Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8
Notable+
El nuevo Volkswagen Tiguan no es otra cosa que un lavado de cara de la segunda generación del modelo que llegó en 2016. Ahora cuenta con un diseño más fresco, un equipamiento más completo y una tecnología actualizada, al tiempo que mantiene su practicidad, su amplitud y su equilibrio dinámico. En conjunto, deja muy buen sabor de boca, pero no es barato.
Ya sabes que los SUV cada vez son más y mejores, con una dinámica parecida a la de las berlinas, un generoso equipamiento, buenas dosis de espacio y la posibilidad adicional que nos ofrecen para salir del asfalto. Un claro ejemplo de ello siempre ha sido el Volkswagen Tiguan, un sinónimo de revolución dentro del gigante alemán que se ha renovado recientemente.
La firma alemana nos ofrece un completo SUV desarrollado sobre la plataforma MQB, con un nuevo ADN de diseño que debutó en la actual generación del Golf, mucho confort, un completo equipamiento, amplio espacio interior, gran versatilidad y, como no podía ser de otra forma, una interesante funcionalidad acompañada de mucha tecnología.
Lo cierto es que lo estábamos esperando como agua de mayo. El nuevo Volkswagen Tiguan lleva ya unos meses en nuestro mercado y es innegable que tiene muy buena pinta, especialmente las dos nuevas variantes: el Tiguan R, que llega asociada al bloque de cuatro cilindros 2.0 TSI con 320 CV de potencia; y el nuevo Tiguan eHybrid híbrido enchufable.
Si hablamos de competidores para el Volkswagen Tiguan, hablamos de modelos de la talla del Nissan Qashqai, el Citroën C5 Aircross, el Toyota RAV4, el Honda CR-V, el Mazda CX-5, el Kia Sportage, el Hyundai Tucson, el Peugeot 3008, el Škoda Karoq , el SEAT Ateca o el Ford Kuga. De entre ellos, el Tiguan tiene un precio superior a la media incluso con descuentos.
Diseño exterior
A nivel exterior, el restyling del Volkswagen Tiguan llega acompañado de una parrilla completamente nueva que desemboca en unos faros rediseñados (con tecnología LED Matrix IQ.LIGHT de serie en este acabado) muy similares a los del nuevo Golf. El modelo también recibe un parachoques delantero más deportivo, con entradas de aire más pronunciadas.
El acabado R-Line suma a la nueva estética algunos detalles más deportivos. Es el caso del paragolpes delantero, más afilado, con detalles en negro brillante y una gran toma de aire inferior que ocupa todo el ancho del vehículo y suma un discreto splitter frontal. También difiere la parrilla en función del acabado y, en este caso, incorpora el logotipo ‘R’.
En la vista lateral, los espejos retrovisores cuentan con accionamiento eléctrico, son calefactables e incorporan los intermitentes. Encontramos nuevos diseños de llantas con tamaños de entre 17 y 20 pulgadas. En este caso vemos unas llantas de aleación de 19 pulgadas, calzadas con neumáticos Pirelli Scorpion en dimensiones 255/45 R19 100V.
El Tiguan conserva su presencia general ancha y musculosa, ayudado por sus dimensiones. Hablamos de 4.51 metros de longitud, 1.86 metros de anchura y 1.67 metros de altura. La distancia entre ejes es de 2.678 mm. La zona acristalada cuenta con unas dimensiones generosas (lunas traseras tintadas opcionales) y los pilares no son excesivamente anchos.
Los cambios son quizá menos notables en la parte trasera. La zaga del Tiguan ha recibido nuevos pilotos traseros Full LED con intermitentes dinámicos en este acabado y un paragolpes actualizado, al tiempo que se ha reubicado la denominación Tiguan y la insignia 4Motion (en aquellos modelos que la equipan, como es este caso).
