La última generación del Toyota RAV4 Hybrid se ha convertido en todo un éxito comercial tanto en Europa como en España. La clave del éxito está en un diseño moderno y personal, más calidad y la mecánica híbrida con la cada vez más deseada etiqueta ECO. Hoy probamos el Toyota RAV4 Hybrid Adventure 220H 4×4.
Vivimos una época en la que los diésel están pasando una mala etapa comercial y las motorizaciones de gasolina son algo «gastonas» en los SUV. Por eso, son los híbridos e híbridos enchufables los que están ganando cada vez más adeptos en nuestro país. Y no hay empresa con más experiencia en electrificación que Toyota.
Cabe recordar en este sentido que el Toyota RAV4 también puedes comprarlo en versión híbrida-enchufable. Respecto al acabado Adventure, es probablemente uno de los más atractivos de la gama, junto con el GR Sport. Reemplaza al anterior Black Edition y se distingue de los demás por un diseño y diversos elementos específicos.
Como rivales destacables cabe mencionar el Opel Grandland, el Ford Kuga, el Lynk&Co 01, el Nissan Qashqai, el Renault Kadjar, el SEAT Ateca, el Volkswagen Tiguan, el Peugeot 3008, el Škoda Karoq, el Lexus NX, el Hyundai Tucson o el KIA Sportage. Por precio, se sitúa en un escalón intermedio-alto en el segmento.
Diseño exterior
En el Toyota RAV4 Adventure hay algunos elementos diferenciadores que distinguen a esta versión del resto. Se trata de un diseño específico del frontal y una suspensión que eleva un centímetro más la carrocería del suelo. En conjunto, estos detalles de diseño conforman una imagen más deportiva y robusta para el SUV híbrido.
El frontal integra una parte oscura para el entramado y el marco de la parrilla; así como para las extensiones de los faros antiniebla. También vemos un acabado metalizado en la moldura inferior del paragolpes. Enfatiza la amplitud y la presencia poderosa del RAV4. La luna, de generosas dimensiones, ofrece excelente visibilidad.
A ambos lados de la parrilla podemos ver las ópticas Bi-LED. Son de serie y ofrecen lavafaros, sensor automático de encendido y asistente de luces largas/cortas. A media altura se pueden apreciar parte de los sensores de aparcamiento perimetrales. Si la equipamos, vemos una de las cámaras 360º grados que nos ofrecen una visión cenital del coche.
Visto de perfil mantiene el empaque. El alargado capó y los marcados pasos de rueda le otorgan una vista dura y musculosa. Del mismo modo, presenta una generosa superficie acristalada -con cristales posteriores oscurecidos. Se completa con nuevas llantas de 18 y 19 pulgadas. Solo se ofrece el color Bi-tono Urban Khaki.
En esta unidad, llenan los pasos de rueda unas llantas de aleación ligera de 19 pulgadas en color negro. Están calzadas con neumáticos Bridegestone Alenza 001 en dimensiones 235/55 R19 101V en ambos ejes. La superficie de las puertas es limpia, sin embellecedores, salvo por la protección plástica inferior al más puro estilo SUV.
Sus medidas se mantienen en los 4.60 metros de largo, 1.85 metros de ancho y 1.69 metros de alto. La batalla mide 2.690 mm y las vías delantera y trasera miden 1.610 y 1.640 mm, respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0,32. En el techo encontramos una antena de tipo aleta de tiburón y raíles en negro.
En la zaga mantiene la prestancia del RAV4. Vemos ópticas LED, un gran portón eléctrico -manos libres opcional-, dos salidas de escape cromadas y un marcado spoiler sobre la amplia luna trasera. El protector inferior tiene un acabado metalizado. Se pueden montar bola de remolque y diversos accesorios.
Diseño interior
El interior del Toyota RAV4 Hybrid Adventure también cuenta con algunos elementos propios. Es el caso del nuevo diseño de la tapicería en cuero sintético con detalles en naranja. Por lo demás, ofrece la amplitud, ergonomía y sencillez de la que hacen gala el resto de los acabados de la gama. La sensación percibida es buena en conjunto.
Únicamente la presencia de algunos materiales le restan algún que otro punto. En cualquier caso, va un paso más allá respecto a su predecesor y los ajustes dan sensación de solidez. Los materiales blandos recubren la mayor parte del habitáculo, con un aspecto agradable tanto al tacto como a la vista.
