el detalle del asidero en el salpicadero, en el lado del pasajero. También merecen especial mención en este acabado las alfombrillas, los asientos y la tapicería de tejido Seaqual. Está hecho con plástico reciclado procedente de los océanos.
Lo que me ha chocado ligeramente es que el sistema de infoentretenimiento no se oriente hacia el conductor, sino todo lo contrario. Esto hace que debamos desviar la vista más de la cuenta para ver las indicaciones del navegador, entre otras funciones. El sistema UConnect en este acabado cuenta con una pantalla táctil a color de 8,4 pulgadas. Funciona de manera correcta, con unos gráficos sencillos, y es cómodo moverse por los menús. Incluye Apple CarPlay y Android Auto, bluetooth, DAB….
La aplicación «Jeep Skills» nos da datos en tiempo real de la conducción todoterreno.
Queda ubicado en la zona intermedia del salpicadero, algo baja, y está enmarcado en una moldura plástica. Por debajo quedan los controles físicos del climatizador bizona, que se suman a otras funciones. Esto da como resultado un salpicadero en el que hay una abundante botonería. Choca con las últimas tendencias minimalistas del mercado.
Tras el cómodo volante, que tiene los controles del sistema multimedia por detrás, vemos un cuadro de instrumentos tradicional. Personalmente, lo prefiero. Cuenta con dos robustos diales y una generosa pantalla en posición central. Esta nos brinda toda la información relativa al ordenador de a bordo de manera clara, completa e intuitiva.
Los cinturones de la primera fila tienen regulación en altura.
En términos de habitabilidad, el Renegade ofrece buen acceso y espacio en ambas filas para tratarse de un B-SUV. En las plazas posteriores destaca en altura y hay buena anchura. Dos adultos de hasta 1,95 metros viajarán cómodos. Eso sí, el espacio para las piernas no es abundante, situándose en una posición intermedia en el segmento.
El borde de carga queda a 730 mm del suelo.
El maletero cubica un total de 351 litros, por lo que no destaca en espacio de carga. Los asientos traseros pueden plegarse cómodamente -60:40- para ganar hasta 1.297 litros. En el maletero encontramos e iluminación, ganchos, bolsas laterales y ajuste del piso en altura. Debajo cabe una rueda de repuesto. El portón es de apertura y cierre manuales.
Motorización Jeep Renegade e-Hybrid Upland
La gama de motorizaciones contempla una opción microhíbrida y dos híbridas enchufables. La versión PHEV más sencilla posee 190 CV de potencia y, como tope de gama, está la alternativa con 240 CV, que lo convierte en un vehículo bastante rápido. En ambos casos la tracción es total y se benefician del distintivo CERO emisiones de la DGT.
Nuestro Renegade está equipado con el sistema e-Hybrid autorrecargable. Combina un motor de cuatro cilindros y 1.468 cm3 gasolina de 129 CV (95 kW) a 5.500 rpm y 240 Nm desde 1.500 rpm; con un motor eléctrico de 48V integrado en la caja automática de doble embrague y siete relaciones. Eroga 20 CV (15 kW) y 55 Nm de par motor.
La batería de iones de litio tiene 0,8 kWh de capacidad y no resta espacio ni al maletero ni al habitáculo. La potencia total del sistema es de 129 CV (95 kW) y 240 Nm de par, lo que le convierte en una alternativa adecuada únicamente para aquellos que conducen muy tranquilos y no aprovechan las capacidades de carga y pasajeros.
Es un coche muy progresivo y el acelerador ofrece una notable resistencia, lo que facilita una conducción ‘eco’. Si bien ofrece una respuesta algo más contundente al pisar a fondo, me parece una alternativa más adecuada para uso urbano e interurbano que para largos viajes, sin perjuicio de que puedas hacerlos sin problema alguno.
