Han pasado nada menos que 40 años desde que conociéramos la primera generación del SEAT Ibiza, uno de los compactos más populares de nuestro tiempo. El pasado 2021, la firma española renovó su icono con un diseño más fresco, materiales de mejor calidad y mucha tecnología de seguridad. Hoy probamos el SEAT Ibiza 1.0 TSI 110 CV FR.
Para el SEAT Ibiza, el diseño es importante, muy importante. Tanto que incluso podemos decir que siempre ha sido la clave de su éxito. El primer modelo fue obra del conocido diseñador Giorgetto Guigiaro, quien se decantó por un aspecto cuadrado “muy de su tiempo”. En esta última entrega, el renovado diseño apuesta por la jovialidad y la deportividad.
Podríamos decir que el SEAT Ibiza fue, es y será, un isleño en el mundo, pues ayudó a internacionalizar la compañía. Tras cinco generaciones y 6 millones de unidades vendidas en más de 80 países, este compacto sigue haciendo tributo al topónimo que le bautizó: una isla mediterránea y joven que recibe más de 1,5 millones de visitantes al año de todo el mundo.
Desarrollado sobre la plataforma modular MQB-A0 del Grupo Volkswagen, tiene como principales rivales a modelos tan populares como los Hyundai i20, Toyota Yaris, Opel Corsa, Peugeot 208, Suzuki Swift, Škoda Fabia, Mazda2, KIA Rio y Dacia Sandero, entre muchos otros. Por precio, se sitúa en una posición intermedia frente a sus alternativas.
Diseño exterior
Como decía, el diseño es un elemento principal en el SEAT Ibiza. Con la renovación, llegan unos cambios sutiles que mejoran el aspecto del modelo y resaltan su carácter. Destacan en el frontal el rediseñado paragolpes, que varía según el acabado elegido; y los faros con tecnología LED de serie (Eco-LED en Reference y Full LED en el resto).
La parrilla adopta diferentes diseños en función del acabado. En el extremo inferior destaca una entrada de aire a cuyos lados se ubican los faros antiniebla. También disponibles en función de la versión son los sensores de aparcamiento delanteros. El marcado capó da paso a una luna que nos ofrece buenas dimensiones y una gran visibilidad.
El perfil lateral del SEAT Ibiza mantiene sus voladizos cortos con ruedas situadas en las cuatro esquinas del vehículo. Esto proporciona mayor estabilidad y potencia la deportividad. Encontramos tres nuevos diseños de llantas y tamaños entre 15 y 18 pulgadas. En este caso calzan unas gomas ContiSportContact 5 en dimensiones 215/40 R18 89W XL para ambos ejes.
Sus medidas se mantienen en los 4.06 metros de largo, 1.78 metros de ancho y 1.44 metros de alto. La batalla mide 2.564 mm y las vías delantera y trasera miden 1.525 y 1.505 mm, respectivamente. Visto desde arriba encontramos una antena de tipo convencional. Una pena, porque le sentaría de muerte una de tipo aleta de tiburón en color negro a contraste.
La superficie de las puertas queda libre de ornamentaciones y el área acristalada es generosa. Brinda buena luminosidad al interior y buena visibilidad al conductor. En total hay una selección de ocho colores de carrocería, algunos de ellos nuevos. Se ofrecen tonos clásicos y acabado sólido y metalizado. En este caso vemos el Azul Saphire metalizado.
Si pasamos a la zaga, vemos que la horizontalidad está muy presente. Son protagonistas la denominación de la marca en posición central y los nuevos faros LED. El toque “deportivo” lo ponen el remozado paragolpes inferior, con un difusor que integra dos embellecedores cromados para simular colas de escape; y el alerón de techo.
Opcionales destacados para el exterior son el techo panorámico practicable y el Red Pack.
Un aspecto que diferencia al renovado Ibiza es el emblema con tipografía manuscrita en el que figura el nombre del modelo, algo característico de los últimos vehículos de SEAT. Por su parte, el nuevo logotipo de SEAT presenta un acabado cromado bitono. Es mate en la parte central y brillante en los bordes.
Diseño interior
Las principales innovaciones del SEAT Ibiza están en el interior. A un nuevo diseño se unen materiales de más calidad y diversos sistemas ya vistos en los últimos modelos de la marca. Los plásticos rígidos están muy presentes, pero se combinan acertadamente con los elementos blandos, como en el salpicadero. Todos resultan agradables a la vista y el tacto.
