No cabe ninguna duda de que el Audi RS3 es una buena base para las preparaciones y ABT Sportsline nunca deja pasar la oportunidad de ofrecernos una preparación de lo más suculento sobre los modelos más deseados de la firma de los cuatro aros. Además, esta vez lo combina con una carretera de montaña para que el hatchback no pueda tener mejor pinta.
El RS3 es único en su clase y ahora ya cuenta con una personalidad única gracias a los aderezos aerodinámicos y mecánicos del especialista del mercado de accesorios del automóvil, y es que ABT ha exprimido el 2.5 TFSI hasta los 500 CV/373 kW integrando un nuevo intercooler, un sistema de escape personalizado y una puesta a punto de la ECU. El resultado es un 0-100 km/h en 3,7 segundos y una velocidad punta de 299 km/h.
El exterior está dominado por un color gris oscuro y una trasera que integra un jugoso difusor rematado en negro. En el exterior también nos encontraremos con unas llantas de aleación forjadas de 19 y 20 pulgadas (eje delantero y trasero) en diversos diseños -ABT DR, ER-C, ER-F o FR- que, en comparación con una rueda de fundición, tienen la ventaja de contar con una estructura más uniforme, lo que a su vez hace que la rueda sea más estable, resistente y ligera.
El interior ahora se forra casi al completo en Alcántara negro con contrastes en carbono, y lo cierto es que queda simplemente brutal.
La amortiguación ha sido rebajada 30 mm en la parte delantera y 25 mm en el eje trasero, algo que se traduce en un mejor manejo y una mayor estabilidad. Tampoco faltan los paragolpes más agresivos, los faldones laterales y un escape deportivo con nuevos silenciadores y dos tubos dobles de 102 mm en negro mate que asoman por el difusor posterior.