Para que os hagáis una idea, declara un 0 a 100 km/h en 9.7 segundos. Logra una recuperación de 80 a 120 km/h en 8 segundos y alcanza una velocidad punta de 191 km/h. En base a estas cifras, es recomendable no arriesgar en maniobras como adelantamientos y prever los desniveles en carretera para mantener la velocidad de crucero.
A nivel refinamiento, el habitáculo está correctamente aislado de la mecánica, que no es especialmente ruidosa. En cambio, sí considero que podría haberse trabajado un poco más la entrada en funcionamiento del motor de combustión cuando nos movemos en eléctrico. Es perfectamente perceptible y da lugar a un pequeño tirón.
Lo mismo ocurre con la caja de doble embrague, que traslada algunos tirones al conductor en determinadas maniobras. Por lo demás, resulta cómoda, con una suavidad correcta en la transición entre marchas y una rapidez adecuada al tipo de vehículo. La palanca tiene un modo secuencial, pero no hay levas.
La autonomía eléctrica es reducida y hay que conducir muy despacio para aprovecharla. Eso sí, beneficia los consumos, que oficialmente son de 5.8 l/100 km en WLTP. Nuestra media tras una semana ha sido de 6.4 l/100 km combinando todo tipo de conducción. No es un mal dato, pero tampoco sobresale dadas sus prestaciones.
No hay modos de conducción, solo una función e-Auto que no aporta grandes diferencias.
En carretera, el consumo real puede situarse en el entorno de los 6 l/100 km si no abusamos del acelerador; mientras que en ciudad nos movimos en torno a 7 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 48 litros. Como buen micro híbrido que es, puede beneficiarse del codiciado distintivo ECO de la DGT.
Version | 1.5 e-Hybrid Upland - 4 cilindros en línea + eléctrico |
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Cilindrada | 1.468 cm³ |
Potencia | 129 CV (95 kW) @ 5.500 rpm |
Par | 240 Nm @ 1.500 rpm |
Peso | 1.495 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.236 / 1.805 / 1.667 mm |
Volumen Maletero | 351 (1.297) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,7 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 8 segundos |
Velocidad máxima | 191 km/h |
Consumo homologado | 5,8 / 5,1 - 5,5 - 5,1 - 6,8 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 131 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 34.100 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Jeep Renegade e-Hybrid Upland
La conducción del Jeep Renegade resulta bastante cómoda gracias a un puesto de conducción elevado. Esto nos permite dominar el tráfico diario de la urbe. El modelo ofrece una carrocería contenida y una visibilidad bastante buena en todos los ángulos, aunque la dirección no cuenta con asistencia en función de la velocidad.
Pese a ello, las maniobras de aparcamiento y la conducción en ciudad no entrañan complicación. Presenta un diámetro de giro de 11,07 metros entre bordillos. El volante tiene 2,68 vueltas entre topes. Adicionalmente encontramos diversas asistencias como la cámara de marcha atrás o los sensores de aparcamiento delanteros y traseros.
Si bien por potencia y prestaciones es en la urbe y sus alrededores donde más cómodo se siente, es posible viajar a bordo del Renegade con comodidad. El aislamiento y la calidad de rodadura son correctos pese a no destacar en el segmento. El punto más débil es quizá la suspensión, que transmite demasiada información a los pasajeros.
La suspensión ofrece un esquema McPherson en ambos ejes. Resulta firme para circular por autopista sin balanceos de la carrocería y con un correcto filtrado si el asfalto está en buen estado. En tramos con ondulaciones o roturas, es fácil apreciar con nitidez el trabajo de la suspensión en el habitáculo, aunque no resulte molesto.
Es en tramos de curvas lentas donde el Renegade se muestra más perezoso. Si bien nos brinda un buen confort en carretera y ciudad, no destaca por agilidad en tramos revirados. Su elevado centro de gravedad, el peso adicional y la dirección, de feedback y rapidez normales, nos invitan a practicar una conducción tranquila.
Pese a ello, si le buscamos las cosquillas, es un coche que transmite aplomo y sensación de seguridad. Los cambios de apoyo resultan ágiles y las reacciones tan seguras como naturales. Las ayudas no tardan en intervenir de forma eficaz si le buscamos las cosquillas, manteniendo todo bajo control.
