La rueda es uno de los grandes inventos de la historia, pero hoy en día estamos tan acostumbrados a ella que pocas veces le damos la importancia que merece. Es más, probablemente nunca te hayas preguntado cuáles son las partes de una rueda de coche, pero son varias y tienen diferentes funcionalidades.
Si alguna vez te has parado a pensar cuáles son las partes de una rueda de coche y para qué sirven, estás en el lugar adecuado. Sin hacerte mucho spoiler, te adelanto que vas a descubrir que una rueda es algo complejo, sobre todo en la actualidad, donde hay que conseguir que resulten seguras, eficientes y cómodas.
Las partes de una rueda de coche
Esencialmente podemos distinguir cuatro partes en la rueda de nuestro vehículo. Son la llanta o tapacubos, la válvula, de la cuál hay diversos tipos; los contrapesos y el neumático, del que te hemos hablado hasta la saciedad. Vamos a verlas una a una para despejar tus dudas.
Llantas: el elemento más visual
Las llantas de un coche son, probablemente, uno de los elementos clave del mismo cuando hablamos de diseño y atractivo. Unas llantas que no pegan con el coche pueden desfavorecer por completo su imagen, al igual que unas llantas bonitas y llamativas pueden resaltar todo su atractivo hasta límites insospechados.
Esencialmente podemos decir que las llantas son como los zapatos en las personas: unos zapatos bonitos, limpios y cuidados te hacen parecer elegante y conservar el atractivo; unos zapatos feos, rotos, demasiado viejos o sucios te hacen perder toda la presencia.
Cuando las llantas son de acero suelen cubrirse con un tapacubos, que cumple una función estética.
Aparte del efecto visual que producen, las llantas cumplen con más funciones en nuestro vehículo, por lo que decantarse por un diseño u otro, así como por un tamaño o un material determinado, hará que el comportamiento de nuestro coche varíe ligeramente.
Puedes consultar toda la información acerca de las llantas en el tutorial al respecto que os preparé hace algún tiempo. Lo que nos importa en este caso es que se trata de un «tubo» y sobre ella se colocan el resto de los elementos de la rueda. Estos se sujetan a ella a través de tornillos y tuercas.
Válvula: una de las partes de una rueda de coche imprescindibles
La válvula es, probablemente, el elemento clave de una rueda, ya que mantiene la presión del neumático. Es por donde hinchamos este. Al cerrarse, mantiene dentro el aire -o el nitrógeno- impidiendo que salga al exterior. El tipo de válvula empleado depende de tres factores:
- La presión de aire requerida
- Condiciones de conducción
- Diseño de la llanta
Si tienes curiosidad, te invitamos a descubrir porqué desaparecieron los tapones metálicos de las ruedas.
Básicamente, la elección de una u otra depende del tipo de vehículo en el que se vaya a montar. Podemos encontrar tres tipos de válvulas: caucho, goma y metal o metálica. Estas últimas pueden estar equipadas con sensores de presión de neumáticos para informar al conductor.
Contrapesos: para una conducción segura
Los contrapesos son uno de los grandes desconocidos de las ruedas, pero son esenciales para una conducción segura. Estos pequeños elementos de plomo se colocan en las llantas con el objetivo de equilibrar las cuatro ruedas para no que se produzcan vibraciones durante la conducción.
De no existir, podrían dañarse los amortiguadores y se reduciría la vida útil del neumático. Además, las pequeñas vibraciones harían mucho más incómoda la conducción.
Neumático: la más voluminosa de las partes de una rueda de coche
A estas alturas de la ‘película’ estoy seguro de que todos tenemos claro que los neumáticos son uno de los elementos más importantes en la conducción, más aún teniendo en cuenta que es el único punto del vehículo en contacto con el asfalto.
Un neumático inadecuado para nuestro vehículo o en mal estado aumenta considerablemente la probabilidad de sufrir un accidente, algo que se incrementa en condiciones de lluvia, nieve o hielo en la carretera. La cuestión es que muchas veces no le prestamos a los neumáticos la atención que necesitan.
Pregunta para nota: ¿sabes qué es ese punto que a veces vemos en los neumáticos nuevos?
Existe todo un universo de neumáticos entre las marcas y los tipos, de diferentes medidas, con diferentes usos, compuestos y dibujos, para diferentes velocidades y que soporten diversas cargas. A veces es para volverse loco. Es por ello que, a la hora de comprar neumáticos, debemos tener muy claros una serie de conceptos para acertar en nuestra decisión.
Las partes de un neumático
También conocidos como «gomas», el neumático consta de distintas partes en su estructura:
- Lona: forman el cuerpo de la goma y proporcionan la flexibilidad y resistencia necesarias para que el neumático se doble, pero sin deformarse. Suelen estar fabricadas con cables de fibras tejidos y recubiertos de caucho.
- Lona de carcasa: es la siguiente capa del revestimiento interior y se encarga de aportar la solidez al neumático.
- Lonas de cima: ubicadas alrededor de la goma, aportan solidez y rigidez a la misma. Suelen estar fabricadas con cables de hacer trenzado y recubiertas de caucho.
- Talones: crean un compartimento estanco al aire entre el neumático y la llanta. Su fabricación se lleva a cabo con acero trenzado de alta resistencia y con recubrimiento de caucho.
- Flancos: son las zonas de caucho extra grueso que discurren desde el talón hasta la banda de rodadura. Proporcionan estabilidad al neumático y en ellos se ubica la información de interés para el usuario. En esta guía puedes aprender a leer los códigos de los neumáticos.
- Banda de rodadura: el área de contacto del neumático con el asfalto. Aportan amortiguación y adherencia a través de un diseño y composición que determina las características de rendimiento del propio neumático. En ella están los surcos, las costillas, los tacos y los sipes.
- Hombro: el pequeño borde que se ubica en la unión de la banda de rodadura y el flanco.
- Entalladura: reducen los restos de agua, nieve o barro evitando que se acumulen en la rueda.
- Nervadura: elemento de refuerzo de la goma que, curiosamente, es la parte más débil del neumático. Suele ubicarse en la parte central de esta.