Por si esto fuera poco, en caso de accidente, el B-Max equipa el sistema de Asistencia en Emergencias de Ford avisa a los servicios de urgencias locales, en el idioma de la región en la que se encuentre según las coordenadas de GPS del vehículo. Se trata del sistema más avanzado en su género y es una parte clave del SYNC, el sistema de conectividad a bordo activado por voz.
La activación de un airbag o del corte de emergencia de la bomba de combustible da lugar a que el vehículo llame automáticamente a los servicios locales de emergencias, emitiendo un mensaje pre-grabado, a través del teléfono móvil del ocupante previamente conectado al vehículo por Bluetooth.
El sistema identifica también las coordenadas del lugar donde se ha producido el accidente usando el GPS de a bordo, y la información de mapas y de telefonía móvil, y ahorra segundos vitales llamando directamente a los operadores del servicio de emergencias en lugar de dirigirse a teleoperadores de servicios de asistencia de terceros.
Motorización
Sobre la gama de motores, el Ford B-Max se ofrece tanto en mecánicas gasolina como diésel, para que se encuentre la versión que más se ajuste a las necesidades de cada uno. En los motores gasolina, destaca el EcoBoost 1.0 de gasolina está disponible en versiones de 100 y 120 cv y utiliza las más modernas tecnologías en motores para entregar la potencia de un motor de mayor cilindrada con los consumos de un propulsor mucho más pequeño. Este motor va equipado de serie con el sistema Ford Auto-Start-Stop.
Otras opciones de motores de gasolina incluyen el Duratec 1.4 de 90 cv y el Duratec 1.6 de 105 cv combinado con la transmisión automática de alta eficacia de seis velocidades PowerShift de Ford, equipado además con la avanzada tecnología de embrague doble.
Dentro de las versiones diésel, podemos elegir entre dos motores, por un lado el 1.5 TDCI de 75 cv, derivado directamente del motor 1.6, y el propio 1.6 TDCI de 95 cv, que es el motor que hemos probado. Seguramente el grueso de las ventas venga de estos motores.
En cuanto al 1.6 TDCI, es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 173 km/h, y que necesita 13,9 segundos en ponerse a 100 km/h saliendo desde parado. Los consumos, teniendo en cuenta que se trata de un vehículo destinado a las familias, han de ser contenidos. Ford nos presenta los siguientes datos: en conducción urbana el B-Max homologa un consumo de 4,7 litros a los 100 km; que bajan hasta los 3,6 litros en conducción extraurbana y se sitúan en 4,0 litros en ciclo mixto.
Como suele ser habitual, los consumos homologados son más bajos de los que harán la mayoría de conductores en el día a día. Además, como normalmente hacemos, cuando realizo una prueba no voy todo el rato buscando el consumo más bajo posible, para que los datos que obtengo sean los que más o menos encontrará la mayoría de la gente.
En el caso del B-Max, por el concepto de coche que es, la mayor parte de los kilómetros que he hecho han sido por núcleos urbanos, su hábitat natural. Combinando este tipo de recorridos con una conducción ágil, el consumo que me marcaba el ordenador fue de 5,7 litros. No me parece un consumo muy elevado, está en la media para el segmento de coche que es el Ford B-Max.
En ese aspecto puede perjudicarle el no disponer de un sistema Stop&Start, que bajaría los consumos al parar el motor en los semáforos. Pese a sus 95 cv, que alguno verá insuficientes, debo decir que el B-Max se mueve con bastante soltura, respondiendo si le exigimos una salida contundente de un semáforo, por ejemplo.
En autopista, el consumo baja radicalmente, viendo en el menú de consumo instantáneo unas cifras en torno a los 4 litros. En este punto, si contase con una sexta marcha es posible que ese dato de consumo fuese notablemente más bajo. En este tipo de vías, el B-Max se muestra como un devorador de kilómetros, su suavidad e insonorización, nos permiten cubrir grandes distancias sin notar cansancio. A esto también contribuye el asiento, que hará que encontremos en seguida una postura de conducción muy cómoda.
Precio:
El precio de un Ford B-Max 1.6 TDCI de 95 en el acabado Titanium X, como el que hemos probado es de 17.820 € según el configurador, aplicando todos los descuentos y campañas promocionales disponibles. A ese precio debemos sumar el valor de los extras, como el color Azul Náutico, las llantas o el navegador, con lo que el precio de la unidad probada es de 19.525 €, aplicando todos los descuentos y campañas promocionales disponibles.
El Ford B-Max más económico se corresponde con el motor gasolina 1.4 Duratec de 90 cv y en acabado Ambiente. Con esa configuración, tiene un precio de 12.720 €.
Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
7.4
Notable
Nos encontramos ante un coche urbano, especialmente práctico para quienes necesiten cargar con objetos largos gracias a su particular sistema de puertas.