Lo cierto es que hay una escasa presencia de plásticos rígidos en las zonas visibles. Eso sí, en las partes bajas los plásticos duros son los protagonistas. Sin ser lujoso, es uno de los Toyota con mayor calidad percibida. El salpicadero está presidido por la pantalla táctil, que es de 8 pulgadas en el acabado más completo.
Respecto al sistema de infoentretenimiento goza de un funcionamiento intuitivo y unos gráficos mejorados, aunque sigue pecando en calidad respecto a muchos de sus rivales. Tasmpoco la cámara de visión posterior ofrece excesiva calidad. No equipa navegación, pero es compatible tanto con Android Auto como con Apple CarPlay.
El cuadro de instrumentos ofrece gran cantidad de información tanto del motor de combustión interna como del motor eléctrico y su flujo de energía; al tiempo que presenta un diseño tradicional, con dos diales a los lados y una generosa pantalla central. Controlable desde los botones del volante, es sencillo de manejar e intuitivo.
Bajo el sistema multimedia encontramos la botonería justa y necesaria para gestionar el climatizador de dos zonas con tres modos de funcionamiento o los asientos calefactables, entre otras funcionalidades. Al principio de la consola central encontramos la toma de 12V, las tomas USB y un pequeño hueco portaobjetos.
Los huecos portaobjetos son abundantes y más que suficientes para guardar todo lo necesario en el día a día. En la parte intermedia de la consola central encontramos la palanca de cambios, diversos interruptores para la selección de los modos de conducción y dos posavasos. No faltan el freno de mano eléctrico y un reposabrazos fijo con guantera.
Encontramos regulación de altura en los cinturones delanteros, un punto muy positivo. El Toyota RAV4 Hybrid está homologado para cinco ocupantes. Como suele ser habitual, serán cuatro pasajeros los que viajarán con mayor comodidad. Con todo y con eso, la anchura y la altura al techo son destacables. En las plazas exteriores encontramos anclajes ISOFIX.
En cierto que no nos encontramos con un túnel de transmisión abultado ni unas salidas de ventilación excesivamente intrusivas. La pena es el mullido del asiento central, más duro a causa del resposabrazos. En la segunda fila hay, además de lo ya mencionado, otras comodidades como salidas de ventilación y tomas USB y 12V.
Cabe también destacar que los asientos de la segunda fila tienen ajuste del respaldo en varias posiciones, pero la banqueta es fija. El acceso es cómodo a todas las plazas (aunque el ángulo de apertura no destaca entre sus rivales) y las puertas cubren la parte inferior de la carrocería para no mancharnos al subir y bajar del vehículo.
Bajo el piso del maletero hay espacio para guardar algunas herramientas.
La capacidad del maletero es de 580 litros. Es grande en el segmento y puede ampliarse plegando la segunda fila (60:40) hasta los 1.690 litros. Sus formas son muy regulares y hay argollas, iluminación y toma 12V. Eso sí, la iluminación es pobre y no hay ganchos para bolsas. El borde de carga queda a 710 mm y enrasado con el piso.
Motorización Toyota RAV4 Hybrid Adventure
A nivel mecánico, el Toyota RAV4 Hybrid está equipado con un sistema híbrido autorrecargable de cuarta generación. Combina un motor de cuatro cilindros y 2.5 litros gasolina Atkinson de 177 CV (130 kW) a 6.000 rpm y 221 Nm entre las 3.600 y las 5.200 rpm; con un motor eléctrico más ligero, compacto y potente con 120 CV (88 kW) y 202 Nm de par.
Este sistema es el mismo que encontramos en los Lexus ES y Toyota Camry (A25A-FXS). Ofrece una eficiencia térmica del 41%. Tiene un sistema de inyección doble (directa e indirecta) y distribución variable de control hidráulico para las válvulas de escape (VVT-i) y electrónico en las de admisión (VVT-iE). La tensión nominal del sistema híbrido es de 245 V.
El motor eléctrico y el generador no van en el mismo eje (disposición coaxial) sino en distinto. La batería es de níquel e hidruro metálico y no resta espacio ni al maletero ni al habitáculo. En el RAV4 Hybrid se suma un segundo motor eléctrico de 54 CV (40 kW) y 121 Nm en el eje trasero que aporta la tracción AWD-i al SUV.
La potencia total del sistema es de 222 CV (163 kW), lo que le convierte en una alternativa ágil, pero también ahorradora. Sus cifras son suficientes para la gran mayoría de los usuarios. Al volante tenemos la impresión de ir en un vehículo rápido, y lo es, aunque quien quiera más prestaciones deberá plantearse dar el salto al PHEV.
