Ya sabéis que en Londres no se andan con chiquitas. Si hace ya tiempo te comentábamos que la ciudad británica multaría a todo aquél que tuviera una conducta “antisocial” al volante, hoy ha entrado en vigor una nueva tasa para la circulación de los vehículos de combustión interna más contaminantes en la ciudad, una medida que reemplaza a la anterior ‘T-Charge’ que afectaba a los vehículos más contaminantes entre las 7:00 y las 18:00 horas de lunes a viernes.
Bautizada como ‘Ultra Low Emission Zone’, esta nueva tasa afecta a todos los vehículos gasolina con motores anteriores a la norma Euro 4 -anteriores a enero de 2005- y a todos los vehículos diésel anteriores a la norma Euro 6 -anteriores a septiembre de 2014-. Como novedad, estará activa las 24 horas del días los 365 días del año, por lo que ya no hay escapatoria…
Tiene un coste de nada menos que 12,5 libras -unos 14,5 euros al cambio actual- y la misma deberá ser abonada por todos los vehículos que cumplan estas características cada vez que entren en la capital británica. Pero ahí no acaba todo, porque los vehículos más pesados (más de 3,5 toneladas) deberán abonar nada menos que 100 libras diarias -unos 116 euros al cambio actual-.
En total, unos 100.000 automóviles, 35.000 furgonetas y 3.000 camiones podrían verse afectados por esta medida diariamente.
Lo mejor de todo es que dicha tasa se sumará a la ya conocida Carga de Congestión existente entre las 7:00 y las 18:00 horas los días laborales, que tiene un coste de 11,5 libras -unos 13,34 euros al cambio actual-. Además, es bastante más estricta que las limitaciones que acostumbramos a ver en nuestro país, pues afecta incluso a grúas, ambulancias privadas, coches fúnebres y otros tipos de vehículos especializados que no cumplen con los estándares mínimos de emisiones.
El área de Ultra Bajas Emisiones por ahora se mantiene idéntica al área de Carga de Congestión, pero a partir del 25 de octubre de 2021 se ampliará hasta las carreteras circulares Norte y Sur. Al menos, al mismo tiempo el Consistorio londinense está llevando a cabo un plan de actualización de sus vehículos más contaminantes, con la renovación de la flota de los famosos autobuses rojos de dos pisos y un plan de achatarramiento al que pueden acogerse pequeñas empresas y organizaciones benéficas.
Londres siempre ha sido pionera en este tipo de medidas desde que en 2003 naciese el área de Carga de Congestión, una propuesta a la que se han ido sumando otras ciudades del mundo como Oslo, Milán, Singapur y, más recientemente, Nueva York, que en 2021 instalará un sistema de peajes para acceder a Manhattan en vehículo privado ¿Llegaremos a verlo también en España?