Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.6
Notable
El Opel Insignia es una señora berlina en todos los aspectos. En todas sus variantes, supera en todo a su predecesor y mejora en todas las cotas para posicionarse como uno de los modelos más grandes del segmento. Es bonito, está muy bien acabado, cuenta con un gran equipamiento y una extensa gama de motores, ofrece confort a raudales y su precio no es desorbitado. Opel parece haber encontrado la fórmula perfecta para triunfar.
Cuando nos encontramos ante grandes productos como este Opel Insignia Sports Tourer, es una pena recordar que los SUV siguen golpeando fuerte en todos los segmentos, con importantes y atractivas novedades mes a mes que poco a poco están acabando con el segmento de las berlinas medias y sus variantes familiares.
Tras 12 años en el mercado, la última generación del Opel Insignia llegó en 2017 con importantes novedades estéticas y mecánicas. Desde su nacimiento en 2008, se han vendido más de 80.000 unidades en España, de ahí que de cara a esta nueva década la compañía decidiera actualizar sutilmente el modelo estética y tecnológicamente.
El renovado Opel Insignia Sports Tourer ya no tendrá versión Country Tourer, pero compensa la pérdida con un mayor equipamiento y una oferta mecánica realmente amplia, aunque sin versiones con pegatina ECO o CERO que tan bien cotizan en la actualidad. Se puede adquirir tanto con carrocería berlina de cinco puertas (Grand Tourer) como con la versátil familiar.
En su día el Opel Insignia Grand Sport me pareció la referencia del mercado, pero hemos de tener en cuenta que hay fuertes apuestas en el segmento a un precio muy similar, como el Peugeot 508 SW con el que hicimos una comparativa; el Škoda Superb Combi, el Mazda 6 Wagon, el Renault Talisman Sports Tourer o el Ford Mondeo Sportbreak.
Diseño exterior
No cabe duda de que las novedades estéticas le han sentado muy bien al Insignia. Su diseño está realmente trabajado y su silueta ahora es tan atlética como elegante, con unos trazos limpios y un frontal y una zaga futuristas gracias a la incorporación de tecnología LED. A nivel personal, en conjunto me parece una de las opciones más atractivas del segmento.
En el frontal, rápidamente llama la atención la parrilla de lamas horizontales con detalles cromados. Estas dejan en posición central el logo de la marca y parecen extenderse hacia las tecnológicas ópticas que, en este caso, equipan los opcionales faros matriciales IntelliLux LED con 32 segmentos LED. De serie son Full LED tras el restyling (antes halógenos).
Estos ofrecen la que probablemente sea una de las mejores iluminaciones del segmento, con una luz realmente blanca y un sistema adaptativo cuyo funcionamiento es reseñable porque carece de elementos móviles, únicamente enciende y apaga los módulos necesarios. Si sueles conducir por la noche, son cien por cien recomendables.
La característica iluminación diurna LED de Opel en la parte inferior de los faros parece marcar la horizontalidad del frontal, también palpable en el extremo inferior del paragolpes donde descansa una segunda toma de aire. En los extremos ponen el toque definitivo los nuevos embellecedores para las luces antiniebla con unos sutiles detalles cromados.
La vista lateral muestra una línea ascendente que aporta un mayor dinamismo al conjunto, con unos faros delantero y trasero que invaden parte de la superficie y dos marcados nervios en la superficie de las puertas que ponen de relieve la longitud del modelo. No faltan los detalles cromados bordeando la generosa área acristalada con lunas posteriores tintadas de serie.
El nervio superior se alarga hasta las ópticas posteriores y recorre los tiradores de las puertas, ambos con detalle cromado y sistema de apertura sin llave opcional; mientras que el inferior manda la fuerza visual hacia la zaga y recalca una superficie limpia muy vistosa, pero también muy desprotegida frente a los golpes o roces.
Lo más bonito es quizá la inclinada caída del pilar D en esta versión familiar, que se complementa con unas barras longitudinales sobre el techo en gris plata. Para finalizar con el lateral, equipa unas llantas de 18 pulgadas con diseño de cinco radios y acabado Plata Brillante, calzadas con neumáticos Bridgestone Turanza T005 en medidas 245/45 R18 100Y.
