Recientemente hemos conocido las cifras oficiales del esperadísimo Ford Mustang Shelby GT500. En los últimos años, la marca del óvalo azul no ha hecho más que sorprendernos con el lanzamiento de su familia Performance, pero si creías que todo esto había llegado a su fin estabas muy equivocado, pues llega uno de los platos fuertes de la cartera de productos del fabricante.
El Mustang Shelby GT500 llegará a finales de este año con una potencia de 760 CV y 950 Nm de par. Como ya sabíamos, la potencia le viene dada de un poderoso bloque V8 de 5.2 litros, pero no es un motor cualquiera, sino todo un derroche de tecnología con envase de aluminio. No cabe duda de que se trata de un coche espectacular, tanto o más que el precio de sus opcionales.
Estamos acostumbrados a que las marcas alemanas pidan elevadas cantidades de dinero por opcionales como los espejos retrovisores plegables eléctricamente o la integración de Apple CarPlay y Android Auto, elementos que deberían de ser de serie en vehículos de su precio, pero a Ford se le ha ido un poco la pinza con el listado de extras de su última bestia.
La firma del óvalo azul ha lanzado recientemente el configurador en línea para el Mustang GT500 y en él hemos podido ver el precio de elementos como las franjas decorativas de la carrocería. Sí, esas tan bonitas que van desde el capó hasta la zaga. Las más caras, que van pintadas en la carrocería, tienen un coste de nada menos que 10.000 dólares, poco más de 9.000 euros al cambio actual.
Se mire por donde se mire, es un precio desproporcionado, y más teniendo en cuenta que las franjas de vinilo cuestan 9.000 dólares menos y se ven prácticamente igual. Pero ahí no acaba todo, ya que también encontramos un paquete de fibra de carbono que cuesta lo mismo que un Ford Fiesta bastante bien equipado: 18.500 dólares, unos 16.683 euros al cambio.
Eso sí, al menos en este caso se incluye una buena cantidad de actualizaciones, incluidas las llantas de fibra de carbono calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2, asientos delanteros Recaro, la supresión de las plazas traseras, un panel de instrumentos de fibra de carbono, un alerón trasero de fibra de carbono y un splitter Wickers.
Desde luego, con estos precios no es difícil llevarse un Mustang de seis cifras a casa…