Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
7.3
NOTABLE
Un coche de capricho que genera admiración y rechazo a partes iguales
Esta semana en Autonocion probamos el MINI Cooper Coupé 1.6 de 122 CV, un modelo que muchos de vosotros seguramente, ni siquiera hayáis visto hasta la fecha por la calle, pese a que salió al mercado hace más de un año. Es un perfecto “rompecuellos” del asfalto, lo cual no es sinónimo de que guste a todo el mundo. Simplemente, llama mucho la atención, y la verdad es que no había lugar en que los peatones y otros conductores no se girasen a mirarlo. Enamora u horroriza, sin términos medios. Los más puristas de MINI lo ven como una afrenta a la historia de la marca, mientras que los últimos en llegar al mundo MINI lo consideran un acierto y les encanta. Nosotros nos vamos a mantener al margen de ese juicio, y nos limitaremos a hablar sobre aspectos “un poco” más técnicos:
Diseño Coupé:
Como decimos, sin entrar a valorarlo como bonito o feo, lo cierto es que el MINI Cooper Coupé es muy similar a un MINI Roadster cerrado. En ese sentido, la innovación estética queda reducida exclusivamente al techo, aunque no por ello carecía de dificultad rematarlo. Para ello, MINI ha apostado por una línea de techo retraída con deflector integrado. La forma de la carrocería es sin duda atrevida, con un frente de superficie reducida con el parabrisas plano e inclinado. Su aspecto dinámico, atlético, se ve acentuado por las franjas longitudinales opcionales que lo atraviesan. Son tradicionalmente el distintivo de los coches con motores más potentes que más disfrutan en curvas. Están disponibles en Black, Silver y Red –Red está reservado exclusivamente para el MINI John Cooper Works Coupé. Como curiosidad, el color de las franjas en el capó y la zaga es siempre el color del techo. Y el color de las franjas del techo es siempre el color de la carrocería.
No sólo en parado o a velocidades bajas seremos el centro de las miradas. Al entrar en carretera y superar los 80 km/h el conductor del vehículo que nos siga no podrá evitar observar como se despliega el alerón trasero. A altas velocidades, además de llamar la atención, garantiza un agarre excelente reduciendo las inestabilidades.
Las dimensiones del MINI Cooper Coupé son 3’73 metros de largo, 1’89 de ancho incluyendo los espejos y 1’38 de alto. Destaca por lo bajito que es, lo cual contrasta, como veremos más adelante, con su facilidad para acoger en el interior a ocupantes de estaturas altas.
La amplitud en dos plazas:
El interior del MINI desde la posición del conductor no dista mucho de cualquier otra versión de la marca, salvo por el hecho de que el parabrisas, y por tanto el pilar A, está bastante más inclinado. El volante multifunción, el salpicadero, la consola central, así como las dos esferas características de MINI son iguales a las de el resto de modelos. Nos estamos refiriendo a la esfera que ocupa una posición central en el salpicadero, con cuentakilómetros en el perímetro y una pantalla central para el navegador y otras opciones.
El MINI Cooper Coupé está diseñado para acoger a dos únicos ocupantes nada más. No hay posibilidad de llevar a nadie detrás por muy pequeño que sea. No obstante el hueco existente entre los asientos y el maletero es muy aprovechable para llevar objetos incluso de tamaño medio: abrigos, paraguas, un portátil o una bolsa de la compra, por ejemplo. Además, un acceso de dimensiones generosas comunica el habitáculo con el maletero.
Tal y como comentábamos, pese a ser un dos plazas, el habitáculo es amplio. La posición de los asientos es muy cómoda en recorridos largos, incluso para pasajeros de estatura alta. Pensando en ellos, se integraron elementos de diseño elípticos en el techo que aumentan considerablemente el espacio hacia arriba. En mi caso, por ejemplo, esos elementos marcaban la diferencia entre golpear con la cabeza en el techo y no hacerlo.
También el maletero es sorprendentemente espacioso. Lógicamente, pese a que los 3’73 metros de largo del MINI Cooper Coupé podrían hacer pensar en un maletero diminuto, la ausencia de plazas traseras compensa esa circunstancia propiciando la existencia de un maletero con capacidad de 280 litros, muy práctico y que puede competir incluso con el del Clubman.