Curiosamente, los intermitentes no se encuentran en los espejos retrovisores, una tendencia bastante habitual.
El Opel Insignia Sports Tourer mejora en todas las cotas respecto a la generación anterior, alcanzando los 4.99 metros de largo, 1.86 metros de ancho y 1.50 metros de alto. La batalla se mantiene en los 2.829 mm. Remata el conjunto una zaga de líneas horizontales que parece asentar el modelo sobre el asfalto, con un portón eléctrico opcional de grandes dimensiones.
Sobre él podemos apreciar un sutil spoiler que acoge la tercera luz de freno. En posición central de la vista trasera vemos el logo de Opel, escoltado a ambos lados por unos tecnológicos faros LED. Finalmente, en el tercio inferior encontramos el paragolpes trasero, protagonizado por la tira de sensores de aparcamiento y un discreto difusor plástico.
Diseño interior
El interior del Insignia tampoco te decepcionará. Es bonito, elegante y acogedor, ofreciendo gran comodidad y espacio para hasta cinco ocupantes, aunque cuatro pasajeros viajarán más cómodos. La calidad percibida es notable y, aunque no alcanza niveles premium, se nota el esmero de la marca por cuidar los materiales, sobre todo en los ajustes y el empaque.
Los materiales blandos dominan el salpicadero, salvo en las partes bajas que serán las más maltratadas con el paso de los años; al tiempo que los botones gozan de un tacto agradable sin que tengas esa sensación de estar tocando plástico como sí que ocurre en algunos de sus rivales. Además, se mantienen los botones físicos para funciones esenciales.
En este caso los asientos AGR son los más sencillos, con un tapizado de tela y un mullido muy confortable para viajar, pero aquellos que quieran un plus pueden optar por los asientos de cuero, que suman ajuste eléctrico, ventilación, calefacción (también atrás), masaje, memoria y volante calefactable. Cabe destacar que los cinturones no tienen regulación en altura.
Esta unidad cuenta con el Pack GS Interior, incluido de serie, lo que incluye el acolchado techo en color Negro Jet, los pedales deportivos, la red de seguridad detrás de la primera fila (solo en esta versión familiar) y el volante GS Line multifunción con detalles cromados y calefacción. En definitiva, un toque más deportivo si no queremos un interior tan señorial.
Tras el volante, encontramos un llamativo cuadro de instrumentos semi digital con gran cantidad de información, siendo configurable la pantalla central del mismo. En los acabados más altos tampoco falta un Head-Up Display que ofrece diversas informaciones, mostrando incluso el cuentarrevoluciones, aunque en esta versión no es posible equiparlo.
En la consola central nos encontramos con la generosa pantalla de ocho pulgadas del nuevo sistema “Multimedia Navi Pro”. Es mucho más completo e intuitivo que el anterior, resultando compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Desde la pantalla controlamos la radio, el bluetooth, los USB, los detalles de la climatización y otros parámetros del vehículo.
Además, el nuevo sistema de navegación integrada permite tener información en tiempo real del tráfico, de las gasolineras, aparcamientos… Eso sí, para poder tener toda la información actualizada al instante es necesario tener conectado un smartphone. Cabe mencionar también que han mejorado los gráficos, pero la calidad de las cámaras 360º es algo pobre.
Algo más abajo del sistema multimedia encontramos una ligera botonería y, en la parte inferior, el climatizador bizona con salidas de ventilación posteriores. Le siguen dos posavasos (que, por otra parte, son los únicos huecos que cuentan con base de goma), la palanca del cambio manual de seis velocidades, el freno de mano eléctrico y una pequeña guantera.
El resposabrazos central es fijo y se ubica en buena posición, pero quizás la guantera que alberga en su interior se queda algo justa. Tiene incluso un hueco para meter el smartphone, pero su espacio no es de los mejores del segmento, al igual que los otros huecos portaobjetos de la consola central. Alberga también la toma USB convencional.
Respecto a la habitabilidad, el Opel Insignia Sports Tourer está homologado para cinco ocupantes, con generosas cotas para que cuatro personas viajen con extrema comodidad, pero sí que es cierto que se queda algo justo para cinco por anchura y altura. Lo mismo ocurre con la altura al equipar techo panorámico, aunque mejora respecto a la berlina.
