Te levantas un día tranquilamente de la cama en Hong Kong y eres uno de los directivos más importantes de Dolce&Gabana. Desayunas y te vas a trabajar a uno de los mejores edificios de oficionas de la ciudad. Bajas al garaje y ves reluciendo tu flamante Pagani Zonda F naranja y decides cogerlo. Camino al trabajo sales de un semáforo y decides probar, como otras tantas veces, la brutal aceleración de tu V12 trasero.
Al principio todo bien, pero llega un momento que el eje trasero se desvia un poco, pierdes el control del coche, acabas chocando directamente contra un árbol y revotando contra un semáforo. Durante los primeros segundos después del impacto estás asustado, ves que no te a pasado nada gracias al monocasco de fibra de carbono del vehículo. Te bajas del coche y te asombras al ver que una rueda ha salido disparada.
Te vas a la zona delantera del Pagani y el asombro pasa a un segundo grado. Está completamente destrozado. Te vas a la parte trasera y la cosa sigue empeorando. Recapacitas, y piensas que acabas de destrozar por completo uno de los superdeportivos más valorado actualmente, pero no te importa, la aseguradora se hará cargo de todos los gastos.
Está podría ser la historia del dueño del superdeportivo accidentado. Como podéis ver en las imágenes el coche está hecho añicos, pero si el monocasco no ha sufrido daños es posible que se pueda volver a recuperar, eso sí, después de soltar una cifra bastante interesante.
A continuación os dejo la galería de fotos donde podréis ver el estado del coche perfecto y como acaba después de perder el control:
Este es un SOPLAPOLLAS , pero con todas las letras mayusculas, vaya un poligonero, hacer saliditas encima en una ciudad como esta que esta siempre concurrida, otro SOPLAPOLLAS con letras mallusculas.
Me entran ganas de llorar :-S
desde luego, teniendo ese coche yo le llevaría con todo el cuidado del mundo. Por mucho dinero que tengas no implica que lo tengas que tirar.