También destaca el marcado alerón sobre la luna trasera, que integra la tercera luz de freno. Dos embellecedores en negro simulan la presencia de deportivas colas de escape, pero estas quedan ocultas. Sobre el techo, encontramos una antena de tipo aleta de tiburón, carriles longitudinales (plata o negro) y, opcionalmente, un techo corredizo eléctrico panorámico.
Opciones interesantes para el exterior son el gancho de remolque desmontable, el paquete de diseño «Black Style» para los detalles, el sistema de visión periférica «Area View» 360º que incluye asistente de marcha atrás «Rear View», las barras portacargas de techo y el portabicicletas para barras portacargas de techo, entre otros elementos.
Diseño interior
No menos interesantes son los cambios en el interior, donde las pantallas son las protagonistas en los acabados más completos. En términos de calidad, estamos ante un coche muy bien rematado que supera con nota a la gran mayoría de la competencia, sin llegar a considerarse realmente premium del todo, salvo por su precio algo superior.
Tiene algunos detalles que desmerecen un poco, como el marco interior de las puertas sin forrar (se ve la pintura de la carrocería), pero nada excesivamente grave, pues lo compensa con el mimo en otros detalles como el piso forrado en terciopelo o goma de todos los huecos portaobjetos del habitáculo, salvo la guantera. Hay cajones bajo los asientos delanteros.
El nuevo Tiguan quiere parecerse cada vez más al referente del lujo en la marca, el Touareg, y es por ello que en el interior encontramos ahora una mayor sensación de calidad y empaque, con un nuevo volante, el Volkswagen Digital Cockpit de 8 o 10 pulgadas (según el acabado o los extras), una consola central actualizada y controles deslizantes táctiles para el climatizador.
En conjunto, hay mejor equipamiento y de mayor calidad que en la mayoría de sus rivales. La calidad a bordo se percibe en casi todos los elementos, sin embargo, en términos de diseño, no hay grandes innovaciones, especialmente en los acabados sencillos. Realmente la fórmula es básica: modernizar el aspecto visual con las últimas novedades tecnológicas del mercado.
Una vez en el interior del nuevo Tiguan nos damos cuenta de que esas líneas de corte horizontal que la marca ha querido plasmar en el frontal vuelven a estar presentes. El salpicadero, hecho de material blando y tacto agradable, es un ejemplo de ese diseño horizontal. En la parte superior encontramos un hueco portaobjetos con tapa.
A media altura nos topamos con una gran línea al nivel de las remozadas salidas de aire, la cual pretende separar el frontal en dos partes mediante una moldura de aspecto moderno; al tiempo que quedan claramente diferenciados los mandos para conductor y acompañante. No se ofrecen diversas molduras, pero sí dos tipos de tapicerías en este acabado.
Tras el volante podemos equipar el Head-Up Display en algunas versiones.
La consola central de esta unidad se encuentra presidida por una pantalla de 10 pulgadas (Discover Pro) a todo color, táctil y con sensores de proximidad. Sin lugar a duda, es un sistema de mucha calidad en el que podremos configurar, trastear y disfrutar mucho de toda la tecnología que equipa el modelo, tanto de forma opcional como de serie.
Este es el nuevo sistema de infoentretenimiento MIB3 que cuenta con soporte para Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos; un sistema de iluminación ambiental con 15 colores, un cargador inalámbrico para el smartphone y un sistema de audio Fender de 480 vatios. Sus gráficos, fluidez y resolución son buenos, que no destacables entre algunos rivales.
Bajo el sistema de entretenimiento nos encontramos con un climatizador actualizado con controles táctiles, muy similar al que ahora ofrece SEAT, pero algo menos práctico que el básico, compuesto por ruletas y botones. En este caso hablamos de un sistema trizona con dos displays para las plazas delanteras y un tercer display ubicado tras el reposabrazos central.
