Una vez más, el Porsche 918 Spyder está en problemas. Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que el superdeportivo más emblemático de la firma de Stuttgart es uno de los más problemáticos de toda la historia de la marca, y es que pese a su retirada de producción en el 2015 hoy en día sigue acumulando nuevos problemas y defectos en su construcción.
Esta historia comenzó en julio del 2014 por un problema en los brazos de control del eje trasero, en una segunda llamada el responsable fue un lote de piezas defectuosas y por último la marca anunciaba que algunas unidades del Porsche 918 Spyder serían objetivo de un “retiro preventivo en todo el mundo«. En resumen, un conjunto de desastres que os hemos ido contando a lo largo de todo este tiempo y que ahora se repite de nuevo.
Ahora el problema estaría asociado con la suspensión trasera, y es que según hemos conocido los ejes de conexión podrían llegar incluso a romperse. Como consecuencia, Porsche ha anunciado que reemplazará estas piezas por otras más resistentes. Los propietarios de un 918 Spyder ya deben estar acostumbrados a visitar el taller con cierta asiduidad y ahora 305 unidades en los Estados Unidos tendrán que acudir de nuevo a su centro Porsche más cercano, el problema radica en los ejes de conexión de la suspensión trasera.
Según un análisis de Porsche: «los ejes de conexión de los brazos longitudinal y transversal podrían ser vulnerables al agrietamiento por corrosión de la tensión catódica«. El fabricante alemán cree que este problema podría afectar a ciertos vehículos a largo plazo, y por ello han optado por reemplazarlo antes de que el problema pase a mayores. Se reemplazarán las piezas defectuosas por otras más fuertes y resistentes, una llamada a revisión que requerirá en torno a 8 horas de trabajo en el taller y sin coste alguno para sus propietarios.