Uno de los grandes problemas que nos podemos encontrar a la hora de adquirir un coche clásico es la falta de piezas o recambios en el mercado una vez surge una avería, algo que ahora pretende solventar Porsche gracias a la impresión 3D.
Los multimillonarios de todo el mundo que esconden en sus garajes un 959 o un 356 pueden estar más tranquilos sabiendo que el fabricante de Stuttgart va a volver a poner en producción algunas piezas de repuesto más raras o difíciles de encontrar: desde la base del espejo retrovisor del 911 Speedster o la junta de la tapa del combustible de un 959, una biela para el 911 de la generación 964 o algunos recambios del legendario 356. La mayoría de estas piezas exigen ser cambiadas cada algún tiempo, y en Porsche Classic suelen disponer de ellas en un número muy bajo de stock.
La baja demanda hace que la impresión 3D sea una solución perfecta cuando alguno de los propietarios se queda sin el recambio que necesita, ya que se realizaría cada pieza por encargo de forma personalizada. Según el fabricante estas piezas coinciden con las especificaciones técnicas originales, para que no exista ningún problema en el momento del montaje.
Cada tipo de pieza o elemento requiere de un tipo diferente de impresión 3D, por ejemplo una de las piezas del embrague del 959 usa un proceso controlado por ordenador que produce menos de 0.1 milímetros de polvo de acero. Acto seguido un láser funde cada capa para convertirlo en un material duro y resistente. Los componentes de plástico, por ejemplo, requieren de un proceso diferente por medio de un sintetizado láser selectivo que calienta cada material y luego los fusiona. Ahora, tras poner en el mercado estas piezas se está llevando a cabo un proceso de pruebas con un total de 20 piezas más para descubrir si la impresión 3D es una técnica apropiada para este fin.
Aunque Porsche no puede ponerse todos los galones, ya que otras marcas como Bugatti ya han utilizado esta misma técnica para fabricar pinzas de freno de titanio que equipa el Bugatti Chiron.