El Toyota RAV4 Hybrid declara un 0 a 100 km/h en 8,1 segundos, una recuperación de 80 a 120 km/h en 5,6 segundos y una velocidad punta de 180 km/h. Adicionalmente, ofrece una respuesta inmediata al acelerador y mantiene velocidades de crucero elevadas en autopista sin esfuerzo, incluso yendo cargados.
El único hándicap es el sonido de la mecánica. El aislamiento podría estar mejor trabajado, porque pese a que el sistema híbrido de cuarta generación es más refinado, el sonido del motor es audible en el habitáculo salvo cuando circulamos a baja velocidad. No es molesto en carretea, pero sí hay un murmullo contante.
Cuando aceleramos con ahínco para adelantar a otros vehículos o subir pendientes pronunciadas es cuando más se hace nota, algo que resta puntos al RAV4 Hybrid frente a alternativas con mecánicas tradicionales o con otro tipo de transmisiones. Por el contrario, en ciudad va muy suave al desplazarse en modo eléctrico.
Tampoco desmerecen los consumos. La marca declara un combinado de 5.7 l/100 km, cifra que no es difícil rondar combinando ciudad, periferia y autopista. En carretera, el consumo durante la prueba se detuvo en 6.6 l/100 km; mientras que en ciudad nos movimos en torno a 4.9 l/100 km. La media tras la semana de pruebas fue de 6,1 l/100 km.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 55 litros, por lo que, si practicamos una conducción sosegada, la autonomía es buena. Como buen híbrido que es, una de sus mayores ventajas la aporta el poder beneficiarse del codiciado distintivo ECO de la DGT. Respecto al cambio, Toyota mantiene la conocida caja CVT de variador continuo.
La razón es simple: es una transmisión más eficiente en su conjunto, pero al no tener un cambio de marchas fijas, al pisar enérgicamente el acelerador el motor se revoluciona en exceso y resulta molesto. El cambio tiene posición ‘S’ para uso secuencial, pero no cumple su función, puesto que no encontramos marchas como tal.
En la consola central tenemos un modo EV, pero la autonomía apenas supera los dos kilómetros, por lo que su uso es bastante limitado. También podemos encontrar cuatro modos de conducción: Eco, Normal y Sport, aunque las sensaciones no varían mucho sobre la dirección y el acelerador. Se suma el modo Trail en este caso.
Version | RAV4 Hybrid 220H 4x4 Adventure - 4 cilindros en línea + eléctrico |
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Cilindrada | 2.487 cm³ |
Potencia | 222 CV (163 kW) |
Par | N.D. |
Peso | 2.205 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.600 / 1.855 / 1.690 mm |
Volumen Maletero | 580 (1.690) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8,1 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,6 segundos |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Consumo homologado | 5,7 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 132 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | 53.200 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Toyota RAV4 Hybrid Adventure
Nada más avanzar los primeros metros con el RAV4 Hybrid es fácil apreciar que se trata de un SUV bien hecho, con empaque. Se siente más ágil que el híbrido enchufable tanto por las dosis de potencia que ofrece como por el menor peso. Eso sí, es un vehículo que se siente más cómodo en una conducción sosegada que dinámica.
Es un SUV pensado para conducir de manera confortable por las reacciones que ofrece, que no siempre son todo lo naturales que nos gustarían. Además, esta versión está algo peor aislada del exterior y del ruido del motor en el habitáculo que el PHEV y que algunos de sus rivales. Esto no invita a circular deprisa revolucionando el motor.
La calidad de rodadura es buena, aunque sin resultar destacable en el segmento. El RAV4 Hybrid recurre a una suspensión formada por un esquema McPherson en el eje delantero y de doble horquilla trasera. Se notas que está ajustada para la comodidad de conducción. Gracias a ello, filtra muy bien las irregularidades del asfalto.
Es un coche cómodo tanto en la ciudad como en los largos viajes, e incluso fuera del asfalto. Es quizás en los resaltos o pasos de peatones elevados donde resulta algo más rebotona si no reducimos la velocidad. Hay opciones aún más cómodas como un C5 Aircross, pero en cualquier caso, no se le pueden sacar pegas en este sentido.
El RAV4 Hybrid también goza de una dirección que marca bien la trayectoria. Eso sí, en ningún caso nos ofrece una rapidez de movimientos y un feedback que nos inviten a circular deprisa por tramos más enrevesados, algo que es habitual en el segmento. No ofrece asistencia en función de la velocidad, pero sí mayor resistencia en modo Sport.
