El Volkswagen T-Cross podría no parecerte el modelo más exitoso de la marca, pero lo cierto es que se han entregado 1,2 millones de unidades desde su lanzamiento. Es por ello por lo que la firma de Wolfsburgo ha decidido renovarlo para seguir teniendo un producto fresco en el mercado. Hoy nos ponemos al volante del Volkswagen T-Cross 115 CV 1.0 TSI Life.
No te vamos a mentir, te costará encontrar los cambios en un primer vistazo. Sin embargo, las principales novedades llegan en la calidad interior y el equipamiento, con una dotación de serie superior a la de su predecesor. Adicionalmente, puedes encontrar detalles exteriores e interiores renovados, así como nuevos juegos de llantas y colores.
La línea de motores cuenta con los integrantes habituales, que son todos de gasolina entre 95 y 150 CV de potencia. Por lo tanto, el único distintivo ambiental de la DGT disponible es el ‘C’. En función del motor elegido, se puede asociar a una caja manual de cinco o seis relaciones, o la DSG de siete. La tracción es en todos los casos al eje delantero.
Rivales del Volkswagen T-Cross son modelos como los son los SsangYong Tivoli, Nissan Juke, Opel Crossland, Hyundai Bayon, KIA Stonic, Peugeot 2008, VW Taigo, Toyota Yaris Cross, Ford Puma, Jeep Renegade, Mitsubishi ASX, Škoda Kamiq y SEAT Arona, entre otros. Por precio, el Volkswagen T-Cross está en una posición media-alta a igualdad de potencia.
Diseño exterior
El Volkswagen T-Cross es uno de esos coches que a muchos no termina de convencerles hasta que no lo ven en persona. Para reforzar su atractivo, el renovado modelo recibe unos faros LED de serie. Pueden ser matriciales en opción (o de serie en el caso del R-Line. Estos últimos quedan unidos por una barra de luz LED de ancho completo.
Esta flanquea el logo de Volkswagen, que se ubica en la parte central de la generosa parrilla, que varía según acabado. Su borde cromado va a juego con otros elementos similares para los embellecedores laterales, donde descansan las luces diurnas en los R-Line. La protección de bajos cromada es también un estándar en toda la gama.
En el extremo superior, el corto capó da paso a una luna delantera amplia que brinda buena visibilidad hacia delante. Si avanzamos por la vista lateral, encontramos una superficie de las puertas limpia de ornamentaciones; así como un espacio acristalado más que suficiente para favorecer la visibilidad. Las líneas de carácter le dotan de gran personalidad.
Las lunas pueden tintarse en opción. En el extremo inferior, las protecciones plásticas a contraste le dan el toque crossover definitivo al conjunto. Son novedad las llantas de 16 pulgadas de serie. Los acabados más altos apuestan por juegos de 17 pulgadas y, en opción 18”. En este caso calzan gomas Michelin Primacy 4 en dimensiones 205/55 R17 91V para ambos ejes.
En dimensiones, crece 27 mm con respecto a su predecesor tras los cambios en los paragolpes. Alcanza los 4.13 metros de largo, 1.76 metros de ancho y 1.57 metros de alto. La distancia entre ejes se mantiene invariable en 2.551 mm. Por su parte, los anchos de vía delantero y trasero miden 1.536 mm y 1.516 mm, respectivamente.
Con respecto a la paleta de colores, hay varios tonos nuevos de original denominación y diversos acabados: uniforme, perlado y metalizado. En total encontramos ocho tonalidades, algunas de ellas muy vivas, como el Amarillo Chilloooón. En este caso vemos el Blanco, y punto uniforme. Ya en la zaga nos encontramos con nuevos pilotos traseros.
Estos muestran una nueva firma lumínica LED, que tiene forma de ‘X’ en el R-Line, con diseño de ancho completo. La protección de bajos cromada y el marcado alerón de techo le dan el toque deportivo definitivo. La parrilla trasera, a juego con la delantera, solo está en el R-Line. VW también nos habla de una capacidad de soporte de hasta 75 kg en la bola de remolque.
Sobre el techo descansa una antena de tipo convencional (le sentaría mucho mejor, al menos en el R-Line, una de tipo aleta de tiburón) y dos barras longitudinales negras. Podemos equipar en el exterior un dispositivo de remolque desmontable, pero no techo solar, ni fijo ni corredizo.
