El nuevo Mercedes-Benz GLC es un modelo que llega totalmente renovado, pero no una nueva generación. Las novedades sitúan al modelo en un nuevo punto de partida. Viene con más equipamiento, refinamiento, tecnología y, por supuesto, un precio algo más elevado. Hoy nos ponemos al volante del Mercedes-Benz GLC 220 d 4MATIC.
El GLC llegó en su día para sustituir al desafortunado GLK ¡Y vaya cambio! Ahora es uno de los vehículos de su segmento más demandados en todo el mundo. Además, también se trata de uno de los coches de la marca de mayor éxito. Su principal baza es el diseño, pero tiene otros muchos argumentos para conquistar a los usuarios.
Para lograr el éxito en España, ha sido clave ofertar una gama de motores muy bien adaptada a las necesidades de los usuarios. No se han dejado fuera ni los diésel y gasolina mild hybrid ni los híbridos enchufables, que cada vez tienen mayor tirón. Gracias a ello, toda la oferta contempla distintivos ambientales ECO y CERO de la DGT.
Por precio, se sitúa por encima de muchas de sus alternativas. Entre sus rivales destacan los Alfa Romeo Stelvio, Audi Q5, Lexus NX, BMW X3, Volvo XC60, Jaguar F-PACE y Mazda CX-60. El equipamiento de serie es ahora más completo, pero la lista de opcionales sigue siendo extensa. Los NX y CX-60, por ejemplo, tienen más equipo de serie.
Diseño exterior
El nuevo GLC se revela a primera vista como miembro de la familia SUV de Mercedes-Benz. El equipamiento de serie incluye la línea AVANTGARDE Exterior con paquete cromado. Entre los aspectos más destacados del diseño se encuentran los nuevos faros LED High Performance, que nacen directamente de la nueva parrilla.
Estos acentúan la anchura del frontal. En opción pueden equipar Digital Light y ser adaptativos. La calandra incluye por primera vez un marco cromado y una lama deportiva en color gris mate con elementos de adorno cromados. La línea AMG-Line suma una calandra del radiador Mercedes-Benz Pattern con la estrella integrada.
Los faros Digital Light son una auténtica pasada y muy recomendables si viajas de noche. Implementan funciones completamente nuevas, como la proyección de líneas auxiliares o símbolos de advertencia sobre la calzada:
- Advertencia de zonas de obras reconocidas, con proyección del símbolo de una excavadora sobre la calzada
- Advertencia de la presencia de peatones en el arcén y marcado con un foco de luz
- Indicación de la existencia de semáforos, señales de STOP o señales de dirección prohibida mediante la proyección de un símbolo sobre la calzada
- Ayuda al circular por carreteras con carriles más estrechos de lo habitual (zonas de obras) mediante proyección de marcas de guiado sobre la calzada.
Su funcionamiento es sencillamente sublime. DIGITAL LIGHT posee en cada faro un módulo de iluminación con tres LED de alta potencia y 1,3 millones de espejos, que reflejan y refractan la luz. Cada vehículo alcanza una definición mayor de 2,6 millones de píxeles.
En el extremo inferior vemos una nueva toma de aire central y dos entradas en los extremos. No faltan los sensores de aparcamiento perímetrales y, en esta unidad, la línea AMG exterior que dota al GLC de unos paragolpes y unas taloneras más prominentes y deportivas. Si buscas un toque más dinámico, desde luego que es un acierto.
A partir de la línea AMG Line se ofrecen por primera vez ensanchamientos de los pasarruedas del color del vehículo. Estos elementos subrayan en calidad de equipo opcional el cariz deportivo de la línea AMG-Line en combinación con los neumáticos mixtos. Por primera vez se ofrecen como equipo opcional estribos de funcionalidad optimizada.
Las proporciones resultantes de combinar una línea de cintura alta con hombros anchos confieren al GLC un particular dinamismo visual. Por su parte, las mencionadas estriberas laterales visualizan los inconfundibles genes de SUV. Lo mismo ocurre con la protección plástica que bordea toda la carrocería en su extremo inferior.
