A lo largo de la historia Porsche ha sido conocido por sacar al mercado unos cuantos deportivos cuyas mecánicas y escapes sonaban muy, pero que muy, bien. Ya en su día os conté porqué las diferentes configuraciones de motor producen sonidos distintos y, en el caso de Porsche, la localización de sus tecnológicos motores en combinación con la experiencia heredada de la competición, hacen que muchos modelos de producción sean capaces de crear deliciosas sinfonías para nuestro oídos.
No hablamos de modelos que vayan a ser más recordados por su sonido que por su estética, pero la marca germana ha elegido los cinco deportivos de su historia que mejor considera que suenan y nos los muestra en este curioso vídeo rodado en su museo. Y lejos de lo que puedas estar pensando, no todos ellos son bóxer de seis cilindros.
El primero de ellos es el Porsche 911 Carrera 2.7 RS de 1973, una serie limitada a 1.590 unidades creada para lograr la homologación en la competición. De hecho, el mismísimo Jenson Button tuvo uno en propiedad y su bloque de seis cilindros bóxer atmosférico y su sistema de refrigeración son bastante difíciles de olvidar. El modelo popularizó el alerón de tipo ‘cola de pato’ y desarrollaba una potencia total de 210 CV que le permitían alcanzar los 100 km/h desde parado en apenas seis segundos y una velocidad punta de 243 km/h.
El siguiente es ni más ni menos que el Porsche 550 Spyder de carreras, un cabrio a la vieja usanza (sin capota) que se caracterizaba por tener una brillante aerodinámica. Concebido para deslumbrar en el mundo de la competición, este modelo consiguió alzarse con una victoria en 1954 y se clasificó en el tercer puesto de la famosa Carrera Panamericana. Actualmente su potencia puede parecernos irrisoria, pero con su motor de cuatro cilindros con cuatro árboles de levas y una potencia de 110 CV, el 550 Spyder era toda una bala y es uno de los 7 superdeportivos de Porsche que hicieron historia. Contribuía notablemente a ello su peso total de tan solo 550 kg, lo que le permitía alcanzar los 220 km/h. El precio en aquella época rondaba los 12.500 euros.
Le sigue el nuevo Porsche 911 GT3 RS, equipado con el máximo grado posible de tecnología de competición que actualmente se puede incorporar en un 911 homologado para la carretera. Buena prueba de ello es el ‘corazón’ de la bestia, nada menos que un propulsor de seis cilindros y 4,0 litros capaz de desarrollar 500 CV de potencia y 480 Nm de par máximo.
Por último, el vídeo termina con los dos últimos hypercars de Porsche, como no podía ser de otra manera. Hablamos del 918 Spyder y el Carrera GT. El primero de ellos ha perdido algunos adeptos por tratarse de un modelo híbrido enchufable, pero es una máquina de carreras de pura cepa capaz de agotar todas las posibilidades que ofrece la unidad combinada de motor de combustión y motor eléctrico. Con un nivel de rendimiento máximo de 887 CV, el consumo combinado de combustible se mantiene en torno a los 3 l/100 km y el consumo de electricidad es de solo 12,7 kWh/100 km. Si sois muy puristas y aún tenéis dudas sobre su valía, debéis saber que batió el récord preestablecido de siete minutos para una vuelta al Infierno Verde, logrando un tiempo de 06:57 minutos.
El Porsche Carrera GT, por su parte, contaba con un ‘corazón’ de diez cilindros en V y una potencia de 612 CV. El motor era especial, pero no tanto como su monocasco de fibra de carbono y sus frenos y embrague cerámicos. Al mercado tan solo salió una serie exclusiva de 1.270 unidades de este deportivo de motor central ultraplano. El 21 de septiembre de 2004, el Carrera GT conquistó el Nordschleife de Nürburgring al detener el cronómetro en 7:33 minutos, estableciendo así un nuevo récord de vuelta para los vehículos de carretera.
Pero todo esto no tiene sentido sin que podáis ver por vosotros mismos el vídeo y escuchéis el ronco bramido de estas joyas de la ingeniería. Poneos los cascos, subid el volumen y ¡PLAY!