Diseño interior
El interior del T-Cross se ha actualizado con diversas características de sus hermanos mayores. Entre las principales novedades tenemos la instrumentación digital de serie, el sistema multimedia MIB3, nuevas opciones de conectividad y el climatizador con botones táctiles. Algunos detalles varían en función del acabado, como es habitual.
También hay novedades en diseño y, sobre todo, en la calidad. Los remates se han cuidado en mayor medida, con mayor abundancia de materiales blandos. Cambia según el acabado, pero el salpicadero puede ser acolchado y los plásticos dan mayor sensación de calidad. Teniendo en cuenta su precio, me parece una mejora acertada y necesaria.
Los asientos de tela del Life presentan un mullido cómodo para viajar, con correcto agarre. Los tapizados cambian dependiendo del acabado. En el R-Line disponen de algunas comodidades de serie o en opción como el ajuste de altura, ajuste lumbar y calefacción. Las manos se posan sobre un volante multifunción con botones físicos.
Tras este se encuentra el remozado cuadro de instrumentos. Puede ser de dos tipos, pero siempre de pantalla: 8 pulgadas en los básicos o el nuevo Digital Cockpit Pro de 10,25 pulgadas opcional. Este último es el que equipa esta unidad de pruebas. La información que ofrece es abundante y personalizable, resultando intuitivo de manejar.
Se complementa con dos sistemas multimedia dependiendo del acabado. Estos son los Discover (8 pulgadas con MIB3) y Discover Pro (9,2 pulgadas con MIB3). En este caso vemos el sencillo de serie con dos ruletas a los lados. Su respuesta táctil es buena, sus gráficos más que aceptables y su fluidez ejemplar. Ofrece amplia conectividad.
Ambos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay (en este caso con conexión sin cables). Algo más abajo encontramos los mandos de la climatización bizona, por primera vez táctiles con el Climatronic. Me han gustado los abundantes huecos de almacenamiento de los que disponemos, siendo el más grande el de la consola central.
Cuenta con base forrada de goma, dos tomas USB-C y puede equiparse con carga inalámbrica para el smartphone. También son forrados la guantera y el hueco del reposabrazos, pero no las bolsas de las puertas. Los cinturones pueden regularse en altura. En la consola central encontramos la palanca de cambios y el freno de mano tradicional.
A ella se unen dos posavasos y un reposabrazos deslizable con ajuste de altura que alberga una guantera. El final de la consola central pone a disposición de los pasajeros traseros dos tomas USB-C, pero no salidas de ventilación. En su lugar encontramos un hueco para dejar objetos. En esta segunda fila, para las puertas se apuesta por los plásticos rígidos.
Si hablamos de habitabilidad, las plazas traseras son excelentes para su tamaño y ofrecen buen acceso. Hay muy buen espacio para piernas y cabeza, con una anchura en la media. Cuatro pasajeros de en torno a 1,85 metros van cómodos. Además, la banqueta es deslizable en 140 mm, algo que no tienen la mayoría de sus rivales directos.
En cuanto al maletero, este cubica entre 385 y 455 litros, dependiendo de la posición de la banqueta. Es una cifra muy buena. Puede abatirse la segunda fila de asientos -60:40- para alcanzar los 1.281 litros y el asiento del copiloto también es completamente abatible. Desde luego, en practicidad y polivalencia no admite techa.
Bajo el doble fondo del maletero se puede equipar una rueda de repuesto de tamaño reducido en lugar del kit antipinchazos. La superficie de carga es regular, con huecos a los lados, iluminación y diferentes ganchos para fijar bolsas. También existe la posibilidad de instalar una red portaobjetos. El borde de carga se queda a 690 mm del suelo.
Motorización Volkswagen T-Cross
La línea de motores cuenta con los integrantes habituales. Los interesados en el crossover polivalente tienen como opción mecánica básica el 1.0 TSI de 95 CV, que puede quedarse algo justo. Mejor parado sale el 1.0 TSI de 115 CV, que se sitúa como opción más equilibrada. El 1.5 TSI EVO de 150 CV es la variante más prestacional.
El primero de ellos se asocia a una caja de cambios manual de cinco velocidades; mientras que el segundo se ofrece con una caja manual de seis velocidades o una DSG de siete. El más potente va siempre asociado al DSG. Las tres unidades envían la potencia al eje delantero, como todos los modelos desarrollados sobre la plataforma MQB A0.
