El KIA Sportage es uno de los modelos más exitosos e importantes dentro de la gama del fabricante coreano en todo el mundo. Muchos dicen que es su “niño mimado” y lo cierto es que razón no les falta, pues no hay más que ver el esmero que la compañía ha puesto en la quinta generación del modelo. Hoy probamos el KIA Sportage Híbrido enchufable.
El segmento SUV es uno de los más cotizados en Europa y el número de rivales para el KIA Sportage es difícil de contar con los dedos de las manos. Por eso, en 2022 KIA ha mejorado un producto excelente en calidad, precio y equipamiento. Añade mejoras interesantes en materia de equipo, retocando las mecánicas e introduciendo cambios significativos en diseño.
El resultado es un Sportage más eficiente, aerodinámico, tecnológico, llamativo, cuidado y, sobre todo, más placentero de conducir. Es, sin duda, una de las mejores opciones que podemos encontrar en el segmento SUV de este tamaño. Podrá o no gustarte su exterior, pero su puesta a punto y su oferta de equipamiento y mecánica son de lo mejor del mercado.
Por precio, es una de las alternativas más populares, especialmente con las ofertas que lanza la marca. Como rivales destacables cabe mencionar el Opel Grandland, el Ford Kuga, el Lynk&Co 01, el Nissan Qashqai, el Renault Kadjar, el SEAT Ateca, el Volkswagen Tiguan, el Peugeot 3008, el Škoda Karoq, el Hyundai Tucson o el Toyota RAV4.
Diseño exterior
El exterior del nuevo KIA Sportage ha sido diseñado para establecer nuevos límites de diseño. Por ese motivo cuenta con una espectacular presencia en las carreteras y sus proporciones y líneas están bien estudiadas. En el frontal nos encontramos una gigantesca parrilla en negro brillante que presume de un detalle cromado central.
El nuevo logo de la marca se encuentra justo encima del capó. A media altura nos topamos con el portamatrículas, ubicado junto a la línea de sensores de aparcamiento. Está justo encima de una entrada de aire inferior que equipa el radar frontal en posición central. En la parte inferior encontramos un protector del ángulo de ataque.
Los faros Full LED con luz diurna en forma de boomerang se encuentran en los extremos. Dotan al ya de por si atrevido frontal de una imagen más moderna y alumbran realmente bien. En el lateral contamos con superficies cóncavas y convexas que nos dan luz y acompañan a varios nervios que hacen que el modelo parezca más musculoso alto en la parte posterior.
La tapa del punto de carga está en la aleta trasera del lado del pasajero.
La superficie de las puertas queda limpia de ornamentaciones. Vemos varios detalles en negro brillante en las puertas y los arcos de las ruedas. Los cristales posteriores también son tintados. Hay tamaños de llantas de aleación de 17, 18 o 19 pulgadas. En este caso equipan unos neumáticos Michelin Primacy 4 en dimensiones 235/50 R19 103 V XL.
Cabe destacar que la superficie acristalada es amplia y ofrece buena visibilidad. Las dimensiones del nuevo Sportage destacan por una compacta distancia entre ejes de 2.680 mm. Se unen a una anchura de 1.86 metros, una longitud de 4.51 metros y una altura de 1.65 metros. El ancho de vías es de 1.615 mm en el eje delantero y 1.622 mm en el trasero.
La parte trasera es puro atrevimiento y toma mucho del buque insignia de los eléctricos, el EV6. En la parte central encontramos el logo de la marca, justo debajo de un arco en negro brillante que une los dos pilotos traseros con tecnología LED. En la parte inferior volvemos a ver una batería de sensores de aparcamiento bajo el espacio reservado a la matrícula.
Se encuentra todo rematado en negro brillante. La parte más baja cuenta con una protección cromada a la altura de las luces antiniebla y los catadióptricos. Sobre el techo puede equipar un cristal panorámico practicable de manera eléctrica. Respecto a la gama de colores, se componen de 11 tonalidades. En este caso vemos el Penta Metal.
