Hay concesionarios realmente comprometidos con aquellos clientes que buscan personalizar su coche con piezas del mercado de accesorios. Claro ejemplo de ello es Beechmont Ford, una concesión de la compañía del óvalo azul sita en Cincinnati (Ohio) que ofrece tanto componentes como piezas de alto rendimiento para el motor sus vehículos.
Su última creación es el BFP Heritage F-150, una edición limitada para el mítico pick up norteamericano que incluye algunas «chucherías» de lo más suculento, entre ellas la librea de Gulf. Dicha librea no está pintada, es simplemente un vinilo, pero muestra colores más audaces que la paleta de tonalidades original del Ford F-150.
El número 25 en el capó y las puertas no hace referencia a ningún vehículo de competición de la marca en concreto, sin embargo, rinde homenaje al 25 aniversario de Beechmont Ford y a la librea del Ford GT40 conducido por Ken Miles durante las victoriosas 24 horas de Le Mans de 1966. Rematan el diseño exterior las llantas KMC de 22 pulgadas.
Curiosamente, están calzadas con neumáticos todoterreno optimizados en lugar de emplear gomas deportivas, y eso que este Ford F-150 cuenta en sus entrañas con un paquete de rendimiento bastante picante. Además, se han añadido un escape Roush Performance, un kit de suspensiones Belltech y una parrilla frontal inspirada en el STX Sport.
Las actualizaciones para la mecánica son tres. La más sencilla es el Roush Performance Power Pack Nivel 1, que añade 20 CV (13 kW) y 35 Nm de par. Le sigue el sobrealimentador de Roush Performance, que eleva la potencia a unos nada despreciables 650 CV (484 kW); mientras que la apuesta más salvaje es el sobrealimentador Whipple.
En este caso, el Ford F-150 es capaz de alcanzar los 725 CV (540 kW) de potencia, lo que costará a los clientes tan solo 795 dólares. El paquete BFP Heritage F-150 tiene un sobrecoste de 11.995 dólares, sin incluir el vehículo, y Beechmont declara que se puede añadir a cualquier modelo de la gama.