Probablemente si piensas en un especialista del mercado de accesorios del automóvil japonés, el primero que se te venga a la cabeza sea el extravagante Liberty Walk. Sin embargo, en el país asiático hay otro preparador internacionalmente conocido que tampoco es precisamente discreto en sus diseños, pues no hay más que ver su trabajo sobre la carrocería del Toyota GT86.
Hablamos de Rowen International, el preparador que en esta ocasión ha tomado como base nada menos que el Audi Q8, uno de los SUV más bonitos y deportivos de cuantos existen en el mercado. Pero Rowen tiene su propia opinión acerca de cómo puede mejorar el mastodonte de los cuatro aros y nos la ha mostrado recientemente en el Salón del Automóvil de Tokio…
Menos mal que el preparador japonés ya nos tiene acostumbrados a sus esperpénticas creaciones, porque este Audi Q8 S-Line se ríe en la cara de los Audi SQ8 y RSQ8 en lo que agresividad se refiere. En la parte delantera, el especialista ha diseñado un divisor adicional que incrementa la cara de pocos amigos del modelo, pero sin llegar a ser demasiado exagerado.
La cosa cambia a medida que avanzamos por el lateral, donde encontramos amplias tomas de aire falsas incorporadas en las aletas delanteras. Tampoco faltan los prominentes faldones laterales y un conjunto de llantas bitono que combinan el blanco y el negro. Parecen tener un tamaño considerable, de al menos 23 pulgadas, pero no hay detalles al respecto.
La peor parte parece llevársela la zaga, donde el Audi Q8 S-Line de Rowen integra un difusor masivo del color de la carrocería, así como un marcado alerón de formas afiladas en el protón trasero, a media altura. No se vosotros, pero yo desde luego me quedo con la “discreción” del Audi RSQ8 y su motor V8 de 4.0 litros con 600 CV (441 kW) y 800 Nm de par máximo.