El renacer de la compañía italiana en España arranca con el nuevo Lancia Ypsilon. Tras desaparecer de la esfera internacional y acotar sus ventas al mercado italiano, el Grupo Stellantis ha optado por un lavado de cara completo y una prometedora gama para el icónico fabricante de automóviles. Hoy probamos el Lancia Ypsilon Ibrida LX.
No es ningún secreto que el Ypsilon es “más de lo mismo” dentro de Stellantis. Comparte la plataforma CMP con los Opel Corsa y Peugeot 208; así como los sistemas de impulsión con estos y otros muchos modelos del Grupo. Pese a ello, se distinguirá por un diseño claramente diferenciado, así como una atmósfera interior más premium.
Digamos que quieren convertirlo en una especie de DS con esencia italiana, en lugar de francesa. Hoy vamos a analizar si les ha salido bien la jugada. El Lancia Ypsilon se ofrece, por ahora, en versión eléctrica y micro híbrida. Pronto llegará el potente HF, también eléctrico, y no descartamos que más adelante se pueda sumar algún otro motor a la oferta.
Son rivales del nuevo Ypsilon modelos como los Dacia Sandero, SEAT Ibiza, Hyundai i20, MG3 Hybrid+, Fiat Grande Panda, Citroën C3, Mitsubishi Colt, Toyota Yaris, Suzuki Swift, Mazda2, Škoda Fabia y Renault Clio, entre otros. Por precio, se encuentra en una posición intermedia en el segmento, pero por encima de los Opel Corsa y Peugeot 208.
Diseño y calidad
La carrocería del nuevo Lancia Ypsilon cuenta con numerosos detalles que nos recuerdan al pasado de la marca. Es el caso de la reinterpretación de la parrilla histórica, que se complementa con tres rayos de luz LED que abrazan el logotipo de la compañía. En los extremos del frontal se ubica la iluminación principal, que es full LED.
La vista lateral contrasta por la posibilidad de pintar el techo en negro en este acabado. Podemos ver esta tonalidad en los pilares, la parrilla, las llantas de aleación de 17 pulgadas, los pasos de rueda, los espejos exteriores y el portón del maletero. El tirador de las puertas traseras se ubica en el grueso pilar C, junto a logotipo de la compañía.
También en la zaga cobra protagonismo la denominación ‘Lancia’ sobre una banda negra. Esta une unos redondeados faros LED inspirados claramente en el icónico Stratos. Es uno de los aspectos que más personalidad le dan al modelo. Tampoco falta un marcado alerón sobre la luna posterior y un marcado paragolpes que resalta la horizontalidad.
Para el exterior hay cuatro colores y cinco opciones bitono. Aquí vemos el Verde Giada con techo negro. Si pasamos al interior, vemos que Lancia ha puesto énfasis en las características de diseño únicas. Es el caso del sistema multimedia SALA (Sound Air Light Augmentation), el orbe iluminado del control por voz o la mesa de la consola central.
Pensada para dejar objetos durante nuestros trayectos, solo va forrada en la edición Cassina. Esto es bastante molesto, porque los objetos se van moviendo e incluso pueden salir volando en maniobras bruscas. La carga inalámbrica del smartphone sí tiene base de goma. Por otra parte, dificulta el acceso a algunos lugares como las tomas USB-C.
La calidad a bordo sigue la línea de sus hermanos de Stellantis, pese a tener detalles y texturas más llamativos. Los ajustes son buenos, el tacto de materiales agradable y las zonas acolchadas se combinan con plásticos rígidos. Salvo en el Cassina, no consideramos que el Ypsilon tenga un nivel de calidad superior a, por ejemplo, un Peugeot 208.
Lancia ha querido asemejar el interior a un salón italiano.
No faltan dos pantallas de 10,25 pulgadas para la instrumentación personalizable y el equipo de infoentretenimiento. Tienen un buen funcionamiento en fluidez, usabilidad, gráficos y resolución, pero sin destacar en el segmento ni para bien ni para mal. En equipamiento puedes ver sus funcionalidades. Lo que sí nos gusta es que los controles del climatizador queden fuera.
Habitabilidad y maletero
El Lancia Ypsilon no es un modelo que destaque por espacio interior. Las plazas delanteras son amplias y ofrecen un número correcto de huecos portaobjetos. En ellas lo más destacable son los asientos, que tienen un mullido muy cómodo y un tapizado particular. Esta misma característica puede trasladarse a la segunda fila de asientos.
La postura de conducción es fácil de encontrar por los múltiples ajustes que ofrecen volante y asientos. Eso sí, la ergonomía es mejorable en algunos aspectos, como hemos comentado. Además, los cinturones no tienen ajuste en altura. El acceso es más cómodo delante que detrás, pues el ángulo de apertura y el espacio que dejan las puertas son limitados.
Lo menos destacable en la segunda fila es la anchura, por lo que solo cuatro adultos viajarán con comodidad. Tampoco brillan el espacio para las piernas y la altura al techo para quienes midan más de 1,80 metros de alto. En las plazas posteriores, tenemos algunas comodidades como tomas USB-C, revisteros en los respaldos y huecos en las puertas.
