El nuevo Mercedes-Benz CLS hereda lo mejor de las clases E y S de Mercedes-Benz y lo adapta hacia la deportividad de la que hace gala la silueta del modelo. La digitalización y la tecnología están muy presentes en el habitáculo, poniendo a disposición del cliente un lujoso equipamiento y una variada oferta mecánica en la que no faltan las poderosas versiones AMG, como la de esta propuesta de BRABUS.
Como es habitual, vemos diversos aderezos ornamentales sobre la carrocería de esta berlina deportiva para lograr una estética más rompedora. Sin embargo, el resultado es bastante decepcionante, ya que ni siquiera encontramos un paquete exterior aerodinámico, contando con todos los elementos de serie salvo los logotipos, las llantas y el discreto alerón.
Eso sí, estas se ofrecen en un tamaño que varía entre nada menos que 20 y 21 pulgadas. Para el interior, los cambios son igual de sutiles, limitándose a diversos logotipos, alfombrillas específicas y pedales deportivos. Nos consuela que el plato fuerte se encuentre bajo el capó, donde se ha equipado el interesante paquete de rendimiento Brabus PowerXtra B53-500.
Eso significa que el motor de seis cilindros en línea y doble turbo de este Mercedes-AMG CLS 53 ya no desarrolla 320 kW (435 CV) y 520 Nm, sino la friolera de 500 CV y 590 Nm de par. Tampoco falta el alternador arrancador EQ Boost puede entregar brevemente hasta 16 kW (22 CV) de potencia y 250 Nm de par adicionales, y se encarga además de alimentar la red de a bordo de 48 voltios.
Con sus nuevas cifras de potencia, el BRABUS 500 CLS necesita 4,3 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, frente a los 4,5 segundos que requiere la versión convencional.