En trayectos cortos la plaza central es perfectamente aprovechable, pero la presencia del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores y el mullido de la misma a causa del reposabrazos resultan algo incómodos para largos trayectos. Como sabrás, es algo que ocurre en la gran mayoría de berlinas, salvo en las referentes por espacio interior.
Respecto a la capacidad de carga, el Insignia familiar cubica 560 litros (130 litros más que su predecesor), ampliables al abatir los asientos -40:20:40- hasta los 1.665 litros. Cuenta con ganchos, iluminación, unas formas muy aprovechables, una boca de carga amplísima y un doble fondo con el kit de reparación de pinchazos o la rueda de repuesto de emergencia.
Motorización Opel Insignia ST
La gama de motores del Insignia se ha renovado, pero sigue contemplando únicamente opciones diésel y gasolina, por lo que no existen versiones con pegatina ECO o CERO. En la oferta de gasóleo destacan el tricilíndrico 1.5 TurboD con 122 CV y cambio manual de seis velocidades o automática de ocho; y el 2.0 TurboD con 174 CV con las mismas posibilidades de transmisión.
En cuanto a los gasolina, la oferta queda representada por el 2.0 Turbo de 170 CV y el 2.0 Turbo de 200 CV, este último con sistema de desactivación de cilindros. La caja de cambios en este caso es siempre automática de nueve relaciones. Por ahora no parece que vaya a volver el Insignia GSi, que antes estaba disponible con motores gasolina (260 CV) y diésel (210 CV).
Para la prueba hemos optado por el más conservador de los diésel, un bloque de aluminio con 1.496 cm³, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable, intercooler y Start/Stop. Entrega los 122 CV (90 kW) a 3.250 rpm y los 300 Nm de par entre 1.750 y 2.500 rpm, lo que lo convierte en un motor algo limitado para un familiar.
Aquellos usuarios que no vayan a sacarle todo el provecho a las capacidades de carga del Insignia Sports Tourer en largos viajes o que suelan moverse por zonas llanas, no encontrarán mayor inconveniente para circular de manera sosegada con esta mecánica; pero aquellos que busquen cierta reserva de potencia para adelantar o para viajar en familia, se les va a quedar corto.
He tenido la oportunidad de recorrer más de 1.000 km con esta unidad y de viajar en diversas circunstancias de carga y por distintos terrenos. En todos ellos ha cumplido de manera aceptable, pero es cierto que en el momento en el que aparecen desniveles o necesitamos adelantar en carreteras secundarias, hay que bajar una o dos marchas para apreciar cierto brío.
En cifras, el Insignia ST de 122 CV es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11.6 segundos, de recuperar de 80 a 120 km/h en 9,3 segundos (en 4ª velocidad) y de alcanzar una velocidad punta de 202 km/h. Personalmente, considero que esta mecánica es muy recomendable en ciudad, pero si viajas con frecuencia echarás en falta una dosis extra de potencia.
A esto hemos de añadirle que este bloque diésel es mucho menos refinado ya no solo que las opciones gasolina de la marca, sino también que las mecánicas diésel de la competencia. Las vibraciones y la rumorosidad del motor son fácilmente apreciables, especialmente por debajo de las 2.000 vueltas, régimen a partir del cual empezamos a notar el empuje.
En autopista a 120 km/h, el motor gira a 2.100 rpm en sexta marcha.
Tampoco ayuda el cambio manual en este sentido, pues no es un motor especialmente elástico, así que hemos de jugar constantemente con la palanca. Desde luego, no dudaría en apostar por la opción automática que, a mi parecer, es mucho más suave y permite aprovechar mejor las posibilidades de esta mecánica, disimulando a la vez sus puntos débiles.
Sí que hay que reconocer que el cambio manual goza de un tacto agradable tanto en la palanca como en el pedal del embrague, con un guiado relativamente preciso y una postura de la palanca bastante cómoda que te ayudará a practicar una conducción tranquila y relajada. Eso sí, destaca por ofrecer unos desarrollos algo largos y un recorrido también generoso.
