Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable
Mercedes-Benz vuelve a la a sorprendernos con una actualizada apuesta SUV premium coupé de tamaño medio que nos hará disfrutar gracias a sus mejoradas posibilidades de equipamiento -especialmente en materia de asistencias a la conducción-, a su gama mecánica más eficiente y a la tracción 4MATIC. Sus capacidades off-road no están nada mal, igual que la dinámica en el asfalto, todo ello rematado por un interior confortable -aunque algo justo-.
La estrategia de Mercedes-Benz de crear un producto con aspecto juvenil, mejor equipado y que “se ajuste a bolsillos algo más modestos” ha funcionado mejor que bien. Si el Clase A, el Clase B, el CLA y el Clase C han sido un éxito, no te puedes imaginar lo que está significando para la casa germana cruzar esa exitosa combinación con un formato SUV.
Si el GLC llegó para sustituir al desafortunado GLK, el GLC Coupé fue puesto en el mercado en 2016 para robarle su trozo del pastel al BMW X4. Al igual que el GLC estándar, tras la actualización del pasado año, el coupé estrena un montón de mejoras que hacen que lo ponen al día, aunque echamos en falta la presencia del brillante MBUX de sus hermanos de gama.
Esencialmente, son novedad en los GLC la gama de motores, el equipamiento y los asistentes a la conducción, ahora más avanzados. A nivel estético también se han producido algunos cambios y lo cierto es que, tras la actualización, con la mezcla de SUV multifunción y sugerente coupé, se consigue un logrado equilibrio entre el plano emocional y el racional.
La carrocería coupé del GLC no tiene muchos rivales en el mercado. Los más reseñables son el BMW X4, el Jaguar F-Pace y el Porsche Macan, resultando sensiblemente más caro que los dos primeros y más barato que el último. También rivales, aunque no tan directos, son el Audi Q5, el BMW X3, el Volvo XC60 o el Alfa Romeo Stelvio, entre otros.
Diseño exterior
Tras el lavado de cara, son novedad la parrilla frontal, las tomas de aire de mayor tamaño, los paragolpes más redondeados y las ópticas, tanto delanteras como traseras, que ahora lucen una nueva firma lumínica gracias a la tecnología LED de serie. También novedad son los escapes integrados, así como los diversos diseños de llantas entre 18 y 20 pulgadas.
En el frontal destaca la vistosa parrilla de efecto diamante, de marcada verticalidad, con lama única y estrella integrada. También llaman la atención el voladizo corto y la protección de los bajos, esta última como alusión al espíritu SUV. Los faros LED High Performance de serie (MULTIBEAM LED en opción), presentan la nueva firma lumínica diurna de la marca.
En el extremo inferior vemos una nueva toma de aire central y dos falsas entradas en los extremos. No faltan los sensores de aparcamiento delanteros y, en esta unidad, la línea AMG exterior que dota al GLC Coupé de unos paragolpes y unas taloneras más prominentes y deportivas. Si buscas un toque más dinámico, desde luego que es un acierto.
El cristal calorífugo e insonorizante (cristal acústico) opcional para las ventanillas laterales delanteras brinda un mayor confort acústico.
La perfecta armonía entre conceptos supuestamente opuestos como un coupé y un SUV se manifiesta en la vista lateral del GLC Coupé, con una línea de techo estilizada típica de un coupé deportivo. El habitáculo bajo se ciñe perfectamente al lateral del vehículo, subrayando el carácter de coupé sin afectar en exceso a la comodidad de los pasajeros.
Las proporciones resultantes de combinar una línea de cintura alta con hombros anchos confieren al GLC Coupé un particular dinamismo visual. Por su parte, las estriberas laterales que se ofrecen en calidad de equipo opcional visualizan los inconfundibles genes de SUV, como la discreta protección plástica que bordea toda la carrocería en su extremo inferior.
Junto con la generosa altura libre al suelo, los marcados pasos de rueda y los atractivos diseños de llantas acreditan las ambiciones deportivas del GLC Coupé. En este caso vemos unas llantas AMG de 20 pulgadas que dejan bastante perfil para incrementar la comodidad a bordo, calzando unos neumáticos Michelin Latitude Sport 3 en medidas 255/45 ZR20 105Y.
