La semana pasada nos preguntábamos qué escondía Audi debajo de la sabana en unas sugerentes imágenes, y hoy la firma de los cuatro aros nos revela todos sus planes de cara a los próximos años en materia de coches eléctricos. Audi planea electrificar su gama de modelos de forma consistente y con ellos convertirse en un fabricante de vehículos eléctricos con un amplio catálogo.
Para ello, se emplearán hasta cuatro plataformas con el fin de poder ofrecer coches eléctricos en cada segmento del mercado, entre ellas la PPE (Premium Platform Electric) desarrollada conjuntamente por Audi y Porsche que daba vida al prototipo del que hablábamos el otro día. Además, la gama de vehículos híbridos-enchufables también se ampliará antes de que acabe este año.
En el último trimestre de 2019 seremos testigos de la llegada de una fuerte iniciativa de producto que contempla cuatro nuevas versiones PHEV en la gama de los A7 Sportback, A8, Q5 y Q7, combinando todos ellos un motor gasolina (TFSI) con un motor eléctrico y una batería de iones de litio. A estos se sumarán otros nuevos modelos híbridos-enchufables en 2020.
Para impulsar su plan de electrificación, la compañía alemana reestructurará las áreas de estrategia de marca, organización de ventas, producción y cualificación del personal, al tiempo que aprovechará todas las sinergias posibles dentro del Grupo. Tal es el impulso que pretenden darle que en 2025 habrán presentado 30 modelos electrificados, 20 de ellos totalmente eléctricos.
Como ya hemos comentado, la producción de coches eléctricos se asentará sobre cuatro plataformas modulares: la plataforma modular longitudinal MLB evo que da vida al Audi e-tron, la plataforma J1 para vehículos de altas prestaciones desarrollada junto a Porsche para el Audi e-tron GT (2020), la plataforma modular electrificada MEB para un modelo de producción derivado del Q4 e-tron concept (2021) y la mencionada PPE.
Será esta última una de las más interesantes al estar destinada a los vehículos eléctricos de gran tamaño y modelos de lujo, ya que su disposición técnica específica para estos segmentos permitirá la aplicación de un gran número de elementos de alta tecnología. En total, alrededor de 14.000 millones de euros invertidos en movilidad eléctrica solo hasta finales de 2023.
Audi pretende alcanzar un balance neutro de emisiones de CO2 en sus factorías en todo el mundo para el año 2050.
También es importante señalar que la compañía se ha marcado el objetivo de conseguir de forma gradual el balance neutro en emisiones de CO2 para el ciclo de vida completo de sus vehículos: desde la producción de las materias primas, la fabricación y su utilización, hasta su conversión a energía renovable. El objetivo es que en el año 2025 la huella de carbono de su flota sea un 30% más baja que el valor de referencia de 2015.