Su presencia deportiva y majestuosa se debe asimismo al extenso ancho de vía y a las llantas de 18 a 20 pulgadas enrasadas con la carrocería. En este caso, los marcados pasos de rueda albergan unas llantas AMG de 20 pulgadas. Calzan unos neumáticos Continental EcoContact 6 Q MO en medidas 255/45 R20 105WL XL delante y 285/40 R20 108W XL detrás.
Para la carrocería hay disponibles 11 colores con tonos clásicos y diversos acabados. En este caso vemos un MANUFAKTUR blanco opalita bright. La superficie acristalada ofrece buenas dimensiones y las lunas traseras van tintadas. Los cromados se pueden sustituir por el negro gracias al Paquete Night de esta unidad, dándole un toque más deportivo.
En dimensiones, el nuevo GLC ha vcrecido Tiene una longitud de 4.72 metros (+60 mm), una altura de 1.64 metros (-4 mm) y una anchura de 1.89 metros. La batalla asciende a 2.888 mm y los anchos de vía delantera y trasera se detienen en 1.627 (+6 mm) y 1.640 mm (+23 mm), respectivamente. Tiene un coeficiente Cx de 0,29 (-0,2).
La ancha zaga del GLC, con hombros contundentes, un poderoso paragolpes y una protección cromada que integra los escapes le dan una imagen atlética. El toque tecnológico lo aportan las nuevas luces traseras LED de dos piezas. Quedan unidas por una moldura y resaltan la anchura junto con el marcado alerón superior.
Sobre el techo hay carriles longitudinales y, en opción un techo solar panorámico corredizo. No hay antena a la vista. Entre las opciones para el exterior tenemos un paquete de aparcamiento con ayuda activa, cámaras 360°, enganche para remolque con ESP y asistente y protecciones de bajos, además de los detalles ya mencionados.
Diseño interior
El interior del nuevo GLC incluye ahora de serie la línea AVANTGARDE. El tablero de instrumentos se distingue por una distribución clara de zonas y componentes. La sección superior, con perfil de ala, sirve de soporte a nuevos difusores redondos aplanados. Sin duda alguna, estos recuerdan a las barquillas de los propulsores de un avión.
La sección inferior, con su elemento de adorno de generosa superficie, se prolonga armoniosamente en la consola central de forma abombada. El habitáculo del GLC es una zona de confort integral y preparada para el futuro: un refugio que combina deportividad y comodidad con eficiencia, emoción e inteligencia, definiendo así el lujo moderno.
Las grandes pantallas para la instrumentación y el sistema multimedia quedan ahora más diferenciadas. Destaca en el centro del salpicadero la presencia de la pantalla táctil de 11,9 pulgadas. Esta nace sin solución de continuidad y sin juntas visibles de la consola central. Da la sensación de estar suspendida sobre el elemento de adorno.
Se trata de una pantalla vertical que nos da acceso a un sistema MBUX muy sofisticado. La única pega es que prácticamente todas las funciones quedan dentro de la pantalla. Eso sí, el menú de climatización de cuatro zonas siempre está visible. El MBUX está interconectado con prácticamente todas las funciones del vehículo.
También incluye control gestual e incorpora protección mediante PIN, huella dactilar y voz. Tampoco falta un gran control de las funciones del vehículo desde la aplicación Mercedes Me. Si el MBUX ya era el mejor sistema del mercado, ahora estamos ante un conjunto simplemente espectacular que no igualan ni Lexus, ni BMW, ni Audi.
Por su parte, la función de navegación de realidad aumentada y los comandos de voz también reciben actualizaciones para ser aún más naturales. La navegación AR ahora proyecta una lectura más nítida en la pantalla de visualización frontal. Desde luego, a la fluidez, gráficos, nitidez y manejo de todas las pantallas y cámaras no se les puede sacar pega alguna.
Tampoco faltan la función Smart Home para controlar el propio domicilio ni las actualizaciones por aire. A ello se suma un mayor número de controles táctiles, como los del volante, el volumen o la cortinilla del techo solar. El problema que le veo a esta botonería es que el control de los diversos mandos es menos preciso que con la botonería física.