La superficie acristalada se mantiene con buenas dimensiones –lunas traseras tintadas opcionales– y los espejos retrovisores plegables eléctricamente de manera opcional integran los intermitentes. En esta unidad los cromados se sustituyen por el negro gracias al Paquete Night, lo que le resta algo de elegancia, pero le da un toque todavía más deportivo al conjunto.
En dimensiones, la variante coupé del GLC es casi 8 cm más larga y unos 4 cm más baja que el GLC SUV, con el que comparte arquitectura básica. El GLC Coupé tiene una longitud de 4.74 metros, una altura de 1.62 metros y una anchura de 1.89 metros. La batalla asciende a 2.873 mm y los anchos de vía delantera y trasera se detienen en 1.621 y 1.617 mm, respectivamente.
La configuración de la parte trasera del vehículo es otro de los factores que realzan el aspecto de coupé. La ancha zaga del GLC Coupé, con hombros contundentes, un poderoso paragolpes, salidas de escape con contorno trapezoidal de bordes afilados y una protección de los bajos en forma de difusor le dan una imagen atlética. El toque tecnológico lo aportan los nuevos faros LED.
Tampoco faltan en la vista posterior los catadióptricos, la cámara de marcha atrás y los sensores de aparcamiento traseros. Se ofrecen un paquete de aparcamiento con ayuda activa, un paquete de aparcamiento con cámara de 360°, enganche para remolque incluyendo ESP con sistema de estabilización de remolque y asistente de enganche de remolque.
Diseño interior
En el habitáculo los cambios estéticos son todavía más sutiles, pero hemos de dar una calurosa bienvenida a la instrumentación digital personalizable, al nuevo volante, al MBUX y a las nuevas opciones para la tapicería y las molduras, que dejan un poco de lado al tedioso Piano Black. Gracias a ello también se incrementa la solidez y la sensación general de calidad.
En el caso de esta unidad, el negro brillante abunda, a contraste con el acabado galvanizado que da lugar a superficies metálicas con “tacto frío” pero muy moderno y deportivo. Es cierto que respecto a los Mercedes más modernos parece haberse quedado algo anticuado, pero a nivel personal no me disgusta en absoluto este diseño más tradicional.
Sí que es cierto que hay algunas cosas que no me terminan de encajar en un vehículo de su precio. A pesar de que se ha incrementado la sensación de empaque y tecnología, la presencia de los plásticos duros se hace palpable en gran parte del habitáculo. Lo mismo ocurre con el tacto de los materiales, agradable en gran parte de las zonas, pero bastante pobre en otras.
Eso sí, el trabajo de ensamblado se ha realizado con sumo cuidado y atención al detalle, de modo que parece que ha sido moldeado en una sola pieza. Es aquí donde se aprecia el mayor énfasis de la marca en mejorar los ajustes, pero fácilmente podremos encontrar algunos crujidos en el salpicadero o la consola central sin aplicar demasiada fuerza.
A mi parecer, es uno de los puntos a mejorar, pero no dista en exceso de otros modelos de su nivel que también se hacen llamar premium. El salpicadero de revestimiento acolchado incorpora cinco salidas de aire redondas. La dirección del flujo de aire se regula con una rueda que junto con el mecanismo se asemeja a la turbina de un avión.
Lo más visible de la consola quizá sea la pantalla de grandes dimensiones que pertenece al nuevo sistema MBUX, el cual reemplaza al anterior COMAND Online. La pantalla tiene un tamaño de 10,25 pulgadas (7 pulgadas de serie en otras motorizaciones y acabados básicos). Como ya sabéis, el sistema MBUX abre una nueva era en Mercedes me Connectivity.
Una característica única de este sistema es su capacidad de aprender gracias a la inteligencia artificial, de forma que MBUX puede personalizarse y adaptarse al usuario. Es potente, accesible, conectado y más intuitivo que nunca, gracias esencialmente al uso del brillante sistema de reconocimiento de voz natural que indudablemente es el mejor del mercado.
El sistema está conectado a la nube e incluso reconoce expresiones comunes, lo que lo convierte en un sistema sensacional. Entre las características no faltan una interfaz de diseño sencillo y vistoso, un asistente personal capaz de aprender de nuestros gustos y órdenes o una pantalla táctil capacitiva capaz de permitirnos interactuar con ella como la de un smartphone.
