El Datsun (Nissan) 240Z es un deportivo clásico de los años ‘70 del que se puede obtener una apariencia medianamente moderna con solo aplicarle algunos retoques de estilo, y está claro que la preparación que os traigo hoy es el claro ejemplo de ello. Bajo el capó, el motor original de la serie L de seis cilindros en línea ha sido sustituido por el afamado Toyota 2JZ.
Como ya sabrás, este motor es famoso por su capacidad para desarrollar elevadísimas dosis de potencia, especialmente en el Toyota Supra de cuarta generación. En este caso, la puesta a punto ha permitido alcanzar los 600 CV de potencia (447 kW), una cifra más que razonable para un automóvil cuyo peso sobre la báscula es inferior a los 1.044 kilogramos.
El nuevo motor está asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades Toyota R154 que envía toda la potencia a las ruedas traseras a través de un eje de transmisión personalizado con un diferencial de deslizamiento limitado. Tampoco faltan en este 240Z una suspensión de tipo coilover D2 y un equipo de frenos de alto rendimiento.
A nivel estético, el deportivo recibe interesantes novedades, como una gran parrilla frontal con lamas horizontales (cuyo acabado cromado no es el más acertado), unos espejos montados en el capó para darle un toque más vintage al conjunto, pasos de rueda ensanchados con remaches visibles y un generoso spoiler en la zaga de tipo cola de pato.
Los pasos de rueda ensanchados acogen un conjunto de llantas forjadas CCW Classic 5 hechas a medida, en tamaño de 16 pulgadas con radios negros y bordes pulidos. Miden 10.5 pulgadas de anchura en el eje delantero y 11 pulgadas en el trasero. Rematan el conjunto los neumáticos Toyo Proxes con detalles amarillos brillantes.
Desafortunadamente, las fotos no ofrecen una buena vista del habitáculo, pero se pueden intuir unos asientos de competición con arneses. El conductor posa sus manos sobre un volante firmado por Sparco.