Los neumáticos son un elemento básico e importantísimo dentro del conjunto de cualquier vehículo. Lo es en el caso de los coches, pero lo es todavía más en el caso de las motos. Primero, en moto solo tenemos dos neumáticos, y no cuatro. Segundo, porque la diferencia entre tener un neumático con las presiones correctas y tenerlo con las presiones inadecuadas es la diferencia entre rodar con seguridad y caerse donde menos lo esperes.
En una moto, la presión de los neumáticos tiene todavía mayor impacto que en un coche porque un solo neumático mal inflado supone el 50% del total, pero si además es el neumático delantero, tendremos muchas posibilidades de «perder la rueda» en cualquier curva, rotonda o frenada. Es algo que a muchos os va a sonar a Perogrullo, pero es hora de ver cómo comprobar correctamente la presión de los neumáticos de moto, y salir a rodar tranquilos.
La importancia de mantener y revisar las presiones muy a menudo
Lo mejor es mantener las presiones lo máximo posible, y lo más a menudo posible. Es decir, si rodamos a diario, no dejemos pasar una semana entre mediciones. Una variación mínima de presión puede tener efectos indeseados que notaremos enseguida, como un menor agarre, o una mala sensación a la entrada de las curvas o de las rotondas. Revisar las presiones es algo muy sencillo y muy efectivo porque siempre sabremos cómo está el neumático.
Como no nos podemos fiar de los manómetros de las gasolineras, la mejor solución es hacerse con un manómetro digital de bolsillo que sea de calidad. No tiene mucho sentido comprar un manómetro que no sea fiable y que no mida siempre igual, porque entonces estaremos en las mismas. Lo ideal es utilizar nuestro manómetro como referencia a la hora de ajustar las presiones en otro medidor.
Por si nos queda alguna duda, hay que recalcar que unas presiones incorrectas ponen en peligro nuestra vida, y que no es ningún juego llevar al día las presiones y saber, en cada momento, qué estamos llevando en los neumáticos. Veamos el proceso que podemos seguir para comprobar perfectamente las presiones de la moto:
- Con los neumáticos fríos, comprobamos las presiones con nuestro manómetro, y acto seguido con el manómetro/medidor de la gasolinera o del lugar en donde estemos ajustando.
- Tenemos en cuenta, anotándolo si nos hace falta, la diferencia que exista entre la medición en la gasolinera con respecto a lo que medimos con nuestro manómetro.
- Esta diferencia puede ser positiva o negativa, es decir, variar por ejemplo dos décimas hacia arriba, con lo cual el medidor de la gasolinera es «optimista» y nos dejará la rueda con menos presión de la debida; o hacia abajo, o lo que es lo mismo, inflaremos el neumático con más presión de la debida.
- A la hora de ajustar las presiones debemos restar o sumar la diferencia conocida de lo que leemos en el manómetro, dependiendo de lo que hayamos comprobado en el punto 2.
- Las presiones deben ser las que recomienda el fabricante, y para ajustarlas debemos tener en cuenta en qué unidad de medida se presenta. Suele ser en kg/cm2 o en bares, que son prácticamente equivalentes (1 kg/cm2 se corresponde con 0,98 bares).
- Mucho ojo porque las presiones recomendadas son diferentes si vamos en solitario, o vamos en dúo.
Presiones en pista vs. Presiones en carretera
Hay que decir que no es para nada lo mismo rodar en circuito que hacerlo en carretera, y por ello las presiones de los neumáticos no van a ser ni siquiera parecidas. Es un error, y un peligro, además, rodar con neumáticos de carreras en las carreteras, porque no están pensados para ese fin. Cada cosa tiene su lugar y su porqué. Volviendo al tema de las presiones, si has rodado en pista alguna vez sabrás que las presiones deben ser más bajas, por varias razones.
La primera, y fundamental, es que la temperatura de trabajo del neumático en pista es más alta, y por tanto la presión debe ser más baja para alcanzar el punto óptimo de trabajo de la goma. Si para «la calle» unos valores típicos para las presiones pueden ser 2,25 delante y 2,5 detrás, para circuito las presiones deben ser menores. Cuánto menores dependerá de las condiciones de la pista y del ritmo que marquemos, pero el resultado es que la presión de trabajo sea la adecuada. Para ello debemos asesorarnos y, nunca, probar si criterio.
Otra de las razones de mantener una menor presión en los neumáticos al rodar en circuito es qué exigimos del mismo. Querremos máximo agarre, y nos dará igual la velocidad de desgaste del neumático. Una presión más baja aumenta la superficie de contacto con la pista, y por tanto, si no nos pasamos bajando las presiones, obtendremos mejores resultados de agarre que con las presiones recomendadas. Como comentario, si utilizamos presiones de carretera, una vez que el neumático coja la temperatura de trabajo pasará a estar inflado en exceso, con el consiguiente peligro de reventón, y la disminución progresiva del agarre por «demasiado duros».
La presión de carretera, por llamarla así, suele ser más alta por muchas cosas, pero lo más importante es que la temperatura de trabajo es mucho menor que en la pista. Además, hemos de tener en cuenta que la conducción en carretera es siempre más dócil que en circuito, y que los fabricantes optimizan, con esos valores, tanto la duración, como el agarre en cualquier escenario probable, el consumo de combustible y más parámetros.
Los manómetros de las gasolineras son fiables si, y sólo si, llevan una pegatina de la verificación metrológica de un Organismo de Control Autorizado (OCA), al igual que el que tienen obligación de tener en el surtidor. Ese control se debe realizar una vez al año p para ser válido.
Yo de lo de las gasolineras no me fio ni con pegatina…
Con un manometro