El cuadro de instrumentos digital es uno de los platos fuertes de este coche, ya que ahora ofrece mayores opciones de personalización. La pantalla tiene un tamaño de 12,3 pulgadas. Es posible seleccionar entre tres estilos de visualizado (clásico, deportivo, discreto) y cuatro modos (navegación, off-road, asistencia, servicio) para personalizar su apariencia.
Pese a tratarse de un sistema nuevo, tanto la instrumentación como el personalizable Head-Up Display de 25 pulgadas funcionan realmente bien, sin fallos y con gran agilidad. También convence ahora mucho más frente a sus rivales en la calidad de los materiales empleados y los ajustes entre las diversas piezas. Mejoran notablemente.
El conjunto aporta el empaque y la sensación de solidez que esperas de un Mercedes-Benz, con buena sensación tecnológica y de lujo. Solo algunos detalles menores son mejorables, como el abuse del tedioso negro brillante en la consola y algunos plásticos rígidos. Aporta valor añadido el sistema de iluminación ambiental LED con hasta 64 colores.
Los modernos revestimientos de las puertas envuelven el tablero de instrumentos. Los paneles centrales de las puertas con apoyabrazos integrados se desarrollan en dirección horizontal a partir de una superficie vertical. Por otra parte, el diseño vanguardista de los asientos utiliza capas y superficies envolventes y les confiere una gran ligereza óptica.
Estos asientos son realmente cómodos y pueden equipar ajustes eléctricos, memoria, calefacción, apoyo lumbar, ventilación y masaje. Adicionalmente, las opciones de tapizado son múltiples, ofreciéndose tela, cuero, símil de cuero y cuero napa. También hay numerosas molduras para elegir. Solo echo en falta algo más de agarre en la banqueta.
El color de techo puede modificarse y el salpicadero forrarse en cuero.
Otra novedad es el volante, que tiene controles capacitivos actualizados, sensores para los pulgares y ajuste eléctrico. Lo que menos me ha gustado es que muchos de los controles sean táctiles y en negro piano. Debido a ello, con la suciedad o el sudor hay veces que no responden a nuestras órdenes. En otras ocasiones, activamos las funciones por error.
Gracias a su mayor longitud y a sus proporciones mejoradas, el nuevo GLC cuenta con un poco más de espacio interior que su predecesor. El espacio para las piernas y la altura son buenos en la segunda fila de asientos para personas de hasta 1,90 metros de altura. La anchura es más recomendable para que viajen solo dos adultos.
Los cinturones ofrecen regulación en altura.
Delante también hay buen espacio. Cabe destacar que el GLC no permite equipar detrás una banqueta deslizable. Los respaldos de los asientos sí se pueden regular en inclinación hasta 10 grados. El acceso a todas las plazas es bueno, aunque obliga a estirar mucho la pierna al salir para no darnos con el faldón lateral.
El maletero cubica 600 litros (+50 litros) en las versiones de combustión interna y es muy aprovechable. Esta cifra se reduce hasta los 470 litros en los híbridos enchufables (+55 litros). Son cifras realmente buenas, mayores que las de sus rivales. Además, tiene unas formas muy regulares y cuenta con botones para abatir la segunda fila.
La boca de carga es muy amplia y suma iluminación, toma de 12 V, algunas sujeciones y un doble fondo realmente amplio en las versiones de combustión interna. El portón es eléctrico de serie y el borde de carga queda a 770 mm del suelo. La segunda fila de asientos se puede abatir (40:20:40) para ganar hasta 1.640 litros.
Motorización Mercedes-Benz GLC 220 d 4MATIC
Por ahora, para el Mercedes-Benz GLC están disponibles un total de dos motorizaciones gasolina, dos motorizaciones diésel y dos híbridos enchufables. Uno de ellos se asocia a una mecánica de gasolina y la otra a una mecánica diésel. En la siguiente tabla puedes ver un resumen de todas ellas:
Modelo | Potencia | Distintivo ambiental | Transmisión | Tracción |
Gasolina | ||||
GLC 200 4MATIC | 204 CV (150 kW) | ECO | 9G-Tronic | Total |
GLC 300 4MATIC | 258 CV (190 kW) | ECO | 9G-Tronic | Total |
Diésel | ||||
GLC 220 d 4MATIC | 197 CV (145 kW) | ECO | 9G-Tronic | Total |
GLC 300 d 4MATIC | 269 CV (198 kW) | ECO | 9G-Tronic | Total |
Híbridos enchufables | ||||
GLC 300 e 4MATIC | 313 CV (230 kW) | CERO (130 km en EV) | 9G-Tronic | Total |
GLC 300 de 4MATIC | 333 CV (245 kW) | CERO (128 km en EV) | 9G-Tronic | Total |
El GLC 220 d 4MATIC que hemos probado equipa un bloque de aluminio. Cuenta con dos árboles de levas en la culata, geometría variable, inyección directa por conducto común, turbo e intercooler. Con 1.993 cm3 de desplazamiento y cuatro válvulas, desarrolla ahora una potencia de 197 CV (147 kW) a 3.600 rpm.