Diseño interior
Si el exterior te ha impresionado, una vez te subas al nuevo KIA Sportage te darás cuenta del salto de calidad que ha llevado a cabo la marca en los últimos años. El planteamiento del diseño interior revela un espacio orientado al conductor. Este juega con un carácter atrevido, la suavidad en las texturas y la innovación en la tecnología.
Los asientos son muy cómodos y cuentan con un diseño minimalista muy moderno casi de una pieza. Ofrecen unos reposacabezas regulables y ergonómicos, así como muchas comodidades. Podemos equipar regulación eléctrica, ajuste lumbar, calefacción y ventilación. También el volante es calefactable en este acabado.
Las manos se posan sobre un volante minimalista y multifunción ligeramente achatado. Justo detrás encontramos un panel de instrumentos totalmente digital acompañado de una enorme pantalla central de infoentretenimiento. El sistema de infoentretenimiento de alta tecnología incluye pantallas dobles de 12,3 pulgadas.
La tecnológica pantalla táctil y el avanzado controlador integrado actúan como centro neurálgico para que conductor y pasajero controlen las funciones de conectividad, funcionalidad y usabilidad. Ambos sistemas han sido creados para ser fáciles de utilizar, muy intuitivos y suaves al tacto. Lo cierto es que no admiten tacha en este sentido, ni en gráficos.
El cuadro de instrumentos está equipado con una pantalla de cristal líquido TFT de última generación, que genera unos gráficos increíblemente precisos y claros. Podemos personalizar su apariencia al gusto o mediante la selección de modos de conducción. A pesar de que KIA ha reducido los botones físicos, la marca ha creado un sistema a media altura del salpicadero.
Este nos permite acceder a todas las funciones de navegación y climatización gracias a la permuta de la botonera digital. El túnel de transmisión acoge varios huecos portaobjetos. Tampoco faltan el botón de arranque, el dial de la transmisión, el reposabrazos, el cargador inalámbrico para smartphone de 15 W y varios botones.
Lo que no me ha gustado es el abuso de plástico negro brillante. Cuando es nuevo, este plástico luce muy bien, pero conforme pasan los días, las marcas e imperfecciones aparecen por todas partes. Las plazas traseras son cómodas y ofrecen espacio para tres personas, aunque solo dos irán cómodas, con un espacio para las piernas sobresaliente.
Los respaldos son abatibles y reclinables. Las plazas, además de tener acceso al sistema de climatización mediante unas salidas de aire laterales, también tienen acceso a varios USB. Frente a los ocupantes delanteros se encuentra un salpicadero con una arquitectura esbelta y minimalista. Este acentúa la notable sensación de amplitud en el habitáculo.
El Kia Sportage ofrece un diseño interior inteligente, flexible y con abundantes espacios de almacenamiento.
Los materiales de absorción acústica en el suelo, los pasos de rueda, las puertas, el portón trasero reducen el ruido de rodadura y aerodinámico. Crean un espacio tranquilo y sereno para todos los ocupantes. El parabrisas acústico y el cristal de las puertas mejoran aún más el confort del viaje.
Este Sportage PHEV ofrece 955 mm de espacio para las piernas de los pasajeros de la segunda fila (996 mm en otras versiones). El espacio para la cabeza en la parte trasera llega a 998 mm. La capacidad del maletero es de 540 litros en el PHEV. Para maximizar la comodidad, los asientos traseros se pueden abatir en una proporción de 40:20:40.
Esto permite que el espacio de carga llegue a 1.715 litros en este caso. Es posible abatir los asientos traseros con solo tirar de una palanca. Esta funcionalidad inteligente es de serie en todos los Sportage desarrollados para Europa. Por último, cabe destacar que el borde de carga se sitúa a 720 milímetros del suelo.
Motorización KIA Sportage Híbrido enchufable
La gama arranca con el gasolina 1.6 TGDI de 150 CV como escalón de acceso. En un punto intermedio quedan los 1.6 TGDI MHEV 48V de 150 y 180 CV de potencia. Culmina la gama el híbrido 1.6 TGDI HEV de 230 CV. En diésel están los 1.6 CRDI de 115 CV y el 1.6 CRDI MHEV de 136 CV. Hay opciones 4×2 y 4×4.
