Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
La nueva generación del Kia Sportage es muy superior a su predecesor en todos los aspectos, especialmente tras el último lavado de cara. Ahora estamos ante un Sportage más atractivo visualmente, con una calidad y un confort superiores, así como con una oferta mecánica bastante variada y eficiente que se adapta a prácticamente todos los gustos. Como puntos fuertes, mantiene su gran relación equipamiento-precio.
El Kia Sportage es uno de los modelos más exitosos dentro de la gama del fabricante coreano, de ahí que se haya convertido en uno de los modelos más importantes para Kia en todo el mundo. Muchos dicen que es su “niño mimado” y lo cierto es que razón no les falta, pues no hay más que ver el esmero que la compañía ha puesto en la cuarta generación del modelo.
El segmento SUV es uno de los más cotizados en Europa y el número de rivales para el Kia Sportage es difícil de contar con los dedos de las manos. Por eso, en 2018 Kia mejoró un producto excelente en calidad, precio y equipamiento, añadiendo mejoras interesantes en materia de equipo, retocando las mecánicas e introduciendo cambios significativos en la gama.
El resultado es un Sportage más eficiente, más aerodinámico, más capaz en todos los terrenos y, sobre todo, más placentero de conducir. A la amplia lista de virtudes del SUV hemos de sumar discretas novedades estéticas interiores y exteriores que lo vuelven a catapultar a la lista de opciones a tener en cuenta si lo que quieres es un todocamino de estas características.
Por precio, es una de las alternativas más populares, especialmente con las ofertas que lanza la marca. Como rivales destacables cabe mencionar el Peugeot 3008, el Opel Grandland X, el Hyundai Tucson, el Citroën C5 Aircross, el Volkswagen Tiguan, el Nissan Qashqai, el SEAT Ateca, el Toyota RAV4, el Honda CR-V o el Mazda CX-5, el Renault Kadjar y el Skoda Karoq.
Diseño exterior
En cuanto a las novedades estéticas, el actualizado Kia Sportage incluye unos paragolpes más afilados, nuevas ópticas con distinta iluminación diurna, faros remozados, protecciones cromadas de nueva factura y, como viene siendo habitual en los facelift, nuevos juegos de llantas disponibles en tamaños de 16, 17 y 19 pulgadas.
En el frontal, la protagonista indiscutible es la característica calandra ‘tiger-nose‘ del fabricante, sutilmente actualizada. Al igual que en los modelos prefacelift, la parrilla no se ve escoltada por las ópticas delanteras. La iluminación más extendida en los acabados es la de LED, que en el caso del acabado superior es Full LED adaptativa.
Los sensores de aparcamiento traseros y la cámara son de serie en el Drive, los delanteros son opcionales.
Los faros se sitúan ahora en una posición más elevada y se extienden hacia atrás para llegar a los bordes exteriores de un capó más definido por dos nervios bien marcados. La parrilla, por su parte, es ahora más baja y más ancha, dimensionada para lograr una mayor refrigeración del motor y aportar más volumen a la mitad inferior del frontal del Sportage.
Aquellos que busquen un aspecto más deportivo e imponente podrán optar por la versión GT Line (disponible en dos versiones, una Essential y otra Xtreme, una novedad dentro de la gama Sportage) que incorpora un protector de los bajos con efecto aluminio y las llamativas luces antiniebla con tecnología LED y diseño de tipo ‘cubito de hielo’.
Por el contrario, en las versiones “estándar”, el protector se mantiene de color negro y las luces antiniebla conservan el clásico diseño redondeado. En acabados más sencillos, como el que veis en las imágenes (Drive), el conjunto se muestra mucho más discreto, pero no pierde gran parte del atractivo y la personalidad que siempre ha caracterizado al Sportage.
En la vista lateral, los ingenieros del fabricante coreano han trabajado muy duro para que la estética robusta y musculosa de este SUV también exude altas dosis de agilidad y deportividad. Para lograrlo, la silueta del Sportage desciende suavemente hacia la parte trasera, contando con líneas más afiladas y unas superficies más lisas.
Éstas quedan marcadas por los nervios superior e inferior y un spoiler trasero más largo y aerodinámico que crea la imagen de un perfil barrido hacia atrás. Los musculosos pasos de rueda rematan el conjunto, acogiendo unas llantas de aleación de 17 pulgadas calzadas con neumáticos Continental EcoContact 6 en dimensiones 235/60 R17 H en ambos ejes.
