A los especialistas del mercado de accesorios del automóvil les ha gustado la quinta generación del Toyota Supra. El modelo nipón se ha puesto de moda y no es de extrañar, porque hablamos de un automóvil deportivo en su forma más pura, sin compromisos que disminuyan el placer de la experiencia de conducción, aunque también con una esencia más alemana que japonesa.
Como ya sabéis, el ingeniero en jefe Tetsuya Tada se ha adherido a la forma clásica de un motor de seis cilindros en línea, montado en la parte delantera y a la más que amplia colaboración de BMW para dar a luz su nuevo deportivo. Lo mismo ocurre en el interior, donde confort, tecnología y deportividad se dan la mano, todo ello en un envase de corte premium con motivo de la mencionada colaboración con la firma bávara.
Es, indudablemente, un gran coche, quizás no tan icónico como la última generación de 1994, pero en todo caso uno de esos pocos deportivos de los que ya no quedan. Objeto de numerosas críticas, muchos preparadores ya le están sacando el máximo provecho a su potencial y esta no es ni mucho menos la primera propuesta que vemos sobre la base del Supra A90.
Lo que vemos hoy es el segundo trabajo de Tra Kioto sobre la base del modelo. El SEMA Show de Las Vegas de este año nos ha dejado numerosas creaciones sobre la base del deportivo al más puro estilo Pandem y Rocket Bunny, con carrocerías ensanchadas y alerones de infarto, aunque en este caso el preparador ha prescindido de los spoiler de proporciones bíblicas.
Como podéis ver, es posible tener un Supra de lo más agresivo gracias sin necesidad de incluir alerones, basta con recurrir a un completo paquete estético para la carrocería y una suspensión neumática cuyo funcionamiento os va a sorprender en el vídeo de Instagram. Lo cierto es que resulta más práctica que unos simples muelles más cortos.
El kit de ensanche añade remaches vistos en algunos puntos, nuevos juegos de llantas de grandes dimensiones, prominentes paragolpes, abundantes entradas de aire y múltiples pegatinas de especialistas que insinúan que en las entrañas del modelo hay algo muy especial, aunque no tenemos noticias de ello.