Aunque en la actualidad los coches se diseñan por ordenador y son grandes planchas automatizadas las que hacen que las diferentes piezas de chapa de la carrocería tomen forma, años atrás las cosas se hacían de una forma diferente y modelos como el Porsche 356 nos enseñan lo que pasaba con anterioridad en las fábricas.
Hoy os mostramos esta «escultura de madera». En realidad no es una escultura, se trata de una matriz de madera que actualmente se expone en el Museo del Automóvil de Porsche.
La matriz original también denominada «modelo de forma y ajuste» se ha conservado en un estado excelente y no refleja los años que realmente han pasado tanto desde su fabricación como de su periodo de actividad industrial.
Aunque en la bibliografía se alude a una estructura de madera «labrada a golpes», esto nunca fue así. Esta curiosa pieza sirvió más bien de matriz original para los Porsche 356 con carrocería de aluminio que salieron de la fábrica de Porsche en Gmünd, a partir de 1948. En total se produjeron 52 unidades de estos 356/2: 44 coupés y 8 descapotables. Además, se hicieron entre ocho y diez carrocerías en bruto denominadas «superligeras» (SL), que no se montarían hasta 1951 y 1952, ya en el departamento de Competición de Stuttgart.
Las chapas de aluminio se moldeaban a golpe de martillo y, para comprobar la exactitud de la forma, se colocaban una y otra vez sobre este armazón de madera. Un proceso de ensayo y error que se repetía las veces necesarias, hasta que las puertas, el capó, el techo y las aletas encajaran perfectamente en la matriz de madera. Un maestro del oficio necesitaba al menos 90 horas para conseguir la inconfundible piel exterior del 356. Solo entonces se podía fijar al chasis con remaches y tornillos. Por eso Porsche recurría a carroceros externos para la fabricación de estos elementos de aluminio, como Kastenhofer, Keibl y Tatra, en Viena, o Beutler en la localidad suiza de Thun.
Tras el modelo de forma y ajuste del Porsche 356, arrancó la producción en cadena
A finales de 1949, con el traslado desde Gmünd hasta la fábrica de carrocerías Reutter en Stuttgart, terminó esta curiosa época en la que los maestros de la chapa modelaban a golpes el aluminio a base de martillazos sobre bolsas de cuero llenas de arena y bloques de madera. Este método se conservó durante un tiempo solo para las series reducidas, como los 16 ejemplares del 356 America Roadster con su carrocería de metal ligero. Es cierto que en Reutter también había al principio una matriz de madera nueva del 356, remodelado en Stuttgart. Sin embargo, ya solo se usaba como modelo para ajustar a medida las herramientas de prensado que habían sustituido a los artesanos, a la hora de dar forma a los paneles de la carrocería. Ya se podía usar una chapa de acero estable en lugar del aluminio que, aunque mucho más ligero, era blando y difícil de trabajar.
Las prensas modernas dieron paso a una fabricación más rápida. El sonido de la estampación fue marcando más el ritmo de la fabricación de carrocerías, en lugar del repiqueteo de martillos grandes y pequeños. Así comenzó la producción en serie en la marca alemana.
Fuente | Porsche