El Mercedes-AMG GT R se ha ganado el respeto de los amantes del automóvil por méritos propios. Es el rey del Ring con un tiempo de vuelta de solo 7:10.92, y es que este modelo tiene una mecánica brillante capaz de deslumbrar a su conductor al hundir el pie derecho sobre el acelerador. Pero vivimos en un mundo de inconformistas y preparadores como Posaidon se aprovechan de ello.
Como la gran mayoría de vosotros sabréis, el coupé de la marca de la Estrella equipa el bloque V8 de 4.0 litros, inyección directa y sobrealimentación mediante dos turbocompresores; con una potencia de 585 CV (430 kW) y 700 Nm de par máximo para un peso de solo 1.554 kilogramos.
En definitiva, es uno de esos coches de calle que podría pasar perfectamente por un coche de carreras gracias a su aspecto radical, prestaciones y tecnología de la competición. Por eso ha sido protagonista de múltiples preparadores como Domain Autodesign o Renntech, e incluso se ha llegado a convertir en el Safety Car más potente de la Fórmula 1.
Sin embargo, Posaidon carece de cordura cuando se trata de añadir caballos y, a falta de una versión Black Series, ha dotado al deportivo alemán con un salvaje paquete que añade más de 300 CV al conjunto, lo que da como resultado un AMG GT R de nada menos que 892 CV de potencia. El par se sitúa en 1.000 Nm para proteger la transmisión de doble embrague.
Para lograr estas cifras, ha sido necesaria una nueva configuración de los turbocompresores e instalar pistones forjados y un nuevo sistema de combustible. También se ha optimizado la configuración del sistema de escape completo, con bajantes de turbo más grandes, al tiempo que se ha reforzado la transmisión para soportar las dosis extra de potencia.
Con las novedades mecánicas, el Mercedes-AMG GT R de Posaidon alcanza los 360 km/h, convirtiéndose en el AMG GT R más poderoso que puedes tener. Como es habitual, no encontramos novedades estéticas más allá de ínfimos detalles que lo identifican como una obra del preparador, aunque visto lo visto, quizás sea mejor así.