En dimensiones, el nuevo Sportage alcanza los 4.48 metros de largo (4.49 metros en los GT Line), 1.85 metros de ancho y 1.63 metros de alto. La batalla asciende a 2.670 mm y los anchos de vía delantero y trasero miden 1.625 y 1.636 milímetros, respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de Cx 0,33 en este modelo.
La luz de marcha atrás y los intermitentes posteriores están situados en una posición demasiado baja, dificultando su visibilidad.
Si pasamos a la zaga, destaca el mencionado spoiler de techo, que acoge la tercera luz de freno; mientras que en el extremo inferior del paragolpes encontramos un discreto difusor que acoge la salida de escape. La zona central del portón integra el logo de la marca en posición privilegiada y la cámara de marcha atrás entre éste y la matrícula.
En la parte trasera, la fina combinación de luces LED mantiene su disposición horizontal, con un diseño renovado. Las luces de marcha atrás y los reflectores estarán integrados en el nuevo paragolpes, que es más deportivo en los acabados GT-Line. Sobre el techo vemos una antena de tipo aleta de tiburón y se puede equipar un techo panorámico de cristal corredizo.
Diseño interior
El habitáculo del nuevo Kia Sportage es, sin duda, una de sus mejores bazas. El diseño del salpicadero está claramente orientado hacia el conductor, buscando que éste tenga que desviar lo mínimo posible su atención de la carretera. En él encontramos un marcado carácter dinámico inspirado en el del Sorento para seguir atrayendo la atención de los consumidores.
También se ha aumentado la sensación de calidad, refinamiento y empaque. No hay un solo elemento al que no se haya prestado atención y que podamos calificar de “malo”. Así, su diseño simple se combina con diversos elementos metálicos, combinados a su vez con materiales de tacto suave, calidad y líneas horizontales claramente definidas.
El salpicadero alberga toda la botonería, dividida en dos zonas diferenciadas: la de monitorización y la de control. La verdad es que es un alivio que haya marcas que todavía mantienen los botones físicos en lugar de aglutinar absolutamente todo en una pantalla. Por seguridad, este aspecto es especialmente importante en el caso del climatizador.
La primera zona está centrada exclusivamente en proporcionar la información a los ocupantes de la forma más clara posible, a través de la instrumentación para el conductor y el interfaz HMI con una pantalla de 7 u 8 pulgadas en función del acabado elegido (en este caso es la de 7 pulgadas). LA pantalla es de nueva factura y se encuentra en el centro del salpicadero.
Su manejo resulta fácil, rápido e intuitivo, aunque es cierto que ya se va quedando algo atrás en algunos aspectos respecto al novedoso sistema UVO de la compañía, que ofrece una amplia conectividad. Los amantes de la música pueden encargar un potente equipo JBL que incluye ocho altavoces, un amplificador externo y el sistema de restauración de música Clari-FiTM.
En cualquier caso, en materia de conectividad no podemos tener queja, ya que el sistema es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Algunos acabados cuentan con actualizaciones de tráfico en tiempo real, localización, avisos de controles de velocidad, búsquedas locales, previsiones meteorológicas y carga inalámbrica del smartphone.
Bajo una clara línea que recorre a lo ancho el salpicadero está la zona de control, con una consola central que se extiende hacia abajo y está orientada en 7,2 grados hacia el conductor. Justo por debajo de la zona de control encontramos un hueco portaobjetos que también acoge la entrada USB y las tomas de 12V, seguida de la palanca de cambios y algunos controles.
Uno de los elementos que más han llamado mi atención son los controles situados en la puerta, es decir, los de manejo de los espejos retrovisores y los elevalunas eléctricos. Normalmente es un detalle al que pocas marcas prestan atención incluso en modelos premium, pero Kia ofrece una botonería tan agradable al tacto como a la vista.
Según el nivel de acabado, la consola entre los asientos podrá cambiar el diseño. Los más sencillos tienen un freno de mano tradicional como el de esta unidad de pruebas, mientras que los altos de gama llevan el sistema electrónico con el que se gana en estética al dejar una superficie más limpia. Lo mismo ocurre con otros detalles del interior, como el volante.
Los cinturones tienen ajuste en altura.
En materia de confort y versatilidad, el Sportage también se lo pone difícil a sus rivales, con asientos disminuyen el nivel de vibración, al tiempo que gozan de una estructura más rígida y un nuevo diseño de los muelles y los paneles de espuma, logrando una mayor comodidad a la hora de hacer viajes largos o querer disfrutar de una conducción más ágil.