Tras probar el 1.5 TSI DSG, ahora hemos elegido el 1.0 TSI manual, la versión más demandada. Monta un bloque tricilíndrico de aluminio con 999 cm3, cuatro válvulas, dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo e intercooler. Desarrolla una potencia de 116 CV (85 kW) a 5.500 rpm. Está asociado a un par máximo de 200 Nm entre las 2.000 rpm y las 3.500 rpm.
Esta combinación mecánica destaca por su progresividad, permitiéndonos un uso bastante polivalente del T-Cross. Ofrece unas recuperaciones exentas de vibraciones desde bajas vueltas, pero el verdadero empuje llega pasadas las 2.000 rpm. Curiosamente, tiene un funcionamiento menos tosco que en otros modelos de la gama y del Grupo VAG.
En general, la rumorosidad está bien contenida, solo en aceleraciones intensas es algo más perceptible su sonido y naturaleza tricilíndrica. Con respecto a las prestaciones, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10 segundos, una cifra modesta. Recupera de 80 a 120 km/h en 7,2 segundos y alcanza una velocidad punta de 193 km/h.
Como puedes ver, no es un coche veloz, pero el 1.0 TSI mueve con más soltura al T-Cross que al T-ROC equipado con esta misma mecánica. Por lo tanto, no necesitarás más potencia en la gran mayoría de las situaciones, especialmente si te mueves por entornos urbanos e interurbanos. La cosa cambia si sueles hacer adelantamientos rápidos o viajas mucho.
En estos casos, cuando viajamos cargados y hay pronunciados desniveles, se muestra algo más perezoso. La opción de 150 CV te resultará más interesante, al igual que si buscas una respuesta más viva, una buena reserva de potencia y/o un comportamiento más dinámico. En autopista, a 120 km/h, el motor gira a 2.700 rpm en 6ª velocidad.
Respecto a los consumos, Vollswagen declara un consumo combinado de 5,6 l/100 km en WLTP. Durante nuestras pruebas, la cifra final ha sido de 6,1 l/100 km. En una conducción real en carretera obtuve 5.9 l/100 km, mientras que en ciudad rondaba los 7.6 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 40 litros.
En cuanto al cambio manual de seis relaciones, me parece muy cómodo para el uso que se le va a dar al T-Cross. Tiene un recorrido, guiado y escalonamiento acertado y preciso para este tipo de conducción. Todo funciona con suavidad y en sintonía. El cambio automático DSG, por su parte, lo hace más cómodo y elástico en el día a día.
Version | 1.0 TSI Life - 3 cilindros en línea |
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Cilindrada | 999 cm³ |
Potencia | 116 CV (85 kW) @ 5.500 rpm |
Par | 200 Nm @ 2.000 - 3.500 rpm |
Peso | 1.270 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.127 / 1.760 / 1.573 mm |
Volumen Maletero | 385 - 455 (1.281) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,2 segundos |
Velocidad máxima | 193 km/h |
Consumo homologado | 5,6 / 7 - 5,4 - 4,8 - 5,8 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 127 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 26.840 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Volkswagen T-Cross
El nuevo Volkswagen T-Cross no ha sufrido grandes cambios a nivel técnico. Sigue siendo bueno en todas las circunstancias, sin destacar especialmente en ninguna. Se trata de un crossover que sobresale frente a algunos rivales en confort y estabilidad, con una agilidad meramente correcta. Pierde algunos puntos en aislamiento mecánico y aerodinámico.
Pese a ello, es un coche gratificante de conducir (de los que más en el segmento) y con las cualidades de un turismo compacto. Cuando aumentamos el ritmo, mantiene el tipo, con reacciones nobles y seguras ante imprevistos. Sin ser deportivo ni especialmente rápido en reacciones, marca bien la trayectoria y no balancea en exceso.
En el eje delantero equipa la última generación de ejes McPherson; mientras que en la parte posterior nos encontramos con un eje rígido con brazos trapezoidales. Solo en la parte delantera se utiliza una barra estabilizadora. Cabe mencionar que su tarado es más firme que blando, aunque filtra correctamente las irregularidades del asfalto.
Frente a muchos rivales, transmite en su rodar una elevada sensación de calidad. No alcanza a un T-Roc, pero se siente muy bien asentado y transmite confianza tras pocos kilómetros rodando. La dirección, por su parte, tiene una rapidez correcta y una respuesta precisa a nuestras órdenes, aunque nos informa poco de lo que ocurre en el asfalto.