Continuando por el túnel de trasmisión, nos encontramos con la palanca de cambios, que a su vez cuenta con un contorno plagado de botones desde los que manejamos el asistente de aparcamiento, el freno de mano eléctrico con AutoHold o la desactivación del sistema Start&Stop. Los falsos botones se completan a medida que vamos integrando opcionales.
Algo más atrás nos topamos con dos posavasos cubiertos y un reposabrazos ajustable con un generoso hueco portaobjetos.
Los asientos deportivos son de serie, ofreciendo buen agarre lateral en el respaldo sin renunciar a la comodidad para abordar viajes largos sin fatigarse. En este y otros acabados podemos equiparlos con calefacción, reglaje eléctrico y función de memoria, que aportan un plus de comodidad. Los cinturones delanteros se pueden regular en altura.
Una vez acomodados, las manos se posan sobre un ergonómico, suave y funcional volante de tres radios desde el que podemos ajustar decenas de sistemas gracias a los botones que integra. Por diseño es atractivo, pero los botones táctiles en una superficie negro brillante son sucios y poco prácticos (por ejemplo, si te sudan las manos, no responden correctamente).
Tras el mismo nos encontramos con el cuadro de instrumentos digital y personalizable, cuya pantalla es de 10,25 pulgadas en R-Line. La información que permite visualizar es realmente abundante, pero no mayor que en la de su predecesor. Tampoco los gráficos, el nivel de personalización o las transiciones entre visualizaciones han mejorado de manera notoria.
Respecto a la habitabilidad, el acceso a las plazas traseras es muy bueno por ángulo de apertura de las puertas y altura del techo. En la segunda fila, el espacio para las piernas es excelente y la altura al techo más que generosa, incluso para personas de gran altura. Algo peor es la anchura, que aún así sobresale en el segmento y entre algunas berlinas.
A diferencia de otros modelos, la plaza central es cómoda porque es más plana, aunque presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos central. Cuatro adultos viajarán con gran sensación de espacio y cinco, algo más justos.
Echo en falta que en las plazas posteriores se puedan equipar cortinillas enrollables.
El Tiguan ofrece de serie una banqueta trasera desplazable longitudinalmente, pudiéndose reclinar también el respaldo unos grados. Respecto al espacio de carga del modelo, el maletero cubica un mínimo de 520 litros y un máximo de 615 litros si adelantamos los asientos, aunque si los abatimos -60:40- el volumen asciende a 1.510 litros, quedando totalmente plano.
La plaza central trasera y el asiento del acompañante se pueden plegar. El aspecto del maletero está muy bien cuidado y es fácil plegar y desplegar los diversos asientos sin apenas esfuerzos. Está bien iluminado y cuenta con un pequeño doble fondo compartimentado en la parte posterior, así como una toma de 12V, varios ganchos metálicos y perchas.
El sistema de apertura y cierre automático es opcional, las formas son muy regulares y puede equipar rueda de repuesto de emergencia. También como opción el piso del maletero se puede colocar a dos alturas y el borde de carga queda situado a 760 mm del suelo.
Motorización
La gama del Tiguan está compuesta por opciones gasolina, diésel y un PHEV. El gasolina de acceso es el motor 1.5 TSI con 130 CV, en combinación con la caja manual de seis velocidades. Un escalón por encima está el motor 1.5 TSI con 150 CV y cambio manual de seis relaciones o DSG de siete; seguido del 2.0 TSI de 190 CV con caja DSG y la tracción total 4Motion.
El pináculo de la gama es ahora el Tiguan R con el explosivo motor 2.0 TSI de 320 CV caja DSG7 y tracción 4Motion. En diésel los usuarios podrán optar por el motor 2.0 TDI con tres opciones de potencia: 122 CV y caja manual de seis velocidades; 150 CV con cambio manual de seis velocidades o DSG de siete (disponible con y sin 4Motion); y 200 CV con cambio DSG7 y 4Motion.
Algunos de los motores diésel equipan el nuevo sistema anticontaminación con catalizador de reducción con doble inyección de solución de urea.