Respecto a la habitabilidad, ésta sigue destacando en todas las plazas. El espacio para las piernas y la altura para la cabeza son buenos en la segunda fila de asientos, siendo su mayor hándicap la anchura total para que tres adultos viajen cómodamente. Atrás hay salidas de ventilación, toma de 12 V y, en algunos acabados, calefacción para las plazas traseras.
La banqueta trasera es fija, pero el respaldo trasero se puede inclinar desde 23 hasta 39 grados, favoreciendo así a la postura de las piernas y la espalda. Se hace a través de una palanca ubicada en los asientos. El acceso a todas las plazas también es cómodo, aunque es frecuente rozar con el pantalón la carrocería a la altura de los gemelos.
La capacidad de carga varía en función de la mecánica elegida. Veámoslo rápidamente en una sencilla tabla:
Con kit antipinchazos | Con rueda de repuesto | |
Gasolina | 503 litros | 491 litros |
Diésel (no disponibles) | 480 litros | 467 litros |
MHEV | 439 litros | No se puede equipar |
La capacidad del maletero se puede ampliar hasta los 1.492 litros en el mejor de los casos con la segunda fila de asientos abatida (1.480 litros con la rueda). Las formas son muy regulares, el portón amplio y encontramos ganchos para las bolsas. La altura del borde de carga se sitúa a 730 mm del suelo. A mi parecer, falta una trampilla que se comunique con el habitáculo.
Motorización
La gama del Kia Sportage 2020 incluye mecánicas diésel y gasolina. Esta última está formada por los motores 1.6 GDI de 132 CV, en combinación con la caja de cambios manual de seis velocidades; y 1.6 T-GDI de 177 CV. Este último se vende con cambio manual de seis relaciones o automático de doble embrague y siete velocidades, ambos con tracción sencilla o total.
Las mecánicas diésel siempre incluyen el sistema MHEV de hibridación ligera a 48V y 1.6 litros de cilindrada, dejando fuera al anterior 2.0 CRDi de 184 CV. Los interesados pueden optar por variantes con 115 y 136 CV, siendo el más potente el que puede añadir la caja DCT o la tracción total en diferentes configuraciones.
Para la prueba me he decantado por el 1.6 MHEV, un bloque de hierro y aluminio que, con una cilindrada de 1.598 cm³, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable, intercooler y Start/Stop, desarrolla una potencia de 136 CV (100 kW) a 4.000 rpm y un par motor de 242 Nm entre las 2.000 y las 2.250 vueltas.
Como veis, no es un rango de empuje excesivamente amplio, pero lo cierto es que el Sportage se mueve con suficiente brío como para satisfacer a la mayoría de los usuarios, incluso viajando con el coche cargado, que fue como hicimos nuestra prueba. En estas circunstancias, es capaz de mantener la velocidad con solvencia en carretera, con una respuesta eficaz.
Circulando a 120 km/h en sexta velocidad, el motor gira a 2.100 rpm, por lo que en la mayoría de las situaciones no es necesario reducir una marcha para adelantar o ganar algo de velocidad. Además, dispone de unas recuperaciones aceptables a bajas vueltas, por lo que no es necesario circular con el motor revolucionado, salvo en pendientes pronunciadas.
Eso sí, esto penaliza un poco los consumos en carretera. No son elevados, pero es fácil rondar los 6.1 litros en autopista sin ir cargados. En ciudad, circulando con calma, nos moveremos en unos 7.8 litros reales, mientras que el consumo medio tras una semana de pruebas se detuvo en 6.9 l/ 100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 58 litros.
Respecto al cambio manual de seis relaciones, se trata de una transmisión que, a pesar de haber mejorado, me sigue pareciendo algo blando en su tacto, asemejándose al de un urbano. Es adecuado para el uso que le vamos a dar al Sportage, pero su tacto, guiado y precisión podrían haberse afinado más. El tacto de los pedales es cómodo y fácilmente dosificable.
A nivel técnico, el nuevo EcoDynamics+ reduce las emisiones de CO2, completando la demanda de potencia con energía eléctrica desde una batería adicional de 48 voltios y una nueva unidad de arranque-generador Mild-Hybrid. Según Kia, la tecnología EcoDynamics+ ofrece una relación costo-rendimiento muy interesante en comparación con los complejos sistemas híbridos.