Sin duda alguna, la principal razón de compra de esta mecánica son los consumos. La media tras casi 2.000 kilómetros recorridos por todo tipo de carreteras ha sido de 5.3 l/100 km, con viajes en autopista por debajo de los 5.0 litros y consumos urbanos rondando los 6.0 litros si vamos jugando con las inercias. Opel homologa un combinado WLTP de 4,6 l/100 km.
El depósito de combustible es de 62 litros, lo que garantiza una autonomía superior a los 1.000 km.
Version | 1.5D - 3 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.496 cm³ |
Potencia | 122 CV (90 kW) @ 3.250 rpm |
Par | 300 Nm @ 1.750 - 2.500 rpm |
Peso | 1.585 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.986 / 1.863 / 1.500 mm |
Volumen Maletero | 560 (1.665) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,3 segundos (en 4ª) |
Velocidad máxima | 202 km/h |
Consumo homologado | 4,6 l/100 km en ciclo combinado |
Autonomía eléctrica | N.D. |
Emisiones CO2 por km | 121 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 39.180 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
Como no hay cambios técnicos en el nuevo modelo, el comportamiento de la versión familiar no difiere prácticamente nada del ya probado Opel Insignia Grand Sport, por lo que aquello que dijimos vuelve a ser aplicable tras el lavado de cara. Hablamos de un familiar en el que descubrirás su comodidad nada más sentarte en los excepcionales asientos AGR.
Como ya os he comentado, la visibilidad es bastante buena en casi todos los ángulos, resultando únicamente algo peor hacia los tres cuartos traseros a causa del grosor de los pilares; pero cuenta con el sistema de cámara trasera, por lo que maniobrar en ciudad no es una tarea complicada a pesar de sus cinco metros de longitud.
Además, la dirección es cómoda y brinda una asistencia adecuada tanto para moverse en ciudad como para disfrutar de largos viajes (diámetro de giro: 11,14 metros entre bordillos y 11,74 metros entre paredes), aunque no es la urbe el hábitat natural de este rutero. Donde se desenvuelve como pez en el agua es en carretera, pese a no ofrecer grandes dosis de potencia.
Por otra parte y, gracias a la arquitectura Epsilon 2 -entre otras mejoras de esta generación-, el conjunto reduce su peso en hasta 200 kilogramos respecto a su predecesor, con una mejora torsional del 9 por ciento. Todo ello lo convierte en un gran familiar al que además podrás añadir un montón de equipamiento para hacer tu viaje más agradable, seguro y ameno.
Para mejorar el confort, Opel nos habla del chasis FlexRide -en los motores que lo equipan-, que según ellos aporta la base para obtener el mejor comportamiento en cualquier situación de conducción. Adapta la amortiguación, la dirección y la respuesta del acelerador y el régimen de cambio, de forma independiente o mediante los modos de conducción.
En este sentido he de reconocer que, en otras versiones que lo he probado, no he notado una mejoría notoria en calidad de rodadura, sino más bien al contrario. Esta unidad de precio y potencia razonables es tremendamente cómoda para viajar durante muchos kilómetros sin fatigarse y ofrece mucha agilidad en curvas, por lo que el chasis adaptativo no me parece un extra interesante.
Incluso en esta versión sencilla el conjunto se muestra realmente aplomado y estable, aunque aumentemos el ritmo, siendo especialmente reseñable el gran trabajo de los ingenieros sobre dos aspectos: la dirección y la suspensión, compuesta por un esquema McPherson en el eje delantero y de paralelogramo deformable en el trasero. Su tarado es más bien firme.
La primera de ellas resulta bastante directa, informativa y precisa pese a no contar con asistencia en función de la velocidad, permitiéndonos circular con gran sensación de seguridad tanto por autopistas como por tramos revirados. No está pensada para ir de tramo, pero responde con contundencia y eficacia cuando le exigimos un extra de esfuerzo.
Respecto a la suspensión, es uno de los grandes elementos que contribuyen a que sea un auténtico devora kilómetros, de las mejores del segmento. Filtra de manera excelente las irregularidades de la carretera y los resaltos de las zonas urbanas, transmitiendo gran confianza y escasos balanceos, aunque nos pese el pie derecho.