Por otra parte, los frenos tienen un tacto agradable y son fáciles de dosificar. Únicamente hemos de tener en cuenta la presencia de la frenada regenerativa para el sistema micro híbrido. Su eficacia a ritmo normal es buena. En el eje delantero encontramos discos ventilados y, en el trasero, discos de acero.
Fuera del asfalto, el Renegade sobresale frente a sus rivales en cotas, sobre todo el Trailhawk. Eso sí, el e-Hybrid no tiene tracción total, ni selector de modos off road, ni unos neumáticos adecuados. Nos brinda un ángulo de entrada de 17,9º, un ángulo ventral de 21,2º y un ángulo de salida de 29,7º. La altura libre al suelo es de 175 mm.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, podemos encontrar programador y limitador de velocidad adaptativo, sistema de reconocimiento de señales de velocidad, alerta de vehículos en el ángulo muerto, asistencia al aparcamiento en línea y en batería, aviso y mantenimiento de carril, frenada de emergencia…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para el Jeep Renegade se denominan Longitude, Limited, Night Eagle, Upland, Trailhawk y S. Cabe destacar que no todos están disponibles para todas las motorizaciones. Por ejemplo, el Upland es exclusivo del e-Hybrid y el S del híbrido enchufable. Además, el Night Eagle no se ofrece para el híbrido enchufable.
El equipamiento es bastante completo de serie, aunque no destaca frente a rivales más nuevos. Desde el más sencillo ya llevan la alerta de carril, Smartbeam, pantalla de 7 pulgadas, freno de mano eléctrico, sensor de aparcamiento trasero, , llantas de acero de 16 pulgadas, ordenador de viaje, luces de cortesía LED y sensor de lluvia.
En los siguientes acabados son también de serie el sistema multimedia con pantalla táctil de 8,4 pulgadas, radio DAB, bluetooth, USB, Apple CarPlay, Android Auto, mandos en el volante (forrado en piel), espejos térmicos, cuatro elevalunas eléctricos, asiento posterior abatible, faros antiniebla, barras de techo laterales, funciones avanzadas de seguridad…
Los más equipados pueden presumir de llantas de 17 pulgadas, sensores de aparcamiento delanteros, placas protectoras, paquete de diseño exterior, sistema de gestión de tracción Selec-Terrain, climatizador automático dual y faros LED, entre otros elementos. Adicionalmente hay disponibles opcionales y muchos accesorios.
Los precios recomendados para la gama Jeep Rengade 2023 arrancan en 34.100 euros sin descuentos ni promociones para la versión híbrida. Por su parte, el híbrido enchufable más asequible arranca en 42.550 euros sin ayudas ni promociones. Ambas opciones pueden beneficiarse de las ayudas del Plan MOVES III.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.4
Notable
El Jeep Renegade ha reducido al máximo su oferta en el mercado español, pero ha dejado a la venta las variantes más interesantes de la gama. Disponible en gasolina, microhíbrido e híbrido enchufable, el Renegade es un veterano que convence por diseño y espacio interior. Si buscas un SUV a la americana, este Upland no te va a decepcionar.
Lo bueno
- Pocos modelos tienen tanta personalidad como este.
- Amplísimas posibilidades de personalización con accesorios.
- Buena altura en la segunda fila de asientos.
- Alternativa cómoda para conducir tranquilo en ciudad y alrededores.
- Cotas todoterreno, aunque mejor apostar por el 4xe si es lo que buscas.
Lo mejorable
- Algunos materiales del interior son mejorables.
- Elevada presencia de botones en el salpicadero.
- El maletero se encuentra entre los más pequeños del segmento.
- Prestaciones escasas para largos viajes y maniobras rápidas.
- Entrada en funcionamiento del motor gasolina y funcionamiento del cambio automático algo bruscos en ciertas situaciones.