La naturaleza compacta de los componentes significa que la tecnología se puede integrar en vehículos existentes sin afectar la practicidad o el diseño. Los sistemas de 48V convierten a los vehículos que los llevan en híbridos a efectos de homologación, lo que viene significando la obtención del ansiado distintivo medioambiental ECO de la DGT en España.
Además, el sistema EcoDynamics + está emparejado con un sistema de reducción catalítica selectiva (SCR), una tecnología de control de emisiones activa, así como a un sistema de recuperación de energía por motor eléctrico. El sistema está controlado por una unidad avanzada que calcula el uso más eficiente de la energía disponible.
La batería de 48V se ubica debajo del piso de la plataforma, minimizando el impacto en la practicidad (aunque pierde maletero).
Conectado por una correa al cigüeñal del motor diésel, el MHSG proporciona hasta 10kW de asistencia de energía eléctrica al tren motriz en modo ‘motor’, reduciendo la carga y las emisiones del propulsor. En el modo ‘generador’, el sistema recupera la energía cinética del vehículo durante la desaceleración y el frenado, recargando de esta forma las baterías.
En el modo ‘motor’, la batería proporciona par adicional al motor para un ligero aumento en el rendimiento durante las fases en las que se produzcan aceleraciones exigentes. En las fases de desaceleración, o al conducir cuesta abajo, el MHSG cambia al modo ‘generador’, recuperando energía del cigüeñal para recargar la batería.
La energía de la batería también se puede utilizar para proporcionar una nueva función ‘Moving Stop & Start’. Si la batería tiene carga suficiente, el motor de combustión se apaga automáticamente durante la desaceleración. El MHSG puede volver a encender sin problemas el motor, en cualquier situación, si el conductor presiona el pedal del acelerador.
El convertidor de CC / CC de la batería de 48V permite que la misma se conecte a la fuente de alimentación de a bordo del vehículo, lo que reduce significativamente el tamaño de la batería convencional. La adopción del MHSG también significa que el motor de arranque puede usarse principalmente a bajas temperaturas debido a que la carga de la batería de 48V ayuda al motor en la mayoría de las condiciones.
Ficha técnica
Version | 1.6 MHEV - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.598 cm³ |
Potencia | 136 CV (100 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 320 Nm @ 2.000 - 2.250 rpm |
Peso | 1.609 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.485 / 1.855 / 1.635 mm |
Volumen Maletero | 439 (1.428) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,2 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,4 segundos (en 3ª velocidad) |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Consumo homologado | 5,5 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 144 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 31.300 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
La puesta a punto del Sportage tras el restyling se mantiene inalterada. Sigue siendo un gran coche para devorar kilómetros, al tiempo que mantiene la carrocería firme cuando nos adentramos en tramos de curvas a un ritmo más ligero. Nada más andar los primeros kilómetros apreciarás que el Sportage se siente ligero y refinado en términos generales.
Hay una total ausencia de vibraciones o crujidos en el interior y culpa de ello la tienen el chasis más rígido de esta generación, que cuenta con nuevos refuerzos (ahora utiliza un 51% de acero reforzado de alta resistencia frente al 18% de su predecesor); un bastidor más afinado y una suspensión multibrazo trasera con nuevos casquillos que aíslan el ruido desde la fuente.
El Sportage monta discos de freno ventilados delante (305 mm) y macizos detrás (302 mm).
Además, hace gala de un uso abundante de material absorbente en todos los pasos de rueda, las puertas y el marco de las ventanas, entre otros, lo que hace que la calidad de rodadura sea mejor que buena incluso a velocidad elevada. La dirección, por su parte, es bastante suave, quizá demasiado, y viene acompañada de un buen diámetro de giro (11 metros entre bordillos).
A pesar de que resulta muy agradable en aparcamientos o a la hora de callejear, es demasiado asistida en algunas situaciones, pero con todo y con eso se mantiene en buena posición respecto a algunos de sus rivales, que ofrecen menor feedback. Por otra parte, en tramos revirados, se nota que su precisión ha aumentado al estar más cerca del eje delantero.
Esto nos permite enlazar curvas a más velocidad de lo que cabría esperar en un modelo de este segmento, transmitiendo al conductor sensaciones más propias de un modelo compacto que de un SUV de tamaño medio. Si bien ofrece reacciones previsibles y naturales, no transmite toda la información necesaria como para poner a prueba su tracción y adherencia.