Se complementa con un par máximo de 440 Nm desde las 1.800 rpm hasta las 2.800 rpm. A pesar de no ofrecer el empuje en un rango excesivamente amplio de revoluciones, cuenta con potencia suficiente para moverse con soltura y agilidad. Es más, en mi opinión creo que se trata de la mecánica más equilibrada entre los diésel.
Con sus cifras, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos. Recupera de 80 a 120 km/h en 5.8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 219 km/h. Es un motor suave que entrega la potencia de forma progresiva. Pese a ello, es justo señalar que la rumorosidad podría haberse trabajado un poco más, especialmente en la aceleración.
Si bien es un coche enérgico, la respuesta al acelerador no es inmediata. Ciertas maniobras en las que vamos a pisar con fuerza el pedal derecho -o mantener pulsada la leva izquierda- requieren anticipación. De hecho, si miramos las cifras de su predecesor nos daremos cuenta de que apenas mejora en las prestaciones.
Cabe destacar que, asociado a la transmisión automática de nueve relaciones con levas tras el volante, la mecánica es tremendamente aprovechable. En términos generales, no sentirás una ausencia de potencia prácticamente en ninguna circunstancia. Quizá únicamente en una pendiente muy empinada donde vayas totalmente cargado de personas y equipaje.
Empieza a empujar con fuerza realmente a partir de las 1.800 rpm. Sin embargo, en una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha en el entorno de las 1.700 vueltas. Esto, junto al Start/Stop, ayuda a contener los consumos. A un ritmo más elevado, sin llegar a practicar una conducción deportiva, el cambio sube de marcha a unas 2.100 revoluciones.
Como es habitual, podemos encontrar cuatro modos de conducción: Eco, Comfort, Sport e Individual, con un limitado salto en reacciones entre ellos. Actúan sobre varios parámetros del vehículo como el cambio, la sensibilidad del acelerador… Equipando el Paquete Off-Road como esta unidad, suma un quinto modo Off-Road.
Como gran novedad destaca la inclusión de la singular red de a bordo de 48 voltios (EQ Boost) en toda la gama. Esta aporta deportividad y eficiencia, además del distintivo ECO de la DGT. Otras ventajas son el modo de planeo con motor apagado y la recuperación de la energía de frenado con parada inteligente del motor.
En carretera, el motor apenas gira a 1.500 rpm a 120 km/h en novena marcha. Esto nos permite obtener unos consumos irrisorios en autopistas y autovías. Obtuve una media de 5.8 l/100 km durante la prueba. En ciudad el consumo ronda lo 7.5 l/100 km, una cifra razonable. La media tras la semana de pruebas fue de 6.1 l/100 km.
Mercedes-Benz, por su parte, homologa un combinado WLTP de 5.2 l/100 km. Es una cifra difícil de alcanzar en la conducción real. El depósito de combustible tiene una capacidad de 62 litros. Gracias a ello nos ofrece una autonomía de viaje cercana a los 1.000 kilómetros, aunque no practiquemos una conducción tranquila.
El cambio 9G-Tronic por convertidor de par es muy suave, siendo prácticamente imperceptible en el día a día. También resulta suficientemente rápido para un uso normal del GLC. La palanca no tiene un modo secuencial ni posición Sport, pero sí levas de generoso tamaño en aluminio tras el volante. No decepciona en absoluto.