Con todo y con eso, el RAV4 responde con solvencia a los cambios de trayectoria siempre que no le busquemos mucho las cosquillas. Ofrece unos cambios de apoyo naturales y buena sensación de control y estabilidad en estas circunstancias. No es torpe, pero la dirección se siente más cómoda en autopista.
Tampoco en ciudad se siente incómodo pese a sus dimensiones. Los asistentes a la conducción ayudan mucho en espacios estrechos y a la hora de maniobrar. Hay 2,76 vueltas de volante entre topes, a lo que hemos de sumar un diámetro de giro de 11 metros entre bordillos y de 11,8 metros entre paredes. Son unas cifras normales.
Cabe también mencionar que la visibilidad es buena en todos los ángulos gracias a la amplia superficie acristalada y el puesto de conducción elevado. Solo los pilares traseros resultan algo anchos, aunque no es un problema en absoluto. Respecto a los frenos, éstos tienen un tacto más bien blando, pero medianamente homogéneo.
Al tratarse de un híbrido con frenada regenerativa requieren de un breve período breve de adaptación para no quedarse cortos -o largos- de frenada. Esto es especialmente notable en maniobras a baja velocidad. Equipa discos ventilados en ambos ejes con 328 mm de diámetro delante y 317 mm de diámetro detrás.
Pese a estar pensado para caminos de baja dificultad, fuera del asfalto, el Toyota RAV4 Hybrid tiene buenas cotas y altura libre. Ojo, lo recomendable para este uso es equipar unos neumáticos adecuados. Su ángulo de ataque es de 18º, su ángulo ventral de 15,5º y su ángulo de salida de 20º. La altura libre es de 200 mm.
La tracción total actúa también con eficacia, ofreciendo un incremento en tracción, estabilidad y seguridad. Las ruedas traseras pueden hacer un 30% más de par. Suma un programa de conducción llamado Trail para evitar las pérdidas de par por las ruedas que no tienen adherencia. Lo que no encontramos es un control de descensos.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, encontramos el último Toyota Safety Sense. Este incluye aviso de colisión con asistencia de dirección y frenado activos y detección de peatones/bicicletas, control de crucero adaptativo, mantenimiento y alerta de salida de carril, asistente de luces, aviso de ángulo muerto, lector de señales…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para el RAV4 Hybrid se denominan Business (para empresas), Advance, Style, Luxury y Adventure. Desde el más sencillo ya incluyen los faros LED, control de crucero adaptativo, lector de señales de tráfico, alerta y asistente de carril, aviso pre-colisión, detector de fatiga y Smartbeam.
También de serie son el arranque por botón, climatizador automático, ordenador de viaje, llantas de aleación, sistema multimedia con pantalla táctil, radio DAB, Apple CarPlay, Android Auto, bluetooth, sensores de aparcamiento, asiento del conductor parcialmente eléctrico…
En las versiones más completas se incluyen el sistema de sonido de alta calidad, asientos calefactables, techo solar deslizante, tapizado en piel, portón trasero automático, sistema de visión 360º, faros bi-led, cargador de smartphone por inducción y acceso sin llave, entre muchos otros elementos.
Los precios recomendados para la gama Toyota RAV4 Hybrid arrancan en 41.000 euros sin descuentos ni promociones para el 4×2 Advance. En el caso de este acabado Adventure 4×4, el precio es de 53.200 euros antes de promociones. Es el más caro de la gama junto con el Luxury 4×4, del mismo precio. Por encima queda el PHEV.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
Aquellos que busquen un SUV híbrido deberían pensar en el Toyota RAV4, una propuesta que ha mejorado mucho en los últimos años. Ahora tiene una transmisión más refinada, un andar más vivo y un comportamiento superior sin que el confort haya bajado puntos. Además, la capacidad y calidad de su interior, así como el excelente volumen de carga son otras de las virtudes de este japonés.
Lo bueno
- Motor solvente y eficiente. Consumos razonables para las dimensiones y peso del conjunto.
- Habitabilidad y espacio de carga.
- Abundante equipamiento.
- Cotas off-road.
Lo mejorable
- Precios algo elevados sin los descuentos.
- Aislamiento y rumorosidad de la mecánica.
- El sistema de infoentretenimiento y algunos acabados se quedan algo atrás frente a ciertos rivales, al igual que la instrumentación.
- Reacciones de la dirección y del conjunto si le buscamos las cosquillas.