El Tiguan eHybrid combina un motor TSI de cuatro cilindros en línea y 1.4 litros de 150 CV con una batería de 13 kWh que alimenta un motor eléctrico de 115 CV (85 kW). La potencia total del conjunto alcanza los 245 CV (180 kW) y 400 Nm. La autonomía eléctrica es de 50 kilómetros en ciclo WLTP y la caja de cambios automática DSG de seis relaciones.
En esta ocasión hemos probado una de las versiones más ahorradoras y demandadas de la gama. Cuenta con un bloque de hierro y aluminio que, con 1.968 cm3, cuatro válvulas, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler, desarrolla una potencia de 150 CV (110 kW) entre 3.000 y 4.200 rpm.
Como ocurre en otros TDI del grupo, es una mecánica a la que le falta refinamiento, ya que su sonoridad es elevada, especialmente desde el exterior del vehículo.
Está asociado a un par máximo de 360 Nm a partir de las 1.600 rpm y hasta las 2.750 rpm. Es un rango amplio de revoluciones y además ofrece buen tirón desde bajas vueltas -aunque el verdadero empuje llega pasadas las 2.000 rpm-. Me ha gustado su entrega de potencia progresiva y la elasticidad de la que hace gala asociado al cambio automático.
No hablamos de un motor capaz de pegarte al asiento, pero en cifras es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9.3 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en 6.8 segundos entre marchas y alcanzando una velocidad máxima de 198 km/h. Son números muy parejos a los que ofrece el 1.5 TSI de 150 CV, pero en este caso los consumos resultan notablemente más bajos.
Para la mayoría de los usuarios, esta versión es más que adecuada para un uso racional y polivalente del vehículo, incluso para viajar en familia con el maletero lleno de bultos, con la ventaja añadida que supone no tener que jugar con el cambio de marchas. Es un motor capaz de sorprenderte gratamente y, a 120 km/h, el motor gira a 1.900 rpm en 7ª velocidad.
Adicionalmente, el selector de modos de conducción permite elegir entre cinco opciones que modifican diversos parámetros del vehículo: Normal, Sport, Comfort, Eco e Individual. A ellos se suman los modos de conducción fuera del asfalto: Offroad, Normal, Snow y Offroad Individual. Este último permite configurar manualmente los parámetros off road del vehículo.
Volkswagen declara un consumo combinado de 6.5 l/100 km en WLTP, aunque durante la semana de pruebas la cifra final fue de 6.1 l/100 km tras más de 1.000 km recorridos. Durante una conducción real en carretera obtuve 5.0 l/100 km, mientras que en ciudad rondaba los 7.5 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 58 litros.
Si quieres mejorar todavía más los consumos, apuesta por la versión sin tracción total.
Respecto al cambio DSG, este nos ofrece una rapidez notable y unos cambios de marcha prácticamente imperceptibles en cualquier circunstancia. En una conducción tranquila, sube de marcha en el entorno de las 1.800 rpm. Se puede utilizar manualmente con las levas ubicadas tras el volante o con la palanca de cambios, que también tiene una posición ‘S’.
Cabe mencionar que está enfocado a priorizar la eficiencia y la comodidad de los pasajeros. Para gran parte de los trayectos, conductores y situaciones, este cumple de forma notable con su cometido, pero a la hora de necesitar algo más de potencia como, por ejemplo, en un adelantamiento, lo más recomendable es darle las órdenes al acelerador con algo de tiempo.
Es en maniobras a baja velocidad cuando salen a relucir los principales fallos del DSG, haciendo gala de cierta brusquedad que nos puede pasar factura. Un cambio de embrague robotizado como este requiere que juguemos en exceso con el acelerador en primera para gestionar el embrague, por lo que forzarlo con recorridos a baja velocidad y con obstáculos le hará patinar y sufrir mucho.