En este sentido está un peldaño por encima del nuevo Škoda Fabia, que tiene una mayor presencia de plásticos. La sensación de solidez es buena en términos generales, pero es cierto que al presionar con algo de fuerza pueden apreciarse diversos crujidos. Ponen la guinda del pastel el paquete de iluminación ambiental y el volante, forrado en cuero Nappa.
Las salidas de aire del salpicadero se han rediseñado y van en rojo.
Preside el salpicadero una nueva pantalla táctil más grande para el sistema de infoentretenimiento. El tamaño es de 8,25 pulgadas para los acabados más sencillos y de 9,2 pulgadas en los niveles más altos o en opción. El nuevo sistema Full Link viene con Apple CarPlay inalámbrico y Android Auto, así como reconocimiento de voz natural.
Tampoco faltan los servicios Seat Connect. Gracias al módulo SIM incorporado, el nuevo Ibiza permanece siempre conectado, lo que le permite contactar con los servicios de emergencia en caso de accidente, utilizar datos en tiempo real… Además, el nuevo sistema MIB3 goza de gran fluidez y calidad. Es intuitivo, responde bien a las órdenes y tiene buenos gráficos.
Junto al nuevo equipo multimedia, destaca también una nueva instrumentación digital de 10,25 pulgadas opcional. Es de serie en los topes de gama y permite ciertas posibilidades de personalización. Los acabados básicos presentan un cuadro con dos diales analógicos y una pantalla de 3,5 pulgadas en posición central. En ambos casos la información es abundante.
Bajo la pantalla se ubican los controles del climatizador bizona. Inmediatamente después encontramos un hueco portaobjetos inclinado con base de goma. Alberga con dos tomas USB-C y la carga inalámbrica para el smartphone opcional. Ya en la consola central están el botón de arranque, la palanca de cambios y algunos botones.
Dato curioso es que, junto a los dos posavasos, encontramos un freno de mano convencional. Personalmente considero que, al menos en las versiones automáticas, podrían haber incorporado un freno de mano eléctrico. Remata la consola central un reposabrazos con ajuste longitudinal. En su interior encontramos una pequeña guantera.
Los asientos presentan un mullido muy cómodo para viajar. Ofrecen buen agarre en el respaldo, aunque no tanto en la banqueta. Los ajustes son manuales, pero pueden ser calefactados y contar con ajuste lumbar. Respecto al nuevo volante multifunción, es el ya conocido de otros modelos. Los cinturones, por su parte, no son regulables en altura.
En la segunda fila de asientos viajarán cómodos dos adultos de hasta 1,90 metros de altura. Es de los mejores del segmento por espacio para las piernas y altura, junto al Fabia. Como es habitual en el segmento, la anchura es limitada para tres. Además, la plaza central no es cómoda por mullido, ni por altura, ni por la presencia del túnel de transmisión.
Respecto al maletero, este cubica un total de 355 litros, una buena cifra en el segmento. Abatiendo los asientos alcanzamos los 1.165 litros (proporción 60:40). En el maletero hay ganchos de diferente tamaño y formas, argollas para sujetar una red y una toma de 12 voltios. Con el Pack Interior se ofrecen redes de sujeción y el suelo de carga variable en altura.
Las formas son muy regulares y en el doble fondo hay espacio para una rueda de repuesto de emergencia, incluso con el equipo de audio BeatsAudio. Este va asociado a un altavoz de graves en el maletero. También se ofrecen varios ganchos de remolque: desmontable o plegable. El borde de carga queda situado a 730 mm del suelo.
Motorización SEAT Ibiza 1.0 TSI 110 CV
A nivel mecánico, el nuevo SEAT Ibiza llega con motores de gasolina. El básico es el 1.0 MPI tricilíndrico con 80 CV (59 kW) y 93 Nm de par. Está asociado a una caja manual de cinco relaciones. Un peldaño más arriba tenemos este TSI 1.0 con 110 CV (81 kW) y 200 Nm de par. Puede asociarse únicamente a la caja manual de seis velocidades.
El motor de gama alta es el 1.5 TSI de cuatro cilindros con 150 CV (110 kW), disponible disponible con cambio automático DSG de siete relaciones. Cabe destacar que desaparecen la alternativa 1.0 TSI de 95 CV y el 1.0 TGI de tres cilindros que funcionaba con gas natural comprimido (GNC). Este iba asociado una caja manual de seis velocidades y erogaba 90 CV (66 kW) y 160 Nm de par.
En esta ocasión hemos elegido el 1.0 TSI manual, la versión más demandada. Monta un bloque tricilíndrico de aluminio con 999 cm3, cuatro válvulas, dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo e intercooler. Desarrolla una potencia de 110 CV (81 kW) a 5.500 rpm. Está asociado a un par máximo de 200 Nm entre las 2.000 rpm y las 3.500 rpm.
