A la Clase C ya le empezaban a pesar un poco los años en comparación con sus rivales directos y, recientemente, la berlina de Mercedes-Benz ha sido remozada para adoptar las novedosas tecnologías de sus hermanos de gama, tales como el cuadro de instrumentos digital y algunos elementos de equipamiento propios de clases superiores.
Estéticamente, las novedades son ínfimas, pues simplemente estamos ante un restyling que llega acompañado de leves retoques en los paragolpes, la parrilla -con diversas molduras plateadas o cromadas en función del acabado- o los faros. Continúa siendo bastante discreto y conservador, y esa es precisamente la razón por la cuál Wald International ha elegido a la berlina como base para su última preparación.
Ya sabéis que este especialista del mercado de accesorios del automóvil no se caracteriza especialmente por su discreción, así que tal y como cabría esperar, su última obra luce en su carrocería una temática completamente negra, aderezada únicamente con algunos detalles cromados para el paragolpes delantero, también de nueva factura, y la cuádruple salida de escape posterior.
Wald International ha pintado de negro desde la parrilla delantera y las lunas hasta el logotipo de la compañía germana.
Son también novedad los faldones laterales y el difusor posterior, mucho más agresivo y propio de un vehículo de competición gracias a su luz de freno adicional. Todo ello queda rematado por unas llantas de nueva factura, así como una suspensión rebajada que no tiene pinta de ser muy práctica. Por desgracia, para la mecánica no hay novedades.