Tampoco me parece un problema para el uso que se le va a dar al T-Cross. El diámetro de giro entre paredes es de 10,7 metros. Por dimensiones y con las cámaras y sensores que permite equipar, también se desenvuelve como pez en el agua en la urbe. Además, la visibilidad es razonablemente buena en todos los ángulos. Es fácil hacerse a él.
Donde menos recomendable es el T-Cross es fuera del asfalto por altura, neumáticos y tracción. No me aventuraría más allá de pistas básicas. Con respecto al sistema de frenos, los discos delanteros son ventilados y los traseros, macizos. Son fácilmente dosificables y efectivos en un uso habitual del vehículo, así que no hay nada que destacar de ellos.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, puede montar Emergency Assist, sensor de ángulo muerto, asistente de atascos, asistente de luz de carretera, asistente de salida de aparcamiento por tráfico cruzado trasero, frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones y ciclistas, alerta y mantenimiento de carril, lector de señales de tráfico, Park Assist, Travel Assist…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado se denominan Base, Life y R-Line. El primero ya cuenta con faros LED, sensores de aparcamiento traseros, asistente en cuestas, aviso pre-colisión, alerta de carril, lector de señales de tráfico, encendido automático de luces, control de crucero con limitador, Smartbeam e instrumentación digital con pantalla de 8 pulgadas.
También de serie son el aire acondicionado, cuatro elevalunas eléctricos, espejos eléctricos, sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas, radio DAB, bluetooth, USB, Apple CarPlay, Android Auto, llantas de acero de 16 pulgadas, barras de techo en negro, pilotos traseros LED, asiento trasero deslizante, lunas tintadas, tapicería en tela, etcétera.
El nivel Life añade a lo anterior elementos como el climatizador automático de una zona, llantas de aleación ligera de 16 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto sin cables, sensores de aparcamiento delanteros, control de crucero adaptativo, asistente de carril (actúa sobre el volante), sensor de lluvia, espejo interior fotosensible…
Por último, el nivel R-Line añade el paquete deportivo exterior e interior, llantas de aleación de 17 pulgadas, faros Matrix LED dinámicos, instrumentación digital con pantalla de 10.25 pulgadas, cámara de visión posterior, selector de modos de conducción, asientos deportivos, intermitentes dinámicos y paquete LED interior, entre otros.
Durante algún tiempo también está disponible el acabado MÁS, que llega por encima del Life. Sobre este contempla las llantas de 17 pulgadas específicas, Front Assist, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara de visión posterior, sistema de sonido Beats con subwoofer, tapizado mixto, reposabrazos central delantero…
Los precios recomendados para la gama Volkswagen T-Roc 2024 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Base | Life | MÁS | R-Line | |
1.0 TSI 95 CV 5MT | 23.500 € | 26.060 € | 26.260 € | – |
1.0 TSI 115 CV 6MT | – | 26.840 € | 27.040 € | 30.335 € |
1.0 TSI 115 CV DSG | – | 28.235 € | 28.440 € | 31.740 € |
1.5 TSI 150 CV DSG | – | – | – | 33.840 € |
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
El Volkswagen T-Cross se ha renovado en 2023 para seguir atrayendo al público que busca un coche práctico envuelto en una carrocería original y compacta. Disponible con motores de gasolina, tracción delantera y cambio manual o automático, su mayor hándicap es disponer únicamente del distintivo ambiental ‘C’. Además, tiene un precio superior a la media, pese a que su equipamiento no desmerece.
Lo bueno
- Mejora de la calidad interior y del equipamiento notables.
- Fuerte apuesta por la tecnología y la seguridad.
- Polivalencia del habitáculo. Si buscas practicidad en formato compacto, es tu coche.
- Habitabilidad y maletero destacables.
- Es uno de los B-SUV más gratificantes de conducir por confort y estabilidad. Transite calidad al rodar.
Lo mejorable
- Precio algo por encima de la media. No es barato.
- Mecánicas solo gasolina con distintivo ambiental C.
- La presencia de plásticos rígidos sigue siendo abundante.
- Pierde algunos puntos en agilidad.
- Mecánica más ruidosa que el cuatro cilindros en aceleraciones fuertes, con potencia algo justa.