Por otra parte, con la nueva generación del sistema de infoentretenimiento MBUX se inicia también una serie de servicios nuevos y mejorados que van más allá, como la posibilidad opcional de compartir tu coche entre particulares o las funciones de navegación basadas en la comunicación Car-to-X.
Esto hace referencia a la información transmitida de un vehículo a otro sobre circunstancias registradas por los sensores, como una frenada de emergencia o comunicaciones manuales del sistema transmitidas por el conductor como un accidente.
Es importante señalar que el sistema de navegación no tiene por qué pedirse fábrica, sino que puede activarse a posteriori. Además, se ofrece con realidad aumentada y hay 8 perfiles de conducción (configurables desde el smartphone e importables de un vehículo a otro) con 15 posibilidades de configuración dentro de cada uno.
Tampoco faltan la localización del vehículo, la localización de plazas de aparcamiento incluso en la calle y una alerta en caso de que el vehículo haya sido golpeado o remolcado mientras está aparcado. Como veis, un sistema de lo más completo, aunque personalmente tendría un poco de miedo a que mi coche sepa tanto sobre mí y me escuche constantemente.
La pantalla del sistema multimedia se complementa con el cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas opcional que se maneja desde los mandos del remozado volante. No es tan personalizable como en otros modelos pero, en mi opinión, los reflejos en días soleados molestan menos al gozar de visera. Tiene algunas visualizaciones propias de los PHEV.
Opcionalmente se ofrece un Head-Up Display muy completo. La climatización trizona también es una opción.
Cabe mencionar algo que Mercedes-Benz no ha solucionado y de lo que ya me hice eco la última vez: uno de los grandes errores de la distribución de botones es la ubicación de los warning, que no solo cuentan con un botón muy pequeño, sino que además queda bastante alejado del radio de acción del conductor. Justo en el extremo opuesto.
El “American Style” en la palanca de cambios hace que el vehículo logre un gran hueco con tapa en donde tradicionalmente se encuentra el accionamiento del cambio de marchas y la palanca. En el se encuentran los posavasos, la toma USB-C y un pequeño hueco portaobjetos en el que podemos equipar opcionalmente la carga inalámbrica para el smartphone.
Por otro lado, al poseer un freno de estacionamiento eléctrico, ganamos espacios en la prolongación de la consola central. A ambos lados de la misma se presentan los asientos delanteros, muy deportivos en cuanto a sujeción se refiere a la par que cómodos. Con carácter opcional podemos añadirles regulación eléctrica, memoria, calefacción, Energizing…
En términos de habitabilidad, el GLC Coupé es un modelo que cuenta con cinco plazas homologadas y las mismas cotas que el GLC -salvo en altura y acceso a la parte trasera, algo peores-, pudiendo viajar atrás tres personas con relativa comodidad. Es incómodo viajar en la plaza central debido a la forma de la banqueta y al prominente túnel de transmisión.
Como es habitual, ésta limita el espacio para los pies. Las plazas laterales se asemejan a las plazas delanteras y ofrecen buena altura al techo, por lo que los viajes largos de cuatro personas en este modelo son realmente cómodos siempre que no se superen los 1,80 metros de altura ni lleven la espalda completamente pegada al respaldo.
Respecto al maletero, las versiones PHEV pierden 150 litros respecto al resto de GLC Coupé, cubicando un total de 350 litros. Es una cifra baja para un coche de su tamaño, aunque podamos abatir la segunda fila de asientos -40:20:40- para llegar hasta los 1.250 litros. Hay dos palancas en los extremos para abatir los respaldos cómodamente.
Con apretar un botón, el gran portón se abre automáticamente dejando paso a un maletero de formas muy regulares, con dos pequeños huecos portaobjetos a ambos lados, varios anclajes y un doble fondo compartimentado. También se ofrece la función HANDS-FREE ACCESS. Hay buena iluminación, cortinilla plegable y el borde de carga queda a 730 mm del suelo.
Motorización
Para el Mercedes-Benz GLC Coupé están disponibles un total de cinco motorizaciones gasolina, tres mecánicas diésel y dos híbridos enchufables. Todos ellos, salvo los AMG, son motores de cuatro cilindros y 2.0 litros de cilindrada que cuentan con el cambio automático 9G-Tronic y la tracción total 4MATIC de serie.
