Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
7.1
NOTABLE
Un SUV sencillo y de buenas prestaciones, pensado para un uso familiar más que para el campo, pudiendo acoger hasta siete ocupantes
Empezamos la semana como siempre con una nueva prueba. En este caso os presentamos un SUV que ha sido renovado hace muy poco tiempo, y que además a partir de este verano se ofrece en versión híbrida. Se trata nada más y nada menos que del nuevo Mitsubishi Outlander 2.2 DI-D Motion de 150 CV, un todocamino renovado por fuera y por dentro, con modificaciones tanto en el apartado estético como en la motorización.
En líneas generales las sensaciones que nos ha transmitido han sido positivas, con un rendimiento del propulsor bastante bueno, unas aptitudes por caminos que permiten que nos divirtamos sin que esto le haga ser un mal rodador, y con la única pega de ser un poquito gastón. Pero no adelantemos acontecimientos, y vamos a ver paso por paso qué os podemos contar del nuevo Outlander:
Diseño Exterior:
Aunque con una forma similar y una esencia que evoca al anterior modelo, lo cierto es que el nuevo Outlander ha sido modificado tanto en el frontal como en la parte trasera, además de haber sido diseñado con una línea más redondeada que su antecesor. La adopción de una imagen general más compacta y sólida se ve reforzada en el frontal, donde una fina y alargada parrilla domina toda la parte delantera de vehículo y se convierte en seña de identidad, decorada con vistosos cromados.
De un simple vistazo podemos juzgar que el nuevo Outlander está más pensado para un uso diario que para un uso estrictamente campestre, un rasgo bien apreciado en la familia de los SUV, cada vez más utilizados como primer coche.
La trasera también ha sido retocada aunque sigue imperando la sencillez en ella. Un pesado portón se abre para dar acceso al maletero, habiendo percibido que en su máxima apertura, una persona de más de 1,85 se puede golpear con él en la cabeza. La vista lateral sea quizá la que menos ha cambiado en el Outlander, si bien la esencia es la misma pero con formas algo más redondeadas.
El color Azul Tanzanite de la unidad de prueba tiene un sobrecoste de 495€, estando disponibles otras cuatro pinturas: Negro Amethyst, Blanco Silky, Gris Titanium y Copper Radiant. En mi opinión, el azul es posiblemente el color que mejor sienta al Outlander, más alegre que el blanco, negro o gris, pero a la vez serio y elegante.
Con una longitud de 4,65 metros, anchura de 1,80 metros y altura de 1,68 metros el Outlander se posiciona como un SUV algo más grande que los SUV compactos que están saliendo últimamente pero alejado de grandes mastodontes como por ejemplo el Ssangyong Rexton W.
En comparación con el modelo anterior, podemos deciros que es algo más bajo –tanto en altura total como en altura libre al suelo-, aunque las cotas de entrada y salida para hacer todoterreno han mejorado. En cualquier caso, no está pensado para hacer 4×4, sino en todo caso, atravesar caminos y pistas en un estado medianamente bueno.
En cuanto a la línea, parece ser que a partir de ahora varios modelos que va a presentar Mitsubishi tendrán un diseño frontal similar al del Outlander, con lo que se pretende adoptar una imagen de marca característica.
Diseño Interior:
Varios aspectos del interior, al igual que ocurre con el exterior, han sido renovados en el Outlander. En relación con la habitabilidad, por ejemplo, si las dos primeras filas de asientos son bastante similares, la tercera –que se puede ocultar para ganar espacio en el maletero- ha mejorado muchísimo, pues antes eran prácticamente de juguete. Sin embargo sigue siendo insuficiente como para considerar utilizar estos dos asientos de manera habitual, y quedando reservados exclusivamente para alguna urgencia o episodio aislado.