Las carreras de poker y coches son prácticamente una institución en EE.UU. donde se mezcla la competición con la caridad en jornadas festivas perfectas para admirar las obras de Ferrari, Maserati u otros vehículos “exóticos”.
Estos rallies de coches y poker son carreras no profesionales que normalmente persiguen un fin benéfico. El ambiente es lúdico pero los automóviles que participan son de altísimo nivel. La dinámica es muy sencilla: se trata de una carrera con cinco paradas y en cada una de ellas los conductores recogen una carta de una baraja de poker; al llegar al final del recorrido, se comparan las manos que lleva cada uno y la más alta gana. Es una mezcla de juego y motor que realmente sirve para disfrutar de la ingeniería de estos coches de alta gama.
En agosto de este año, el concesionario de Ferrari-Maserati de Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.) fue uno de los patrocinadores de una de estas carreras, organizada por una empresa de contabilidad de Florida del Sur llamada Fuoco Group. El Exotic Car Poker Run tenía una cuota de participación de 100$ y llegó a recaudar más de 7000$ para un orfanato de la zona.
Algunos de los coches participantes pueden verse en la web Kwcworld.com. En total participaron 65 coches, la mayoría de los cuales eran Ferraris y Lamborghinis. En algunas de las paradas, las cartas de poker las repartían las animadoras de los Miami Dolphins, y al final, la fiesta acabó en una comida para los participantes y la oportunidad de poder ver carreras de caballos.
La carrera de Florida es un ejemplo, pero todas las “poker runs” son igual. Los elementos decorativos de las fiestas, e incluso el tipo de vehículos (no todas son de “exotic cars”), pueden variar según quien la organice. Sin embargo, las normas de la carrera en sí misma no cambian: competición de motor y partida de poker. Son varias las ciudades que han acogido este tipo de carreras en EE.UU, pero se están expandiendo también a otros lugares.
El Poker Run también ha llegado a España y en junio de este año se celebró la 2ª Poker Run de Harley Davidson desde Barcelona a la playa de Castelldefels. El organizador era la asociación Fenexy, cuya causa es recaudar fondos para la curación de lesiones medulares. El recorrido tenía tres paradas (dos cartas al principio y al final, y una carta en la parada de mitad) y se completaba con fiesta de disfraces, conciertos de rock’n’roll, comida y bebida en un chiringuito. Suponemos que iniciativas como esta serán cada vez más populares, y que las Poker Runs acabarán siendo también algo habitual en la geografía española al igual que el juego online está proliferando en nuestro páis.
Desde luego, estas carreras de poker no tienen un trasfondo profesional de auténtica competición pero son sin duda una excusa perfecta para juntar a aficionados del motor para que celebren su pasión de una manera diferente.
¿Y a vosotros, que os parece esta curiosa iniciativa con fines benéficos?