Version | 220 d 4MATIC - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.993 cm³ |
Potencia | 197 CV (145 kW) @ 3.600 rpm |
Par | 440 Nm @ 1.800 - 2.800 rpm |
Peso | 2.000 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.716 / 1.890 / 1.640 mm |
Volumen Maletero | 660 (1.640) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,8 segundos |
Velocidad máxima | 219 km/h |
Consumo homologado | 5,2 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 136 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | 62.743 euros (este motor sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Mercedes-Benz GLC 220 d 4MATIC
La conducción del nuevo Mercedes-Benz GLC no dista en exceso de la que ofrecía su predecesor. Sigue siendo una de las opciones más equilibradas del segmento. Digamos que un punto intermedio entre el confort de un Jaguar F-Pace y el dinamismo de un BMW X3. Eso sí, esta configuración no es la más confortable por gomas y suspensión.
El tacto de la suspensión deportiva del paquete AMG tiene una puesta a punto firme. Si bien filtra de manera excelente la mayoría de las irregularidades del asfalto, puede llegar a resultar seca en zonas de resaltos o tramos peor asfaltados. Quien busque mayor confort, tiene la suspensión Agility Control de serie o la AIRMATIC neumática.
El paquete de conducción dinámica incluye suspensión AIRMATIC y eje trasero direccional. Su ángulo de giro es de 4,5°.
Esta última nos permite adaptar su carácter general en todo momento. Podemos realzar el carácter deportivo, el confort o la eficiencia del vehículo, muy acertada cuando circulamos por la urbe. Con el paquete offroad, tenemos una suspensión ‘comfort’, aunque apenas es apreciable con el tren de rodaje deportivo.
También encontramos una mayor comodidad con neumáticos de mayor perfil, sobre todo al movernos en ciudad, por zonas de resaltos o peor asfaltadas (una tónica habitual últimamente). En ciudad la visibilidad es buena en todos los ángulos, menos en la vista trasera y del tres cuartos posterior, que se ven comprometidos por el diseño.
En cualquier caso, tanto las medidas del modelo como las múltiples asistencias que podemos equipar (sensores, cámaras 360º…), nos permiten una maniobrabilidad elevada en ciudad, sin grandes complicaciones. Todo ello se complementa con un diámetro de giro de 11,8 metros entre paredes. Es el mismo que tiene, por ejemplo, un Clase C.
Si salimos de la rutina diaria, el GLC se siente bastante ágil enlazando curvas. Como os decía, no es tan dinámico como un BMW X3, algo menos subvirador y con una dirección más informativa y precisa, pero muestra cambios de apoyo rápidos y reacciones seguras, sin balanceos acusados (al menos con el paquete AMG).
Eso sí, las ayudas pueden ser un tanto intrusivas en algunas ocasiones. Sorprenden los cambios de apoyo y la sutileza con la que se mueve. Resulta notablemente seguro, estable y fácil de conducir incluso a un ritmo más elevado, con una gran sensación de confianza al volante. Además, el paquete AMG suma la dirección de desmultiplicación variable.
No destaca en feedback, pero nos permite guiar las ruedas de forma directa y precisa. Personalmente me parece una opción recomendable quien le de cierta prioridad al dinamismo. Con el tren de rodaje AMG, a la suspensión independiente más firme en ambos ejes y la dirección deportiva se suma un sistema de frenos mejorado.
Monta discos ventilados de serie en ambos ejes. Con el paquete AMG, encontramos discos de freno delanteros de mayor tamaño y perforados. Resultan fáciles de dosificar y muy cómodos de manejar. No clavan el vehículo con solo rozar el pedal y su asistencia está bien trabajada. Además, presumen de buena resistencia a la fatiga.
En autopista, el GLC destaca por calidad de rodadura, en gran parte gracias al excelente aislamiento. Cabe mencionar que la unidad probada equipa los cristales acústicos, que aportan un plus de silencio al habitáculo. En mi opinión, un extra muy recomendable para disfrutar plenamente de los viajes y del equipo de sonido Burmester.
Respecto al uso del Mercedes-Benz GLC fuera del asfalto, puede hacer sus pinitos en caminos fáciles gracias a la tracción integral 4MATIC y los neumáticos mixtos. Tiene un ángulo de entrada de 19,5º, un ángulo ventral de 12,7º y un ángulo de salida de 18,5º; todo ello acompañado de una altura libre al suelo de 145 milímetros (depende de la suspensión).