Version | 2.0 TDI - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.968 cm³ |
Potencia | 150 CV (110 kW) @ 3.000 - 4.200 rpm |
Par | 360 Nm @ 1.600 - 2.750 rpm |
Peso | 1.715 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.511 / 1.859 / 1.675 mm |
Volumen Maletero | 520 - 615 (1.510) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,8 segundos |
Velocidad máxima | 198 km/h |
Consumo homologado | 6,5 / 8,1 - 6,2 - 5,6 - 6,8 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Autonomía eléctrica | N.D. |
Emisiones CO2 por km | 169 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 49.476 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
Si hay algo que destacar en la conducción del Volkswagen Tiguan es que resulta tan gratificante como la de un Golf, donde predomina el equilibrio por encima de otros aspectos. Hay rivales que le superan en agilidad o en comodidad, pero en conjunto nos deja muy buen sabor de boca y ha ganado sensiblemente en confort y en calidad de rodadura.
No se venden tantas unidades del Tiguan sólo porque sea un coche bonito y casi premium, sino porque es capaz de aunar comodidad y ciertas prestaciones dinámicas para convertirse en uno de los SUV más polivalentes del segmento. Si bien no destaca en ningún aspecto, cumple con nota en todos ellos, dando la impresión de ser un producto de calidad, con empaque.
En ciudad, la visibilidad es correcta en todos los ángulos, pues la superficie acristalada es generosa. Además, se puede equipar (de serie u opcionalmente) con cámara de marcha atrás y 360º para ayudarnos con las maniobras, pero no es un coche que por sus dimensiones resulte indispensable. Su diámetro de giro entre paredes se mantiene en 11,5 metros.
Puede que eches en falta algo más de dureza en los modos de conducción más deportivos, pero esto es cuestión de gustos.
A la hora de enlazar curvas, el Tiguan responde con agilidad y unos cambios de apoyo naturales. Las reacciones que ofrece aportan seguridad y confianza, aunque como he dicho, no destaca en agilidad, a diferencia de, por ejemplo, un SEAT Ateca. Con todo y con eso, los ingenieros han logrado un gran equilibrio entre el tacto de la dirección y el tarado de las suspensiones.
Donde me ha terminado de convencer el conjunto es en autopista, ya que la calidad de rodadura, el aislamiento del habitáculo y la sensación de aplomo son bastante buenos en términos generales. Pese a ello, el ruido aerodinámico podría trabajarse más y, si queremos un plus de comodidad, deberemos optar por unas llantas más pequeñas.
Para el equipo de frenos, monta discos ventilados en el eje delantero y discos macizos en el trasero. De ellos no hay nada que destacar.
Como SUV, dirección, chasis y suspensiones -McPherson delantera y eje de brazos trapezoidales con guía de rueda individual trasera- logran un gran conjunto, de los más equilibrados del segmento, especialmente si equipamos el DCC. La suspensión adaptativa reacciona permanentemente a la calzada y a la situación de conducción, teniendo en cuenta los procesos de dirección, frenado y aceleración.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, no faltan el nuevo «Travel Assist», que permite la conducción asistida hasta 210 km/h; control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, asistente de colisión frontal con detección de vehículos, peatones y asistente de esquiva; alerta de tráfico cruzado trasero y asistente de aparcamiento, entre otros.
Por último y, a la hora de salir del asfalto, el sistema de tracción integral total 4Motion es la última generación del sistema de tracción Haldex de embragues multidiscos bañados en aceite y actuación electrohidráulica, que suministra la potencia de una manera controlada y eficiente gracias al análisis constante de las condiciones de tracción, giro de volante y gestión del acelerador, entre otros.
El funcionamiento del asistente de carril es algo brusco, resultando más molesto que confortable en la mayoría de las situaciones.
Como ya he comentado en el apartado anterior, la marca ofrece varios modos off road configurables desde una ruleta que adaptan el chasis, el cambio, la gestión del motor y los frenos al terreno irregular. Esto afecta al empuje, la tracción y la desaceleración, contando adicionalmente con un asistente para descenso de pendientes.
