Si deseas tener bajo el pie derecho el rendimiento del Ford Mustang Shelby GT500 pero quieres ahorrar un poco de dinero (sobre todo si tenemos en cuenta las desorbitadas cantidades que piden algunos concesionarios por él) y conducir un automóvil que no parezca estéticamente tan salvaje, entonces te va a gustar la última Stage 3 2020 de Roush Performance.
Ya sabéis que Roush Performance es un especialista del mercado de accesorios del automóvil veterano creando paquetes de alto rendimiento para el Ford Mustang, y esa es precisamente la razón por la que todos aquellos que no se conforman con los «miserables» 460 CV que entrega el V8 del Mustang GT se dirigen a él para exprimir a fondo la mecánica.
Cada pony car equipado con la Etapa 3 de Roush Performance comienza como un Mustang GT normal y, posteriormente, se le añaden multitud de modificaciones. La más interesante es el sobrealimentador Phase 2 de Roush, que trabaja junto con un sistema de escape de alto rendimiento hecho a medida para entregar no menos de 750 CV y 908 Nm de par.
Eso son solo 10 CV y 61 Nm menos que el Shelby GT500, por lo que dudo que alguien se sienta insatisfecho con el resultado. Según Roush Performance, esto permite que el automóvil se catapulto hasta los 96 km/h desde parado en solo 3,6 segundos y recorra el cuarto de milla (400 metros, más concretamente) en apenas 11,2 segundos.
Para asegurarse de que la puesta a punto del tren motriz funciona sin dar problemas mecánicos ante elevadas cargas de trabajo, se equipa de serie un paquete especial de enfriamiento que incluye transmisores y enfriadores diferenciales, los cuales funcionan junto con un radiador de baja temperatura más grande y ventiladores de extracción de calor.
El preparador también ha recalibrado el sistema de suspensión MagneRide para permitir que el automóvil se adhiera al pavimento con mayor facilidad a pesar del rendimiento adicional. Tampoco faltan unos neumáticos Continental ExtremeContact Sport y un alerón trasero activo de fibra de carbono que aumenta la carga aerodinámica sobre el eje trasero.
A nivel estético, podemos apreciar un kit de carrocería algo más agresivo, un paquete de gráficos, llantas Flowform Jet Black en tamaño de 20 pulgadas y algunos detalles para el interior. Entre los extras más destacables están el escape activo, las tuercas de bloqueo, el equipo de frenos Brembo, diversos juegos de llantas forjadas de 20 pulgadas…
Este kit ‘Supercharger’ de fase 3 tiene un precio de 24.995 dólares aparte del vehículo, unos 22.430 euros aproximadamente. Si tenemos en cuenta que podemos tener un Mustang GT V8 por unos 35.000 euros en los Estados Unidos, no está nada mal de precio si lo compramos con un Mustang Shelby GT500.