Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
8.7
Notable+
Una excelente opción para los que necesitan la seguridad de una tracción integral pero que no necesitan una distancia al suelo superior porque circulan sobre todo por asfalto.
Esta semana os traemos a la sexta generación de la serie 3 que ya había sido probada por Autonocion.com en la variante Touring (Prueba BMW Serie 3: 320d Touring) y que ahora os traemos en la variante berlina con la motorización 328i xDrive, una deportiva berlina Premium de tamaño medio con el plus de seguridad que ofrece la tracción a las cuatro ruedas que no nos hace renunciar al carácter deportivo que ofrece BMW.
Con esta, son ya tres las berlinas compactas Premium que probamos y con las que posteriormente realizaremos una comparativa.En primer lugar, probamos el Mercedes-Benz Clase C al que le siguió la prueba del Audi A4. Ahora le toca el turno a la sexta generación de la Serie 3 de BMW, el que quizá sea el automóvil Premium más vendido del mundo y que ahora vuelve a marcar hitos en materia de deportividad, elegancia y confort.
Diseño exterior
Aunque el nuevo BMW Serie 3 tiene dimensiones mayores que su antecesor, mantiene el perfecto equilibrio entre la deportividad y la elegancia.
En comparación con la generación anterior, nos han llamado la atención el ancho de vía (delante + 37 mm, detrás + 47 mm), la mayor longitud (+ 93 mm) y el aumento la distancia entre ejes (+ 50 mm).
Pese a haber aumentado su tamaño, el diseño del serie 3 respeta las proporciones de la marca: capó largo, mínimo voladizo delantero, gran distancia entre ejes y habitáculo desplazado hacia atrás.
El frontal destaca por la ancha y esbelta parrilla ovoide doble típica de la marca, que se encuentra ligeramente inclinada hacia adelante. Este aspecto realza el aplomo del modelo.
En nuestra unidad de pruebas, contábamos con los opcionales faros de xenón que resultan muy expresivos gracias a los anillos luminosos dobles y a los llamativos diodos luminosos que logran un efecto de mirada concentrada.
En esta generación, los faros delanteros llegan hasta el marco de la parrilla. De esta manera, los faros y la parrilla crean ópticamente una sola unidad, subrayando el ancho del coche.
En lugar de la entrada de aire central frontal, el BMW Serie 3 tiene dos entradas de mayor tamaño en las partes exteriores del faldón delantero. A ambos lados de la entrada de aire central se encuentran otras entradas adicionales verticales de pequeño tamaño. Esta solución logra mejorar el flujo aerodinámico a lo largo de las ruedas delanteras y, además, contribuye a reducir el consumo si se conduce a altas velocidades.
El capó descansa sobre la parrilla. De esta manera, todo el conjunto frontal tiene un aspecto más plano y mucho más deportivo.
En la vista lateral predominan dos marcadas líneas. La superior nace en la parte frontal y se prolonga hacia la zaga. La segunda nace más abajo, detrás de la rueda delantera, y se prolonga hasta la zaga trazando una ligera curvatura ascendente. En los laterales encontramos una chapa identificativa del acabado, en nuestro caso el Modern.
La vista lateral mejora con la gran variedad de llantas de aleación disponibles. En nuestro caso, la unidad de pruebas equipaba unas llantas de aleación con 10 radios que montaba unos neumáticos Pirelli P7 en dimensiones 225/45 R18.
Estas líneas subrayan los anchos flancos de las ruedas y el gran ancho de vía del Serie 3. Ese mismo efecto se logra mediante los pilotos posteriores en forma de L montados en los extremos laterales de la parte posterior.