Algunos fabricantes de automóviles llevan un tiempo con escasez de éxitos y la pandemia del coronavirus no es que les haya ayudado precisamente a superar el bache. Tras el comunicado de McLaren revelando los efectos de la crisis del COVID-19 o anunciarse el cierre de la planta catalana de Nissan, hoy es Renault quien nos trae malas noticias.
Por primera vez en 10 años, la firma gala ha publicado pérdidas en 2019, lo que ha hecho necesario planificar una reestructuración para optimizar desarrollos y producción. Ha sido esta misma mañana cuando hemos conocido su plan estratégico, el cual pretende ahorrar 2.000 millones de euros en los próximos años.
Si bien la aplicación de esta estrategia todavía está pendiente de ser aprobada y negociada con las fábricas y los sindicatos, la cúpula directiva ya habla de reestructurar su centro de I+D en Guyancourt, reorganizar hasta cinco plantas de producción en Francia y prescindir de casi 15.000 empleados en el mundo (el 8 % del total de sus empleados).
Los recortes afectarán a 4.600 empleados en Francia y otros 10.000 en el resto del mundo, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en nuestro país, especialmente después del cierre de Nissan. Sin embargo, los planes de la compañía no contemplan en ningún caso despidos o ajustes severos en las plantas españolas.
Según revela la empresa francesa, se busca reducir la masa salarial de los empleados afectados, pero sin recurrir a los despidos, es decir, fomentando las bajas voluntarias, las prejubilaciones, las reconversiones, la no renovación de contratos temporales y los traslados a otros centros de producción.
En palabras de los portavoces de Renault, esta se “reorganiza alrededor de sus centros de actividad estratégicos, es decir, los coches eléctricos, los vehículos comerciales e industriales ligeros, la economía circular y la innovación con elevado valor añadido”.
Para poder llevarlo a cabo, veremos ajustes en Douai y Maubege, que se focalizarán en los vehículos eléctricos y comerciales; al tiempo que se cerrarán los centros productivos de Choisy-le-Roi y Bretaña. El futuro de la planta de Dieppe, donde se fabrica el Alpine A110, dependerá del futuro que le vean a esta compañía.
La idea es pasar de una producción de cuatro millones de vehículos en la actualidad a 3,3 millones en 2024.
Una de las principales medidas contempladas es la aplicación del método de leader-follower, anunciado por Nissan el pasado miércoles. Podríamos ver también un mayor uso de componentes en la alianza y medidas encaminadas a fomentar las economías de escala y aumentar la estandarización de los componentes en nuevos modelos.
Fruto también de la alianza es la retirada de Renault del mercado chino, tal y como anunció Nissan. Renault cederá su participación en Dongfeng Renault Automotive Company Ltd a Dongfeng Motor Corporation y solo venderá en este mercado bajo la marca Renault coches eléctricos.