Los motores de gasolina llevan asociado un sistema de hibridación ligera de 48V que incluye una máquina eléctrica de 13,6 CV. Este trabaja como motor de arranque y como generador. El modelo de acceso es el GLC 200 4MATIC Coupé con 197 CV. Le sigue el GLC 300 4MATIC Coupé con un total de 258 CV de potencia.
Luego ya pasamos a las variantes AMG, cuya gama se compone del GLC 43 4MATIC Coupé de seis cilindros con 390 CV y cambio AMG SPEEDSHIFT TCT 9G, el GLC 63 4MATIC+ Coupé V8 de 476 CV y el GLC 63 S 4MATIC+ Coupé V8 de 510 CV. Las versiones ‘63’ equipan el cambio deportivo de 9 velocidades SPEEDSHIFT MCT AMG también de 9 relaciones.
Respecto a la gama diésel, ahora equipada con la familia de motores OM 654 y un sistema de reducción catalítica de óxidos de nitrógeno mediante el uso de AdBlue, se compone del GLC 200 d 4MATIC Coupé con un motor de 163 CV, el GLC 220 d 4MATIC Coupé con 194 CV y el GLC 350 d 4MATIC Coupé con 245 CV. Todas las mecánicas cumplen la estricta normativa Euro 6d.
Respecto a los híbridos enchufables, el Mercedes-Benz GLC 300 de 4MATIC combina un bloque de 2.0 litros y cuatro cilindros diésel capaz de desarrollar 194 CV a 3.800 rpm con otro eléctrico que desarrolla 123 CV. En conjunto, da una potencia total de 306 CV (225 kW) y un par máximo de 700 Nm, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos.
El Mercedes-Benz GLC 300 e 4MATIC que hemos probado combina un bloque de 2.0 litros y cuatro cilindros, capaz de erogar 211 CV a 5.500 rpm con otro eléctrico que desarrolla 123 CV, dando una potencia total combinada del conjunto de 320 CV (235 kW) y un par máximo de 700 Nm. La potencia es la misma que la de su predecesor, pero suma 140 Nm de par.
Todo el sistema se completa con la caja de cambios de doble embrague 9G-TRONIC y un convertidor de par con embrague de bloqueo integrado, que actúa como dispositivo de arranque; al tiempo que un embrague adicional desarrollado para la conducción eléctrica se ha instalado entre el motor de combustión interna y el motor eléctrico.
La batería posee 13,5 kWh de capacidad, suficiente para dotarle de 39-43 kilómetros en modo eléctrico según el ciclo WLTP (no reales en la conducción diaria). Puede recargarse en una toma doméstica (Modo 2) en aproximadamente 5 horas con 10A y 2.3 kW; y en un Wallbox (Modo 3) con una línea monofásica de 16A y 3.7 kW en 2,75 horas
La opción más rápida es en un Wallbox (Modo 3) con una potencia de 7,4 kW (trifásica), donde necesita aproximadamente 1,5 horas. Respecto a los consumos reales, lejanos a los 2.0 l/100 km en WLTP que homologa Mercedes, podemos hablar de un consumo inferior a los 4.0 litros en ciudad. En caso de avanzar en modo 100% eléctrico, el consumo ronda los 12 kWh.
En carretera la cosa cambia, pues el consumo de gasolina con el modo de conducción de ahorro de batería (BL) se dispara por encima de los 8.0 litros, bajando algo menos de un litro si se utilizan ambos motores. También el consumo de energía en modo 100% eléctrico es más elevado, rondando e incluso superando los 20 kWh.
Si hablamos de prestaciones, irás sobrado en todo momento, con una entrega prácticamente inmediata incluso si pisas a fondo el acelerador. En cifras, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5.7 segundos, con un 80 a 120 km/h en 3.9 segundos según nuestras mediciones. La velocidad máxima es de 230 km/h o 130 km/h en modo completamente eléctrico.
También podemos encontrar varios modos de conducción, con un notable salto en reacciones entre ellos y posibilidades de personalización. En los híbridos enchufables con MBUX, los programas de conducción y los modos de funcionamiento híbridos se fusionan en el Dynamic Select, haciéndolo todo más cómodo. Las opciones posibles son las siguientes:
E (ECO) | E + Hybrid + Boost + asistente ECO |
BL (Ahorro de batería) | Charge + E-Save + Boost |
EL (eléctrico) | E-Mode + asistente ECO |
C (Comfort) | C + Hybrid + Boost |
S (Sport) | Boost |
I (Individual) | Boost + asistente ECO |
El motor de gasolina tiene un funcionamiento refinado en todas las circunstancias, más que la opción diésel.