El maletero tiene una capacidad de 352 litros (309 litros el EV). En ambos casos se trata de un buen dato en el segmento, mejor que los Corsa y 208. Puede ampliarse abatiendo el respaldo de la segunda fila (60:40). En el espacio de carga hay argollas, perchas e iluminación. El portón es manual y el borde de carga queda a 710 mm del suelo.
Motorización Lancia Ypsilon Ibrida
El Lancia Ypsilon se ofrece con una mecánica ‘Ibrida’ micro híbrida de 100 (74 kW); así como una versión ‘Elettrica’ eléctrica con 156 CV (115 kW). La primera se beneficia del distintivo ambiental ‘ECO’ de la DGT y, la segunda, de la pegatina cero emisiones. En esta ocasión hemos elegido la opción mild hybrid, una alternativa más polivalente.
Si bien los 100 CV (74 kW) y 205 Nm de par motor pueden parecer, en un primer momento, algo justos, lo cierto es que hablamos de un conjunto bastante elástico y solvente. Es cierto que no resulta tan refinado como el eléctrico, pero la rumorosidad y las vibraciones tampoco son especialmente molestas en ninguna circunstancia.
Este año llegará el Lancia Ypsilon HF eléctrico con 240 CV.
El Lancia Ypsilon Ibrida ofrece una aceleración progresiva, pero eficaz si pisamos a fondo. En cifras, declara un 0 a 100 km/h en 9,3 segundos. La aceleración de 80 a 120 km/h se completa en 6,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 190 km/h. Como ves, unos números más que razonables tanto en ciudad como en autopista.
Cabe destacar que el modelo nos ofrece tres modos de conducción. Son los habituales Normal, Eco y Sport. Actúan sobre diversos parámetros del vehículo como la respuesta del acelerador o la gestión de la transmisión. En la práctica, las diferencias entre ellos no son muy notables. El mayor salto se da, como cabría esperar, entre los Eco y Sport.
Al igual que ocurre en el resto de los modelos de Stellantis, la labor del motor eléctrico y la pequeña batería es testimonial. Apenas son capaces de mover el Ypsilon en modo eléctrico durante un kilómetro por debajo de 30 km/h. Su utilidad se limita a maniobras como aparcar y, por supuesto, a disfrutar de los beneficios del distintivo ambiental ECO.
Lo que sí está muy presente durante la conducción es la frenada regenerativa. Por debajo de 50 km/h retiene mucho el coche al levantar el pie del acelerador, encendiendo incluso las luces de freno. En autopista es menos acusada, pero suprime por completo el avance por inercia, lo cual no termina de convencer. No puede desactivarse.
Respecto al cambio automático de doble embrague y seis velocidades, ofrecer una suavidad y una rapidez acordes a una conducción tranquila. Si se le exige una rapidez adicional, como al pisar a fondo el acelerador, es más perezoso. En modo manual, utilizando las levas, tampoco es especialmente rápido. Personalmente, me gusta más el EAT8.
Por último y, respecto a los consumos, Lancia declara un combinado WLTP de 4,5 l/100 km. En una conducción real, el Ypsilon se ha movido en el entorno de los 5,5 litros por autopista, bajando de los 5 l/100 km en vías interurbanas. Ronda los 7,0 litros en ciudad. El consumo combinado tras la semana de pruebas ha sido de 5,9 l/100 km.
Comportamiento Lancia Ypsilon Ibrida
Stellantis ha llevado a cabo algunos ajustes en el chasis para diferenciar el Lancia Ypsilon de los Corsa y 208. Concretamente, tenemos un ajuste específico en la suspensión y la dirección, sumando vías 24 mm más anchas. En conjunto, la sensación que transmite es de estar a medio camino entre los modelos antes mencionados.
El Peugeot nos parece el más ágil y directo, gracias en buena parte a su pequeño volante, aunque no tan cómodo como el Corsa. Por su parte, el Lancia se siente algo más estable y prácticamente igual de cómodo que el Opel, sin llegar a la agilidad del modelo galo. En cualquier caso, son detalles que la mayoría del público quizá no aprecie.
Lo importante es que se trata de un utilitario manejable y sencillo de conducir. Especialmente en la ciudad, donde ofrece una correcta visibilidad, muchos ADAS, unas dimensiones ajustadas y un diámetro de giro de 10,36 metros entre bordillos. En suma, la dirección resulta cómoda para maniobrar y las imágenes de las cámaras son buenas.
Consideramos que también ofrece un resultado satisfactorio en autopista, tanto por insonorización como por calidad de rodadura. Quizá no es el mejor en este aspecto, pero brinda gran confort y buen aplomo y estabilidad para viajar. La suspensión tiene un ajuste intermedio, filtrando bien la mayoría de las irregularidades del asfalto.
Únicamente en resaltos urbanos o movimientos rápidos de las ruedas muestra unas sacudidas más marcadas a los ocupantes, pero sin llegar a ser molestas. Adicionalmente, en tramos de curvas el chasis y las suspensiones contienen bien la carrocería. Los cambios de trayectoria son medianamente ágiles y no hay balanceos acusados.
