Resulta curioso. Si vas por la calle y le preguntas a cualquier persona que encuentres con qué metal precioso se quedaría, lo más probable es que te digan que lo que quieren es oro, aunque ojo, porque desde enero del año 2016 -y motivado por el escándalo de las emisiones de Volkswagen-, el paladio ha experimentado un increíble rally alcista que lo ha convertido en el metal precioso con la cotización más alta, superando al oro por goleada y dejando muy atrás al platino y a la plata.
En los últimos meses el platino ha subido mucho y a día de hoy hablamos de un coste por onza de 2022,92 euros, siendo el del gramo de 65,04 euros y de 65.039 euros el kilo.
Si lo comparamos con el oro podemos ver cómo la onza de oro cotiza hoy a 1.428,45 euros (45,926 euros el gramo) y la plata a 15,926 euros la onza (0.5120 euros el gramo). El platino se sitúa entre la plata y el oro con un precio por onza de 895,51 euros (28,791 euros el gramo).
Resulta curioso saber que le Paladio se ha empleado en la revelación fotográfica, se usa en la odontología, en la fabricación de componentes electrónicos, en la joyería y ahora, en la automoción, que se lleva la palma con más de un 75% de la demanda mundial de este metal que por cierto, sólo explotan y poseen Estados Unidos, Etiopía, Australia, Rusia o Sudáfrica.
Aunque las causas por las que el paladio ha experimentado este rally alcista son variadas, la demanda de este precioso metal por parte del sector del automóvil son las que más peso tienen y es que se trata de un metal precioso muy preciado debido a sus grandes propiedades.
El paladio se usa como norma general en los condensadores y en muchos dispositivos electrónicos, sin embargo, donde mayor concentración encontramos es en los catalizadores de los vehículos.
Debido a las cada vez más restrictivas normativas de emisiones, el paladio no para de subir y es que para que los vehículos cumplan, cada vez se hace un uso mayor de este metal en los catalizadores y es que este metal es capaz de absorber hasta 900 veces su propio volumen en hidrógeno molecular a temperatura ambiente. Gracias a su cada vez más extensivo e intensivo uso en los catalizadores de los coches, se logran reducir notablemente las emisiones de monóxidos de carbono e hidrocarburos, transformándolos en dióxido de carbono, nitrógeno y vapor de agua.
Si a su demanda le sumamos su localizada escasez y su elevado coste de procesamiento, tenemos la receta del éxito, la fama y la elevada cotización perfectamente resuelta.
Y seguro que después de haber leído esto te preguntas ¿y en qué demonios me afecta esto a mí?
Pues bien, además de que este tipo de factores son los que aumentan el precio de los coches, en los últimos meses os hemos comentado en alguna que otra ocasión que se están produciendo de forma más o menos habitual, robos de líneas de escape y catalizadores con el fin de extraer los metales preciosos que llevan estos en el interior y obtener un lucro con ellos.
No te pedimos que subas el catalizador de tu coche a casa cada vez que lo dejes aparcado en la calle, pero si te pasa, lo ves o lo comentan en alguno de tus círculos, ya sabrás de qué va la cosa y el motivo del robo de los catalizadores, también sabrás que no es oro todo lo que reluce, también puede ser, platino.
Fuente tabla períodica | Wikipedia Commons