Tras sorprendernos con algunos deportivos de élite, la Scuderia Cameron Glickenhaus ha participado este año en la mítica Baja 1000 con su primer 4×4, bautizado como SGC Boot. En el vídeo podemos ver el modelo de competición en versión de dos puertas con una carrocería notablemente larga, aunque también habrá ejemplares con carrocería de cuatro puertas de apertura estilo suicida.
Se habla de un total de 17 unidades del SGC Boot, algunos de ellos preparados para competir, otros homologados para circular por carretera y otros tantos «vestidos» con un blindaje de nivel 6. Muchos ya están vendidos y, el resto, pueden comprarse únicamente a través de dos concesionarios: el SGC Manhattan Motor Cars en Nueva York y en Milestone Motors, de Ted Johnson, localizado en el sureste.
Más adelante habrá otros distribuidores, aunque no todos los mortales podrían permitirse desembolsar 287.500 dólares por un SGC Boot totalmente equipado, ni siquiera los 166.750 dólares que cuesta el modelo blindado. Sí, es raro, funcional, asombroso y muy caro, pero lo que esconde en el vano motor tampoco es moco de pavo.
El nuevo Boot está impulsado por un motor LT4 V8 de GM que desarrolla la friolera de 650 CV. Curiosamente, luce un llamativo sistema de escape que sobresale de los pasos de rueda traseros, existiendo algunas diferencias de diseño entre las diversas versiones. Por ejemplo, los modelos de carretera contarán con una suspensión independiente en las cuatro ruedas con 48 cm de recorrido y neumáticos todoterreno de 37 pulgadas.
El paquete Baja, por su parte, aumenta dicho recorrido hasta los 56 centímetros, al tipo que añade suspensiones de tipo coilover en ambos ejes, amortiguadores 3.5 Bypass delante y 4.0 Bypass detrás, un equipo de frenos Wilwood con pinzas de seis pistones y discos de 14 pulgadas, y diferentes neumáticos todoterreno de 37 pulgadas.
Como gran novedad, la compañía ha mostrado a través de Facebook las primeras imágenes del interior con el que contará la versión de cuatro puertas. Destaca indudablemente la curiosa distribución de las cuatro plazas, en la que la segunda fila queda más separada y en una posición más elevada. Entre las dos plazas traseras vemos una sillita de bebé de lo más original.
Desde luego, el pequeño de la casa tendrá el mejor asiento de la familia, aunque no terminamos de estar convencidos acerca de la seguridad que implica llevar a un bebé de aventuras por el campo a toda velocidad. Además, todos los asientos son de tipo bácquet. Glickenhaus afirma que todavía puede haber modificaciones, pero tiene muy buena pinta.