Hace horas, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de los Estados Unidos ha procedió a anunciar la llamada a revisión de un modelo de muy alta gama, nos referimos al mítico Bugatti Veyron.
Las llamadas a revisión están, sin lugar a dudas a la orden del día. Emisiones, defectos, problemas de seguridad y decenas de problemas más, hacen que las marcas se vean obligadas, o sean obligadas a llamar a decenas de miles de vehículos a revisión.
En el caso del Bugatti Veyron hablamos de tres llamadas a revisión así que vamos por partes.
La primera retirada en nombre del fabricante de automóviles francés afecta a un total de 72 unidades del Veyron. Las unidades de Bugatti Veyron 16.4 fabricadas entre el 3 de octubre de 2006 hasta el 17 de enero del 2010 así como las unidades del Bugatti Veyron Grand Sport construidas entre el 29 de septiembre de 2009 hasta el 30 de junio de 2010 son objeto de esta primera oleada. El problema radica en que el indicador de combustible puede indicar que hay más combustible en el tanque del que realmente hay. Para solucionarlo el fabricante ha anunciado un formateo del software.
La segunda llamada a revisión afecta a 13 ejemplares del Veyron 16.4, en particular a las unidades ensambladas desde el 3 de octubre de 2006 al 22 de diciembre de 2006. Al parecer, en estas unidades el borne positivo de la batería y la conexión con el alternador pueden presentar cierta corrosión con el paso del tiempo lo que puede conllevar un sobrecalentamiento del cable positivo. Para prevenir, el fabricante reemplazará tanto el cableado como el alternador.
La tercera llamada a revisión afecta a 87 unidades del Veyron 16.4 producidas entre el 10 de marzo de 2006 y el 9 de marzo de 2012 y a las unidades del Veyron Grand Sport ensambladas entre el 29 de septiembre de 2009 y el 14 de octubre de 2014. En esta llamada a revisión también se ven afectadas las unidades del Veyron Super Sport construidas del 18 de febrero de 2011 al 17 de agosto de 2012.
Curiosamente, según la marca, la base de apoyo de las placas de matrícula pueden separarse del vehículo durante la conducción y terminar saliendo proyectadas del vehículo.
Al final de las llamadas a revisión, parece que no se libran ni los más grandes…
Es realmente curioso que se llame a revisión un coche fabricado hace 10 años.