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para el Volkswagen Tiguan en España se denominan Base, Life y R-Line. El primero cuenta con faros LED, llantas de aleación de 17 pulgadas, climatizador automático, ordenador de viaje con pantalla a color, freno de mano eléctrico, sensor de lluvia, encendido automático de luces, espejos térmicos y cuatro elevalunas eléctricos.
También de serie son el sistema multimedia con pantalla táctil de ocho pulgadas, bluetooth, puertos USB-C, radio DAB, sistema eCall de emergencia, detector de peatones, fatiga y ciclistas, control de crucero adaptativo con limitador de velocidad, Apple CarPlay sin cables, Android Auto, asiento posterior deslizante…
El nivel Life suma los faros LED con firma lumínica y luz de curva, llantas de aleación de 18 pulgadas en negro, sistema de navegación Discover Media con pantalla de ocho pulgadas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cristales tintados, tapizado específico y cajones bajo asientos delanteros.
Otros elementos de serie en el nivel Life son el control de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, asistente de luces Light Assist, climatizador automático de tres zonas con mandos en las plazas traseras, paquete negro brillante exterior, alfombrillas y tapizado específicos, entre otros.
Por último, el nivel R-Line añade las ópticas Full LED iQ-Light inteligentes, llantas de aleación de 19 pulgadas, paquete deportivo exterior, techo panorámico deslizante, cámara de visión posterior, instrumentación digital configurable, asientos deportivos, pedales de aluminio y selector de modos de conducción, entre otros elementos interesantes.
En España, los precios para la gama Volkswagen Tiguan 2021 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Base | Life | R-Line |
GASOLINA | |||
1.5 TSI 130 CV 6MT | 31.164 € | 34.684 € | – |
1.5 TSI 150 CV 6MT | – | 35.434 € | – |
1.5 TSI 150 CV DSG7 | – | 39.416 € | 45.405 € |
2.0 TSI 190 CV DSG7 4Motion | – | – | 50.496 € |
2.0 TSI 320 CV DSG7 4Motion (R) | 64.368 € | ||
DIÉSEL | |||
2.0 TDI 122 CV 6MT | 32.724 € | 36.204 € | – |
2.0 TDI 150 CV 6MT | – | 36.974 € | 42.734 € |
2.0 TDI 150 CV DSG7 | – | 39.414 € | 45.594 € |
2.0 TDI 150 CV DSG7 4Motion | – | – | 49.476 € |
2.0 TDI 200 CV DSG7 4Motion | – | – | 53.816 € |
HÍBRIDO ENCHUFABLE | |||
1.4 TSI 245 CV DSG6 4Motion | – | 44.512 € | 50.272 € |
- Amplia oferta mecánica con opciones para todos los gustos y necesidades.
- Completo equipamiento de serie, aunque pagarás por ello.
- Ofrece múltiples modos de conducción para adaptarse a todas las necesidades posibles dentro y fuera del asfalto.
- Habitabilidad y modularidad en las plazas traseras y espacio de carga.
- La calidad del habitáculo es de las mejores del segmento.
- Los consumos son sin duda alguna uno de sus puntos fuertes, y pueden mejorar si prescindes de la tracción total.
- Equilibrio entre confort, calidad de rodadura y agilidad.
- Precio más elevado que sus rivales, incluso con descuentos.
- Echo de menos algunos opcionales y algunos detalles que equipan los modelos de su competencia.
- La dirección es bastante buena en conjunto, pero si eres algo purista la notarás demasiado artificial por su exceso de asistencia.
- Algunos detalles del habitáculo se han pasado por alto, como el marco de las ventanillas.
- Para ser más digital, no hay una gran evolución en el cuadro de instrumentos.
- El sistema de mantenimiento de carril actúa de una forma brusca.