Permite equipar el paquete offroad, muy recomendable para sacarlo habitualmente del asfalto. Con él incluye una suspensión específica y protectores en los bajos. También suma pantallas específicas en la instrumentación y el sistema MBUX. Muestra datos como la presión y temperatura de cada neumático, el nivel de inclinación o el ángulo de giro del volante.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, podemos encontrar el regulador de velocidad adaptativo con lector de señales y adaptación de la velocidad, sensor de ángulo muerto, asistente de mantenimiento y centrado en el carril, asistente de aparcamiento, PRE-SAFE Impulse Side, frenada de emergencia en ciudad con detección de ciclistas y peatones, asistente de dirección activo…
Equipamiento y precio
En nuestro mercado, todos los Mercedes-Benz GLC llevan de serie los faros LED High Performance, portón automático, llantas de aleación de 18 pulgadas, climatizador automático, control de velocidad con limitador, sensor de lluvia, encendido automático de luces, arranque por botón, retrovisores térmicos y asiento posterior partido.
También sin coste cuentan con sistema multimedia MBUX con pantalla a color, bluetooth, varios puertos USB, control por voz, línea AVANTGARDE Exterior, Apple CarPlay y Android Auto, cámara trasera, selector de modos de conducción, paquete cromado exterior, ordenador de viaje y detector de fatiga, entre muchos otros elementos.
Como buen alemán que es, hay disponible un extenso listado de opcionales. Tampoco faltan diversos paquetes de equipamiento y paquetes estéticos para personalizar el exterior. Por ejemplo, los paquetes Night y AMG Line, ya conocidos en otros modelos de la gama. Se fabrica en las plantas de Bremen y Sindelfingen, ambas en Alemania.
Los precios del Mercedes-Benz GLC 2023 recomendados para España sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
Gasolina (pegatina ECO) | ||
GLC 200 4MATIC | 204 CV (150 kW) | 59.965 € |
GLC 300 4MATIC | 258 CV (190 kW) | 72.525 € |
Diésel (pegatina ECO) | ||
GLC 220 d 4MATIC | 197 CV (145 kW) | 62.743 € |
GLC 300 d 4MATIC | 269 CV (198 kW) | 71.050 € |
Híbridos enchufables (pegatina 0) | ||
GLC 300 e 4MATIC | 313 CV (230 kW) | 74.998 € |
GLC 300 de 4MATIC | 333 CV (245 kW) | 77.723 € |
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.3
Notable+
Mercedes-Benz vuelve a la carga con una actualizada apuesta SUV premium de tamaño medio que nos hará disfrutar gracias a sus mejoradas posibilidades de equipamiento, a su gama mecánica más eficiente y a la tracción 4MATIC. Sus capacidades off-road no están nada mal, igual que la dinámica en el asfalto, todo ello rematado por un interior confortable y más tecnológico.
Lo bueno
- Gran mejora en tecnología y asistencias a la conducción y de seguridad. Las DIGITAL LIGHT son una pasada.
- Sistema MBUX y calidad de las pantallas sobresaliente. Lo mejor del mercado en este sentido.
- Sensación de seguridad al buscarle las cosquillas, pese a ser neutro en reacciones y mostrar buen confort.
- Prestaciones más que suficientes con consumos muy buenos incluso viajando cargados.
- Si te puedes permitir elevar la factura sin límite, el catálogo de opcionales es realmente grande.
- Maletero de gran capacidad, de los mejores del segmento.
Lo mejorable
- Mayor confort en largos viajes con la suspensión de serie o neumática y llantas de menor tamaño.
- El precio de partida de la gama es superior al de muchos rivales, aunque cuenta con una aceptable dotación de serie.
- Algunos precios de los opcionales resultan excesivos, especialmente sus innovadoras tecnologías.
- Los materiales son buenos en el habitáculo, pero hay algunos plásticos mejorables.
- Los botones táctiles no son cómodos de utilizar, muchas veces se pulsan sin querer.
- La banqueta trasera deslizable le daría un plus de polivalencia.