Esta combinación mecánica destaca por su progresividad, por lo que no termina de casar con el concepto FR. Ofrece unas recuperaciones exentas de vibraciones desde bajas vueltas, pero el verdadero empuje llega pasadas las 2.000 rpm. Curiosamente, tiene un funcionamiento más tosco que en otros modelos de la gama y del Grupo VAG.
En general, la rumorosidad está bien contenida, aunque en aceleraciones intensas es claramente perceptible su sonido y naturaleza. Con respecto a las prestaciones, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,2 segundos, una cifra modesta. Recupera de 80 a 120 km/h en 7,3 segundos (entre marchas) y alcanza una velocidad punta de 190 km/h.
Como puedes ver, no es un coche veloz, pero el 1.0 TSI mueve con más soltura al Ibiza que a los León y Ateca recientemente probados. Por lo tanto, no necesitarás más potencia en la gran mayoría de las situaciones, especialmente si te mueves por entornos urbanos e interurbanos. La cosa cambia si sueles hacer adelantamientos rápidos o viajas mucho.
En estos casos, cuando viajamos cargados y hay pronunciados desniveles, se muestra algo más perezoso. La opción de 150 CV te resultará más interesante, al igual que si buscas una respuesta más viva y un comportamiento más dinámico. Si lo vas a exprimir, el FR 1.5 TSI es tu opción. En autopista, a 120 km/h, el motor gira a 2.700 rpm en 6ª velocidad.
Respecto a los consumos, SEAT declara un consumo combinado de 5 l/100 km en WLTP. Durante la semana de pruebas, la cifra final ha sido de 6,2 l/100 km. En una conducción real en carretera obtuve 5.7 l/100 km, mientras que en ciudad rondaba los 7.2 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 40 litros.
En cuanto al cambio manual de seis relaciones, me parece cómodo para un uso tranquilo del Ibiza. Tiene un recorrido, guiado y escalonamiento acertado y preciso para este tipo de conducción. Todo funciona con suavidad y en sintonía.
Sin embargo, para una conducción más deportiva a la que invita la puesta a punto de este acabado, sí que echo en falta un guiado más marcado. El cambio automático DSG, por su parte, lo hace más polivalente, cómodo y elástico en el día a día.
Version | 1.0 TSI FR - 3 cilindros en línea |
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Cilindrada | 999 cm³ |
Potencia | 110 CV (81 kW) @ 5.500 rpm |
Par | 200 Nm @ 2.000 - 3.500 rpm |
Peso | 1.169 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.059 / 1.780 / 1.444 mm |
Volumen Maletero | 355 (1.165) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,2 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,3 segundos |
Velocidad máxima | 190 km/h |
Consumo homologado | 5 / 6,5 - 5 - 4,3 - 5,1 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 115 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 23.400 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento SEAT Ibiza 1.0 TSI 110 CV
El SEAT Ibiza pretende conquistarnos por su buen equilibrio entre comodidad y tacto de conducción. En todas las versiones ofrece altas dosis de practicidad y polivalencia, pero quienes busquen más confort en suspensiones y aislamiento, deberán renunciar al FR. Por el contrario, si buscas un plus de agilidad, firmeza y precisión, es tu acabado.
En carreteras en buen estado, el aislamiento del Ibiza es correcto, sin destacar en el segmento. Sin embargo, cuando el asfalto está deteriorado, la sonoridad queda muy patente en el habitáculo. Quizá con llantas de mayor tamaño quede mejor disimulado, pero con esta configuración puede llegar a resultar molesto en algunos tramos.
En autopista, rueda a buen ritmo con aplomo y estabilidad. De serie, los amortiguadores son de dureza fija: McPherson en el eje delantero y eje rígido detrás. Muestran un buen equilibrio a la hora de filtrar las irregularidades del asfalto y permitirnos un paso por curva ágil. En el FR se equipa la suspensión deportiva, más firme.
Esta ofrece un plus en el apartado dinámico al incluir muelles más cortos que rebajan la altura de la carrocería en 15 mm. Nos permite incrementar la deportividad a cambio de sacrificar un poco el confort, sobresaliendo frente a muchos rivales en este sentido. Personalmente, me parece que la suspensión de serie ofrece un mejor equilibrio para el día a día.
Los cambios de apoyo son rápidos y la carrocería apenas balance. Transmite confianza porque la precisión de todos los mandos es buena y, al buscarle las cosquillas, siempre nos muestra reacciones dóciles y naturales. Sin llegar a ser tan ágil como un MINI ni tan cómodo como un C3, pocos modelos similares alcanzan un equilibrio tan bien logrado.