Las reacciones cuando buscamos el límite son, por el contrario, algo bruscas a causa de una entrada tardía de las asistencias de conducción, pero no es algo que vaya a apreciar la mayor parte de los usuarios, por lo que podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que se trata de un gran producto. El único “pero”, para mi gusto, es la potencia y rumorosidad de este motor.
A nivel de asistencias a la conducción y de seguridad, puede equipar alerta de tráfico transversal trasero, alerta de ángulo muerto, aviso de cambio de carril con asistencia sobre el volante, asistente de aparcamiento, reconocimiento de señales, control de crucero adaptativo, aviso colisión frontal, detector de peatones, indicador de distancia de seguridad…
Equipamiento y precio Opel Insignia ST
Los niveles de acabado se denominan Edition, GSi-Line y GSi-Line Plus, además de los Business Edition y Business Elegance, que están más enfocados a empresas y clientes profesionales. El nivel básico ya incluye de serie los faros Full LED, el sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas, la radio DAB, puertos USB, ordenador de viaje y cuatro elevalunas eléctricos.
Otros elementos de serie que incorpora el Insignia desde el acabado más básico son el detector de peatones, alerta de cambio de carril, aviso pre-colisión, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sensor de lluvia, climatizador automático de dos zonas, encendido automático de luces, espejo interior fotosensible, volante en piel…
El nivel GSi-Line añade las llantas de aleación de 18 pulgadas, asiento del conductor AGR, volante y asientos calefactables, paquete iluminación interior, detalles cromados y en negro lacado, cristales sobretintados, lector de señales, navegador integrado, consola central avanzada, pedales deportivos y SmartBeam, entre otros.
Por último, el GSi-Line Plus suma el cargador de móvil sin cables, faros Matriciales LED, acceso sin llave, arranque por botón, suspensión adaptativa, tapizado en piel, asientos eléctricos, función masaje en el conductor, asientos delanteros ventilados, pantalla de 8 pulgadas, sistema de sonido Bose y llantas de aleación de 20 pulgadas.
Algunos opcionales disponibles son el cargador inalámbrico, techo solar, Head-up Display, asientos térmicos y ventilados, alerta de cambio de carril, detector de colisión, alerta de objetos en ángulo muerto, frenada de emergencia o varios paquetes que aglutinan estos elementos de equipamiento con alguna ventaja económica.
En España, los precios recomendados para la gama Opel Insignia Sports Tourer 2021 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Edition | Business Edition | GSi-Line | Business Elegance | GSi-Line Plus | |
2.0 Turbo 170 CV 9AT | – | – | 40.775 € | 44.518 € | 48.365 € |
2.0 Turbo 200 CV 9AT | – | – | – | 46.078 € | 49.925 € |
1.5D 122 CV 6MT | 36.790 € | 38.348 € | 39.180 € | 42.609 € | – |
1.5D 122 CV 8AT | – | 40.427 € | 41.258 € | 44.688 € | – |
2.0D 174 CV 6MT | – | – | – | 45.727 € | – |
2.0D 174 CV 8AT | – | – | – | 47.806 € | 50.923 € |
- Excelente relación precio/equipamiento/producto.
- Buenos acabados y materiales, con una gran sensación de calidad a la vista, al tacto y en los ajustes.
- Excelentes consumos.
- La puesta a punto de la dirección y la suspensión es reseñable, de las referencias del mercado por la gran comodidad, sensación de control y seguridad que transmiten.
- Gran comodidad a bordo con espacio generoso.
- Elevada calidad de rodadura (solo estropeada por la sonoridad de la mecánica).
- Los desarrollos del cambio son algo largos, algo que se agradece en autopista, pero fuera de ella nos obliga a jugar bastante con el cambio para sacarle su jugo a esta mecánica.
- La visibilidad por los espejos retrovisores y el tres cuartos trasero me ha parecido algo justa.
- No hay una trampilla que comunique el habitáculo y el maletero.
- Los espejos retrovisores se cierran desde dentro, pero no con la llave.
- Cuatro ocupantes viajan con total comodidad, pero es algo estrecho para viajar cinco personas a bordo.
- Mecánica pobre en prestaciones si vamos a aprovechar la capacidad de carga del Insignia.
- Sin opciones ECO o CERO que sí ofrecen la mayoría de los rivales.