En cuanto al ya conocido cambio 9G-Tronic, este se muestra tan suave y rápido como en el resto de los modelos de la gama que lo equipan, siendo prácticamente imperceptible. La palanca no tiene un modo secuencial ni posición Sport, pero sí encontramos levas de aceptable tamaño en aluminio tras el volante que cumplen una doble función.
En la mayoría de los modos de conducción, actúan sobre el cambio de marchas de manera tradicional, pero en el modo eléctrico, lo que nos ofrecen son diferentes niveles de regeneración de energía. En esta tabla podéis ver todas las opciones posibles:
D AUTO | Recuperación inteligente con el asistente ECO Ajuste estándar Recuperación basada en radar y optimizada para la situación |
D + | Navegación a vela, el vehículo circula libremente |
D | Recuperación normal y débil |
D – | Recuperación media |
D – – | Recuperación máxima [Es posible todo el recorrido del pedal] |
Este híbrido enchufable se beneficia de la pegatina CERO de la DGT.
Cabe mencionar que el asistente ECO establece una estrategia de eficiencia y hace recomendaciones de conducción en función del trayecto (curvas, cruces, rotondas, cuesta abajo), las limitaciones de la velocidad y la distancia a los vehículos que circulan delante, actuando de forma autónoma sobre la frenada regenerativa.
Ficha técnica
Version | GLC 300 e - 4 cilindros en línea + eléctrico |
---|---|
Cilindrada | 1.991 cm³ |
Potencia | 320 CV (235 kW) |
Par | 700 Nm |
Peso | 2.040 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.742 / 1.890 / 1.622 mm |
Volumen Maletero | 350 (1.250) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 5,7 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 3,9 segundos |
Velocidad máxima | 230 km/h |
Consumo homologado | 2,0 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 45 g/km de CO₂ (Euro 6d) |
Precio de partida | 65.325 euros (este motor sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
La conducción del nuevo Mercedes-Benz GLC Coupé no dista en exceso de la que ofrecía su predecesor. En él se puede apreciar un tacto más deportivo que en el GLA o el GLB sin perjudicar excesivamente el confort, aunque en ningún caso llega al nivel del BMW X4, que a mi parecer es más directo, preciso e incluso cómodo con la suspensión adaptativa opcional.
La firma de la estrella ofrece en el GLC Coupé una suspensión neumática opcional bautizada como AIR BODY CONTROL (la altura es 20 mm menor que con la de serie). El tacto de la suspensión tiene una puesta a punto firme que, si bien filtra de manera excelente la mayoría de las irregularidades del asfalto, puede llegar a resultar seca en zonas de resaltos.
Gracias a la posibilidad que nos ofrece la suspensión de adaptar su carácter general en todo momento, se puede realzar el carácter deportivo, el confort o la eficiencia del vehículo, muy acertada cuando circulamos por la urbe. Allí la visibilidad es buena en todos los ángulos, menos en la vista trasera y del tres cuartos posterior, que se ven comprometidos por el diseño.
En cualquier caso, tanto las medidas del modelo, las cuales no resultan excesivas, como las múltiples asistencias que podemos equipar (sensores, cámaras 360º…), nos permiten una maniobrabilidad elevada en ciudad, sin mayores complicaciones que el resto de SUV de su condición. Todo ello se complementa con un radio de giro de 11,8 metros entre paredes.
Si salimos de la rutina diaria, el GLC Coupé se siente bastante ágil enlazando curvas. Como os decía, no es tan dinámico como un BMW X4, algo menos subvirador y con una dirección más informativa y precisa, pero muestra cambios de apoyo rápidos y reacciones seguras, sin balanceos acusados. Eso sí, las ayudas pueden ser un tanto intrusivas en algunas ocasiones.
En las versiones híbridas enchufables apenas encontramos diferencias palpables en la conducción, salvo por el silencio al rodar en eléctrico, con una entrada en acción del motor gasolina bien disimulada, y el funcionamiento de los frenos a causa de la frenada regenerativa (equipa discos ventilados en ambos ejes) y el asistente ECO, a veces un poco intrusivo.
