El Lamborghini Urus no ha parado de acumular éxitos desde su llegada al mercado, superando prácticamente en ventas al Lamborghini Huracán, el que hasta la fecha era la gallina de los huevos de oro de la compañía italiana. Según afirma el propio CEO de la firma automotriz, Stefano Domenicali, los pedidos del segundo súper SUV de la compañía han superado con creces las expectativas.
Lo cierto es que el nuevo SSUV –Super Sport Utility Vehicle– de la compañía de Sant’Agata Bolognese es toda una bomba en términos de rendimiento gracias a su poderoso bloque V8 biturbo de 4.0 litros con 650 caballos de potencia y 850 Nm de par. Estéticamente es tan agresivo como nos lo esperábamos, pero ya sabemos que siempre se puede ir un paso más allá.
Al menos así lo considera Keyvany, un preparador alemán que acaba de sorprendernos con un Lamborghini Urus todavía más salvaje y potente que el de Manhart. Así, el modelo italiano recibe un nuevo kit de carrocería cargado de elementos en fibra de carbono y numerosos detalles en color contraste que lo dotan de un aspecto mucho más contundente y exclusivo.
La fibra de carbono está presente en el capó, los paragolpes, las entradas de aire, las taloneras, los pasos de rueda ensanchados, los faldones laterales, el difusor y los nuevos alerones, todo ello completamente renovado para la ocasión. En total, pierde 75 kilogramos sobre la báscula. Rematan el conjunto las poderosas llantas de aleación ligera de 24 pulgadas con diseño en forma de ‘Y’.
A nivel mecánico, el especialista ha sido uno de los que más a exprimido el V8 de 4.0 litros, aumentando la potencia total hasta unos nada despreciables 750 CV de potencia y 1.000 Nm de par, lo que ha permitido reducir en dos décimas los 3.6 segundos que el súper SUV necesita para completar el 0 a 100 km/h (hasta 3,4 segundos) y aumentar la velocidad punta a 325 km/h.
Dicha mejora se ha logrado mediante una reprogramación de la ECU, la instalación de nuevos turbocompresores y, como no, la integración de un nuevo sistema de escape. Rematan el conjunto los refuerzos en la transmisión automática de 8 velocidades. Las mejoras bajo el capó son prácticamente idénticas a las de Manhart, como la estética.