Podríamos decir que es un coche que destaca por su equilibrio, con buena sensación de control al volante al aumentar el ritmo y reacciones seguras ante maniobras bruscas. Por último y en cuanto al equipo de frenado, este cumple de manera correcta su función, sin nada que destacar. Además, el tacto del pedal no requiere de un período de adaptación.
Equipamiento
Los acabados disponibles se denominan Base, LX y Cassina. Desde el más sencillo tenemos faros Full LED, Smartbeam, espejo interior fotosensible, freno de mano eléctrico, climatización automática, llantas de acero en 16 pulgadas, cierre centralizado con mando a distancia, cuatro elevalunas y espejos eléctricos, reposabrazos central delantero…
Otros elementos de serie son el asiento posterior abatible por partes, volante con ajuste horizontal y vertical, instrumentación digital de 10.25 pulgadas, lunas tintadas y arranque sin llave. El sistema de infoentretenimiento con pantalla de 10.25 pulgadas cuenta con Apple CarPlay y Android Auto, radio DAB, seis altavoces y toma USB-C frontal.
En materia de asistencias de seguridad y ADAS encontramos sensores de aparcamiento traseros, detector de fatiga, frenada de emergencia con detección de ciclistas y peatones, alerta y asistente de carril involuntario, lector de señales de tráfico, asistente al arranque en cuestas, control de presión de neumáticos, anclajes ISOFIOX detrás, regulador de velocidad…
Los Ypsilon más equipados incluyen acceso y arranque sin llave, llantas de 17 pulgadas, control de crucero adaptativo, cámara trasera, detector de ángulo muerto, cristales sobretintados, asientos térmicos con regulación eléctrica (para el conductor), pack LED iluminación interior, tres USB-C, asistente de voz, cargador inalámbrico de smartphone, entre otros.
Ficha técnica
Dimensiones y capacidades | |
Largo | 4.075 mm |
Ancho | 1.755 mm |
Alto | 1.435 mm |
Batalla | 2.537 mm |
Vía delantera | 1.515 mm |
Vía trasera | 1.515 mm |
Capacidad maletero | 352 litros |
Peso | 1.282 kilos |
Datos técnicos | |
Neumáticos delanteros | Michelin Primacy 4 – 205/45 R17 88H |
Neumáticos traseros | Michelin Primacy 4 – 205/45 R17 88H |
Suspensión delantera | McPherson |
Suspensión trasera | Eje rígido |
Barra estabilizadora | Delante |
Frenos delanteros | Discos ventilados (283 mm) |
Frenos traseros | Discos macizos (249 mm) |
Diámetro de giro entre bordillos | 10,36 metros |
Datos mecánicos | |
Motor de combustión | 3 cilindros en línea |
Cilindrada | 1.199 cm³ |
Potencia motor de gasolina | 74 kW (101 CV) @ 5.500 rpm |
Par motor de gasolina | 205 Nm @ 1.750 rpm |
Potencia motor eléctrico | 21 kW (29 CV) |
Par motor eléctrico | 55 Nm |
Capacidad batería bruta/útil | 0,89 / 0,43 kWh |
Transmisión | Doble embrague 6 velocidades |
Tracción | Delantera |
Aceleración (0-100 km/h) | 9,3 segundos |
Aceleración (80-120 km/h) | 6,9 segundos |
Revoluciones motor a 120 km/h | 2.100 rpm |
Vel. Máxima | 190 km/h |
Consumo WLTP combinado | 4,5 l/100 km |
Consumo real combinado | 5,9 l/100 km |
Emisiones CO2 | 103 g/km de CO2 |
Distintivo ambiental | ECO |
Capacidad depósito | 44 litros |
Seguridad y precio | |
Puntuación EuroNCAP | 4 estrellas de serie |
Precio mín (gama sin desc. /extras) | 23.900 euros |
Precio máx. (gama sin desc./extras) | 39.500 euros |
PVP unidad probada sin opcionales | 26.900 euros |
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
El Lancia Ypsilon es una alternativa interesante para aquellos que valoren el diseño italiano y la diferenciación dentro de la categoría de utilitarios. Similar a otros modelos del segmento B de Stellantis, comparte con estos arquitectura y motores eléctrico y micro híbrido. Casi idéntico a ellos es también la dotación y el precio, quedándose en un escalón intermedio frente a sus rivales.
Lo bueno
- Diseño cargado de personalidad.
- Capacidad de maletero en todas las versiones.
- Asientos muy cómodos por mullido.
- Buen aplomo, estabilidad y confort en carretera.
- Equilibrada combinación mecánica. Potencia adecuada con buenos consumos y pegatina ECO.
Lo mejorable
- Acceso y espacio en la segunda fila de asientos algo justos.
- La mesa de la consola central no es especialmente práctica ni ergonómica.
- Poca diferenciación dentro de los utilitarios de Stellantis en muchos aspectos.
- Reducida gama mecánica.
- Frenada regenerativa no desactivable y que elimina el avance por inercia.