La dirección, por su parte, tiene una acertada asistencia eléctrica. No filtra todo lo que ocurre entre las ruedas delanteras y el asfalto, permitiendo trazar las curvas con precisión. También resulta más que correcta en rapidez cuando vamos buscando los límites. Si hay algo en lo que peca ligeramente es en feedback. También permite maniobrar con facilidad.
Las dimensiones del Ibiza son suficientes para ofrecer un amplio espacio interior y de carga. Sin embargo, contenidas para que maniobrar en espacios reducidos no sea tedioso. Como su predecesor, presume de buena visibilidad en todos los ángulos, diversas asistencias a la conducción. El diámetro de giro entre paredes es de 10,6 metros.
Respecto a los frenos, el Ibiza monta unos discos ventilados (276 mm de diámetro) en el eje delantero y macizos en el trasero (230 mm de diámetro). Su funcionamiento es muy bueno en una conducción sosegada e incluso un poco más deportiva, con un tacto y asistencia agradables en el pedal. Para un uso normal, muestran buena resistencia a la fatiga.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, no faltan el control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, asistente de colisión frontal con detección de vehículos, peatones y asistente de esquiva; alerta de tráfico cruzado trasero, asistente de aparcamiento, frenada de emergencia, sensor de ángulo muerto, Travel Assit…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para el SEAT Ibiza se denominan Reference, Style, Special Edition y FR. Desde el más sencillo cuentan con un interesante equipamiento que incluye faros EcoLED, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, detector de fatiga, asistente al arranque en cuestas, limitador de velocidad y encendido automático de luces.
Otros elementos de serie son el sistema de sonido con pantalla de 8.25 pulgadas, radio DAB, USB, bluetooth, retrovisores plegables, volante multifunción, aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros, ordenador de viaje, cierre centralizado con mando, llantas de 15 pulgadas, retrovisores y tiradores de las puertas en el color de la carrocería…
El nivel Style añade los faros Full LED delanteros y traseros, control de velocidad, faros antiniebla con iluminación en curvas, Apple CarPlay y Android Auto sin cables, llantas de aleación de 15 pulgadas, volante y pomo del cambio forrados en piel y asiento posterior abatible por partes, entre otros.
En el Special Edition hemos de sumar sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara de visión posterior, control de crucero adaptativo con limitador, asistente en cuestas, front assist, alerta de carril involuntaria, faros antiniebla, climatizador automático, instrumentación digital, Marina Pack, cristales tintados, pack LED interior…
Por último, el FR más deportivo cuenta también con la suspensión deportiva, selector de modos de conducción, llantas de aleación de 17 pulgadas, doble fondo de maletero, volante deportivo FR, tapizado específico, marcos de ventanilla en negro, espejos pintados en negro brillante, etc.
Entre las opciones más interesantes están el navegador con pantalla de 9.3 pulgadas, techo solar deslizante, instrumentación digital, SmartBeam, alerta de cambio de carril, control de crucero adaptativo, lector de señales, control de ángulo muerto, cargador sin cables, asientos calefactables, sistema de sonido Beats…
Los diversos paquetes XS, XM y XL ofrecen más equipamiento a un precio atractivo.
Los precios recomendados para la gama SEAT Ibiza 2023 sin descuentos ni promociones arrancan en los 17.650 € del Reference 1.0 MPI. El tope de gama es el Ibiza FR XL DSG de 150 CV por 28.969 €. En este caso, un Ibiza 1.0 TSI 110 CV FR parte de los 23.400 € sin descuentos ni promociones. La campaña actual son 3.200€.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.6
Notable
La última entrega del SEAT Ibiza tiene como objetivo mantener la mentalidad joven de la marca. El modelo llega con detalles más refinados en el exterior y en el interior, así como una dotación tecnológica y de asistentes mejorada y actualizada. Sigue siendo uno de los preferidos entre los jóvenes españoles, especialmente en esta deportiva versión FR.
Lo bueno
- Faros LED de serie en toda la gama. Full LED en los acabados altos.
- Mayor calidad de materiales en el interior, con más superficies tapizadas.
- Habitabilidad en todas las plazas y maletero.
- Pocos rivales ofrecen tan buen tacto de conducción sin ser más incómodos.
Lo mejorable
- Los cinturones no tienen regulación en altura.
- Algunos crujidos en el salpicadero al presionar.
- Las prestaciones de la mecánica no casan con su carácter “deportivo”.
- Aislamiento interior mejorable, al menos con estas llantas.