El nuevo Kia Sportage PHEV combina un motor de gasolina 1.6 TGDI con otro eléctrico para conseguir una potencia total de 265 CV. La caja de cambios elegida es automática con seis velocidades y posee tracción total a las cuatro ruedas. Es por tanto la misma motorización que encontrarás en el Sorento o en el Hyundai Tucson.
La batería que incluye el recién llegado tiene una capacidad de 13,8 kWh. Se pueden recorrer unos 70 km según el ciclo de homologación WLTP. El cargador de abordo posee una potencia máxima de 7,4 kW y necesita un tiempo de 1,8 horas para una carga completa (5,5 horas a 2,3 kW). Posee la etiqueta CERO emisiones de la DGT.
En concreto, el Sportage híbrido enchufable combina un motor gasolina de cuatro cilindros con 179 CV (132 kW) a 5.500 rpm y 265 Nm de par entre las 1.500 y las 4.500 rpm; y un propulsor eléctrico de 91 CV (66,9 kW) y 304 Nm. Como os decía, eroga una potencia total de 265 CV (195 kW) y 350 Nm de par.
El sistema de parada y arranque Intelligent Stop & Go (ISG) está equipado de serie en todas las versiones.
Es la versión más potente, pero también la más pesada (1.905 kg). Debido a ello, las prestaciones son muy parejas a otras versiones menos potentes. Pese a ello, este conjunto mecánico es más que suficiente para mover con soltura al Sportage incluso circulando cargados. Eso sí, en ningún caso nos pega al asiento.
Es muy progresivo en su aceleración. Para que os hagáis una idea, en cifras, alcanza los 100 km/h desde parado en 8,2 segundos. Recupera de 80 a 120 km/h en 4.7 segundos entre marchas y declara una velocidad punta de 191 km/h (135 km/h en eléctrico). Son cifras muy parejas a las del HEV pese a tener un motor eléctrico más potente.
La respuesta al acelerador es siempre rápida, aunque no haya carga en la batería. Esto nos aporta un plus de confianza a la hora de adelantar o hacer salidas rápidas en las intersecciones. Además, podemos encontrar dos modos de conducción que modifican, discretamente, la sensibilidad del acelerador entregando la potencia: Eco y Sport.
Lo que no podemos modificar es el nivel de retención de la frenada regenerativa. Las levas ubicadas tras el volante solo actúan sobre la caja de cambios automática de doble embrague y seis relaciones. La retención no resulta especialmente acusada al levantar el pie del acelerador, lo que lo hace muy cómodo.
Arranca siempre en modo eléctrico, aunque existe un selector para modificar la gestión del sistema (en función del nivel de carga, claro). Podemos elegir entre conducción eléctrica, híbrida o automática. Lo que no tenemos es un modo específico que mantenga el nivel de carga o que nos permita recargar la batería con el motor de combustión.
Destaca en este modelo un buen aislamiento de la mecánica, que suena muy natural. Es perceptible en aceleraciones fuertes, pero no resulta molesta y queda bien disimulada. La gestión de la transmisión automática es cómoda y las transiciones entre marchas son prácticamente imperceptibles. Eso sí, estira bastante el régimen.
Sube por encima de las 2.000 rpm y, en algunas ocasiones, mucho más arriba. En este sentido, el XCeed PHEV me pareció más satisfactorio. De igual forma, creo que este último hace una gestión más eficaz del potencial eléctrico, lo que también se traduce en unos consumos bastante más bajos en todas las situaciones.
En el XCeed entra menos en acción el motor de combustión en las mismas situaciones.
También satisfactoria es la entrada en funcionamiento del motor de gasolina. Gran trabajo por parte de KIA en este sentido. Para cambiar de marcha podemos recurrir a las levas ubicadas tras el volante, ya que el selector redondo de la consola central no tiene modo secuencial. Circulando a 120 km/h en sexta velocidad, el motor gira a 2.400 rpm.