También contribuyen notablemente al confort de los ocupantes la ausencia de balanceos y el tarado de la suspensión, que se muestra más bien firme pese a mostrar una buena capacidad para filtrar las irregularidades del terreno. Junto con los cómodos asientos delanteros, estamos ante un gran rutero, aunque la sujeción lateral resulta algo escasa en tramos más revirados.
El ángulo de entrada es de 16.8º, el ventral de 17.3º y el de salida de 26.1º. Ofrece control de descenso de pendientes.
Fuera del asfalto, la mayor ventaja con la que juega este Sportage es su elevada altura libre al suelo (172 mm), ya que se va a quedar atascado en aquellas circunstancias en las que se quedaría cualquier otro vehículo con tracción delantera (barro, arena…). Las versiones de tracción total te aportarán un plus de polivalencia y seguridad en conducción off road.
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para el Kia Sportage 2020 se denominan Concept, Drive, Emotion, GT Line Essential y GT Line Xtreme. Desde el más sencillo se incluye de serie el aire acondicionado, llantas de aleación de 16 pulgadas, encendido automático de luces, cuatro elevalunas eléctricos, ordenador de viaje y cierre centralizado con mando.
También de serie son el sistema de sonido, bluetooth, puerto USB, cámara de visión trasera, luces diurnas por LEDs, espejos eléctricos, Android Auto, Apple CarPlay, volante multifunción forrado en piel, barras de techo, control de velocidad, asiento posterior abatible y los paragolpes pintados, entre otros.
El nivel Drive suma el climatizador automático de dos zonas, sistema de navegación, lector de señales de tráfico, alerta de cambio de carril, faros antiniebla, SmartBeam, llantas de aleación de 17 pulgadas, sensor de lluvia, elevalunas eléctricos «One Touch», aviso pre-colisión, espejo interior fotosensible…
El acabado Emotion cuenta, además de lo anterior, con el paquete cromado exterior, tapizado en piel, acceso sin llave, arranque por botón, sensor de parking delanteros, sistema de navegación con pantalla de 8 pulgadas, sistema de sonido JBL, cristales tintados, faros LED, freno de mano eléctrico e instrumentación «supervision», entre otros elementos.
En cuanto a los GT-Line, el más básico Essential posee una dotación parecida al Drive, aunque añade el paquete deportivo exterior, llantas de aleación de 19 pulgadas, acceso/arranque sin llave, freno de mano eléctrico y detalles que realzan la deportividad. El más completo Xtreme suma los faros LED, techo solar, sistema de sonido JBL…
En España, los precios recomendados para la gama del Kia Sportage 2020 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Concept | Drive | Emotion | GT-Line Essential | GT-Line Xtreme |
1.6 GDI 132 CV 6MT 4×2 | 24.700€ | 26.950€ | 30.250€ | – | – |
1.6 T-GDI 177 CV 6MT 4×2 | – | – | – | 32.650€ | 25.400€ |
1.6 T-GDI 177 CV 6MT 4×4 | – | – | – | 34.650€ | 37.400€ |
1.6 T-GDI 177 CV DCT 4×2 | – | – | – | 34.750€ | 37.500€ |
1.6 T-GDI 177 CV DCT 4×4 | – | – | – | 36.750€ | 39.500€ |
1.6 MHEV 115 CV 6MT 4×2 | 27.600€ | 30.300€ | – | 32.200€ | 34.950€ |
1.6 MHEV 136 CV 6MT 4×2 | 28.600€ | 31.300€ | – | 33.200€ | 35.950€ |
1.6 MHEV 136 CV 6MT 4×4 | – | – | – | 35.850€ | 38.600€ |
1.6 MHEV 136 CV DCT 4×4 | – | – | – | 37.950€ | 40.700€ |
- Gran calidad a bordo y buenos ajustes, con acabados bien rematados y materiales de calidad.
- La gama de motores es amplia y ofrece múltiples posibilidades, entre ellas la opción de contar con el distintivo ECO de la DGT.
- Gran equipamiento de serie y variedad de acabados a buen precio con los descuentos.
- Calidad de rodadura elevada tanto en autopista como en tramos de curvas.
- No ofrece muchos opcionales para cada acabado y se aglutinan en paquetes.
- Abuso de las superficies en negro brillante en el interior.
- Consumos algo elevados en esta versión para tratarse de un diésel.
- La luz de marcha atrás y los intermitentes traseros están situados en una posición demasiado baja.