En 2012, la Marca crea un nuevo sueño con el supercar del Siglo XXI; el Onyx. Más allá de su impactante estética, experimenta con nuevos materiales en bruto para llevar todavía más lejos la idea de eficiencia. El Onyx integra el presente rindiendo un homenaje al techo de doble abombamiento y a los arcos en aluminio del RCZ.
La carrocería afilada cautiva por el estremecedor contraste de sus materiales y sus colores. Pulido a espejo, este metal no necesita ningún artificio que le proteja y su aspecto evolucionará con el tiempo al cubrirse con una pátina de manera natural. El resto de paneles de la carrocería son de carbono, pintado en negro mate.
Dispuesto a penetrar en el aire con toda suavidad, el frontal reúne la parrilla vertical y unos faros completos de LED afilados y con una superficie limitada a lo estrictamente necesario.
Atornillados al monocasco de carbono, el motor V8 híbrido HDi FAP de 3,7l y las suspensiones, tiene su origen en la experiencia de Peugeot Sport, adquirida y validada en los circuitos de todo el mundo.
Refrigerado por los conductos que parten de las tomas NACA del techo, el V8 pasa sus 600 CV a las ruedas traseras mediante una caja de cambios secuencial de 6 marchas. Esta potencia aprovecha de manera perfecta las dimensiones compactas del coche: 4,65m de largo, 2,20m de ancho, 1,13m de alto y 1.100 kg.
La inteligente tecnología HYbrid4 recupera la energía cinética que normalmente se pierde durante las fases de frenada. Almacenada en sus baterías de iones de litio, esta energía se restituye automáticamente en las aceleraciones aportando 80 CV suplementarios a la cifra de potencia.
Así, los elementos aerodinámicos añadidos han podido limitarse a lo estrictamente necesario; las extensiones de la estructura de carbono y el alerón móvil, que genera fuerza deportante sobre el eje trasero en las fases de frenada. La frenada, por cierto, está asegurada por cuatro discos de carbono.
A bordo, el conductor encuentra cada mando sin necesidad de apartar la vista de la carretera para buscarlo. El pequeño volante forrado de fieltro cae de manera natural en las manos del conductor. En su parte central de carbono, los mandos de aluminio controlan las funciones del Onyx mientras que las levas permiten accionar el cambio.
El salpicadero está realizado en un nuevo tipo de “madera”, la Newspaper Wood (Se fabrica a partir de periódicos usados). Si lo observamos más de cerca, sin embargo, descubrimos el secreto con la aparición de caracteres de imprenta.
En el techo encontramos un conjunto de mandos “toggleswitches” de aluminio, entre ellos, el botón de puesta en marcha. Justo detrás, una lámina proyecta las imágenes de las cámaras de retrovisión; dos de ellas laterales, situadas en los retrovisores y una tercera, panorámica, en la trasera del coche.
La consola, también luce una pieza de cristal realizada por un maestro cristalero. Se trata del indicador de combustible, cuyo nivel está indicado en la parte superior por pequeñas incisiones talladas en el cristal. Finalmente, la consola aloja los mandos del climatizador bi-zona realizados en una barra de aluminio simplemente torneada y fresada.
La belleza del habitáculo y de las carreteras recorridas queda grabada por una cámara instalada en los reposacabezas. La película pasa entonces a un Tablet insertado en el salpicadero, delante del acompañante y que sirve de interface para el infotainment del coche.
Fuente: Peugeot
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