Respecto a los consumos, KIA homologa un combinado de 1,1 l/100 km. En una conducción real, aprovechando las capacidades de la batería, he logrado obtener 6,9 litros en autopista. Sin batería y con una orografía desfavorable, no es difícil superar los 7 litros holgadamente. En ciudad, sin batería, rondamos estas mismas cifras.
Con la batería cargada, en ciudad podemos movernos de manera totalmente eléctrica. Frente a los 70 km en eléctrico que homologa KIA, he conseguido hacer 61 km en entornos urbanos e interurbanos, una buena cifra. Tras la semana de pruebas la media fue de 5,1 l/100 km. El depósito de combustible tiene 42 litros de capacidad.
Version | PHEV 1.6 T-GDI Tech - 4 cilindros en línea + eléctrico |
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Cilindrada | 1.598 cm³ |
Potencia | 265 CV (195 kW) |
Par | 350 Nm |
Peso | 1.905 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.515 / 1.865 /1.645 mm |
Volumen Maletero | 540 (1.715) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,2 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,7 segundos |
Velocidad máxima | 191 km/h |
Consumo homologado | 1,1 l/100 km en ciclo combinado |
Autonomía eléctrica | 70 kilómetros WLTP |
Emisiones CO2 por km | 25 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | Cero |
Precio de partida | 48.980 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento KIA Sportage Híbrido enchufable
La puesta a punto del Sportage sigue siendo una de las más equilibradas del segmento. Es un gran coche para devorar kilómetros, al tiempo que mantiene la carrocería firme cuando nos adentramos en tramos de curvas a un ritmo más ligero. Nada más andar los primeros kilómetros apreciarás que el Sportage se siente ligero, pero también aplomado.
Hay una total ausencia de vibraciones y la insonorización es buena, salvo a nivel aerodinámico a alta velocidad. La nueva generación presume de un chasis más rígido, nuevos refuerzos y materiales, un bastidor más afinado y una suspensión independiente en las cuatro ruedas. Recurre a un sistema McPherson delante y a un sistema multibrazo detrás.
Los amortiguadores son de dureza fija, pero en opción se ofrecen unos de dureza variable para el GT-Line con tracción a las cuatro ruedas.
En términos generales, filtra bien las irregularidades del asfalto y el mayor peso de la batería más grande apenas se aprecia. No es el más cómodo ni el más ágil del segmento, pero está bien equilibrado y los asientos dan buen agarre. Los balanceos no son acusados, con cambios de trayectoria más bien rápidos.
Además, hace gala de un uso abundante de material absorbente en todos los pasos de rueda, las puertas y el marco de las ventanas. Esto hace que la calidad de rodadura sea muy buena incluso a velocidad elevada. La dirección, por su parte, es bastante suave, quizá demasiado. Viene acompañada de un buen diámetro de giro (10,92 metros entre paredes).
A pesar de que resulta muy agradable en espacios estrechos, es demasiado asistida al buscar los límites. Con todo y con eso, se mantiene en buena posición respecto a algunos de sus rivales, que ofrecen menor feedback. Por otra parte, en tramos revirados, se nota que su precisión ha aumentado. En todo caso, su enfoque es el confort, así que cumple con nota.
Cabe destacar que el Sportage nos brinda reacciones previsibles y naturales. Sin embargo, los sistemas de asistencia y seguridad actúan con excesiva contundencia para mi gusto. El modelo cuenta con multitud de ellos y lo cierto es que me han parecido extremadamente intrusivos y muy molestos al practicar una conducción algo más dinámica. Pueden desactivarse.
Fuera del asfalto, la mayor ventaja con la que juega el Sportage es su elevada altura libre al suelo de 170 mm (-2 mm). Mejora algunas cotas, pero no es la mejor opción para salir del asfalto en versiones con tracción delantera. Las versiones de tracción total sí que te aportan un plus de polivalencia y seguridad en conducción off road.
