Hasta ahora todos los Porsche fabricados veían la luz en alguna de las instalaciones que la marca posee en suelo alemán. A partir del año que viene habrá que sumar una nueva factoría que está ubicada en Malasia y se encargará de ensamblar algunos modelos para el mercado local y otros cercanos.
La idea de Porsche es mejorar su presencia en los países del sudeste asiático, una región en la que Porsche va aumentando poco a poco sus ventas gracias especialmente a la oferta de SUVs de lujo. Con el ensamblaje en Malasia se reducirán los tiempos de espera y además los impuestos al estar exentos de aranceles.
Para comenzar su actividad en Malasia el fabricante alemán ha confiado en el propio importador que se encarga de distribuir sus vehículos, Sime Darby. Este importante distribuidor es dueño de la planta de Inokom en la localidad de Kulim y son todos unos expertos en el montaje de coches de todo tipo. En la actualidad salen algunos MINI, BMW, Hyundai y Mazda pero anteriormente también lo hicieron varios Peugeot, Kia, Citroën y la marca local Naza.
La producción anual de Inokom no es especialmente grande pero al centrar la mayoría del volumen en coches de precio elevado la cosa cambia. Son unas 38.000 unidades en total cada año las que ven la luz y con la llegada de Porsche se espera aumentar ligeramente ese total.
Porsche no ha comunicado los modelos que serán ensamblados en Malasia pero sí ha indicado que tendrán una configuración específica para cubrir con las necesidades y gustos de los usuarios de la región. Actualmente el coche más demandado en el sudeste asiático es el Cayenne.