Como ocurre en la mayoría de los vehículos de estas características, el primer tramo del pedal de freno corresponde a la frenada regenerativa, lo que en un vehículo de mayor peso hace que necesitemos cierto período de adaptación para calcular adecuadamente la frenada; o por el contrario, para no pasarnos de frenada por la actuación previsora del asistente ECO.
Finalmente y, respecto al uso del Mercedes-Benz GLC Coupé fuera del asfalto, éste puede hacer sus pinitos en caminos fáciles gracias a la tracción integral 4MATIC, un ángulo de entrada de 20,8º, un ángulo ventral de 13,4º y un ángulo de salida de 18,6º; todo ello acompañado de una altura libre al suelo de en torno a 155 milímetros (depende de la suspensión).
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, podemos encontrar el programador de velocidad activo con asistente de atascos, el asistente de dirección activo, el sistema de advertencia al salir del vehículo, frenada de emergencia en ciudad con detección de ciclistas y peatones, asistente de luces largas/cortas, aviso de ángulo muerto, mantenimiento de carril…
Equipamiento y precio
En nuestro mercado, todos los Mercedes-Benz GLC Coupé llevan de serie los faros LED High Performance, portón automático, llantas de aleación de 18 pulgadas, climatizador automático, control de velocidad con limitador, sensor de lluvia, encendido automático de luces, arranque por botón, retrovisores térmicos y asiento posterior partido.
También sin coste cuentan con sistema multimedia MBUX con pantalla a color, bluetooth, varios puertos USB, control por voz, conectividad mediante Apple CarPlay y Android Auto, cámara de visión posterior, selector de modos de conducción, paquete cromado exterior, ordenador de viaje y detector de fatiga, entre muchos otros elementos.
Como buen alemán que es, hay disponible un extenso listado de opcionales, además de diversos paquetes de equipamiento y paquetes estéticos para personalizar el exterior, como los paquetes Night y AMG Line, ya conocidos en otros modelos de la gama. También se ofrece de manera opcional el cable para recarga rápida en los híbridos enchufables.
Los precios del Mercedes-Benz GLC Coupé 2020 recomendados para España sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
Gasolina (pegatina ECO y C [AMG]) | ||
GLC 200 4MATIC Coupé | 197 CV (145 kW) | 57.250 € |
GLC 300 4MATIC Coupé | 258 CV (190 kW) | 62.600 € |
Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC Coupé | 390 CV (287 kW) | 82.875 € |
Mercedes-AMG GLC 63 4MATIC+ Coupé | 476 CV (350 kW) | 118.075 € |
Mercedes-AMG GLC 63 S 4MATIC+ Coupé | 510 CV (375 kW) | 127.500 € |
Diésel (pegatina C) | ||
GLC 200 d 4MATIC Coupé | 163 CV (120 kW) | 55.525 € |
GLC 220 d 4MATIC Coupé | 194 CV (143 kW) | 57.025 € |
GLC 300 d 4MATIC Coupé | 245 CV (180 kW) | 59.475 € |
Híbridos enchufables (pegatina 0) | ||
GLC 300 e 4MATIC Coupé (PHEV) | 320 CV (235 kW) | 65.325 € |
GLC 300 de 4MATIC Coupé (PHEV) | 306 CV (225 kW) | 67.150 € |
- Confort y habitabilidad no mermados por la línea de diseño, aunque pierde algunas cotas respecto al GLC convencional.
- Comportamiento dinámico superior al GLC convencional en carreteras viradas gracias al tarado de las suspensiones, la dirección y al tren de rodaje.
- Sistema MBUX y referencia en asistentes a la conducción y de seguridad.
- Ventajas del distintivo medioambiental CERO de la DGT.
- El precio de partida es elevado si quieres las versiones ecológicas.
- La calidad de algunos plásticos y ajustes no está a la altura de un vehículo que se hace llamar premium, hay partes mejorables, aunque resulte bonito a la vista. Abuso del Piano Black.
- Ayudas electrónicas intrusivas si le buscamos las cosquillas, con tendencia subviradora, en este sentido un BMW X4 es más divertido.
- Maletero de menor tamaño en los PHEV.
- Consumos elevados cuando se agota la batería. Si sueles viajar, mejor el GLC 300 de diésel.