En el nuevo Sportage, el ángulo de entrada es de 17º, el ventral de 16,7º y el de salida de 26.4º. También ofrece control de descenso de pendientes. Por último, mencionar que monta discos de freno ventilados delante (320 mm) y macizos detrás (300 mm). Su tacto es agradable y fácil de dosificar, sin que se aprecie en exceso la presencia de la frenada regenerativa.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad vemos el sistema de advertencia de colisión frontal con detección de peatones, ciclistas y vehículos; detección de tráfico en dirección contraria, visión del entorno, aviso de ángulo muerto, límite de velocidad inteligente, control de crucero inteligente con función Stop&Go, mantenimiento de carril…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado del nuevo KIA Sportage PHEV mantienen las conocidas denominaciones Drive, Tech y GT-Line. Desde el básico ya cuentan con alerta de carril, control de crucero, encendido automático de luces, luces diurnas por LEDs, cámara de visión posterior, sensores de aparcamiento traseros y asistente al arranque en cuestas.
También de serie cuenta con aire acondicionado, cuatro elevalunas eléctricos, cierre con mando, espejos térmicos, ordenador de viaje, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas, radio DAB, bluetooth, USB, Apple CarPlay, Android Auto y llantas de aleación de 17 pulgadas, además de una fuerte carga en materia de seguridad y asistencias.
Esta terminación Drive añade a lo anterior el climatizador automático tres zonas, pilotos traseros LED, navegador integrado, lector de señales de tráfico, asistente de carril, sensor de lluvia, Smartbeam, frenada automática en ciudad, aviso pre-colisión, espejos plegables, detector de fatiga, peatones y ciclistas, faros antiniebla, etcétera.
El nivel Tech suma el tapizado mixto tela/piel, acceso sin llave, arranque por botón, sensores de parking delanteros, freno de mano eléctrico, llantas de aleación de 19 pulgadas, cargador de móvil por inducción, sistema multimedia con pantalla de 12.3 pulgadas con conectividad ampliada, cristales tintados y asientos calefactables, entre otros elementos.
Por último, el nivel GT-Line, tope de gama, posee el paquete deportivo exterior, portón automático, llantas de aleación de 19 pulgadas, control de objetos en ángulo muerto, sistema de visión 360º, techo solar panorámico doble, cortinilla eléctrica, retrovisores en negro lacado, sistema de sonido de alta calidad, asientos ventilados, tapizado en piel…
Respecto a los precios de la gama KIA Sportage PHEV 2022, partimos de 46.080 euros para el acabado Drive. La cifra final puede elevarse hasta los 54.780 euros en el caso del GT-Line. En el caso de esta unidad con acabado intermedio Tech, hablamos de 48.980 euros. Todos los precios son sin descuentos, promociones ni opciones.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
La nueva generación del Kia Sportage es muy superior a su predecesor en todos los aspectos. Ahora estamos ante un Sportage de gran impacto visual, con una calidad y un confort superiores, así como con una oferta mecánica muy variada y eficiente que se adapta a prácticamente todos los gustos. Como puntos fuertes, mantiene una buena relación equipamiento-precio.
Lo bueno
- Buen equilibrio en la apuesta a punto. No destaca en ningún aspecto, pero cumple con nota.
- Elevado nivel de calidad y tecnología.
- Buena autonomía eléctrica real entre 60 y 70 km.
- La gama de motores es amplia y ofrece múltiples posibilidades.
- Gran equipamiento de serie y variedad de acabados a precio razonable con los descuentos.
- Disponibilidad pese a la crisis de los microchips.
Lo mejorable
- No ofrece muchos opcionales para cada acabado y se aglutinan en paquetes.
- Abuso de las superficies en negro brillante en el interior.
- Consumos elevados de media en carretera y sin batería.
- Pierde capacidad de maletero en el PHEV y espacio para las piernas en la segunda fila (aunque no excesivos).
- Algunos sistemas de asistencia a la conducción son excesivamente intrusivos.
- Ciertos plásticos tienen una apariencia que desmerece el buen trabajo que han realizado en el resto del coche.